DE LA CASA #73: PRESENTACIÓN DEL LIBRO «LEGISLACIÓN CULTURAL. TEMAS Y TENDENCIAS» EN CUERNAVACA / JT.

Por Juan Tonchez

El pasado 5 de agosto se presentó el libro «Legislación Cultural. Temas y Tendencias» del Dr. Bolfy Cottom en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCIC). Durante el evento, en el que participaron, además del autor, Gustavo Garibay, Tomás Ejea y Adalberto Ríos, destacamos que el académico antes de empezar su intervención, se tomó unos segundos para condenar la destrucción de zonas arqueológicas en el país, por la construcción de infraestructura carretera, así como, pedir castigo a quien lo ordenó, permitió y ejecutó. El autor no dejó claro a qué caso en particular se refería, sin embargo, dado el contexto de la presentación (es decir, en el estado de Morelos y la fecha del evento), podemos intuir que se aludió al entonces reciente y polémico caso de Tlaltizapán. Por otro lado, comentó que bajo su punto de vista, en San Pablo del Monte, Tlaxcala, hubo omisión, aunque tampoco dijo por parte de quién o quiénes. Finalmente, sólo nos queda compartirles algunas fotos de la presentación, invitarlos a leer el libro citado y reflexionar sobre lo que se dice (sobre todo lo que no se dice) dentro de nuestro gremio.

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Fotos: Juan Tonchez (cc)

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#LasPrestadas: Presenta INAH denuncia por demolición ilegal de capilla en Tlaxcala.

capilla Tlaxcala

Por Gabriela Hernández

MÉXICO, D. F. (apro).- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quien resulte responsable por la demolición total de la histórica Capilla del Santo Cristo, ubicada en el municipio de San Pablo del Monte, Tlaxcala.

En un comunicado, autoridades del INAH y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) calificaron la destrucción con maquinaria pesada de ese centro religioso, consumada durante el pasado fin de semana, como un “acto de barbarie” que afecta el legado cultural de los mexicanos.

“El conjunto arquitectónico de gran valor patrimonial, fue demolido entre el sábado y el domingo del pasado fin de semana con uso de maquinaria pesada. Se trataba de un bien propiedad de la Nación, catalogado e inscrito en el Registro Público de la Propiedad Federal con folio Real 15609”, precisa el comunicado.

Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, indicó que ese instituto ya presentó denuncia penal ante la delegación de la PGR en Tlaxcala contra quien resulte responsable del hecho, tipificado como delito federal y cuya sanción se establece en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Raúl Delgado, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta, dijo que las tres esferas de gobierno investigarán la demolición de este bien nacional, que estaba en custodia de las autoridades religiosas.

“Es un hecho insólito, no hay un fenómeno similar que se haya dado en México; las comunidades son muy celosas de la conservación e integridad de estos bienes que le son entrañables, de alta significación y referenciales de su identidad”, fustigó.

El templo se ubicaba en la comunidad de Vicente Guerrero, municipio de San Pablo del Monte, a las faldas del volcán de la Malinche, donde hay una serie de monumentos históricos como la Parroquia de San Miguel Arcángel, construida en 1620.

Balandrano explicó que la Capilla del Santo Cristo constituía un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales; que poseía elementos de mampostería en muros y contrafuertes, además de una bóveda de cañón corrido y dos torres campanario añadidas en el siglo XIX.

El edificio destruido en su totalidad era una antigua capilla de visitas franciscana del siglo XVIII, transformada en el siglo XIX y en el XX, cuando se le insertó la cúpula del presbiterio y se construyó un nuevo templo regulado por las disposiciones normativas federales, de tal forma que las dos edificaciones, histórica y contemporánea, convivían de manera armoniosa.

Balandrano señaló que la capilla, que se seguía utilizando en las festividades tradicionales, tenía en la barda atrial unos pináculos que eran ejemplo de un tipo de arquitectura defensiva que se construyó en los conventos de la orden franciscana.

