DE LA CASA #143: CALAVERITA RANCHERA / CDT.

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Por Cristina Desentis Torres

Qué mayor ironía
Por la que hemos pasado
Al laboratorio de arqueología
La Muerte Huesuda ha llegado

¡Ay canija Catrina!
Te nos has adelantado
Apenas íbamos al INAH
A entregarte lo acordado

Oscilando su guadaña
Se acercó la Santa Muerte
Pese a nuestra gran hazaña
Se acabó la buena suerte

Ollas, cazuelas y cajetes
Metates y lascas mudamos
Al cuchitril que esos ojetes
Construyeron sin reclamos

Guardaditos y ordenados
Están todos tus parientes,
Yo misma los he excavado
Desde los pies hasta los dientes

Ya vaciamos el museo,
También la bibliotequita
Y nos prohibieron el sondeo
En la cancha de aztequitas

Mas con la maña de su oficio
Nos armaron un gran pancho
Que pa’ hacer un edificio
Ahí adentro en el rancho

-¿Qué es lo que quiere esta gente
Calaquita Garbancera?
-Aunque se ven muy decentes,
Los quieren a todos afuera

¡Oye, oye! No seas pilla
¿Qué no ves que somos cuates?
Pues con brocha y cucharilla
Limpiamos tus tepalcates

Con cuidado, metro a metro
Excavamos tu morada,
Pero ahora con la retro
Se irá todo a la chingada

Por andar de panteoneros
Perpetrando mi descanso
Serán ustedes los primeros
Que me lleve, me canso ganso

Pero arqueólogos, escuchen
Que no fue mía tal decisión
Me mandó un señor de tacuche
A que les diera cortón

A la fosa glenoidea
Te voy a mandar calaca,
Porque no tengo ni idea
De esa orden que acatas

Primera, segunda y tercera
Falanges del dedo medio
Levantó la calavera
Para llenarnos de miedo

¡Ah, qué pelada me saliste!
No te pases de cu…neiforme
Ya mi contrato rompiste
Y quedó incompleto tu informe

Como él solo se anuncia,
Muy catrín el abogado
A que firme mi renuncia
Cordialmente me ha invitado

Y con cara de castigo
Con la más fea bailamos
No huesuda, no fue contigo
Fue la de recursos humanos

Herramientas, picos, palas
Informes, libros y cuadernos,
Parece que les salieron alas
Toditito se fue al averno

Parejo agarró la pelona
Con todos los integrantes,
Esta flaca no perdona
Seas SNI III o seas pasante

Me habías dado tu palabra
De no tocar a los perritos
Pero eres muerte macabra
Y te llevaste al Lobito

Como dice el cancionero
“Que te ruegue quien te quiera”
Nomás denme mi dinero
Y se acabó su panteonera

Así del rancho nos fuimos
Nos escoltó la patrulla
Sobres uni, ahí nos vidrios
Me saludas a la tuya

RIP.

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Sobre la autora: (Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 1985). Arqueóloga por la Universidad de las Américas Puebla (2011) y Maestra en Humanidades, Línea Formación Docente por la Universidad Autónoma de Zacatecas (2019). Ha participado en diversos proyectos, salvamentos y rescates arqueológicos en los estados de Oaxaca y Puebla. Laboró en la Coordinación de Apoyo Arqueológico de la Universidad de las Américas Puebla desde 2007 hasta su cierre en 2019. Líneas de interés: gestión del patrimonio cultural, la relación entre la producción científica de la arqueología y la historia, la memoria social y la política.

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Foto: Juan Tonchez

DE LA CASA #86: MÁS QUE UNA PLAZA, MI CASA / ACT.

Por  Astrid Cortés Torres

UD. DISCULPE JAMES BOND 27 MAR 2015

Vivir en la Ciudad de México no es fácil, cada día se vive una aventura diferente en el transporte público y privado, hay que esquivar ambulantes y aglomeraciones, trazar nuevas rutas evitando perderse en el intento, y cargando lo indispensable por si se es víctima de la delincuencia. Todo esto para llegar al trabajo, la escuela y la casa; pero ¿qué pasa cuando el trabajo, la escuela y la casa están en el mismo sitio, a unas cuantas calles?, a esto y más nos enfrentamos los habitantes del Centro Histórico de la Ciudad de México, que, aunque a muchos les sorprenda, el Centro Histórico no sólo es un lugar de comercio y diversión, también es el hogar de muchas personas.

