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DE LA CASA #191: EL MUSEO COMUNITARIO DE JICAYÁN; EJEMPLO DE EPISTEMOLOGÍA ÑUU SAVI EN ACCIÓN / C.R.

Por César Iván Rodríguez Calderón

Presentación

La Costa Chica de Oaxaca, es parte de un región intercultural y plural, denominada como Costa Chica de Guerrero y Oaxaca. Su historia denota una complejidad sociocultural desde la época de la conquista hasta la actualidad, en donde a partir de la creación del Estado Nación, se ha ejercido un impacto negativo hacia los pueblos indígenas y afro mexicanos. Lamentablemente, Costa Chica, está muy distante del ejercicio positivo del derecho, esto debido a que las estructuras gubernamentales continúan bajo la lógica colonialista, que busca la asimilación de las minorías no mexicanas: indígenas y afro descendientes (Figura No. 1).

Figura No. 1. Mapa de la República Mexicana, donde se aprecia enmarcada de color rojo la Región de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, la cual se extiende sobre la Costa del Océano Pacifico desde el Puerto de Acapulco, Gro., hasta Puerto Escondido, Oax. En: https://www.google.com.mx/maps/@22.1923935,-102.5837051,5.75z?entry=ttu

En la actualidad se conoce que el territorio Ñuu Savi abarca los Estados de Puebla (al sur); el este de Guerrero; y oeste de Oaxaca. Solo en Oaxaca comprende 18,759 Km2, siendo un total de 37, 229 km2. Contempla 1, 752 localidades, parte de 217 municipios, 194 de Oaxaca, 16 de Guerrero y 7 de Puebla (Alma, 2007).

Su conformación demográfica es resultado de procesos históricos profundos y de larga duración que aún no concluyen, y que han determinado el actual contexto sistémico. Mismo que mantiene el poder hegemónico en una oligarquía presente desde la época colonial, está solo ha cambiado de apellido, orientación política e ideológica y actualmente de partido político. Las estructuras sociales, económicas, políticas y culturales se han conservado en beneficio de quienes ostentan el poder (Bonfil, 1995).

Sin embargo, está situación provocó una respuesta que podemos catalogar como resistencia cultural, encabezada por la cultura originaria, en este caso la etnia Ñuu Savi y seguida y replicada por los afros mestizos. Así, la cultura indígena se resiste y persiste, y se ha enfrentado valerosamente a las embestidas primero del liberalismo del Siglo XIX encabezado por Benito Juárez; después tuvieron que resistir el despojo y exterminio encabezado por los porfiristas disfrazados de revolucionarios; luego soportaron en silencio las agresiones de los revolucionarios disfrazados de constitucionalistas; en seguida afrontaron la persecución de los priistas que sintiéndose herederos de la revolución mantuvieron un férreo control y dominio del poder y ahora, nuevamente en silencio, afrontan el despojo, las mentiras y traiciones del partido oficial; que sí roba, sí miente y sí traiciona…

Esta postura es considerada en la actualidad como pos fundacionalista, ya que demuestran que no existe un fundamento último que rija la política. Recordemos que Mouffe y Laclau determinaron la posibilidad de proponer paradigmas políticos alternativos tanto al Neoliberalismo, como al Marxismo, ambas influencias euro centristas (Laclau, 2010).

El poder de la región, se encuentra en manos de una minoría mestiza, quienes la han administrado en beneficio de su grupo social. De este modo, todos los aspectos de la cultura, están determinados por el interés de este grupo. Por lo tanto, siguiendo a los autores citados en el párrafo anterior, este orden social y político se ha generado mediante prácticas que construyeron un régimen hegemónico, mismo que se sustenta en todo menos en las leyes de la naturaleza, del mercado o la evolución social (Laclau, 2010)[1].

En el corazón de este complejo socio-cultural que describo, se encuentra la comunidad de San Pedro Jicayán. Es uno de los 570 municipios que conforman el estado de Oaxaca y del Distrito de Jamiltepec. Comunidad milenaria, con una población aproximada de 11, 279 habitantes de los que el 84% (SE, 2024), son hablantes de la autodenominación de la variante lingüística tu´un savi del Ñuu Savi (INALI, 2024).

La historia de la comunidad y sus alrededores, está presente en las crónicas antiguas, en las relaciones geográficas del siglo XVI y sobre todo en la memoria ancestral y colectiva de las poblaciones que conforman la cultura Ñuu Savi. Así, en el presente, fui invitado por la Profesora JOSEFA LEONARDA GONZÁLEZ VENTURA[2], miembro de la Fundación Soo Ndu´u Jicayán A. C., a formar parte del equipo que montara su Museo Comunitario (Figura No. 2).

Figura No. 2. Mapa de la República Mexicana, donde se aprecia en un círculo rojo la Comunidad de San Pedro Jicayán, en la Región de la Costa Chica. En: https://www.google.com.mx/maps/@16.4350249,-98.0579361,11z?entry=ttu

La Fundación Soo Ndu´u Jicayán A.C., es una persona moral de nacionalidad mexicana, sin fines de lucro, conformado por diversos individuos hablantes del Tu’un Savi. El objeto de la fundación, es fomentar el desarrollo integral de las poblaciones indígenas en beneficio de la región de la Costa Chica de Oaxaca. Dicha organización cree en la importancia de visibilizar los aspectos culturales como determinantes para el desarrollo de un pueblo. Para sus miembros, todo cambio social parte de la cultura comunitaria, la cual tiene una base firme en los saberes de los ancianos y ancianas de la comunidad. Inició sus actividades el 18 de abril de 2006, con 38 miembros comprometidos con la conservación y difusión de la cultura originaria. A lo largo de su vida como institución, se han ocupado de investigar, rescatar, valorar y sobre todo educar a las jóvenes mentes de los niños originarios la cultura Ñuu Savi (González López, 2024).

El museo comunitario de Jicayán, ejercicio de los saberes ancestrales

El primer paso, fue reunirnos vía Zoom, con el objeto de que ambos equipos, Fundación y mi equipo de trabajo (SACMYC “El Sargento”)[3], nos conociéramos y compartiéramos experiencias profesionales. Al final de misma, se acordó como primera actividad, una visita a la comunidad con el fin de iniciar los trabajos previos, encaminados a lograr el montaje del museo comunitario. Unos días después, me traslade a la cabecera municipal de Jicayán, conocida como San Pedro Jicayán.

Primer día, sábado 9 de marzo de 2024.

Celebramos reuniones con miembros de la Fundación y con funcionarios del H. Ayuntamiento Constitucional de San Pedro Jicayán, cuyo presidente constitucional es el Profesor ANATOLIO DAMIÁN GARCÍA. Posteriormente, nos reunimos con el C. Arquitecto CÉSAR SALINAS, director de la obra “Centro Cultural Jicayán”, quien nos explicó los detalles de la misma (Fotografía No. 1).

Fotografía No. 1. Reunión celebrada entre el Arquitecto encargado de la construcción del edificio que albergará el Museo Comunitario y miembros de la Fundación Soo Ndu´u y SACMYC, para acordar los acabados; número de salas, accesos, tipos de suelo, falsas paredes, iluminación artificial y natural, etcétera.

Esta obra tiene una zona de ingreso orientada hacia el lado Sur, le rodean dos espacios destinados para ser jardines de plantas medicinales y plantas, para exhibir cuatro piezas de lítica tallada de valor cultural (Fotografía No. 10). Al pasar la puerta estará el recibidor y atrás los sanitarios. Enseguida tendrá dos salas de exhibición, cuyo tópico será la época prehispánica y una tercera sala en donde se resguardará y podrá ser apreciado por el público el mítico: Lienzo de Jicayán (Fotografías Nos. 6 y 7). Cabe mencionar, que se acordó con el arquitecto Salinas, que está ultima sala deberá tener instalaciones especiales que garanticen la preservación, conservación y seguridad física del Lienzo.

Al fondo del inmueble, se tendrá la oficina administrativa y una biblioteca, está ultima resguardará una bibliografía especialidad en temas de antropología. Enseguida estarán dos salas que hablarán sobre la historia de la comunidad (Épocas colonial 1522-1535; virreinal 1535-1810; Guerra de Independencia 1810-1821; Siglo XIX 1822-1910 y; Revolución 1910 a 1930). Al final, se contemplan dos salas para usos múltiples y una posible tienda de recuerdos que permita recaudar recursos para el sostenimiento del Museo.

Por la tarde, realizamos una caminata ubicando la mojonera Yuu ca´nu (Piedra Grande), cuyas coordenadas U.T.M. (Unidad Trasversal de Mercator) son 627224.1034244 Este y 1948947.278324 Norte a una altura sobre del nivel del mar de 433 metros. Misma que se puede ubicar en el Lienzo de Jicayán (Fotografía No. 2) como “Una piedra larga situada en una posición vertical”, con la inscripción cuiti yuañ: “el montículo del templo” (Smith, 1973). Al parecer se refiere a esta roca ubicada en el límite de Jicayán y Pinotepa de Don Luis, que en su base se observan fragmentos de lítica que pudieran tratarse desechos de talla. ¿Será posible que estemos ante una zona de extracción de materia prima? (Fotografía No. 3).

Fotografía No. 2. Glifo de la Mojonera Yuu ca´nu (Piedra Grande), descrita por Smith como “Una piedra larga situada en una posición vertical”, con la inscripción cuiti yuañ: “el montículo del templo”.Fotografía No. 3. Mojonera Yuu ca´nu (Piedra Grande), fotografía actual. En donde se aprecia en su base, posibles rastros de desechos de talla.

Mientras tanto, en Ciudad de México el equipo de SACMYC, creaba el sitio de Google del museo y diseñaba el logo que se emplea para recaudar recursos de todo tipo.