“Era una construcción sólida en buen estado de conservación, sólo tenía unas pequeñas fisuras pero que no comprometían su estabilidad”, afirmó.

Las torres añadidas en el siglo XIX se hicieron con una arquitectura ecléctica, neoclásica, que armonizaba con la estructura virreinal, y en el siglo XX se construyó una sacristía y una bóveda.

Añadió que el INAH realiza también una investigación para saber dónde están resguardados los monumentos históricos muebles de la capilla, donde se veneraba al Santo Cristo.

La Capilla del Santo Cristo estaba en el antiguo trazo del camino que unía al Puerto de Veracruz con la Ciudad de México, ya que durante la época virreinal, se pasaba por la ciudad de Tlaxcala, donde se localizaba el primer arzobispado.

Balandrano expresó que el tema de la preservación del patrimonio cultural ha sido interés generalizado en las comunidades de Tlaxcala, por lo que es incomprensible cómo una comunidad haya cometido este acto de barbarie, “del que se tuvo conocimiento cuando ya no era posible hacer nada por defender la integridad del inmueble”.

En donde estaba la capilla, quedó sólo el terreno baldío, sin escombros. Entrevistados por los medios locales, los lugareños respaldaron la determinación de demoler el antiguo edificio, pues aseguraron “representaba un peligro” para los niños que tomaban ahí sus clases de doctrina.

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Fuente: Revista Proceso http://www.proceso.com.mx/?p=411757

DE LA CASA #55: «LOS GUERREROS DEL LIENZO» / HAQ.

Taza

Por Héctor Adolfo Quintanar

Introducción

Una de las más grandes fuentes de información sobre las culturas prehispánicas son aquellos documentos que contienen imágenes que remiten a la organización social, política y económica del México antiguo, y que hoy en día se conocen como códices. Este gran compendio de documentos ha sido objeto de estudios por investigadores que pretenden conocer más a profundidad la compleja forma de pensar e ideología de los grupos que los realizaron. Estas resultan ser fuentes históricas de primera mano, en la que los grupos indígenas dejaron constancia gráfica de su historia, religión, avances culturales, ciencia, ritos, ceremonias conquistas y guerras. En estos documentos se encuentra la información necesaria para conocer a las sociedades prehispánicas antes de la llegada de los españoles e incluso en la etapa de la conquista militar, ya que también existen otras fuentes denominadas como “Códices coloniales”, que ilustran el proceso de las guerras y evangelizaciones en la Nueva España.

Existen documentos de esta denominación prácticamente de todas las regiones de Mesoamérica como Oaxaca, Tenochtitlan, Zona Maya y Occidente, Entre algunos que mantienen cierto renombre son: La tira de la Peregrinación, Códice Fejérváry-Mayer, Códice Dresde etc… En Tlaxcala también se realizaron documentos históricos que contienen imágenes que reflejan aspectos claves de las culturas de la región y su historia. En este trabajo enfocado en el análisis de la ideología militarista Tlaxcalteca, se hace énfasis en tres documentos que contienen claras alusiones al tema guerrero y su representación gráfica. Estos son: El Lienzo 1 de Tepeticpac, El Códice Huamantla y El Lienzo de Tlaxcala”. Para este trabajo se tomará en cuenta a este último por ser el más representativo en cuanto a su iconografía.