Pero antes de hablar el día a día que se vive en este sitio, es importante mencionar algunos datos.

El 11 de Abril de 1980 se emitió la declaratoria federal sobre el límite geográfico de la Ciudad en el siglo XIX, correspondiente a 1,000 hectáreas, y se denominó como Centro Histórico de la Ciudad de México. Esta declaratoria estuvo vinculada a las excavaciones arqueológicas de Templo Mayor en 1978 y detonó en las primeras acciones de atención a la conservación en el sitio[1]. En esta declaratoria adquiere el nombre de “ciudad suspendida en el tiempo” como estrategia de conservación.

En 1985 tras el sismo de 8.1 grados en escala de Richter que afecto a la ciudad, hubo gran impacto en el Centro Histórico, resultando en la implementación de un plan de emergencia para la reconstrucción de viviendas y retiro de escombro, resultando en una nueva configuración urbana.

La importancia del Centro Histórico de la Ciudad de México también ha sido reconocida internacionalmente, al ser inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad el 11 de Diciembre de 1987.

Por lo general cada ciudad o localidad cuenta con una plaza o jardín representativo que funciona como punto de encuentro para distintas actividades sociales y en ocasiones recreativas. La Ciudad de México no es la excepción pues cuenta, sin duda, con la plaza más emblemática del país, conocida en distintas épocas como Plaza Mayor, Plaza de Armas, Plaza de la Constitución o Zócalo Capitalino.[2]

Desde sus orígenes ha sido el escenario privilegiado de diversos acontecimientos sociales, principalmente de dos actividades que a la fecha siguen estando presentes: el comercio y la fiesta. A lo largo del tiempo se han realizado también procesiones religiosas, desfiles militares y actos cívicos. Salvador Rueda Smithers lo refiere así “…el ruido del Zócalo descrito como circunstancias de historias de la ciudad, es la prueba de la larga respiración de una sociedad viva y de una urbe que, en el mismo sitio, con el mismo nombre y las mismas piedras, ha tomado distintas formas a lo largo del tiempo”.[3]

DESFILE 20 NOV 2013

Actualmente el Zócalo carece de cualquier otro elemento que no sea el asta bandera, pero esto no siempre ha sido así ya que en algún momento fue sede de un tianguis dividido en tres secciones: la primera para productos de primera necesidad, el segundo para artículos de lujo (el Parián) y el tercero que contenía artículos comestibles para la clase alta (el Baratillo); también albergo la estatua de Carlos IV (El Caballito, actualmente ubicado frente al Museo Nacional de Arte), un arbolado jardín y estación de tranvías.

En algunas ocasiones ha sido escenario de enfrentamientos entre granaderos y manifestantes, campamentos de profesores, punto de encuentro para manifestaciones estudiantiles, sede del “Grito de Independencia” y desfiles en el mes de septiembre y noviembre.

Es decir la plancha del Zócalo era ocupada eventualmente, lo que permitía que cualquier visitante o residente del Centro Histórico deambulara libremente en ella, buscando sombra en el asta bandera dependiendo la hora y alimentando con maíz molido a las aves de la ciudad.

DIA DE MUERTOS 29 OCT 2014

Previo al Plan de Manejo del Centro Histórico del 2011, en 1990 se crea el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México. Organismo que en 2008 amplía sus acciones de recuperación del Centro Histórico para abarcar los ámbitos social, cultural y urbano, además de la conservación del patrimonio.

El INAH[4] por otro lado, en 2009 se constituye como la institución y órgano rector de las políticas y acciones encaminadas a la conservación, promoción y difusión incidentes en el Centro Histórico. A la par se crea la Autoridad del Espacio Público como una dependencia del Gobierno encargada de la recuperación del espacio público de la Ciudad.

En el año 2011 comienza la implementación del Plan de Manejo del Centro Histórico[5], que además de modificar usos de suelo, vialidades, plazas y jardines, ya se hacía mención del impulso del turismo y la economía de la capital a través de nuevas actividades y servicios.

