#LasPrestadas: La pátina de la memoria: Sobre las protestas feministas y el Ángel de la Independencia.

Por Sergio Beltrán García

“Es muy doloroso y muy malo el vandalismo
del Viernes 16 de agosto 2019 y nos daña a todos
y en nada le sirve a las mujeres de México, al contrario,
daña al feminismo”.
—@Eponiatowska, 17 de agosto 2019

El cálculo de costo de reparación de los daños ya asciende sobre el millón de pesos. En los medios se propaga indignación porque el Ángel de la Independencia, que se argumenta que debe mantenerse ajeno a la rabia en las protestas feministas surgidas en días recientes, se ha cubierto de una pátina de grafiti y pintas que, algunos dicen, le restan belleza, presencia y simbolismo y que lastiman la identidad cultural nacional. Pero, ¿qué informa estas opiniones? ¿Realmente se ha dañado este monumento a la libertad? ¿Es un sinsentido que se dirija el descontento de las luchas sociales hacia tales obras públicas de arte? Como arquitecto que analiza el buen funcionamiento de una obra cuyo objetivo es propagar la memoria, sostengo que colocar mensajes políticos y actuales sobre un monumento es un acto que honra y extiende la función útil del mismo. Incluso, en una sociedad democrática, deberíamos entender mejor, celebrar y fomentar estas acciones.

Vale la pena examinar estas expresiones desde los estudios de la memoria, un campo de conocimiento que se desarrolló a partir del fin de la segunda guerra mundial, cuando brotó una urgente inquietud por entender los mecanismos que no sólo permiten recordar eventos trágicos del pasado, sino buscar estrategias para prevenir que se repitan. Un estudioso o estudiosa de la memoria investiga cómo es que ésta opera, qué la estimula o detiene, y cómo ese conocimiento profesionaliza esfuerzos complementarios —como la construcción de memoria—, en los procesos de reparación integral del daño en el marco de la defensa de derechos humanos.

Uno de los fundadores de los estudios de la memoria, Maurice Halbwachs, acuñó en 1950 el término «memoria colectiva», refiriéndose al cúmulo de experiencias que forman la identidad de un pueblo. En su discusión de este concepto, el historiador Pierre Nora (1989) señala que la memoria colectiva no necesariamente forma parte de la llamada historia oficial, es decir, aquella producida por expertos y legitimada por instancias políticas. Esta distinción es un parteaguas porque crea un concepto que permite asignar valor a las expresiones cotidianas de un cierto grupo social, sin necesidad de que la figura del experto (el historiador) intervenga en la legitimación de un comportamiento o movimiento histórico. Lo anterior posibilita evaluar si ciertas expresiones excéntricas de una dada identidad cultural merecen mayor reconocimiento y, por lo tanto, protección. La aceptación del valor de la memoria colectiva comprendida en estos términos es lo que permite que instituciones como la UNESCO construyan programas como el del patrimonio intangible de la humanidad, que protegen expresiones consideradas extraordinarias o fuera de la norma social. ¿Quién opondría la protección de las diversas gastronomías mexicanas para favorecer una identidad culinaria única para todos los mexicanos? Por eso es importante la memoria colectiva: abre el camino para que convivan las memorias individuales con las de los colectivos y las de las naciones.

Posteriormente, Jan y Aleida Assman (1995 y 2019) desarrollarían la memoria colectiva de Halbwachs en «memoria cultural” y “memoria comunicativa». La primera se refiere al proceso a través del cual los referentes históricos se incorporan a la identidad de un grupo social. A pesar de proceder desde la “Historia” (así, con mayúscula), la memoria cultural reconfigura los mensajes históricos para que obtengan un sentido distinto dentro del contexto cotidiano. Frases que usamos los mexicanos como ‘le hace el viento lo que a Juárez’, son excelentes ejemplos de cómo se le da nueva vida a lo histórico, pero solo funcionan si la referencia compartida es absoluta, es decir, si no se cuestiona que la imagen predominante de Juárez es de un hombre que fue implacable ante las múltiples presiones políticas que enfrentó. Ahora bien, la imagen histórica que se comparte del Ángel de la Independencia es de una obra monumental pulcra y solemne con referencias directas a la imagen histórica de un pasado asumido como concreto donde los héroes que nos dieron patria no solo tomaron acciones que se enseñan como verdad histórica, sino que incluso esas personas tuvieron un rostro que hoy podemos reconocer.1