Segundo día, 10 de marzo de 2024

Realizamos un recorrido por el paraje conocido como Colonia “Los Marcelo” en donde se pueden apreciar montículos en medio de las construcciones modernas. Allí estuvimos en los restos de un recinto ceremonial que se conformó por un templo, juego de pelota y otras construcciones adosadas a las dos primeras. El problema principal es la expansión demográfica de la comunidad, ya que, ante la necesidad primordial de vivienda, estos terrenos están siendo ocupados. Esto último ha provocado el deterioro de sus vestigios arqueológicos (Fotografía No. 4).

Fotografía No. 4. Montículo conocido como “El Templo”, lugar donde se considera estuvo el templo prehispánico, Colonia “Los Marcelo”. Esta es la ubicación original de la comunidad en época prehispánica.

Por la tarde, estuvimos en la oficina del comisariado ejidal, ante quien se solicitó audiencia para poder conocer el mítico lienzo de Jicayán, que está bajo su resguardo. Felizmente nos autorizaron la petición, fechada para el día siguiente a las 11:00 horas. Aprovechamos el resto de la tarde para agendar las actividades del resto de la semana, revisar el material arqueológico en resguardo en el quiosco y revisar la información existente sobre el lienzo.

El Lienzo de Jicayán, fue reportado por el arqueólogo Alfonso Caso a mediados del Siglo XX, quien, según la versión oral, estuvo a nada de llevarlo a la Ciudad de México. Sin embargo, un miembro de la etnia, nada más y nada menos que un descendiente de la última emperatriz del reino mixteco[4], se opuso violentamente y exigió que este fuera devuelto a la oficina ejidal (Antonio Vázquez, 2024). Años después, en la década de los setentas, una alumna de Alfonso Caso, tendría la oportunidad y la confianza del pueblo de realizarle el único estudio antropológico: la norteamericana Mary Elizabeth Smith.

Su estudio fue publicado en 1973 por la Universidad de Oklahoma. Se trata de un mapa pictográfico de las colindancias del pueblo, Smith consideró que probablemente fue dibujado alrededor de 1550. En la actualidad se le conoce como “el Lienzo de Jicayán” y su principal intención fue establecer las colindancias territoriales, mostrando a cuatro nombres de sitios que rodean el asentamiento ancestral y en el centro se muestra el edificio que representa a Jicayán. En total son 52 lugares representados por signos (Smith, 1973).

Tercer día, 11 de marzo de 2024

A las 11:00 horas del día, en la oficina del Comisariado Ejidal, fuimos recibidos por las autoridades tradicionales. Tras cerca de media hora de interlocución entre los miembros de la fundación y las autoridades, autorizaron que el lienzo fuera sacado de su resguardo. Cabe mencionar que tomo media hora, para cumplir con los protocolos establecidos, desconozco el contenido de los discursos en la lengua originaria, sin embargo, me quedó claro la solemnidad con lo que se llevó a cabo.

El comisariado y su secretario, sacaron una caja de metal, abrieron un candado y revelaron su contenido: en la tapa por dentro una inscripción “RECUERDO DEL I.N.I.”, luego una fecha “8-8/72”; libros de actas y en el centro un bulto de telar de cintura de algodón cuyuchi (e). El comisariado tomo el bulto y de modo ceremonioso camino hacia el quiosco en donde procedió a abrirlo sobre la vitrina que resguarda la copia del lienzo. Al extenderlo todos guardaron silencio, el asombro se respiraba en el ambiente. Vino entonces la explicación, primero en lengua originaria y después en español. Allí frente a mí, un códice cuya utilidad es sistémica. Nada de sentimentalismos ni discursos nacionalistas, ese lienzo resguarda los linderos de la comunidad (Fotografías Nos. 5, 6 y 7).

Fotografía No. 5. Caja de metal que en su interior conserva el Lienzo de Jicayán y otros libros.Fotografía No. 6. El comisariado ejidal, transporta dentro del envoltorio de algodón cuyuchi (e) el “Lienzo de Jicayán, rumbo al quiosco.Fotografía No. 7. El comisariado ejidal, extendió el Lienzo sobre la vitrina que guarda la réplica.

Tuve entonces la oportunidad de tomar las fotos que consideré y le revisé con detenimiento. Comparto con Smith, que se observan dos estilos plásticos uno totalmente mesoamericano y otro postcolonial. Sin embargo, considero que debió ser trabajado por lo menos en tres momentos históricos, el primero cuando pintaron al carbón los glifos de estilo mesoamericanos de los lugares y las fechas, el segundo cuando dibujaron los signos católicos y el tercero al escribir el nombre de los lugares en locuciones latinas.

La escritura tiene la forma principal de una vírgula, o una forma semi circular como la describió Smith. En el centro, el glifo que representa a la comunidad y a su señor, posiblemente el ultimo señor de Ñuu Chikua´a, nombre originario de Jicayán. Este aspecto es relevante, primero porque Acuña en sus Relaciones geográficas del Siglo XVI, declara que el nombre de este lugar “…en la lengua mixteca Nozahuy y, en la mexicana, Xicayan, que lo uno y lo otro quiere decir en castellano ´el pueblo de las goteras´…” (Acuña, 1984).

En segundo término, la forma de la distribución de los glifos de tradición prehispánica como una vírgula (Fotografía No. 8), nos retorna a la filosofía Ñuu Savi y a la cosmos-concepción Mesoamérica. Dentro de la filosofía originaria, el concepto de palabra sagrada, tiene un objetivo orientador. El Ñuu Savi, se auto percibe con la capacidad de trascender como sujeto histórico, por lo que a través de la palabra enseña a sus hijos, por el Sa´an vili; el instrumento por el cual el conocimiento perdura. Podemos traducirlo como Sa´an= hablar; vili es bien o, hablar correctamente. Es una acción de color azul, porque de allí viene el conocimiento, de la Divinidad que se enuncia a través de las bocas con experiencia: “…la palabra azul o la vírgula azul. Ella representa lo elevado, lo que tiende siempre hacia arriba y está arriba de las otras. Se trata del verbo sublime. De un lenguaje elaborado, filosófico.” (Ortiz, 2006).

Fotografía No. 8. Detalle del Lienzo de Jicayán, en donde se aprecia la forma de vírgula como fueron trazados los glifos que lo conforman.

Sin duda, fue un día muy especial, que al final cuando el lienzo fue regresado a su caja de metal, pude apreciar el decreto presidencial, que sin duda debe de ser estudiado junto con los otros libros que se resguardan en la misma caja.

Cuarto día, 12 de marzo de 2024.

Ese día tuvimos la oportunidad de recorrer terrenos comunales propiedad del señor RAÚL SANTIAGO LÓPEZ, en donde pudimos apreciar montículos rectangulares con bases piramidales, al menos se aprecian a simple vista tres niveles. Su orientación es de Este a Oeste, desde donde se aprecia buena parte de la región, pudiendo ser espacios para ejercer una vigilancia efectiva. En las coordenadas U.T.M. el montículo N0. 1, 711898.1068021 Este y 1879555.2563584 Norte y; el montículo No. 2, 711898.1068021 Este y 1879555.2563584 Norte a una altura sobre el nivel del mar de 356 y 357 metros respectivamente (Fotografía No. 9).

Fotografía No. 9. Detalles de montículos rectangulares con bases piramidales, al menos se aprecian a simple vista tres niveles.

Quinto día, 13 de marzo de 2024

Dedicamos el día a el registro fotográfico y al arqueo de los materiales culturales que tienen en el quiosco, que serán expuestos en el Museo Comunitario. En total poco más de 100 piezas de carácter cultural y de relevancia para la comunidad, que deberán ser analizadas y clasificadas en el laboratorio de materiales arqueológicos que implementaremos. Cabe mencionar que todas estas piezas se han recuperado por donaciones de miembros de la comunidad de Jicayán.

Sexto día, 14 de marzo de 2024

Iniciamos la socialización del proyecto, impartiendo una plática sobre museos comunitarios y patrimonio a adolescentes estudiantes de nivel secundaria y a alumnos de la Universidad de Jicayán, en esta última se imparte la licenciatura en Medicina Comunitaria (Fotografía No. 10). La plática resultó provechosa, los alumnos se mostraron interesados y participaron aportando no solo ideas, sino manifestando su interés en el rescate tanto del patrimonio tangible (arqueológico, histórico y artístico), además del intangible (lengua Ñuu Savi, tradiciones, medicina tradicional, etcétera).

Por la tarde, regresamos a la actividad de registro de las piezas culturales que serán expuestos en el museo comunitario.

Fotografía No. 10. Alumnos de secundaria en la plática sobre museos comunitario y patrimonio cultural.

Séptimo día, 15 de marzo de 2024

Ese día tuve la oportunidad de asesorar el traslado de cuatro piezas de valor cultural (lítica) del parque municipal que se encuentra en construcción hacia el jardín derecho en donde serán exhibidas rodeadas de hierbas medicinales endémicas de la región y de la comunidad (Fotografía No. 11). Sin duda, que el traslado se hiciera solicitando mi punto de vista fue importante, pero trascendental fue que el personal lo realizó calculando cada movimiento, sin poner en riesgo en ningún momento las piezas, no, así como sucedió en Pinotepa Nacional, cuando por negligencia causaron daño al monolito que según mis investigaciones se trata de un sacerdote de los dioses de la lluvia, Tai Chito´o Savi, del periodo Clásico tardío mesoamericano (600-900 d. C.)[5].

Fotografía No. 11. Ubicación final de las piedras con valor cultural en el jardín lateral de lo que serán las instalaciones del Museo Comunitario Soo Ndu´u, San Pedro Jicayán, Oaxaca.