De esta manera se opta por restaurar edificios emblemáticos, se impulsa el financiamiento para la recuperación de inmuebles abandonados y convertirlos en plazas comerciales para la reubicación y retiro del comercio ambulante.

Se recupera parte de la cromática original de los inmuebles, se rehabilitan plazas como Tlaxcoaque, la Aguilita y la Conchita; sin olvidar que calles como Francisco I. Madero y 16 de septiembre se convierten en peatonales y semipeatonales, a la par de la aparición de los corredores Regina, San Idelfonso, Alhóndiga y la Santísima.

NUEVO MOBILIARIO 6 FEB 2015

Una de las modificaciones más radicales fue en la Plaza Garibaldi, se demolieron sus arcos para emplazar un museo que hace unos meses fue reconocido como un error del proyecto[6].

Otros proyectos que se realizaron fueron en El Monumento a la Revolución con su elevador y la plaza de la República, además de la recuperación de la Alameda Central.

Como parte del Programa de Mejoramiento del Centro Histórico se retira el 80% del transporte público que atravesaba algún punto del Centro Histórico y en su lugar se introducen el sistema de transporte Metrobús y Eco bici, prácticos para muchos y para otros tantos no, ya que hay menos opciones para ingresar en auto y gran demanda de estacionamientos públicos.

Cabe mencionar que el servicio de Metrobús es insuficiente e inadecuado el diseño de los autobuses, ya que no contemplaron que la actividad principal del centro, es el comercio y muchos de los visitantes únicamente acuden a él para comprar sus productos y retirarse, por lo que era necesario otro tipo de diseño o medio de transporte.

Con lo que respecta al Zócalo, este no se ha quedado atrás con sus modificaciones, que a diferencia de las antes mencionadas, hoy es un espacio que sufre una reutilización constante, pues de ser un espacio libre y respetado, hoy es una explanada que funciona por lo que parece, al capricho del Gobierno de la Ciudad de México, antes Distrito Federal.

SEMANA DE LAS JUVENTUDES 11 AGO 2015

Dichas actividades son impuestas a costa del valor o significado que este espacio público tiene para la mayoría de los habitantes, o tal vez sólo para los que hemos presenciado varias de sus etapas, pero sea cual sea la postura estas actividades resultan como algo ofensivo y dañino para el mismo Centro Histórico y la Ciudad de México.

Seguramente para un visitante ocasional y ajeno al tema de la conservación no le causa mayor conflicto o preocupación el hecho de que “prostituyan” al mejor postor un espacio que es de todos, en el cual no requerimos ver nuestros impuestos mal gastándose en estructuras de un fin de semana o en toneladas de basura producto de publicidad y paseantes.

Pareciera que el acercar actividades a las cuales gran parte de la población no tiene acceso, es una acción bien intencionada por parte del gobierno, tolerándose y aceptándose, pues estos espectáculos lejos de ser un beneficio son simplemente una forma de controlar y entretener a las masas con cosas tan banales que el mismo pueblo paga con sus impuestos.

Anteriormente se llevaban a cabo ferias del libro, instalaciones de museos y actividades de carácter cultural más acordes a la sociedad mexicana, como la mega ofrenda donde hacían un concurso por ser la mejor e instalaban hornos para regalar pan.

Sin embargo eso ha cambiado y cada vez son menos estas actividades. En su lugar han llegado conciertos de cualquier personaje de la farándula, carreras de autos, pistas de hielo, pabellones de marcas conocidas e incluso locaciones completas para el rodaje de películas extranjeras.

JAMES BOND 27 MAR 2015

¿Qué está pasando en el Zócalo?, ¿en qué momento permitimos que una plaza cívica dejara de serlo?, ¿por qué si es un espacio de todos los capitalinos, nos prohíben deambular libremente por él?, ¿por qué el gobierno puede usarlo de estacionamiento y nosotros no podemos ir a manifestar una inconformidad?

Estas y otras preguntas me hago al recorrer y vivir día a día el Centro Histórico, ya que el contacto constante con el sitio en el que vivimos, sin duda crea un sentimiento de arraigo y nos hace más sensibles ante cualquier cambio o situación ajena que se presente.