Ilustración: Patricio Betteo

A diferencia de la memoria cultural, la memoria comunicativa es aquella que es eternamente cambiante, mutable, actualizada y actualizable. Detrás de este tipo de memoria reside un poder que se ocupa de permitir que la comunicación socialmente mediada, sobre todo, en espacios públicos y en lo cotidiano, brinda aun mayor dinamismo a las referencias del pasado. Los memes son excelentes ejemplos: permiten constante mutación y resignificación, lo que a su vez es una acción que continuamente le imbuye nueva vida a la Historia.

Pierre Nora también desarrolló la teoría de Halbwachs, pero bajo sus conceptos de «lieux de mémoire” (lugares de la memoria) y «milieux de mémoire” (ambientes de memoria). Los lieux son los lugares donde la memoria se recuerda y permanece pero no se vive ni se ejercita. Esto quiere decir que son espacios que ya no se utilizan, pero que al ser observados o contemplados, aún fungen como referencias para que futuras generaciones creen y recreen sus identidades. Sin embargo al separarse del espacio vivo de la memoria, el milieux, se les imponen obstáculos, frecuentemente bajo el pretexto de la conservación patrimonial, para dialogar con el presente y el futuro.

“Los lieux de mémoire no son realmente vida, aún no muerte,
como conchas sobre la costa cuando el mar viviente de la memoria ha retrocedido”.

El Ángel de la Independencia es un lieux y esto constituye un problema: el Ángel es exitoso al construir referencias de las luchas sociales por la independencia y la libertad que brotaron hace doscientos años y que hace un siglo se transformaron en objeto a través del diseño y construcción del monumento, o bien, de la concreción de su memoria. Hasta allí vamos bien, pero conceptos como independencia y libertad no significan lo mismo para nuestra cultura digital de inicios del siglo XXI; y como los mensajes que expresa la columna no se han actualizado en los últimos cien años, aumenta su riesgo de rechazo.2 Pierre Nora incluso sostuvo que esta condición dominante y topográfica de los lieux de mémoire los hace incapaces de actualizarse, dándoles como función la supresión y destrucción de la memoria comunicativa a favor de la Historia.

En contraste, el milieux es, en cambio, «el ambiente real de la memoria”, donde se reconoce el valor de las acciones y el performance, incluyendo a la protesta, puesto que es allí donde abundan los gestos y las palabras impredecibles y, sobre todo, los intercambios de memoria dialógica, como los define Aleida Assman, que permiten la mutación de los mensajes. Por eso hay tensión entre lieux y milieux: son expresiones opuestas de concepciones sobre el valor identitario. Lo que observamos en la polémica sobre si las acciones sobre el Ángel constituyen una deslegitimización de la lucha feminista: es un enfrentamiento entre quienes reivindican la memoria cultural sobre la libertad de hace un siglo contra la libertad que impulsan las protestas feministas en el milieux de 2019.

¿Dónde se reconcilian estas posturas? En las estrategias que permiten crear espacio para que convivan ambas y más posturas.

Si contemplamos que al Ángel se le ha colocado una pátina de memoria comunicativa —de milieux— pero que es gracias a que aún existe y es legible la memoria cultural —o lieux— del monumento, entonces lo que resulta es un objeto mucho más complejo y poderoso: la lucha social por libertad de México en el siglo XXI actualiza a la memoria que dio pie a la necesidad de crear el monumento en el siglo XX: no olvidar que tuvimos que luchar y morir por la libertad en el siglo XIX. ¡Es bellísimo!3

¿Pero, deberíamos de dejar el Ángel así, con esta pátina de memoria? Quizá podríamos argumentar con los estudios de la memoria que sí, que en tanto no se resuelvan las exigencias de las mujeres feministas, el monumento a la Independencia comunica que el problema sigue latente. Sin embargo, no puede permanecer con esa pátina, ni protegérsele como si fuera parte del monumento, porque si se trata de abrir el espacio para enriquecer el funcionamiento comunicativo del Ángel, debemos reconocer que no pertenece solo a la lucha del feminismo, sino de muchas otras luchas sociales que también merecen encontrar cabida allí.