Conclusiones

Sin duda, la organización de la Fundación Soo Ndu´u Jicayan A. C., es un ejemplo de la aplicación de lo que la epistemología originaria puede lograr. Su filosofía está presente: desde la resistencia cultural que les ha permitido conservar su cultura originaria; la protección del Lienzo por parte de las autoridades tradicionales que impidió que la prenda saliera de la comunidad y estuviera en riesgo de ser destruida, vendida, o enajenada por algún coleccionista; en la organización de una fundación con un profundo sentido del deber y el respeto por la cultura Ñuu Savi que tras décadas no ha desistido en su empresa y; en la respuesta de la comunidad que arropa el proyecto con fe en un mejor futuro.

En la actualidad, nos encontramos en la investigación de la microhistoria de Jicayán, que en muchos momentos ha llevado un nombre distinto: Nozahuy, nombre posible desde su fundación durante el periodo Clásico (200 – 900 d. C.), que según las crónicas este nombre le fue puesto por un cacique llamado Yyasiña; Xicayan impuesto por los mexicas cuando intentaron conquistarlos, pero fueron férreamente defendidos por su señor Yyazahuy, durante los periodos de expansión mexica en el Posclásico tardío (1200 – 1522) (Acuña, 1984); Jicayán de su Majestad durante la época virreinal (1522 – 1810) (Martín Gabaldón, 2015); y finalmente San Pedro Jicayán, posiblemente llamado así después de la independencia de México.

Después de ser un espacio de donde provenían y asentaba el poder, tras la Revolución Mexicana (1910-1927), la comunidad fue dejada a atrás y el poder se trasladó a Jamiltepec y posteriormente a Pinotepa Nacional. Esto implicó que sus costumbres y tradiciones fueron conservadas, sin embargo, el poder hegemónico dejo en el olvido a la comunidad.

La comunidad de San Pedro Jicayán, hoy organiza y proyecta un museo comunitario que busca hacer resurgir sus raíces. En una de las primeras pláticas el Ingeniero EZEQUIEL VÁZQUEZ diría “Trabajamos para tener un lugar digno donde mostrar al mundo nuestra cultura originaria”, ahora veo un museo en toda la expresión en donde su epistemología se mostrará con toda su grandeza, más allá de lo que pueda significar “lugar digno”, es a todas luces uno de los proyectos culturales más ambiciosos y significativos que cualquier cultura originaria habría pensado…

Por último, se tiene proyectado que en seis meses el Museo Comunitario Soo Ndu´u abrirá sus puertas al público en general, sin embargo, cabe aclarar que el tema central es la cultura originaria Ñuu Savi, su pieza fundamental es el Lienzo de Jicayán. Por ello, la museografía se está diseñando alrededor de este tópico y su público principal son los niños y los jóvenes; de hecho, por acuerdo de los miembros de la fundación las cedulas informativas estarán redactadas primero en tu´un savi, luego en español y al final en inglés. Aquí encontraras su historia prehispánica (fundación, conflictos bélicos con Tututepec, etcétera), historia moderna (Independencia, Siglo XIX y la Revolución Mexicana en la Costa Chica de Oaxaca), así como sus costumbres, tradiciones y leyendas…

¿Te lo vas a perder?

Referencias

Acuña, R. (1984). Relaciones geográficas del siglo XVI: Antequera. UNAM, Primera Edición. Tomos I y II.

Alma, R. (2007). Bases para la escritura de tu´un savi. Ve´e Tu´un Savi “Academia de la Lengua Mixteca”. Colección Diálogos. Pueblos Originarios de Oaxaca. Serie Glifos. Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado de Oaxaca. Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del CONACULTA. Oaxaca de Juárez, Oax., México.

Antonio Vázquez, E. (2024). [Entrevistado por C. I. Rodríguez Calderón].

Bonfil Batalla, G. M. (1995). Obras escogidas de Guillermo Bonfil. Fondo de Cultura Económica.

Chassen, F. R. (1993). El retorno al milenio mixteco: indígenas agraristas vs. rancheros revolucionarios en la costa chica de Oaxaca, mayo de 1911. Cuadernos del Sur2(septiembre/ diciembre), 31–66.

González López, A. (2024). [Entrevistado por C. I. Rodríguez Calderón].

INALI. (2024). Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales. Gob.mx. https://www.inali.gob.mx/clin-inali/html/v_mixteco.html

Laclau, E. (2010). La razón populista. Fondo de Cultura Económica.

Ortiz, I. (2006). Acercamiento a la filosofía y la ética del mundo mixteco (C. D. P. O. de Oaxaca Serie Glifos, Ed.). Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado de Oaxaca.

Rodríguez Calderón, C. I. (2010). El patrimonio cultural en Santiago Pinotepa Nacional, Oax. Escuela Nacional de Antropología e Historia.

SE. (2024). San Pedro Jicayán. Data México. https://www.economia.gob.mx/datamexico/es/profile/geo/san-pedro-jicayan

Smith, M. E. (1973). Escritura de imágenes del antiguo sur de México; Mixtec señalizan y mapas (La civilización de la serie india americana). University of Oklahoma Press; Primera edición.


[1] Desde el 2010, en mi tesis de licenciatura denuncié la actitud etnofaga de la oligarquía de la Costa Chica y enumeré los procesos de resistencia que la etnia ha aplicado a lo largo de 500 años. C. F. Rodríguez Calderón, C. I. (2010). El patrimonio cultural en Santiago Pinotepa Nacional, Oax. Escuela Nacional de Antropología e Historia

[2] Docente bilingüe y hablante del tu´un savi, además de ser presidente del Consejo de Vigilancia de la Fundación Soo Ndu´u Jicayán A.C.

[3] Servicios antropológicos, de conservación, mercadólogos y cinematográficos, es una Sociedad Civil, conformada por ciudadanos mexicanos, cuyo objetivo primordial es Ofrecer productos y servicios antropológicos, de conservación, mercadólogos y cinematográficos que proporcionen a nuestros clientes soluciones interdisciplinarias, prácticas e integrales.

[4] En 1911, en Pinotepa Nacional, tras una revuelta que provocó la muerte del presidente municipal y sus principales colaboradores, los indígenas ñuusavi liderados por Domingo Ortiz, fundaron el Imperio Mixteco con doña María Benita Mejía como la emperatriz. Sin embargo, solo unos días después seria brutalmente aplastado por las fuerzas pseudo “maderistas” del entonces capitán Juan José Baños. C. F. El retorno al milenio mixteco: Indígenas agraristas Vs. rancheros revolucionarios en la Costa Chica de Oaxaca, mayo de 1911 de Francie R. Chassen y Héctor G. Martinez (Chassen, 1993).

[5] El pasado 19 de mayo de 2022, personal de protección civil del actual Ayuntamiento de Santiago Pinotepa Nacional, Oax., bajo el mando de la regidora de cultura y hacienda, que iba a acompañada de la sindico procuradora, el síndico de hacendario y el presidente municipal ANTONIO MARBEL JIMENEZ MEZA, bajo la complacencia de dos arqueólogos comisionados por Centro INAH-Oaxaca, movilizaron con una retroexcavadora, sin ningún tipo de previsión un monolito de época prehispánica. Obviamente el resultado fue terrible, durante el mal manejo le fracturaron la parte inferior, situación que denuncie con fecha 22-MAY. 2022 ante el Consejo de Arqueología. Todo esto a pesar de que remití en tiempo un protocolo de traslado a Centro INAH-Oaxaca, al Consejo de Arqueología y al Ayuntamiento de Pinotepa; en redes sociales pueden ver a la sindico procuradora vociferando: ¡Para que tanto #$%&/() protocolo! –

DE LA CASA #189: LOS ÁRBOLES DE LOS RUMBOS DEL UNIVERSO / J.G.

Por Jesús Gerardo Guerrero Castañeda

El tiempo y el espacio son conceptos que han intrigado a los Homos[i], desde que adquirimos la capacidad de admirarnos[ii]. El tiempo y el espacio son dos elementos que han causado un gran impacto en la formación de la cosmovisión de los pueblos.

La apreciación del tiempo es relativa desde la perspectiva cosmogónica[iii] y el espacio está reducido a las áreas a las que tenemos acceso los valles, los ríos, las montañas, los volcanes y a los que físicamente no tenemos acceso pero podemos conceptualizar (y personificar) como los astros, el firmamento, el inframundo algunos con características dinámicas y otras estáticas.

Mayoritariamente las culturas antiguas, he incluso actualmente, se mantienen segregados el tiempo y el espacio; de forma diferente Mesoamérica tenía una cosmovisión que concatena tiempo y espacio en una unidad mántica.

En la mitología judío-cristiana y en las doctrinas orientales el tiempo es lineal, parte de una eternidad (pre-creación), la creación-existencia terrenal, una parusía o apocalipsis y finalmente una nueva eternidad. Entendiendo que la eternidad es en estado de la materia donde hipotéticamente no existe el tiempo. Y por otra parte el espacio es un regalo del dios o de los dioses, “un jardín”, para domeñar, es decir que el inerte espacio es para dominio del hombre.

Mientas que en Mesoamérica el tiempo es un ciclo que se repite una y otra vez, el calendario adivinatorio-ritual de 260 días llamado tonalpoalli[iv], contiene los mismos augurios para los días de igual nombre y numeral, es decir que el mismo destino se repite  cada 260 días. Una cosmovisión que conceptualizada como “eterno presente ” (Arturo Ismael Montero García https://academia.edu/resource/work/73201315) o un “destino cíclico”. En tanto que el espacio es una serie de seres deificados o animados con los que había que interactuar e incluso tributar u ofrendar.