Lienzo de Tlaxcala y sus guerreros

Este importante documento colonial incluye elementos que son de orígenes prehispánicos y coloniales. Está compuesto de una escena principal de mayor tamaño y 87 cuadros o escenas más pequeñas que deben ser leídas de manera horizontal de izquierda a derecha. En su principal escena es ilustrada la configuración política de Tlaxcala. Las subsecuentes, de menor tamaño, aluden a distintas etapas y hechos ocurridos durante la conquista militar y espiritual de la Nueva España. Se narran los hechos desde la llegada de Hernán Cortés a Tlaxcala, así como sus alianzas y batallas con los ejércitos indígenas tlaxcaltecas. Es a partir de la lámina o cuadro 49 que exclusivamente se centra la atención a las batallas libradas por los Tlaxcaltecas y españoles en la conquista de las distintas regiones mesoamericanas. Es probable que esté documento haya funcionado como un comprobante de la participación tlaxcalteca para recibir el favor de la Corona española.[1] En recientes investigaciones se ha dado a conocer que este lienzo realizado en la segunda mitad del siglo XVI, es el complemento a la magna obra del historiador Diego Muñoz Camargo, conformando un gran acervo de información histórica-pictográfica.[2]

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El análisis de las imágenes del Lienzo de Tlaxcala, estará enfocado en las escenas que tengan tintes militaristas o representaciones bélicas, con el objetivo de identificar aquellos elementos que puedan ayudarnos a percibir su ideología guerrera y su desarrollo militar. Aunque hay más de 150 cuadros donde se muestran batallas diversas, tanto anteriores como posteriores a la caída de Tenochtitlan, y por las fuentes escritas se sabe que los ejércitos Tlaxcaltecas participaron en ellas, aquí sólo se tomarán en cuenta aquellas donde claramente se note su presencia por medio de la representación de los emblemas de los cuatro grandes señoríos Tlaxcaltecas: Quiahuiztlan, Ocotelulco, Tepeticpac y Tizatlán.

Dentro de corpus pictórico que contiene el Lienzo de Tlaxcala, encontramos que existen 155 escenas de distintas temáticas, entre ellas están las que hablan del proceso de evangelización, la reproducción de los cuatro emblemas de los principales señoríos, el establecimiento de rituales y la configuración de la alianza con los de Cempoala y Tlaxcala. Sin embargo, existen 114 representaciones que presentan claro énfasis militar, puesto que revelan elementos como:

  • Batallas
  • Guerreros
  • Trajes militares
  • Armas
  • Topónimos de los pueblos en lucha
  • Jefes militares
  • Escudos con distintos diseños

Es necesario presentar cómo es que es que se distribuyen los emblemas que hacen constar la participación de los cuatro señoríos en las representaciones de las guerras de conquista en el Lienzo de Tlaxcala.

Tabla 1

Desde sus orígenes, Tlaxcala fue escenario de grandes movimientos poblacionales y políticos que en varias ocasiones desencadenaron guerras y militarización. El poder político, recae en gobernantes militares probablemente a partir de que se instauran en el territorio las oleadas chichimecas. Desde ese punto se comienza un gobierno militarizado hasta la llegada de los españoles. Posterior a la batalla de Poyauhtlan, los chichimecas establecieron un rango de nobleza a todos los caudillos militares que participaron en la batalla, conformando así un selecto grupo de hombres que desempeñarían su poder en la toma de decisiones a los cuales se les dio el nombre de Tecuhtles. Estos hombres eran los encargados de impartir la justicia, establecer las normas de conducta y reunirse en un consejo de guerra cuando la situación lo ameritaba.[3]

La imagen del guerrero tlaxcalteca en el Lienzo de Tlaxcala es una epopeya al esfuerzo y dedicación del combatiente Tlaxcalteca, mostrando siempre a un hombre ricamente ataviado luchando en la primera fila a un lado de Cortés con gran arrojo y siempre con sus más galantes y ricas ropas de guerra. Es probable que en el concepto de guerrero tlaxcalteca evocado en el Lienzo, se remita a los tecuhtles, o grandes señores Tlaxcaltecas. En el documento aparecen distintas “versiones ” de los guerreros tecuhtles de los diferentes señoríos. Cada uno porta una combinación diferente de atuendo, peinado y armas que los distingue de los demás, aparte de su distintivo emblema. A continuación se presentan los distintos tipos de combatientes que son ilustrados en el Lienzo para cada señorío con sus respectivos detalles.