Lo increíble del Ángel no es solo la expresión plástica del objeto, sino las acciones que liberan su potencial comunicativo para mantener viva y relevante su mensaje primordial: que somos un pueblo que ha tenido que constantemente luchar en su búsqueda por la independencia. Las pintas hechas el viernes 16 de agosto de 2019 no le restan simbolismo ni lastiman la identidad nacional, sino todo lo contrario: refuerzan su importancia, actualizan su relevancia y la hacen más democrática. ¿Debería de permanecer así el Ángel? No, porque lo que buscamos es que se siga transformando.  Pero tampoco tendríamos por qué borrar y olvidar estas nuevas capas de memoria. ¿Qué si diseñáramos y construiríamos estrategias que resguardaran las capas de pátina? ¿Que si tuviéramos acceso a un acervo continuo de intervenciones al Ángel?

“Estudiar las luchas por la memoria es tan importante como estudiar a la memoria misma, y la lucha brota desde la calle: el escenario donde se manifiesta”.
—E. Jelin

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Sergio Beltrán García: Arquitecto que investiga espacios de memoria y ha colaborado en la creación de diversos memoriales como el Memorial New’s Divine Nunca Más, el Memorial a la Guardería ABC y el Memorial a las Víctimas de la Desaparición Forzada en El Quemado, Guerrero.

Referencias

Assman, Aleida. “Re-Imagining the Nation: Memory, Identity &; Emotion.” Keynote. International Conference of the Memory Studies Association , Junio 2019, Madrid, Universidad Complutense de Madrid.

Assman, Jan. “Collective Memory and Cultural Identity.” New German Critique. Vol. 65. Boston: New German Critique, 1995. 125-33. Print. Cultural History.

Jelin, Elizabeth.  “En conversación con Lidia Mateo Leivas”. Conferencia internacional de la asociación de los estudios de la memoria, junio 2019, Madrid, Universidad Complutense de Madrid.

Navarro, Maleny. “Asciende a 1.5 mdp las pérdidas por marcha feminista en la CDMX”. El Sol De México, 18 de agosto 2019.

Nora, Pierre. “Between Memory and History: Les Lieux De Memoire.” Representations. 26th ed. Vol. 0. San Francisco: University of California, 1989. 7-24. Memory and Counter-Memory. JSTOR, 2003. Web.

Rowe, Colin, and Fred Koetter. Collage City. Cambridge [etc.: MIT, 2006. Print.

Young, James E. “Memorials in History.” The art of Memory. NY: Prestel, 1994. Web.


1 Aquí vale la pena mencionar que estudios recientes han demostrado que las características físicas de figuras históricas como Miguel Hidalgo y Costilla, tan frecuentemente reproducidos en murales, libros de texto y propaganda gubernamental,  han sido resultado de una serie de fabricaciones arbitrarias hechas por artistas, y no corresponden con veracidad científica al rostro real de la persona. Resulta conflictivo proponer que el Ángel de la Independencia es una obra que captura fielmente los personajes que encendieron el espíritu de esa lucha social, y por lo tanto, que a la obra del monumento de le Independencia se le  debe defender su estado verídico u original, el cual es, a la luz de lo anterior, una mentira histórica. Ver aquí.

2 Tampoco ayuda que el Ángel de la Independencia es un monumento que representa a los hombres que nos dieron patria. Un breve repaso de la historia de la obra devela que fue comisionado por el presidente Porfirio Díaz al arquitecto Antonio Rivas Mercado, al ingeniero Roberto Gayol y al escultor Enrique Alciati, donde habrían de estar presentes Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Francisco Javier Mina, Nicolás Bravo y ocho hombres más. Es decir, es un monumento hecho por y para hombres. Las mujeres que aparecen en la obra son abstracciones de valores como la victoria, la patria, y la historia; mujeres que con sus cuerpos representan ideas, más no a sí mismas como personas con agencia y participación en la lucha social conmemorada. El Ángel también es un mausoleo que contiene los restos de trece hombres, pero solo una mujer, Leona Vicario.