Además tiempo y espacio fluían juntos en un ciclo que se repetía una y otra vez, hasta que el Sol no volviera a salir, viniendo una noche larga[v] y otro dios se convertía en un Nuevo Sol y comience otro ciclo. Es decir una serie de creaciones, existencias temporales y destrucciones sucesivas.

(Figura 1 La lucha del Sol por sobrevivir el águila que la impulsa bebe sangre, mientras el Señor de la Muerte vomita para obscurecerlo mientras realiza un sacrificio, El Eclipse (Códice Laud)

En la geografía cosmogónica del mundo mesoamericano en el centro del universo estaba el Templo[vi], el “cerro de los sustentos”, puente de comunicación entre el cielo y el inframundo, ambos sitios dominados por entes entes mágicos que dominaban las fuerzas de la naturaleza. Los templos eran marcadores astronómicos que se relacionaban con el movimiento de los astros.

(Figura 2 Montañas vistas como seres mágicos y de la naturaleza en el Códice Vidobonensis, una geografía viviente.)

En cada extremo horizontal del mundo[vii] había un árbol que que sostenía la bóveda celeste y que también era un acceso a las deidades y las ánimas, de un mundo al otro.

(Figura 3 Los hombres árbol en la peregrinación de la creación. Lámina 50 códice Vindobonensis.)

En el mito de la creación relatada en el Códice Vindobonensis que va de la creación del mundo a la creación de la humanidad[viii], hay una peregrinación de seres y objetos mágicos entre los cuales hay cuatro hombres de los que brotan árboles en la cabeza[ix], parece que van a ocupar su lugar en los puntos cardinales para la formación del universo.

Volviendo al tiempo y al espacio estos se mueven en conjunto, Los días organizados en trecenas van girando dedicándose alternativamente a cada punto cardinal como se ve en la siguiente tabla.

(Tabla 1)

En la parte inferior de las láminas 17 y 18 del Códice Vaticano B o Manual del Adivino aparecen de izquierda a derecha los árboles de cada punto cardinal sobre los que se sostiene la bóveda celeste, pero además están “enraizados” con el inframundo.

Las cuatro escenas tienen elementos comunes. Como objeto central un árbol, la raíz de cada uno de ellos, flores y joyas (dos de ellas en el suelo o en la parte inferior del árbol,), una criatura mántica y un hombre o dios.

Los árboles tienen poderoso significados, caer de ellos en sueños o en la realidad puede significar desgracia; treparlos, llegar al éxito, son seres animados que dan alimento cuando están vivos y leña cuando mueren.

Los animales igualmente son guardianes de los bosques, de la noche, de los ríos, de los árboles, amigos del hombre como el perro, seres en los que ven características humanas como el valor en el águila, la infidelidad en el ratón, la nobleza en el quetzal, la sabiduría de la vejez en el Zopilote.

Aquí la descripción de cada uno de los cuatro árboles en la secuencia Oriente, Norte, Poniente y Sur.

El árbol del oriente

(Figura 4)

Este árbol de vaticinio describe el destino de los nacidos en  las cinco trecenas del tonalpoalli relacionadas con el Oriente, es decir las que comienzan con los días 1 Cipactli, 1 Caña, 1 Serpiente, 1 Movimiento y 1 Agua.

Este árbol azul es de turquesa con cuatro flores y dos botones con joyas amarillas[x], el árbol tiene por raíz un Cipactli o Monstruo de la Tierra sin mandíbula inferior, la conexión con la tierra, el portal de entrada de las almas y de salida de los dioses del inframundo.

Luego está la base del árbol, que es un semicírculo, que podría ser un caparazón de tortuga, símbolo de la Tierra[xi] misma.

En la cúspide del árbol descansa un quetzal, premonición de nobleza y riqueza. Se relaciona a príncipes y señores.[xii]

El hombre que abraza el árbol parece Yacatecuhtli, por la pintura cultural, anillo de turquesa en las piernas; señor de los mercaderes, viajeros y negocios.

Los nacidos en estas trecenas serán comerciantes o tendrán buena fortuna.

El árbol del norte

(Figura 5)

El pronóstico para las trecenas del Norte, es decir las que comienzan los días 1 Jaguar, 1 Muerte, 1 Pedernal, 1 Perro y 1 Viento.

Aunque el árbol debió haber sido verde, actualmente luce amarillo, el tiempo debió desteñirlo los colorantes, en el tronco hay incrustaciones de jade, tiene dos flores y cuatro botones y está enjoyado con jade.

La raíz es un Cipactli con las mandíbulas abiertas[xiii], el tronco del árbol tiene bandas y círculos.

En el árbol anida un águila, que representa la dicotomía valentía-rapacidad, la ferocidad y mortandad.

El hombre que se sienta en el árbol está pintado como Mixcóatl, (Serpiente de las nubes), el cuerpo cubierto de rayas rojas era un dios mesoamericano identificado, el rostro pintado de negro. Es el Señor regente de la caza, la Vía Láctea y las estrellas y los cielos en general. Parece traer una orejera con plumas.

Los nacidos en estas temporalidades serán grandes cazadores.

El árbol del poniente

(Figura 6)

Este árbol marca el destino de los nacidos en las trecenas que comienzan con 1 Venado, 1 Lluvia, 1 Mono, 1 Casa y 1 Águila.

El árbol rayado parece sin corteza[xiv] no tiene flores, solo botones está adornado con joyas rojas que pudieran ser conchas coloreadas de tradición maya o bien obsidiana roja.

 Su base es un monstruo de la tierra también rayado, no tiene mandíbula inferior.

El  árbol tiene una base semicircular café con franjas y círculos alternados, pudiera ser la corteza original del árbol[xv].

En el árbol anida un colibrí, que son los guerreros muertos en combate que acompañan al Sol en su camino al cenit.

Auguran riqueza, fertilidad, gloria, serenidad y calma.

El hombre que abraza al árbol es de turquesa, señal de riqueza, tiene pocos adornos un taparrabo y un collar también de material rojo y cuentas blancas.

Tiempo en el que nacerán los artistas, los pensadores, personas de éxito y mujeres fértiles.

El árbol del sur

(Figura 7)

Los trecenas del sur, tienen símbolos completamente diferentes.

Determinan a los nacidos en las trecenas que comienzan con: 1 Flor, 1 Hierba, 1 Lagartija, 1 Zopilote y 1 Conejo.

En esta imagen no se trata de un árbol sino de una palmera, tiene dos inflorescencias[xvi] está enjoyada con piedras amarillas que pudieran ser oro o ámbar.

Contrario a los otros árboles no está coronado por un ave, sino por un jaguar terrenal, pues ya tiene manchas[xvii]; este animal es el Señor de la Noche, simboliza la fuerza, la valentía. Pero también significa los peligros de la noche, de la selva.

Encontrarse en el camino con un viajero con dientes de jaguar, era encontrarse con un brujo envidioso.

El aullido o llanto del jaguar es presagio de la muerte, de guerra, de desastre, de miseria.

El hombre que abraza al árbol es Tezcatlipoca o uno de sus sacerdotes; “el espejo que humea» era el dios supremo, que estaba en todas partes, ofrece a la humanidad bienes y luego los quitaba. También causaba dificultades. problemas, enfermedades. Era caprichoso y voluble.

Bajo el tiempo de este árbol nacen sacerdote, guerreros, brujas.

Otro elemento notablemente diferente es la raíz, no es Cipactli, sino un objeto oval cuya parte superior es blanca con líneas negras, hacia abajo sigue una cinta roja y luego unas cuentas blancas; la parte inferior es marrón y tiene cuatro tentáculos con los extremos también en blanco y negro.

Esta “raíz” oval aparece también en el árbol primigenio del Códice Vindobonensis[xviii] y de algunos “hombres árboles”[xix] del mismo códice.

(Figura 8)

Palabras finales

Los augurios cíclicos concatenados en tiempo y espacio son una forma de dar sentido y orden a un mundo desconocido, lleno de peligros e imprevistos; los mesoamericanos podían prever su futuro, vivir en un mundo estable.

Una cosmovisión donde los elementos naturales como los árboles (en un caso la palmera) y los animales tienen una naturaleza mántica que les permite predecir el futuro, que además es pasado y que será presente.

Las desgracias, las catástrofes son culpa del hombre por no honrar y sacrificar de forma eficiente a los dioses. El presente ya se ha vivido y se volverá a vivir, durante la vida del Sol reinante, a cuya muerte, iniciará un nuevo orden que se implantará cuando la deidad personificada[xx] del Sol sea vencida, pero aún así y pese a que vivos y muertos dejaran de existir; iniciará el reinado de otro Sol dominado por otro Dios, bajo el que habrá un nuevo ciclo de presagios repetitivos periódicamente.

Esta cosmovisión diferente a la occidental y a la oriental permitía a los mesoamericanos conocer su destino, el destino de su mundo y de su inframundo.

Los Árboles cósmicos son los linderos del espacio donde acaba el mundo donde los  vivos pueden habitar y empieza el mundo de los seres del inframundo.

Los Árboles son el nexo que une a las direcciones del mundo con el tiempo en un continuo repetir de sucesos, augurios, pronósticos y rituales.

La repetición de los augurios daban seguridad a los mesoamericanos en un mundo lleno de fenómenos incomprensibles; las características de los nacidos eran inciertas, pero si eran piadosos y tributaban, sacrificaba correctamente a los dioses les esperaría un futuro próspero, digno, como los dioses lo prometían en los augurios.


[i] Hay pinturas de Homo sapiens de 45,000; del Hombre del Cromañon y de Neanderthal  de 41,000 años antes del presente.

[ii] La admiración es considera algo extraordinario o inesperado. A lo admirado se le trata de entender, explicar y relacionarse sea científica o míticamente.

[iii] Dependiendo de la voluntad del dios creador de cada mitología hay diversos calendarios algunos solares,  lunares, religiosos, culturales, rituales.

