Boletín Textos ArKeopáticos Número 00

En enero del 2010 un pequeño pero entusiasta equipo de jóvenes arqueólogos comenzamos un proyecto arriesgado, generar por nosotros mismos los espacios necesarios para presentar nuestros trabajos. De esta manera surgió ArKeopatías, un proyecto que se plantea, a través de las nuevas tecnologías, generar espacios de discusión y análisis sobre arqueología, arquitectura, restauración, antropología (en todas sus ramas), conservación, sociología, arte y demás disciplinas afines o pertinentes para la generación de conocimiento sobre el hombre y su complejidad.

Desde los inicios del Proyecto ArKeopatías, se planteó la publicación de un boletín que condensara los esfuerzos, las ideas, las propuestas, y todo aquello que se ha vertido en los espacios que hemos ido generando a través de todos estos meses. Es así que con Textos ArKeopáticos alcanzamos uno de nuestros principales objetivos. Esta publicación electrónica -en su primera etapa-, será inicialmente cuatrimestral y contendrá artículos inéditos sobre los tópicos mencionados más arriba. Debemos, sin embargo, mencionar que durante los casi dos años que lleva en funcionamiento el blog de ArKeopatías [arkeopatias.wordpress.com] hemos notado que los debates que con más frecuencia e intensidad han estado sobre la mesa, giran el torno al patrimonio cultural, tangible e intangible, mexicano, latinoamericano y mundial. Es por esta razón que la presente publicación se centra en estos intereses, retomando los textos que amablemente nuestros autores compartieron dentro del blog.

Este boletín, como dijimos en algún otro momento, se presenta en el marco de un proyecto más amplio de información en internet sobre estos temas. La independencia académica con que se cuenta actualmente posibilitará también abordar los diversos tópicos desde todas las aristas posibles y los puntos de vista existentes, con respeto y responsabilidad, pero siempre con un profundo compromiso hacia nuestra materia de estudio.

En lo particular, en este número publicamos un texto muy cosultado en el blog, del arqueólogo Juan José Guerrero sobre la peregrinación a Chalma y sus implicaciones sociales. También presentamos un interesante artículo de la arqueóloga Azucena Cervantes sobre los animales en la cosmovisión mesoamericana desde el punto de vista de la semiótica cultural. Transcribimos además, un incisivo texto del arqueólogo David Andrade sobre las contradicciones que existen en la conceptualización del patrimonio cultural tangible e intangible en México. Finalmente, el arqueólogo Luis Ortiz nos muestra una opción para publicar nuestros trabajos de investigación con software libre. Esperamos que este primer número -cero- sea de su completo agrado. Saludos y gracias por leernos!

Chalma camino de coprofagia e inmundicia. Parte I

Por Juan José Guerrero García

Ideología  en el  proceso ritual de purificación

Hace casi tres años un compañero de  la ENAH   de  nombre  Héctor  me invitó   a la  peregrinación  que  hacen los  diferentes barrios de Iztacalco (Distrito Federal) al  santuario del  señor de  Chalma (Edo Mexico), evento sobre el cual realiza su  tesis de licenciatura. Yo con pleno desconocimiento de esa tradición,  pero  con curiosidad  felinicida, accedí  gustoso  a  acompañarlo  en ese largo viaje lleno de experiencias.

Lo primero que me llamó la atención  fueron  los tipos  de  gente que  se  reunía  para  emprender el trayecto, había  desde   familias  completas,  bien organizadas y  respetuosas,  hasta peregrinos  solitarios, la  mayoría de extracción  humilde  como  nosotros, pero  sin  ese tono  pedante  que  te  da la  escuela.

Si se pudiera describir en una palabra a todos los participantes  creo que sería  la palabra “Barrio”.  El  barrio  se  mueve fragmentado pero junto el día que le corresponde,  siguiendo la misma ruta con el  fin de llegar a  ver al  Señor de Chalma.

Ésta  peregrinación de barrios  marginales, es un caudal  de  gente  que  se  encuentra, por decirlo de  una  forma, fuera   de  los parámetros  de  la  moral  social,  es  común  ver  grupos de   chavos  moneando,  tomando alcohol, haciendo fiesta  con sus  grabadoras  de  vendedor ambulante y  sus  toques de mota mientras atraviesan el bosque purificador que separa al distrito federal del santuario.

Héctor como buen  guía nos explicó los avances de su  investigación la filiación otomí, la tradición a los  cerros, el camino de los  pochtecas, la relación con Tláloc, los  nombres de los  barrios de  Iztacalco  y  una  serie de  datos  que por miedo a violar  los derechos de autor  no revelaré  en este espacio.  La serie de impresiones y apreciaciones que tuvimos  las platicamos y compartimos después de los dos viajes en los que me  uní al grupo de chalmanautas (como el multicitado Héctor nos llama).  Desgraciadamente  no  he  vuelto a  platicar  con ningún chalmanauta  y por  tanto  no  he comunicado los nuevos datos y nuevas reflexiones  que  he tenido a  partir de  lecturas  y  relecturas   recientes, por eso, aprovecharé este espacio para  escribirlas.

Leyendo, con otros fines de  investigación, el  libro El destino de la palabra de Miguel  León Portilla en la  pagina  99  donde  habla sobre el Tonalamat  de  los  pochtecas del códice Fjervary Mayer encontré  el  siguiente  texto:

Los dioses a cuya benevolencia se debían propiciar los pochtecas se conocen con varios nombres. Cinco eran del sexo masculino y una femenino. Ésta también ostentaba varios  títulos. Uno era Chalmecacihuatl, “Mujer de los de Chalma”. En algunos casos se identificaba con Tlazolteotl, la diosa de  la  basura, conocida también como Tlaelcuani, la que come inmundicias.