¿Por qué no me voy a otro lugar?, porque esa no es la solución ante una problemática que nos compete a todos y como especialistas en temas de conservación, restauración y reutilización, es inaceptable dejar a un lado los espacios públicos que también sufren modificaciones y alteraciones como cualquier inmueble patrimonial.

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Notas:

[1] Diario Oficial de la Federación. 11 de Abril de 1980.

[2] Zócalo. Revista Arqueología Mexicana No. 116. México, 2012.

[3] Ibídem.

[4] Instituto Nacional de Antropología e Historia.

[5] Plan de Manejo del Centro Histórico de la Ciudad de México (2011-2016). Gobierno de la Ciudad de México. México, agosto 2011.

[6] El jefe delegacional de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, señala que la construcción del Museo del Tequila ubicado en Plaza Garibaldi es un error y busca su demolición; Miguel Ángel Mancera se opone. http://www.reforma.com

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Sobre la autora: Ciudad de México, México (1989). Arquitecta egresada de la Facultad de Arquitectura de la UNAM en 2011. Originaria de Iztapalapa y actual habitante del Centro Histórico de la Ciudad de México. Ha colaborado como profesora adjunta en la materia de Aprovechamiento del Patrimonio Arquitectónico desde 2012 y como asesora externa en el Taller de Proyectos VIII en el año 2013 en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. También fue profesora adjunta en la materia de Desarrollo y Gestión de Proyectos para la Conservación del Patrimonio, asignatura de la licenciatura de Desarrollo y Gestión Interculturales de la Facultad de Filosofía y Letras durante 2013 en la misma universidad. A partir de 2012 se dedica a la realización de proyectos arquitectónicos relacionados a la intervención y conservación del patrimonio construido en la Ciudad de México y Estado de México. Se considera defensora e investigadora aguerrida del Centro Histórico de la Ciudad de México. También es bailarina de danza folclórica desde 2003. Actualmente estudia la maestría en Reutilización del Patrimonio Edificado en la UAM, unidad Xochimilco.

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Danza de los Achileos («los santiagos») en Teotihuacan

Por Gilberto Perez Rico,  Fotos: Héctor Espinosa

Se les conoce localmente en el valle de Teotihuacan como «los santiagos» al grupo que danza representando una batalla entre moros y cristianos, y van con los atavíos coloridos de charros y de moros; mientras que al otro grupo, que aparece aquí con máscaras y trajes en verde y rojo, se les denomina «los Achileos» y ellos representan escenas de una batalla entre el señor Santiago apóstol y un rey pagano, al cual vencen y convierten, finalizando la batalla al capturar y quemarle las barbas al rey pagano, todo amenizado por música de flautas y tambores.

Anotamos que Juan José Guerrero, editor de nuestro sitio, participó en la representación más reciente de esta danza.

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Algunas notas sobre el Patrimonio Arqueológico en México y Latinoamérica

Nada me han enseñado los años

siempre caigo en los mismos errores

otra vez a brindar con extraños

y a llorar por los mismos dolores.

José Alfredo Jiménez

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Por Yarima Merchan Rojas

No somos ajenos al espinoso medio en que vivimos, globalizador y simulador de progreso, en donde nuestro oficio como antropólogos es constante contradictor frente al manejo político, económico, religioso y mediático de nuestros inquietantes tiempos. La poca concientización sobre los valores de nuestro patrimonio cultural y la falta de intenciones políticas de reconocerlos, no permiten protegerlo e incorporarlo a las dinámicas sociales de forma educativa y productiva, alejada de los sólo intereses comerciales, turísticos u ornamentales. Las partidarias y mediocres políticas públicas brindan un panorama nublado, nuestra cotidianeidad es permanentemente agredida por grupos de poder que pretenden imponer sus parciales visiones de la realidad, y que ayudados por nuestras enajenadas conciencias, pretenden pisotear toda memoria histórica y cualquier arrebato de emancipación de las diferencias, afortunadamente no siempre lo logran.

Latinoamérica en particular no brinda condiciones favorables para la investigación  antropológica, mucho menos si se trata de la arqueológica, cuyos costos parecen mayores. Los presupuestos gubernamentales destinados a la investigación cultural finalizan una larga lista encabezada hoy por las falaces y míticas guerras posmodernas contra el terrorismo o el narcotráfico, y por el mantenimiento de un aparato estatal de antaño cuyo engranaje y óxido no van al paso de las nuevas realidades.