[iv]El tonalpoalli es el calendario ritual y augural duraba 260 días, era cíclico consta de la confinación de 20 nombres de día y la confinación de los números del 1 al trece representados por puntos. La secuencia es: 1 Cipactli, 2 Viento, 3 Casa, 4 Lagartija, 5 Serpiente, 6 Muerte, 7  Venado, 8 Conejo, 9 Agua, 10 Perro, 11 Mono, 12 Hierba torcida, 13 Caña, 1 Jaguar, 2 Águila, 3 Zopilote, 4 Movimiento, 5 Pedernal, 6 Lluvia, 7 Flor, 8 Cipactli, 9 Viento, 10 Casa, 11 Lagartija, 12 Serpiente, 13 Muerte, 1 Venado,  2 Conejo, 3 Agua, 4 Perro, 5 Mono, 6 Hierba torcida, 7 Caña, 8 Jaguar, 9 Águila, 10 Zopilote, 11 Movimiento, 12 Pedernal, 13 Lluvia, 1 Flor… 13 Flor y de nuevo 1 Cipactli y así cíclicamente.

[v] Donde los vivos serían devorados por las Tzitzimimes que también bajarían al inframundo a alimentarse de las almas que se extinguían definitivamente, una segunda muerte.

[vi] En el templo mayor de cada gran centro ceremonial era el 0 en las condenadas x, y, z. El punto de origen del universo.

[vii] Puntos Cardinales

[viii] Laminas 52-50

[ix] Lamina 50

[x] Tal vez decolorados o posiblemente sea ámbar.

[xi] El planeta, la totalidad de la extensión del espacio.

[xii] Todas las explicaciones de los seres están tomadas de Historia general de las cosas de Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún e interpretaciones mías.

[xiii] Parece que el dibujante olvidó colorear los colmillos del monstruo de la tierra, pues solo aparecen delineados.

[xiv] Tal vez esta descortezado para la extracción de copal, resina ritual.

[xv]  Los patrones de la base del árbol del poniente es similar a la corteza del árbol del norte puede ser que sean la misma especie; el del norte con corteza y el segundo sin ella.

[xvi] La inflorescencia es la disposición de las flores sobre las ramas o la extremidad del tallo

[xvii] Los jaguares celestiales carecen de manchas.

[xviii] Lámina 50

[xix] Lámina 37 y 38

[xx] Atribuir vida o acciones o cualidades propias del ser racional, al irracional, o a las cosas inanimadas, incorpóreas o abstractas.

DE LA CASA #190: PATRIMONIO CULTURAL, IDENTIDAD Y RESILIENCIA // WMC / MLY.

Por Wílmer Mejía Carrión (Antropólogo) y María Luisa Yalán (Psicóloga)

Introducción

En este artículo se hace una reflexión sobre la relación que existe entre patrimonio cultural, identidad y resiliencia en el Perú. En primer lugar se aborda brevemente desde una perspectiva histórica la diversidad cultural y cómo ha sido tratada en diferentes épocas (prehispánica, virreinal y republicana). En segundo lugar se da una definición de identidad y se relata de manera breve cómo en la construcción de la identidad nacional peruana se elaboró un discurso donde en un principio aunque se basaba en el patrimonio cultural arqueológico indígena no tomaba en cuenta lo indígena real y contemporáneo por considerarlo un lastre. En tercer lugar definimos lo que es la resiliencia y así en cuarto y último lugar se relata la relación entre identidad y la resiliencia.

Un poco de historia

El Perú ha pasado por diversos procesos sociales, continuidades y rupturas. La diversidad cultural ha estado siempre presente desde el principio de nuestra historia. El Tahuantinsuyo (ss.XV-XVI) fue, resultado de este proceso milenario, un Estado multiétnico, que agrupó a un conjunto de naciones, aunque hermanadas, distintas entre sí. La invasión española (1532- 1570) no acabó con estas diferencias sino que más bien las transformó dando como resultado que la diversidad cultural sigue siendo una realidad vigente hasta la actualidad[1].

Si bien es cierto que durante la época prehispánica existían conflictos y rivalidades entre etnias, que muchas veces daban resultado a problemas de todo tipo; el racismo y la discriminación tal como existen en nuestra sociedad actual es una herencia directa de la organización social del virreinato, especialmente de su etapa tardía[2] (1700 – 1821) y que la República lejos de resolver el problema lo profundizó.

El año en que se produjo la independencia del Perú, 1821, la mayoría de peruanos hablábamos una diversidad de idiomas originarios; era la oportunidad de que el Perú tomara un rumbo diferente y sanará sus heridas y es que, si bien es cierto, la corona de Castilla durante el Virreinato, brindó un marco legal que protegió al indígena, al mismo tiempo los trató como seres subordinados (por su condición de paganos primero y de cristianos nuevos después), con conocimientos inferiorizados, donde el quechua, el aymara y el puquina, preservados para efectos de la evangelización y considerados como idiomas generales desde 1570, servían para aislar y dominar. El Perú independiente heredó muchos apegos a la discriminación y exclusión,  así pues la República -heredero de estos prejuicios-  se organizó basada en una visión racista en donde los grupos subalternos, especialmente los que poseían lenguas originarias -que eran la mayoría- fueron vistos como un lastre para el desarrollo del nuevo país que según la cultura política heredera de la Ilustración apuntaba a un solo Estado, una sola nación:

El poder unitario centralizado no puede legitimarse más que por su relación con la existencia de una comunidad unificada y homogénea. En otras palabras, la centralización postula la homogeneidad de la estructura social. Exige la previa existencia de la comunidad nacional, que por definición es una e indivisible (Ferrando, 1975)

Así se mantuvo el castellano como el idioma oficial dejando a un lado a las lenguas nativas. La República valoró al indígena histórico (incas) más no al indígena real y contemporáneo (indios)[3].

Identidad

La identidad ha sido definida de diversas maneras por las diferentes disciplinas sociales, tomaremos el concepto de Gilberto Jiménez:

“…la primera función de la identidad es marcar fronteras entre un nosotros y los “otros”, y no se ve de qué otra manera podríamos diferenciarnos de los demás si no es a través de una constelación de rasgos culturales distintivos. (…) la identidad no es más que el lado subjetivo (o, mejor, intersubjetivo) de la cultura, la cultura interiorizada en forma específica, distintiva y contrastiva por los actores sociales en relación con otros actores” (Giménez, 2011, las negritas son nuestras)

La identidad, es pues, lo que somos, lo que comemos, lo que hacemos, lo que pensamos. En nuestro día a día se viene perfilando en los tejidos sociales, en nuestras referencias y pensamientos autorreferenciales. Así pues la identidad es parte de nuestro ser cotidiano, no es algo que solamente se saca a relucir en fiestas o días especiales, está con nosotros todo el tiempo.

En el caso de nuestro país si bien es cierto que legal y públicamente se habla de respetar la diversidad cultural (y por ende la diversidad de identidades) sin embargo en lo cotidiano esto no se ha dado-.

Estamos invadidos por un constante bombardeo de publicidad que refuerza el constante desprecio por nuestras culturas de la sierra y selva, creándose una polarización entre lo autóctono y lo extranjero que nos hace perder el horizonte de lo que somos: una mixtura, una fusión de naciones en las que cada uno aporte una forma de ver e interpretar la realidad y sobre ella construye en base de sus necesidades formas de vida que muchas veces no viven sino sobreviven.

Un ejemplo:

En las entrevistas de consultoría psicológica en un barrio donde hay un gran porcentaje de personas de origen andino llego al consultorio una mujer de 60 y tantos años; cuando se le pregunta por sus datos generales, por su nivel de instrucción ella niega que sabe, “ no tengo formación –dice, con cierto matiz de vergüenza-“, luego se le hace saber que tiene un conjunto de saberes que no están dentro de la academia pero que son muy importantes tales como el cultivo de la papa , la maracuyá entre otros y que ella no lo siente importante porque los precios a los cuales ella los vende, en sus constantes exposiciones en el mercado ningunean su esfuerzo. Esa constante negación de su trabajo la hace desvalorizar su trabajo, vive en un medio que no siente que es parte, no se siente incluida, su saber es menospreciado y por ende ella se siente menos, es afectada en su autoestima[4].

Resiliencia

Es difícil definir la resiliencia, un modo fácil de comprender a qué nos referimos cuando hablamos de ella es entenderla como el fenómeno de desarrollo exitoso de una persona bajo condiciones adversas.  (Braveman en Becoña, 2006)

Así pues, podemos decir que la resiliencia es la capacidad que tienen las personas, frente a la adversidad, de desarrollar la facultad de superarla y mejorarla, es decir crecer y crear en la adversidad.

Este concepto de resiliencia podemos aplicarlo no solamente a los individuos sino también a los grupos sociales, ya que la adversidad y las problemáticas no solo afectan a las personas individualmente sino también como parte de un colectivo.

Identidad como base de la resiliencia

En el caso de nuestro país son los grupos de origen andino/amazónico los que han sufrido sistemáticamente una serie de injusticias. Ahora bien, a la vez son estos grupos los que en base a mantener su identidad han tenido una capacidad de resiliencia efectiva que a pesar de haber sido menospreciados, estos han logrado sobrevivir en una ciudad que los ha maltratado, sus saberes tradicionales –aunque, en muchas ocasiones, arrinconados- continúan y son parte de su identidad en la cotidianidad.

Esta identidad les ha servido de sostén ante un mundo hostil que ha tratado de hacerlos a un lado. Sin embargo, gracias a esta base identitaria es que han preservado su cultura, es decir la identidad ha sido la base de su resiliencia.