Esto le servirá al Hector,  pensé, por  lo  que  seguí  la  lectura  con el placer que da  el hallazgo. Párrafos  siguientes  León Portilla  anota que en  el  códice  florentino Fray Bernardino de Sahagún “transvasa”  al alfabeto ideas muy similares a las contenidas en el  ya  citado  Tonalamt de  los pochtecas. A continuación describe la  página del  códice  ya  referido  donde  hay  una “mujer sentada sobre una  estera, vestida  con su quechquémitl y  su  falda de color rojo” esta  diosa de  pecho descubierto  introduce  en  su boca  lo que  León Portilla  llama inmundicia, frente  a  ella  hay  un  hombre sentado en un  banco vistiendo un maxtlat blanco, con su piel  pintada de  negro en su  mano derecha  sostiene  a  una  persona  pequeña  y desnuda en “actitud  de  humillación” quien ve  a  la  diosa Tlazolteotl.

Continua  el investigador, citando los textos del  códice  florentino  donde Sahagún compiló algunos  textos sobre esta  diosa y los  rituales  que  para  ella se  hacen:

Así se llamaba Tlazolteotl, porque a ella pertenecía le correspondía  el polvo, la basura,  quiere decir  la  vida disipada. Se  decía  esto porque  ella  mandaba, imperaba  sobre la  vida licenciosa…

Se llama  Tlaelcuani porque   delante de  ella  se  dicen, se cuentan, todas  las vanidades. Ante  ella se refieren  se exponen todas  las acciones  sucias, por  más  feas  que  sean por más depravadas. Nada se  oculta por  vergüenza; todo se declara ante ella, todo se  manifiesta.

Sobre  las características del ritual  cita lo siguiente:

Barría él muy bien el lugar donde se colocaba una estera nueva…

Hablaba  luego el  tlapouhqui a quien  venía  a  hablar sus transgresiones,  le  decía: Has venido junto y a la presencia del Dueño del cerca y del junto. Has venido para  manifestarle, para hacer entrega de tu podredumbre, tus inmundicias. Has llegado para  abrir  tu  cofre  tu  petaca tus secretos…

Despójate  de  tu ropa  desnúdate…

Siguiendo este  texto  la  “Mujer de  los  de  Chalma”  tenía  el papel de  purificar  a los  que  acudían a  ella,   saldar  la  deuda  moral  que  ellos  traían  sin  importar  la  gravedad  del  caso, este dato tiene mucha  importancia,  puesto que  dicho ritual de  purificación se sigue  llevando a cabo en la actualidad (aunque obviamente con las muchas transformaciones  y  resignificasiones   que  tantos  años  de  historia  han  creado).

Como mencionaba  antes  los  devotos  al  señor de  Chalma  son por  lo  general  personas que  llevan una  forma  de  vida  que  se  encuentra  en el  límite  de  la  tolerancia social,  ladrones,  borrachos, narcotraficantes,  si  bien  no  todas  las  personas  que  van  en la  peregrinación son “bandidos”  al  menos si  son “pobres” con diferentes  cargas morales y  de de salud. Como en  la  mayoría  de  los  cultos  populares, el  culto  al  señor de  Chalma  se  da  justo  por  la  capacidad  que  tiene  este santo de expiar  culpas y de  perdonar,   es  el señor benevolente   que  otorga  el  perdón  y  con esto  salda la  deuda  que el  peregrino  tiene  con la  «sociedad», ese es  el mismo  papel regenerador que  cumplía en su  tiempo Tlazolteot que como ya  vimos  se encarga de la  gente de vida  licenciosa. Por tanto  podemos  decir que en lo general  se  comparten, en ambas épocas, los dos rasgos fundamentales de ésta relación ritual, por un  lado, la  marginalidad de los actores y por el otro la capacidad del  ente  sobrenatural  para  otorgar  un comienzo  nuevo.

Ahora  bien la purificación como lastre que se termina, como muerte y renacimiento simbólico  es  el sentido  mismo de  Tlazolteot,  esta  diosa  pochteca  que consigue tragar  las  inmundicias y  transformar   en  hombres  moralmente  nuevos y  limpios, ella misma es metáfora  de  la  culpa y su expiación o  más  bien del  proceso  que se  da  entre la una y la otra. Ese proceso se ve  representado, también, en el camino del actual peregrino,  la experiencia religiosa  que  ocurre  en ese trayecto disculpante es, quizás,  el proceso en el cual se materializa esta metáfora de  la comedora de inmundicias.

Tlazolteotl codice  borbonico

En la siguiente  entrega trataré de ejemplificar  los  diversas partes  del proceso ritual partiendo de  mi experiencia  personal como  chalmanauta, además   de  que interpretaré  las consecuencias  ideológicas  del ritual de  purificación en ambas  épocas, ritual que condensa  una serie de significaciones personales y colectivas. Escribiré sobre el acto de  dejar las  vestimentas, del desnudarse, del  baño  ritual, las analogías entre inmundicia, hombre, humillación  y desnudes , limpieza y purificación.   Hablaremos  del  proceso de transferencia, de  la  economía de  la  culpa, de  la  metáfora  y del acolchado  ideológico que se da  dentro de este  ritual y  por tanto daremos una  interpretación de ese camino  de  inmundicia  coprofagia,  purificación  y alivio, que es  la peregrinación a  Chalma.