Podemos decir que la sociedad Tlaxcalteca configuró gracias a sus costumbres, tradiciones e ideología, un estilo propio para poder plasmar sus valores militaristas hacia una sociedad que debía estar siempre preparada ante la posibilidad de una contienda armada. En las representaciones pictóricas se observa claramente como se conformó el estilo propio de la sociedad de Tlaxcala para imprimir una iconografía distintiva de la sociedad misma y de su carácter guerrero. En este caso se confirma por medio del análisis de las fuentes documentales y de las representaciones pictóricas de este pueblo en particular. Tenemos principalmente tres factores fundamentales, en donde se nota este enaltecimiento militar:

  • Vestimenta
  • Accesorios
  • Sistema de armamento

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Ilustración 1. Diferentes representaciones del Guerrero Tlaxcalteca en el Lienzo de Tlaxcala.

Las referencias de fray Bernardino de Sahagún y Diego Muñoz Camargo acerca de la indumentaria guerrera son muy precisas y nos permiten hacer comparaciones con los elementos pictográficos que ilustran tales atavíos distintivos. En cuanto a los adornos guerreros Camargo Menciona:

“Solían llevar a sus guerras muchas riquezas de oro y pedrería muy preciosa, y muy ricos atavíos según su modo”[4]

Y sobre los distintos elementos característicos de los guerreros que eran marcadores de un estatus social, adquirido por el aprendizaje y/o por sus méritos refiere:

“Les horadaban las narices y labios y orejas, y su sangre era ofrecida a los dioses. Allí (en el templo) les daban públicamente sus arcos y flechas y macanas y todo género de armas usado en su arte militar,(…) poníanles en las orejeras de oro, y bezotes de los mismo, (…) Pero como vamos tratando, se ponían en las narices piedras ricas y horadaban las orejas, narices y bezos, no con huesos ni cosas de oro ni de plata sino con huesos de tigres, de leones o de águilas agudas. A este armado caballero hacía muy solemnes y costosas fiestas, y daba grandes presentes a los antiguos caballeros, ansí de ropas como de esclavos, y oro y piedras preciosas y plumerías ricas, y divisas y escudos, rodelas, arcos y flechas…”[5]

El soldado cronista Bernal Díaz del Castillo hace una reseña de la indumentaria característica de los combatientes tlaxcaltecas en sus primeras rencillas durante las guerras de Conquista:

“Así salimos de nuestro real, y no habíamos andado medio cuarto de legua cuando vimos asomar los campos llenos de guerreros con grandes penachos y divisas, y mucho ruido de trompetillas y bocinas.”[6]

La imagen del guerrero Tlaxcalteca como símbolo de poder político y estatus social, es representada por los capitanes o caballeros. Estos hombres detentaban el cargo por ser parte de la nobleza o por sus méritos en la batalla. Dependiendo de su avance en la carrera militar, era que se podía implementar atributos distintivos como: armas, vestimenta, peinados y atributos, según su atuendo era el rango militar que ostentaba. Estos privilegios en la vestimenta podían serles retirados si en algún momento deshonraban con su cobardía o sus constantes derrotas a la entidad política que representaban. Una de las peores situaciones de transgresión en las que un guerrero podía verse inmiscuido era portar ropajes que no le correspondiesen.[7]

En esencia, el guerrero Tlaxcalteca era ilustrado en sus representaciones mostrando una actitud agresiva. Es un guerrero que va de pié utilizando un sistema de armamento que consta de armas defensivas como escudos e ichcahuipilli. Muestra las divisas del lugar al que pertenece y porta también armamento ofensivo: Arco, dardos o macuahuitl. En su cabeza lleva un peinado distintivo así como orejeras y bezotes.[8]