Uno se identifica con sus raíces, con su patrimonio cultural, cuando uno encuentra un sentido a una práctica cultural, el saber de dónde venimos alimenta nuestra autoestima generando el entendimiento de nuestros valores, de nuestra historia, de los saberes transmitidos por nuestras familias de origen provinciano, lo cual, a la vez, nos conecta a una comunidad, y esta conexión genera afecto, ternura,  cercanía.

Así pues, las personas son resilientes cuando se apoyan en estos saberes, que son parte de su herencia cultural  y pueden desde allí enfrentar la adversidad.

En nuestro ambiente social todavía persiste un sentimiento de menosprecio que nos disminuye, que nos fractura no sólo socialmente sino también emocionalmente, porque hemos sido bombardeados por mensajes que somos menos por ser nosotros. Cambiemos eso y veamos que ser nosotros mismos -con nuestros dialectos del castellano, idiomas originarios y saberes ancestrales- es tener una riqueza y una base para nuestra inteligencia emocional.


Bibliografía y notas

Becoña, E. (2006). Resiliencia: Definición, características y concepto. Revista de psicología y patología clínica, 11(3), pp. 125-146

Ferrando, J. (1975) La nación. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1705042.pdf

Giménez, G. (2003). La cultura como identidad y la identidad como cultura, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Sociales.

Méndez, C. (1993)  Incas sí, indios no. Apuntes para el estudio del nacionalismo criollo en el Perú, Lima, IEP


[1] La invasión española trajo una serie de cambios en las estructuras sociales y económicas a parte de la agresión a la religión de los diversos pueblos andinos sin embargo la más grande transformación fue la tremenda baja demográfica, a causa de las enfermedades como la viruela y el sarampión. Ante todos estos hechos, la cultura andina no fue eliminada sino que, tomando elementos culturales españoles, fue evolucionando de tal manera que lo andino actual es un conjunto muy variado de culturas que han fusionado lo español y lo indígena.

[2] La discriminación en la primera etapa del virreinato se basaba en otro tipo de lógica enfocada especialmente en la religión, donde el cristiano manda sobre el pagano y los rasgos físicos aun no juegan un papel central en la discriminación, predominando además una jerarquía señorial donde el noble y el plebeyo ocupan grados opuestos en el orden social.

[3] Para una mayor amplitud de este tema: Méndez, C: 1993

[4] ¿Y qué hace el sistema de salud por esta mujer que nos nutre y que es heredera de saberes ancestrales, cultivo de palta, papa, etc., que nutre a los empresarios, a los políticos a los empleados y a los empleados del estado y a todos los habitantes urbanos? ¿Qué seria si todos los agricultores del Perú hicieran huelga? ¿Dónde se iría el mercado?


Fotografía: Juan Tonchez

#LasPrestadas: Contrata el INAH a ‘managers’ de artistas y despachos fiscales para la restauración.

Como parte de la serie ‘Patrimonio en ruinas’, las periodistas Carmen García Bermejo y Thelma Gómez Durán de ‘Quinto Elemento Lab’ abordan en esta entrega lo que supuso la contratación de empresas no especializadas en la restauración de los inmuebles históricos que resultaron dañados en los sismos de 2017.

13 Sep, 2023 06:00

Por Carmen García Bermejo y Thelma Gómez Durán / Quinto Elemento Lab*

Como los inmuebles históricos frente a los sismos de septiembre de 2017, las autoridades del INAH no resistieron. Ante tanto derrumbe, tanto destrozo, tanta presión para responder a la tragedia y comenzar a dar resultados, se dieron cuenta de que las empresas especializadas en restauración eran pocas.

Y tomaron decisiones que tendrían un impacto negativo en el proceso: dieron luz verde a la contratación de empresas que muy poco sabían de arquitectura de los siglos XVI al XIX y cuyos giros mercantiles van desde la representación de artistas hasta la comercialización de productos antiflama.

El problema con estas empresas improvisadas, dicen especialistas, es que desconocen cómo hacer labores especializadas. Los resultados se aprecian, por ejemplo, en el convento de Santo Domingo, en el corazón de Cuautla: una de sus dos torres quedó más chica que la otra. “Y el domo de la torre reconstruida ahora parece chupón de mamila”.

***

La magnitud de los sismos de septiembre de 2017 fue demasiada para los más de 2 mil 340 inmuebles históricos y arqueológicos que resultaron dañados en 11 estados del país. No resistieron.

Tampoco los funcionarios y las autoridades encargadas de su cuidado y conservación. La dimensión de la emergencia provocada por los terremotos, tanto daño, tanto derrumbe, tanto destrozo, tanta presión para responder pronta y adecuadamente, los sepultó.

Una vez que la tierra dejó de moverse y comenzó a hacerse un censo de la destrucción, las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cayeron en cuenta de que faltaban cientos de especialistas y expertos en restauración de inmuebles construidos desde el siglo XVI, de que la estructura oficial era notoriamente insuficiente y de que restaurar los monumentos dañados tomaría mucho tiempo.

También se dieron cuenta de que necesitarían un pequeño ejército de compañías que ejecutaran los trabajos de restauración. Aún peor: que no había un número suficiente de empresas especializadas que los hicieran.

Así que los esfuerzos para recuperar el patrimonio arquitectónico histórico de México se toparían con una realidad casi insuperable: tan pocas personas y empresas no podrían hacer frente a la emergencia.

Las autoridades de la Secretaría de Cultura y del INAH hicieron entonces un registro de empresas dedicadas a la restauración de inmuebles en todo México. Encontraron que las interesadas eran pocas: apenas 400. Muy pocas si se toma en cuenta que, según datos oficiales, existen 5 millones de empresas en el país y de ellas 27 mil se encuentran en la industria de la construcción.

No sólo eso. “De esas, 20 por ciento están muy consolidadas, pero el 80 por ciento eran pequeñas y medianas empresas con (sólo) un restaurador, un arquitecto que tenía experiencia en restauración”, explica en entrevista Arturo Balandrano, ex titular de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH y hoy director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura.

Esa es una de las principales razones pero no la única, según las autoridades, de que la recuperación del patrimonio no haya avanzado con más rapidez:

“Tenemos un mercado de especialistas en materia de restauración muy limitado en México”. Demasiada obra, demasiado compleja, argumentaron entonces.

Y tampoco se trataba, según la versión oficial, de improvisar y colocar en riesgo inmuebles de alto valor arquitectónico, arqueológico e histórico para México.

Así que la lentitud en la restauración podría explicarse, además, por el alto número de edificios afectados, por la magnitud de los daños y, sobre todo, porque debían elegir con cuidado a las empresas que se contratarían.

“No estamos haciendo casas ni tampoco estamos haciendo escuelas”, argumentó el arquitecto Salvador Camarena Rosales, coordinador operativo de la Oficina Sismos del INAH, creada exclusivamente para coordinar labores de restauración.

Ya habían pasado dos años y Camarena Rosales, como otros funcionarios del INAH, participaba en el seminario “Sismos y Patrimonio Cultural: Balance de su restauración”, realizado el 17 de septiembre de 2019 en el auditorio de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía.

A la hora de abordar los desafíos del INAH, entre ellos el lento avance de las obras, Camarena Rosales enfatizó entonces que la falta de empresas especializadas era un problema. “¿Metemos banqueteros (compañías que hacen banquetas)?”, preguntó. Él mismo contestó: “Pues no”.

El tema de las empresas, dijo el también director de apoyo técnico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, “es un punto muy delicado porque la honorabilidad del Instituto podía ser vulnerada a partir de que el INAH fuera el que determinara qué constructoras o qué agentes iban intervenir”.

Y por eso, señaló ante los asistentes, se diseñó un Protocolo de Atención para Muebles e Inmuebles Afectados por los Sismos de 2017, mismo que establecía que el INAH tenía dos funciones: por una parte, validar que la empresa o persona elegida tuviera un currículum “lo suficientemente sólido para hacer la intervención” y, por la otra, darle el visto bueno.

Camarena remarcó entonces: “El instituto estaba comprometido a que la restauración se hiciera de una manera correcta”.

Todo bien. Excepto por una circunstancia: una revisión exhaustiva de las 380 empresas y personas físicas que recibieron contratos para restaurar el patrimonio dañado por los terremotos del 2017 muestra que la realidad ha sido muy distinta.

El equipo que realizó esta investigación periodística encontró que el INAH autorizó a un enorme número de firmas que carecían de experiencia en la materia a que realizaran la restauración de inmuebles históricos y arquitectónicos.

Muchas de ellas se dedicaban a la construcción, pero su especialidad era la edificación de casas y oficinas, perforación de pozos, proyectos de ingeniería civil o pavimentación asfáltica de calles, e incluso la venta de materiales de construcción, por ejemplo.

Pero nunca habían realizado tareas de restauración de monumentos del siglo XVI o de inmuebles como el Palacio de Cortés, la catedral de San Cristóbal de las Casas, la iglesia de Santa Prisca en Taxco o la Biblioteca Palafoxiana en Puebla.

Aunque nunca ha habido una explicación oficial sobre estos hechos, el INAH seleccionó también a muchas empresas dedicadas a los bienes raíces, ya fuera a su comercialización, administración, compra-venta, arrendamiento, permuta, o lotificación y fraccionamiento en general.

De hecho, esta investigación, para la cual se revisaron casi 200 actas constitutivas de las empresas en la página electrónica del Registro Público del Comercio de la Secretaría de Economía, también identificó que el INAH entregó decenas de contratos a firmas que ni siquiera se especializan en el sector de la construcción.

Sus objetos sociales son tan diversos que cuesta trabajo imaginar cómo podrían cumplir satisfactoriamente con las intervenciones especializadas en inmuebles históricos: van desde la comercialización de productos agrícolas, la contratación de artistas, la instalación y renta de escenarios para espectáculos, hasta el arreglo de parques y jardines, la operación de portales de internet, la consultoría para encuestas de opinión pública, el cabildeo o la publicidad.