3 Esto es lo que en los estudios de la memoria hemos diferenciado como memorial o contra-monumento. Seguido se utilizan las palabras monumento y memorial como sinónimos, pero al examinar los términos desde los estudios de la memoria, resulta que no solo son distintos sus orígenes, gestiones, procesos y usos, sino incluso antagónicos. Ver aquí.

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Fuente: https://labrujula.nexos.com.mx/?p=2463

DE LA CASA #126: AMORES PREHISPÁNICOS Y RESISTENCIA SOCIAL: RESIGNIFICACIÓN DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE TEPETZINGO Y HUAUTEPEC, ATENCO / ESS.

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Por: Ernesto Sánchez Sánchez

Los pequeños cerros de Tepetzinco y Huautepec (a veces llamado Coatepec), ubicados en el municipio de Atenco, han sido revalorizados tras las circunstancias relacionadas a la construcción de un aeropuerto en la zona (2001) y en el lecho del lago de Texcoco (2014). El conflicto por la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México ha necesitado la creación de símbolos de cohesión entre quienes defienden su cancelación, lo que explica el renacido interés local en conservar los vestigios arqueológicos que contienen.

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Las elevaciones tienen una altura de entre 9 y 13 metros, son de origen volcánico y se encuentran dentro de lo que fuera la planicie lacustre de Texcoco. Están en terrenos pertenecientes a los ejidos de San Cristóbal Nexquipayac y San Salvador Atenco. El conjunto está formado por los dos cerros y un montículo menor ubicado al sur de Huautepec, todos se comunican por calzadas (Fournier, 2006), diques (Cruces, 2014) o acueductos/diques (Manzanilla y Pacheco, 1997). Miden 2.50 metros de ancho y de 1.50 a 2 de profundidad, hechos de tierra y tezontle recubiertos por gruesas capas de estuco, similares a las estructuras que se pueden apreciar en los sistemas hidráulicos prehispánicos de la montaña de Texcoco. El lugar se conecta con el poblado de Nexquipayac mediante una calzada que se extiende, al menos, hasta el poblado de Santa Isabel Ixtapan (Coronel, 2016).

En Tepetzinco y Huautepec, además de los restos de una estructura cuadrangular en sus cimas, se encuentran petrograbados antropomorfos y geométricos, que quizá estén ligados a la observación astronómica y el culto al agua. En Huautepec existe además una talla que el imaginario popular ha denominado “Trono de Nezahualcóyotl”, sin embargo, más que el asiento del señor de Texcoco podría ser un punto de control del tráfico de navegación (Manzanilla et al., 2016).

Recorridos de superficie han encontrado cerámica del epiclásico y el posclásico (Parsons, 2008) aunque existe la posibilidad de ocupaciones más antiguas, esto basado en petrograbados (Manzanilla et al., 2016). Pasada la conquista del centro de México, el sitio se siguió utilizando, fundándose el poblado de San Francisco Tepetzinco, cuya existencia fue breve. Según testimonios del siglo XX, los terrenos adyacentes fueron de labor y recreación para la población local.

Los hechos relacionados a Nezahualcóyotl, señor de Texcoco, durante la época prehispánica fueron los que construyeron la importancia del sitio a través del tiempo. Las crónicas de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl hacen mención del lugar en tres ocasiones: para incluirlo en la lista de los palacios, recreaciones o jardines de Nezahualcóyotl; para mencionar que ahí fue donde Hernando Ixtlilxóchitl decide entregar a su hermano Cacamatzin a los españoles tras saber sus intenciones de liberar a Moctezuma Xocoyotzin; y para mencionar los amores de Nezahualcóyotl, que es el episodio al que más detalles dedica. Nos dice que tras una visita al señor de Tepexpan y ver a su esposa (Azcalxochitl), el señor de Texcoco quedó perdidamente enamorado de ella, pero no podía consumar su amor por ser la mujer de un buen amigo (según las fuentes históricas, Cuacuahtzin, el señor de Tepexpan, tenía gustos similares a los de Nezahualcóyotl), esta situación lo ofuscó al grado de urdir un plan donde mandaría a su amigo a una batalla de la que no regresaría, dejando viuda a su mujer. Sin ese obstáculo, decidió cortejar a Azcalxochitl y le indicó que siguiera, por una calzada, la peregrinación que acompañaba el traslado hacia Tepetzinco de una gran piedra que se encontraba en el cerro de Chiconautla, así nadie sospecharía que Nezahualcóyotl la estaría esperando.