Tabla 2

Estos resultarían ser los aditamentos necesarios dentro de la plástica tlaxcalteca para hacer énfasis en la imagen del guerrero. Las ilustraciones de los combatientes tlaxcaltecas en las fuentes pictóricas, resaltan la importancia dentro de las élites militares y la fiereza con la que se aprestaban a la guerra. En el caso de esta sociedad en particular, conocemos todos que la historia ha catalogado en algunos casos a los Tlaxcaltecas como: traidores. Este mote, irresponsablemente utilizado proviene a partir de la ayuda que éstos mostraron a los españoles brindándoles su apoyo militar en la conquista de Mexico-Tenochtitlan. Este trabajo intenta, dentro de otras cosas, alejar al lector de esa imagen errónea de aquellos que establecieron una alianza contra sus enemigos buscando su bienestar político. Hay que destacar que la Nueva España, fue una creación de los españoles que conjuntaron grandes terrenos como una nueva nación, y que anterior a su llegada, los patrones y configuración política eran muy diferentes.

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Notas:

[1] Cruz, Sandra, “Lienzo de Tlaxcala” en: Revista “Arqueología Mexicana” #42 ed. Especial. P.46.

[2] Bonilla, Jesús. Información personal.

[3] Muñoz, Camargo, Diego. “Descripcion de la provincia de Tlaxcala”. p.153.

[4] Ídem.

[5] Ibídem.

[6] Díaz del Castillo, Bernal, “Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España”. Porrúa, México, 2011p. 112.

[7] Op. Cit. Vié-Wohrer. p.221.

[8] Elementos del guerrero Tlaxcalteca. Lienzo de Tlaxcala.

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Fuentes:
1. Díaz del Castillo, Bernal, “Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España”. Porrúa, México, 2011
2. Muñoz, Camargo, Diego. “Descripción de la provincia de Tlaxcala”.
3. Lameiras, José, “El encuentro de la espada y el acero”, COLMICH, 1994. México. p.18.

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Haciendas: La importancia de su arquitectura

Por: Mónica Rodríguez

Con las encomiendas y la repartición de tierras, en la segunda mitad del siglo XVI; tiene sus orígenes la hacienda, que a partir del siglo XVII y hasta el Porfiriato, esta constituye una unidad productiva con una organización compleja; con las siguientes características: a) tenía dominio sobre los recursos naturales de la zona (agua y tierra), b) dominio sobre la fuerza de trabajo y c) dominio sobre los mercados regionales y locales.

(cc) Hacienda de San Antonio Ometusco / Juan Tonchez

Algunas de las primeras haciendas estuvieron ubicadas principalmente en las zonas agrícolas del territorio central del virreinato, actualmente corresponde a los estados de Guerrero, Michoacán, Morelos, Puebla y Tlaxcala. Se ha hablado sobre el importante papel que tuvieron las haciendas en la economía del país, se sabe que la actividad a la que se dedicaban estaba determinada por su entorno natural; por ejemplo hubo haciendas agrícolas, ganaderas, mineras, henequéneras, azucareras y pulqueras principalmente.

Para los primeros años del siglos XVII, las haciendas de Tlaxcala ya estaban consolidadas. Durante la colonia, Tlaxcala contaba con haciendas principalmente agrícolas, ganaderas y de producción mixta. Entre tanto en el Porfiriato se introdujo el ferrocarril, lo que proporciono a las haciendas beneficios tales como: incremento en la venta de sus productos además de un menor costo en el traslado.

Una de las causas de la Revolución de 1910, fue el aumento en el proceso de concentración de grandes extensiones de tierras, estuvieran en manos de unos pocos, por lo que se tomo en cuenta en el articulo 27 de la constitución de 1917, estableciendo las bases para la liquidación de las haciendas. Y de esta forma se puso fin legal al establecimiento hacendario en el país.