El INAH también entregó la responsabilidad de realizar restauraciones a despachos de consultoría contable y fiscal, a empresas dedicadas a comprar, vender y dar mantenimiento a maquinaria agrícola, o a aquellas que se especializan en ayudar a la obtención de créditos ganaderos.

Aunque la lista es muy amplia (consultar tabla anexa), también alcanzaron contratos compañías dedicadas a comprar y vender autos, o a manejar residuos domésticos e industriales, así como a especialistas en aplicación de productos antiflama o retardantes de fuego.

El problema con todas estas empresas improvisadas en restauración, dicen los expertos consultados, es que desconocen cómo hacer unas labores tan especializadas.

Los conventos, iglesias, capillas y edificios civiles que datan de 1529 a 1699 no tienen acero, cemento ni una cimentación como los inmuebles que enseñan a construir en las escuelas donde forman arquitectos contemporáneos.

“Se necesitan conocer técnicas y los materiales de construcciones antiguas para que el trabajo no dañe o altere los valores históricos y artísticos de estos inmuebles”, asegura Fernando Peña Mondragón, de la coordinación de Ingeniería Estructural del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

Y aunque en su intervención en el seminario de septiembre de 2019, Camarena Rosales inicialmente había expresado su rechazo a la contratación de empresas improvisadas, unos minutos después el funcionario empezó a justificar lo que el INAH había ordenado hacer.

“El sismo nos llevó a entender que teníamos que acompañar a las empresas que no tenían tanta experiencia y que estaban en disposición de hacer el trabajo. En muchos casos les planteamos: ‘Aunque seas banquetero, entra a hacer el trabajo, pero contrata a un arquitecto restaurador, contrata a una restauradora de bienes muebles’. Con esa condición se les daba trabajo”.

Esa política oficial tendría consecuencias.

* * *

El top 12 de las empresas multichambas  contratadas por el INAH

Estas son algunas empresas cuyo objeto social está muy alejado de la restauración de inmuebles con valor histórico, a pesar de lo cual fueron contratadas por el INAH.

Fuente: Elaboración propia a partir de las respuestas del INAH a solicitudes de información realizadas por las autoras, así como los datos disponibles en el Registro Público de Comercio de la Secretaría de Economía.

Morelos, junto con Puebla, Oaxaca y la Ciudad de México, es uno de los estados con mayor riqueza de inmuebles históricos y zonas arqueológicas, entre las que se cuentan más de una decena que son Patrimonio de la Humanidad.

Su cercanía con el epicentro del sismo del 19 de septiembre de 2017 fue casi letal para el patrimonio en el estado: de los 259 inmuebles afectados, 122 (casi la mitad) resultaron con daños severos.

Había que actuar a la brevedad para apuntalarlos y evitar su desplome. El INAH convocó a las empresas que quisieran “cooperar” para hacer frente al desastre. Alrededor de 30 empresas atendieron el llamado; menos de la mitad de Morelos y el resto de la Ciudad de México.

La mayoría de las empresas de la entidad no tenían experiencia en intervenir inmuebles de los siglos XVI al XIX, así que las autoridades del INAH tomaron una determinación.

“Se decidió que a las empresas sin experiencia les daríamos los inmuebles con daños menores y para las especializadas los que presentan daños moderados y severos”, precisó Camarena Rosas, hoy encargado de la Dirección de Estudios y Proyectos de la Coordinación Nacional de Obras del INAH, durante la mesa en donde se realizó un balance sobre el proceso de restauración.

Eso no fue así: las dos empresas que recibieron mayor número de contratos para atender inmuebles con daños severos, ambas propiedad de miembros de una familia de apellidos Torres Campos, no tenían experiencia especializada, de acuerdo con la base de datos sobre contratos y empresas elaborada por las autoras para esta investigación a partir de respuestas a solicitudes de acceso a la información.

A Socsa Constructora de Pavimentos, Pisos y Agregados SA –de la cual Javier Torres Campos es gerente–, el INAH y el gobierno estatal le han otorgado por lo menos 56 obras en capillas, templos, museos, estación de ferrocarril, conventos y un palacio municipal. Se trata del mayor número de contratos en Morelos.

Fundada en 1999, Socsa se dedica a toda clase de obras civiles, incluidas las mencionadas en su razón social, pero sin nada que ver con lo requerido por el INAH. De hecho, intervino 22 inmuebles del siglo XVI al XIX con daño severo e igual número con daño moderado.

La segunda empresa es Torreza Construcciones, a la que se le otorgaron 21 obras en total, 13 de las cuales presentaban destrozos severos.

Aunque opera desde hace tres décadas, siempre se ha dedicado a construir carreteras, calles, puentes y toda clase de obras civiles, hospitales, oficinas y edificios. Entre los accionistas de esta constructora se encuentra José Cruz Torres Campos, quien fue secretario de Infraestructura, Obras y Servicios del Ayuntamiento de Cuernavaca entre 2016 y 2018.

Entre ambas empresas recibieron 77 contratos en Morelos (22 por ciento del total) y poco más de 254 millones de pesos; es decir, uno de cada seis de los mil 820 millones de pesos canalizados a la restauración en esa entidad fueron para ellas.

Nada mal para un par de empresas que no tenían entre sus objetos sociales el de restaurar inmuebles del patrimonio histórico. De hecho, el monto obtenido por las dos compañías representa más de la mitad de lo que recibió Escoda Técnicas de Arquitectura Monumental –una de las firmas con mayor experiencia en restauración de inmuebles históricos– por la intervención de 35 monumentos en Morelos, varios de éstos considerados como Patrimonio de la Humanidad.

Miguel Ángel Cuevas Olascoaga, perito de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Morelos contratado para supervisar de manera externa los trabajos de restauración, sabe de los riesgos de que empresas como las mencionadas participen.

Para el especialista, Socsa es una empresa que los peritos supervisan casi a diario porque incorpora trabajos desvinculados de los procesos tradicionales de restauración.

“Lo más riesgoso aquí es que esas empresas dedicadas a hacer pavimentos y caminos, como Socsa, ahora se presentan como expertas en restauración de bienes culturales y no cuentan con personal formado para recuperar monumentos históricos”, concluye Cuevas Olascoaga.

* * *

Algunas constructoras cumplieron con ese mínimo requisito improvisado, el de contratar a una persona con conocimientos en restauración, aunque los expertos muestran un escepticismo basado en su experiencia:

“La gran mayoría utilizó como pantalla a muchos especialistas para ganar la licitación de la obra y, una vez que la obtuvieron, los despidieron”, destaca Cuevas Olascoaga.

La revisión exhaustiva de los contratos deja en claro que las autoridades del INAH cometieron otras irregularidades y faltas administrativas en el afán de contratar a cuanta empresa quisiera intervenir en la restauración de los inmuebles dañados.

Por ejemplo, ignoraron las disposiciones establecidas en la Ley de Obras Públicas y en el protocolo que habían elaborado, y entregaron contratos a empresas entre cuyos accionistas se encuentran funcionarios del mismo INAH, o a firmas vinculadas con los arquitectos peritos encargados de supervisar las tareas de reconstrucción.

El artículo 51 de la Ley de Obras Públicas señala que las dependencias y entidades se abstendrán de adjudicar contratos a quienes desempeñen un empleo, cargo o comisión en el servicio público.

Ese mismo artículo también indica que no es posible otorgar contratos públicos a socios o empresas de las que el servidor público forme o haya formado parte “durante los dos años previos a la fecha de celebración del procedimiento de contratación de que se trate”.

Este es justamente el caso de la empresa Conservación Fractal, a la que asignaron dos contratos (julio de 2019 y octubre de 2022) por más de 10 millones de pesos (pagados con recursos del Fonden y del INAH) para restaurar el templo y ex convento de San Francisco, en Tepeyaco, Tlaxcala, de acuerdo con datos entregados a través de solicitudes e información disponible en la plataforma Compranet.

Uno de los accionistas de la empresa Conservación Fractal es Luciano Cedillo Álvarez, quien ocupó la dirección general del INAH durante los dos últimos años del sexenio de Vicente Fox.

Cedillo Álvarez combina su faceta empresarial con la de servidor público: es restaurador perito en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH, labor por la que recibió, al menos hasta septiembre de 2022, un sueldo mensual bruto de 57 mil pesos, según información de la Plataforma Nacional de Transparencia.

El arqueólogo Rogelio Rivero Chong, quien es director de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, también fue seleccionado para restaurar inmuebles dañados por los sismos de septiembre de 2017.

En sus declaraciones patrimoniales, el arqueólogo Rivero Chong señala que laboró en el sector privado entre el 1 de enero y el 4 de abril de 2018, prestando servicios profesionales como restaurador.

Lo que no especifica es que funcionarios del Centro INAH Morelos lo eligieron en 2018 para realizar los trabajos de restauración de los bienes muebles del Templo de la Preciosa Sangre de Cristo, ubicado en Tlalnepantla, Morelos. Por esos trabajos recibió un pago de 504 mil pesos, recursos que fueron cubiertos por Seguros Banorte.

Además, al arqueólogo le encargaron restaurar los bienes muebles que se encontraban en el interior de otros cuatro templos, trabajos que también se cubrieron con los recursos de la aseguradora. En total, Rivero Chong recibió 823 mil pesos directamente de Seguros Banorte, de acuerdo con los datos que el INAH entregó como respuesta a una solicitud de información.

Rivero Chong realizó los trabajos de restauración en un tiempo récord de tres meses, periodo en el que, según su declaración patrimonial, se desempeñó en la iniciativa privada y no ejerció cargo público.