En este relato se aprecia un paralelismo con la historia bíblica del rey David (Velazco, 1999), lo que hace pensar que fue una de las licencias poéticas de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl para agradar a oídos españoles, sin embargo, el corpus de las descripciones concuerda en general con los datos arqueológicos y aporta información sobre su contexto.

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El otro episodio que ha marcado el lugar es reciente y por lo tanto se desconoce sus alcances en la memoria colectiva, pero hasta el momento se mantiene vigente. Los conflictos por la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México han modificado el sentido y uso de la zona, Tepetzinco y Huautepec sirven a las personas opositoras del aeropuerto como punto de observación y vigilancia para proteger su territorio, resguardo ante los enfrentamientos físicos y centro de divulgación (Romanetti, 2016). Para esto último se realiza desde el año 2013 una ceremonia en el marco del movimiento solar hacía el cénit, donde una mezcla de grupos de mexicanidad, de oposición al aeropuerto y turistas, conviven tejiendo el puente entre su significado simbólico como parte de las antiguas posesiones de un gobernante justo y su búsqueda de justicia en la actualidad.

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Bibliografía

Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de. Obras Históricas. Instituto de Investigaciones Históricas UNAM. México, 1997.

Coronel Sánchez, Gustavo. “Historia y arqueología en las narraciones de Alva Ixtlilxóchiltl” en Historias Asombrosas del Acolhuacan, número 4, 2016.

Cruces Carbajal, Ramón. Tepetzinco, jardín prehispánico de Nezahualcóyotl. Libros Artesanales-Historia de México. México, 2014.

Fournier, Patricia. “Arqueología de los caminos prehispánicos y coloniales”, en Arqueología Mexicana, número 81, volumen XIV, 2006.

Manzanilla López, Rubén et al. “Aplicación de SIG en el análisis del arte rupestre. El caso de los cerros Huatepec y Tepetzingo en Atenco, México”, en XIII Conferencia internacional Antropología 2016, Instituto Cubano de Antropología, La Habana, Cuba, edición en CD-ROM.

Manzanilla López, Rubén y Adán Pacheco Benítez. Informe técnico de campo del Programa de prospección y rescate arqueológico durante la introducción de Fibra Óptica en la ruta carretera Pachuca. Puebla ICA-AVANTEL, INAH/Dirección de Salvamento Arqueológico, México, 1997.

Parsons, Jeffrey. Patrones de asentamientos prehispánicos en la región de Texcoco, México. Universidad Autónoma Chapingo. 2008

Ramonetti Liceaga, Ariadna. “(Re)inventar la tradición: Actos políticos de resistencia y significaciones rituales en la región de Atenco, estado de México” en Revista Textual, número 68, 2016.

Velazco Salvador. “Historiografía y etnicidad en el México Colonial: Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Diego Muñoz Camargo y Hernando Alvarado Tezozomoc”, en revista Mesoamérica, número 38, 1999.

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Sobre el autor: (Ciudad de México – 1985). Estudió Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Dirige el Proyecto Texcoco en el Tiempo y la revista de leyendas e historia local Historias Asombrosas del Acolhuacan.

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Fotografías cortesía de Carlos Alberto Padilla

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ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías./ “Textos De La Casa #126″. México 2018. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).