Es de notar sí que aun cuando cotidianamente las políticas estatales dejan en último plano los asuntos relacionados con la investigación histórica y cultural, así como la preservación del patrimonio cultural, se destinen incalculables presupuestos para el festejo de los bicentenarios de independencia, eventos que exaltan un pasado lleno de héroes e historias gloriosas de naciones independientes dignas de tan magnificas celebraciones. Es curioso que en México, por ejemplo, este sentido de identidad nacional es festejado en torno a la grandiosidad de un pasado indígena notable en la majestuosidad de su patrimonio arqueológico, en la monumentalidad de sus construcciones prehispánicas y artísticas, mientras que, por otro lado, se discrimina, margina o menosprecia a los herederos vivos de esta historia, es decir, a los muchos grupos indígenas que viven en gran parte del territorio nacional.

La antropología como constructora de identidad y memoria nos ha mostrado la importancia de la subjetividad en el análisis de los acontecimientos, hemos sido capaces de ver que grupos como los indígenas, los campesinos, los inmigrantes ilegales u otros grupos marginados y gran parte de la población en nuestro país, tienen sus propias historias, y que éstas no coinciden con las historias oficiales bañadas de gloria.

Por otro lado, sabemos también que el «progreso» o las maravillas de la ciencia son armas de doble filo si no se sustentan en un crecimiento social equilibrado y hasta cierto punto consciente de las realidades subjetivas. En este panorama se han vislumbrado dos posturas, la primera que persigue exaltar la importancia de los elementos culturales propios, de nuestras costumbres y tradiciones por encima del tsunami cultural globalizador del neoliberalismo. Apegados a estas ideas y contrarrestando la pérdida de algunos elementos culturales propios, hay quienes los intentan reproducir o mantener enfrentándolos contra ciertos elementos de la modernidad, demeritando algunos de los avances tecnológicos modernos o a las costumbres venidas de otros lugares.  Hay en esta posición un discurso que no difiere de algunas posturas radicales. Otra postura tiene que ver más con visualizar nuestra realidad como un conjunto de fenómenos culturales cambiantes, integrada por personas y grupos que de manera directa o indirecta enfrentamos estos procesos, que tenemos pérdidas importantes pero también ganancias culturales. Me parece que el problema fundamental es cómo lograr que todos seamos conscientes de este tsumani, de sus causas y sus consecuencias en nuestras realidades y de cómo aprovechar los avances tecnológicos en favor del rescate o la incorporación de esas otras historias o realidades.

Los historiadores, antropólogos y arqueólogos valoramos principalmente al pasado como instrumento de aprendizaje, integramos nuestras construcciones, derrumbes y reconstrucciones históricas a la trama de acontecimientos, personajes, azares, necesidades, errores y vacíos que forman las historias humanas. La investigación arqueológica no es más que otro testimonio, una fuente que mediante el estudio de materiales arqueológicos añade fichas al rompecabezas histórico. En una realidad dónde cada quien las valora los bienes arqueológicos de formas distintas (como mercancías, objetos de adorno, piezas de museo, objetos que enarbolan identidad o nacionalismo o piedras viejas sin valor alguno) es dónde cobran importancia para nosotros, como objetos activos que tienen un significado social y que son utilizados con diversos fines. En la mayoría de los casos, el patrimonio arqueológico se ha definido como un conjunto de bienes culturales estáticos, ajenos a los grupos sociales y a sus intereses, dejando de lado la causalidad misma de su existencia y su dinámica social.