Sin embargo, los registros de información de la Plataforma Nacional de Transparencia muestran que sí trabajó en el INAH entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2018, meses en los que sirvió en la zona arqueológica de Teotihuacán.

El caso de Rivero Chong se coló por un hueco legal. La prohibición establecida en la Ley de Obras Públicas a empresas y personas físicas aplica cuando se usan recursos públicos. En este caso, a pesar de que se trata de la restauración supervisada y aprobada por el INAH de inmuebles bajo resguardo de la Federación, los recursos provinieron de Seguros Banorte.

A pesar de que el seguro se pagó con recursos públicos, Rivero Chong recibió el dinero de la indemnización hecha por un ente privado como la aseguradora. Con ese argumento se dejaron de lado las prohibiciones establecidas en la ley.

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El efecto de los sismos de 2017 se magnificó, en opinión de varios especialistas, debido a que los inmuebles carecían de un mantenimiento adecuado, por lo que las construcciones no se encontraban en las mejores condiciones cuando se sacudió la Tierra.

Arturo Balandrano, director general de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, dice en entrevista que hubo un factor adicional: los daños que registraron los inmuebles fueron consecuencia también de restauraciones que se realizaron en el pasado “con poco cuidado”.

Por ejemplo, comenta, en esas intervenciones se utilizaron técnicas constructivas como vigas de acero y concreto en torres y cúpulas. Además, “se sustituyeron cubiertas que eran de teja y madera ligeras por bóvedas de cañón corrido de concreto. Quienes hicieron esas obras tenían la buena fe de reforzar los inmuebles, el resultado en realidad fue adverso”.

—Ahora que se contrataron a tantas empresas que no son especialistas en monumentos históricos, ¿no se corre el riesgo de que se usen materiales que vuelvan a afectar los inmuebles?

—No, no, no… Nos hemos alejado del tema de que el presidente municipal invite a su compadre que tiene una empresa de pavimentos y se le pone en sus manos un inmueble que es patrimonio mundial. Eso es impensable y no se está haciendo de ninguna manera, en ningún caso —responde Balandrano.

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La urgencia de las autoridades del INAH para estar en condiciones de informar sobre avances significativos aunque engañosos en el proceso de restauración también llevó a anomalías diversas.

– Varias empresas modificaron sus actas constitutivas para incorporar actividades de restauración una vez que ya habían recibido contratos. Algunas de ellas son Inmobiliaria 2RR y Constructora e Inmobiliaria Romase.

– El INAH, además, entregó decenas de contratos a dos empresas sancionadas por falsificar documentos en una licitación pública: MR Infraestructura y Publicidad y Bufete de Ingeniería y Servicios Integrales.

– Y a otra más que el Servicio de Administración Tributaria sumó en 2020 a su lista de empresas con actividades inexistentes. Es decir, se trata de una empresa “fantasma”. Esa compañía es Fortar. El Centro INAH Tlaxcala le asignó la restauración de cinco inmuebles. En uno de ellos, el Templo de Santa Cruz Guadalupe, en Chiautempan, la comunidad asegura que ninguna empresa hizo trabajo alguno. Los propios habitantes rellenaron la grieta que atravesó el muro de la iglesia.

Las grietas que marcaron a miles de bienes inmuebles durante los sismos de 2017 abrieron muchas oportunidades de negocio. Y como ejemplo están las empresas que se crearon después de los sismos y que, sin tener experiencia en la restauración de patrimonio, también obtuvieron contratos. Algunas de ellas son las siguientes:

Fuente: Elaboración propia con información del INAH y del Registro Público de Comercio de la Secretaría de Economía.

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Una densa nube oscureció el zócalo de Cuautla, Morelos, cuando el sismo de 2017 desplomó una de las robustas torres de la Parroquia de Santiago Apóstol.

La iglesia forma parte del conjunto conventual de Santo Domingo de Guzmán construido en 1580 en el corazón de la ciudad. Cuenta con una sola nave y una sencilla portada que remata a los lados con dos grandes torres campanario.

Los daños que sufrió fueron catalogados como severos y una de las torres colapsó. Dos años después comenzó su proceso de restauración, pero la torre dañada nunca recuperó su estado original. Quedó “diferente”.

–Le tomaron mal la medida, no le dieron un buen acabado y la dejaron más pequeña que la otra –comenta el historiador Jaime Martínez Rivera, vicepresidente del Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla, un organismo ciudadano que vela por el legado cultural de la ciudad.

De hecho, dice, cada una de las torres tienen bóvedas en su remate. “Pero el domo de la torre reconstruida ahora parece un chupón de mamila”, lamenta Martínez Rivera, sobre todo porque antes de que terminaran las obras le advirtió por escrito al Centro INAH Morelos de las anomalías.

“El INAH nunca atendió la observación que hicimos. En una reunión posterior, nos dijo que no tenían personal para supervisar y que ya no podían hacer nada porque la empresa había entregado la obra”.

Y así se quedó, con una torre que parece “chupón de mamila”.

De esa “restauración” es responsable la empresa Torreza Construcciones, dedicada a construir carreteras, obras civiles, habitacionales o comerciales. A la constructora no le ha ido mal. Por el contrario, de los 19 inmuebles históricos afectados en Cuautla, le han asignado 11.

–Es una empresa grande que, por falta de pericia en edificios históricos, subcontrató a otras empresas para hacer las obras. Torreza ganó las licitaciones aunque no tiene experiencia en el ramo –destaca Martínez Rivera.

Ya había antecedentes de que SOCSA, la empresa “hermana” de Torreza, tampoco era confiable para trabajos de esta naturaleza. El historiador recuerda que en 2016 el gobierno del estado le otorgó la remodelación de la Alameda de Cuautla. “Conforme avanzaba la obra le cambiaba la calidad de los materiales. Lo reportamos. Nunca terminó. Quedó pendiente un 10 por ciento de la obra; su pretexto fue que no le dieron el resto del presupuesto”.

El arquitecto Miguel Ángel Cuevas Olascoaga recuerda, por su parte, que al principio se hicieron obras inadecuadas en vivienda tradicional y edificios religiosos de Xochitepec, Zacatepec, Tepalcingo y Cuautla.

–Empezaron a utilizar materiales contemporáneos en lugar de argamasas de cal tradicionales, como lo especifica el INAH en sus criterios para intervención de inmuebles históricos –precisa el profesor de la Universidad Autónoma de Morelos.

A partir del 2020, la Dirección de Monumentos y Sitios del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura buscó a los arquitectos Cuevas Olascoaga e Israel Durán Herrera para hacer la verificación de la restauración de inmuebles.

A la fecha han recorrido todos los municipios de Morelos y han encontrado que la empresa SOCSA ha realizado medio centenar de obras. Por eso, los arquitectos de la UAEM vigilan su trabajo casi a diario.

“Si la dejamos de observar periódicamente, hace trabajos que no tienen nada que ver con los procesos tradicionales”, indica Cuevas Olascoaga, maestro en Conservación de Monumentos y doctor en Arquitectura, Diseño y Urbanismo.

Además de SOCSA y Torreza, existen otras empresas que carecen de experiencia en intervención de monumentos. Los arquitectos peritos han llegado a advertirles que suspenderán la obra por malos procedimientos.

“El Palacio Municipal de Jojutla tuvo mala intervención. Se trató de revertir, pero eso implicó más dinero porque hay que demoler, quitar, liberar cosas que no se trabajaron de manera adecuada. A la fecha, el inmueble no queda”, comparte el arquitecto Cuevas Olascoaga.

La Presidencia Municipal de Jojutla fue catalogada con daño severo y la obra fue entregada a la empresa Edificaciones y Proyectos Ango, dedicada a todo tipo de obras.

Otra empresa de la que casi no se separan los arquitectos peritos es LV Edificación. El trabajo ha sido tan intenso con ellos que los supervisan cada tercer día, aunque tienen obras en Coatlán del Río, Jantetelco y Totolapan.

Cuevas Olascoaga sabe que su tarea es esencial: “No los podemos dejar solos porque avanzan (pero) negativamente”.

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Quinto Elemento Lab es una organización periodística independiente, sin fines de lucro, que alienta y realiza reportajes de investigación en México. Para ver la serie completa de “Patrimonio en ruinas” puedes visitar https://quintoelab.org/patrimonio-en-ruinas

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Fuente: Aristegui Noticias / Foto: Morelos.Gob.Mx

CICLO DE CONFERENCIAS: VIVIENDA & PATRIMONIO | UN CRUCE DE DERECHOS

#EVENTO! // Empieza septiembre y empiezan nuestras sesiones virtuales del ciclo de conferencias: «VIVIENDA & PATRIMONIO / UN CRUCE DE DERECHOS», que organizamos conjuntamente ARK MAGAZINE y UACM Cuautepec TODOS LOS MIÉRCOLES DE ESTE MES, a las 16:00 HORAS [tiempo de la CDMX]. Tendremos transmisión #envivo y #online por nuestras plataformas y páginas de Facebook // Si quieres acompañarnos en la sala de Zoom tendrás que registrarte en el siguiente formulario:

https://forms.gle/8dwW3boX1nAxy6Kp8

Se dará constancia de participación con el 80% de asistencia.

En cada sesión tendremos a dos expertxs contándonos sus experiencias y trabajos sobre el tema. En esta ocasión comenzamos con Carolina Quiroga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Lourdes García Vázquez de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al final habrá espacio para el intercambio de ideas y responder sus preguntas.

¡Lxs esperamos este MIÉRCOLES 6 DE SEPTIEMBRE A LAS 4:00 PM para conversar al estilo ARK MAGAZINE! Falta muy poco, sería genial que nos ayuden con la difusión, compartan con sus contactos y corran la voz. #vamosaconversar

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