COLOQUIO INAH Y SOCIEDAD

LogotipoINAH75

El Instituto Nacional de Antropología e Historia

en el marco del LXXV Aniversario del INAH y del XXX del INAH en Querétaro

Convoca

a investigadores, académicos, profesionales del quehacer cultural, organismos comunitarios, defensores del patrimonio cultural y demás público interesado a participar en el

COLOQUIO INAH Y SOCIEDAD

Protegiendo e investigando el patrimonio cultural

Por realizarse los días 11, 12 y 13 de agosto de 2014 en la ciudad de Querétaro con el objetivo de generar un espacio de discusión y debate sobre la labor del Instituto y su vinculación con la sociedad. La tarea fundamental del Instituto es generar conocimiento sobre el patrimonio cultural a través de la investigación, protección, conservación y difusión que propician una constante relación con la sociedad. Desde su formación y en el camino por cumplir con sus tareas sustantivas, ha tenido encuentros y desencuentros con la sociedad en general. Consideramos que es momento de sentarnos a reflexionar sobre este vínculo a través de la presentación de trabajos que versen sobre las siguientes temáticas:

I. Patrimonio cultural, ¿para quién?

El patrimonio cultural es un constructo social cuyo significado y contenido ha cambiado con el tiempo y con la percepción que se ha tenido históricamente sobre él. Por lo tanto, se pretende analizar, discutir y problematizar sobre los procesos que definen la selección de expresiones culturales desde la mirada académica hasta las perspectivas sustentadas por la población en general.

Mesas:

I.1. ¿Qué es patrimonio cultural?

I.2. Los significados y funciones del Patrimonio cultural

II. El Patrimonio cultural ante la globalización

La compleja definición del patrimonio cultural vinculada a contextos históricos, sociales, culturales, políticos y económicos que se observan en el presente nos conducen a reflexionar sobre las distintas formas en las que interactúa global y localmente. Por ello, se pretende discutir sobre las acciones, proyectos, programas y estrategias de uso, manejo y gestión de nuestra herencia cultural.

Mesas:

II.1. El patrimonio cultural como estrategia para el desarrollo local

II.2. Designificación y resignificación del patrimonio cultural

III. Educación y patrimonio cultural

El patrimonio cultural en su relación con la educación demarca distintas vías para la construcción de una sociedad que celebre la diferencia sociocultural. Es necesario reflexionar sobre su relevancia en la generación de procesos educativos y de reproducción sociocultural en pro de la creación de espacios de intercambio, colaboración y comunicación de los valores culturales de la nación y sus distintos grupos étnicos.

Mesas:

III.1. Balance de la relación entre el INAH y la educación

III.2. Perspectivas de la relación entre el INAH y la educación

Se podrá participar en el coloquio bajo dos modalidades:

1. Ponencia escrita. Las ponencias deberán contar con una duración máxima de 15 minutos.

2. Ponencia cartel. Los carteles deberán presentarse en formato de 60 x 90 cm. Materiales, calidad y diseño quedarán a criterio del autor.

Los interesados en participar deberán llenar el formato de inscripción y enviarlo vía correo electrónico a inahysociedad@gmail.com antes del 30 de abril de 2014. Los trabajos serán enviados a dictaminación y el 15 de junio se dará a conocer el programa final del evento. Se confirmará por la misma vía la aceptación de los trabajos.

Los trabajos en extenso deberán presentarse en un máximo de 20 cuartillas con imágenes, bibliografía y notas incluidas, en letra Times New Roman 12 puntos, interlineado: 1.5, referencias bibliográficas estilo Harvard, en formato pdf. Además deberá enviarse el texto en formato Word con los pies de fotos integrados en el cuerpo del texto con las imágenes por separado en formato jpg o tiff (300 dpi) con lista y descripción de figuras. Los trabajos entregados en tiempo y forma serán enviados a un comité científico para su dictaminación y su eventual publicación.

Informes al teléfono (442) 245-5205, ext. 308019

Atentamente

Comité organizador

Fiorella Fenoglio, Elizabeth Hernández, Ricardo Jarillo, Israel Lara, Yanet Lezama, Mirza Mendoza y Juan Carlos Saint-Charles.

Santiago de Querétaro, Qro. a 20 de enero de 2014.

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Descargar formato de registro en esta página:

https://sites.google.com/site/inahysociedad/home/formato-de-registro