Muchas de las investigaciones que se han realizado sobre las haciendas tratan los aspectos formativo y económico dándole diferentes enfoques por ejemplo Charles Gibson, Francois Chavalier y Gissela Von Wobeser, hablan sobre los orígenes de la hacienda, Enrique Florescano y Edith Boorteir han estudiado su desarrollo, transformación y evolución en las diversas épocas; Jan Bazant y Enrique Semo analizaron lo referente a la producción y los mercados de consumo. Solo por mencionar algunos.

Y aunque hay una gran cantidad de trabajos sobre este tema, son de llamar la atención las pocas investigaciones que existen sobre su arquitectura. Tal es el ejemplo de Joaquín García Lazo y Gisela Von Wobeser que en su texto existe la descripción de ciertas construcciones de este tipo, pero de manera muy general y breve, en algunas ocasiones solo mencionan los materiales con los que fueron construidos. Además de una breve descripción de los edificios que se podían encontrar en las haciendas tales como la capilla, la casa del hacendado, los establos, la troje, las bodegas etc. La distribución de la arquitectura de las haciendas no es la misma para todas, ya que esta dependía del tipo de producción.

La hacienda esta constituida por un conjunto de edificios interrelacionados en sus funciones, por lo que generalmente la disposición de los edificios estaba relacionada a un partido arquitectónico previo, con el cual se construían los otros inmuebles contemplando el vinculo que había con los otros espacios además de los factores ambientales del lugar con esto se obtenía un funcionamiento adecuado para las necesidades de cada hacienda.

La hacienda arquitectónicamente hablando esta formada por varios edificios, que servían para realizar una serie de actividades, espacios designados para la producción, habitación, administración e instrucción, al conjunto de estos edificios se le conoce como casco, por ejemplo en Tlaxcala se presentan en tres tipos diferentes: a) aquellas en las que sus edificios forman una unidad, b) las que están construidas por formas dispersas y c) las conformadas por una o varias unidades arquitectónicas aisladas entre si o de otras edificaciones

Un espacio arquitectónico es representativo del modo de vivir de una época. Principalmente en el aspecto socioeconómico donde las circunstancias son muy diferentes. El ambiente rural tiene grandes modificaciones, la tecnología representada por los procesos constructivos y los materiales usados.

El desconocimiento de los inmuebles de las haciendas y del vínculo que tienen unos con otros es posible que impida entenderla como una unidad arquitectónica al servicio de la producción. Para lograr este propósito es necesario entender que la arquitectura es un fenómeno cultural socio-antropológico, producido en el área rural y que tiene connotaciones muy diferentes a las que se encuentran edificadas en la ciudad.

Los métodos empleados en el estudio de la arquitectura generalmente se han caracterizado por juzgar solamente la cualidad estética de determinado inmueble limitándose la mayoría de los casos al análisis formal.

La distribución arquitectónica de las haciendas así como los sistemas constructivos que se emplearon en la edificación de dichos inmuebles y por la estrecha relación que hay entre estos edificios y los modos de vida de quienes trabajaron tanto en su construcción, como en la producción. Ya que el modo de vida es de carácter central dentro de los conceptos de la Arqueología Social y dado que es una categoría mediadora entre la formación económica, social y cultural que integran el sistema productivo, con las relaciones que existen entre los seres sociales y las relaciones que puedan tener con el medio ambiente. Sobre todo en la obtención de materia prima.

(cc) Detalle de la Fachada Principal / Juan Tonchez

(cc) Exteriores de la Hacienda / Juan Tonchez

(cc) Capilla de la Hacienda / Juan Tonchez

(cc) Espacios de producción / Juan Tonchez

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Sobre la autora: Mónica Martha Rodríguez Martínez. Pasante en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Sus Principales intereses son la arquitectura y cerámica colonial así como su desarrollo durante la época del contacto./ [monic_rm05@yahoo.com.mx]

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ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons, Atribución-NoComercial 2.5 México, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Rodríguez Martínez, Mónica Martha. «Haciendas: La importancia de su arquitectura» en ArKeopatías. México 2010. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).