Otro acercamiento que tenemos con estos objetos arqueológicos, es el práctico, es la eterna lucha por conseguir recursos para la investigación, y la tarea de protegerlos de las garras capitalistas y manipuladoras, que desde sectores públicos o privados, ven a nuestras herencias culturales como simples mercancías, o como coyunturas operantes para la fabricación de falsedades lejanas a su valor histórico. Materiales, tradiciones y legados culturales tambalean en estas arenas, en donde la modernidad no funciona como instrumento de integración o mejora, sino como una máquina aplanadora y desenfrenada que nos obliga a correr teniendo que elegir entre cargar con nuestras herencias culturales, o con nuestro pobre e instrumental arsenal de sobrevivencia. Un investigador social encuentra en Latinoamérica una serie de dificultades solamente comparables con nuestras riquezas culturales. En este panorama, hurgar en el pasado parece meritorio, ese devenir histórico humano podría reivindicar luchas y reflexiones consumadas. Si intentamos conocer nuestra realidad quizá podamos mejorarla. Se trata (de) analizar lo que somos como sociedad, lo que hemos construido y derrumbado, y de, en lo posible, no “llorar por los mismos dolores”.

Arqueología y Etnología. Cambios y continuidades en los tiempos mesoamericanos

Arqueología y Etnología

Cambios y continuidades en los tiempos mesoamericanos

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Licenciatura en etnología

Generación 2011 y 2010

Auditorio Román Piña Chan

25 de junio de 2012

*

MESA 1.- ARQUEOLOGÍA Y COMUNIDAD

Lunes 25 de junio 9:00 a 11:00 a.m.

Uapalcalli, del ayuno a la agonía

Rocio Ordóñez Amador

Tenayuca: una visión desde la comunidad

Miguel Ángel Sebastián Herrera Villeda

Isaac Esaú Romero Esquivel

Raúl Téllez Farfán

Protección y difusión de Tlalpizahuac

Blanca Esther Hernández Márquez

Museo de la ciudad de Córdoba, Ver.

Daniela Tamara Morales Diez de Sollano

La percepción de los jóvenes hacia los restos prehispánicos de su país

Carlos Fernando Alvarado Ugalde

Lina Fabiola Cortés Salgado

Receso: 11:00 a 11.30 a.m.

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MESA 2.- TRADICIONES EN ESPACIO Y TIEMPO. ESTUDIOS DE CASO

Lunes 25 de junio, 11:30 a.m. a 1:10 p.m.

Arqueología del alcohol en la Feria de San Marcos 2012. Influencia de los espacios en el consumo del alcohol.

Eduardo Daniel Luévano Aguilar

El Espacio compartido: espacio ritual-habitacional en la cultura yoruba en México en la actualidad.

Aldo Jesús Vilchis Servín

Alejandro Oquichtli Mejía Sandoval

Alejandra Abdel Montaño Villanueva

Neomexicanidad

Tania Mireya Jiménez Ramírez

La Petatera, una vivencia efímera

Maya Ochoa Montes

Receso: 1: 10 a 4:00 p.m.

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MESA 3.- EN TORNO A TEMAS MESOAMERICANOS

Lunes 25 de junio 4:00 p.m. a 5:15 p.m.

Surgimiento del Estado en el periodo Preclásico Mesoamericano

Norma Andrea Mendoza Martínez

Braulio Romel Olivares Cardoso

Mauricio Cortes Melgar

La sexualidad y su papel dentro de la cultura prehispánica maya

Andrea Viridiana Guerrero León

Itzel Quijano Arteaga

Estudio de representación material en ritualidad de ofrenda

Enrique Chávez Durán

Receso: 5:15 a 5:30 p.m.

MESA 4.- CAMBIO Y CONTINUIDAD EN MESOAMERICA

Lunes 25 de junio, 5:30 a 8:00 p.m.

Muerte por ahorcamiento en el área maya: Yucatán

Sandra Castrejón Juárez

Anali Viridiana Flores Rojas

Ana Elena Hernández Otánez

María Guadalupe Romero Ramírez

Modificaciones españolas en rituales mayas

Abril Camarillo Ríos

Diana López Gómez

Catherine Orozco Hernández

Del ritual prehispánico al sacramento católico

Felipe Absalón Tavera Téllez

Transformaciones culturales en torno al maíz

Hernández Reveles Rogelio

Morales López Cristian Josué

Los soldados de Dios. Milenarismo y mesianismo en la rebelión indígena de Cancuc, Chiapas en 1712

Estefania Soriano Servín

Diana Sánchez Colín

Locura como enfermedad cultural

Mauricio Cadena Camacho

Diana Fernanda Ramírez Espinosa

Iván Martínez Guzmán

Diego Galván Ramos

Clausura: 8:00 p.m.