DE LA CASA #103: LA GUADALUPANA, REUTILIZACIÓN HISTÓRICA DEL MITO Y LA IMAGEN / JMB.

Por Julio Manzanares Brecht

Para efectos de dominio, el gobierno colonial desde los primeros años de conquista censuró el culto a deidades prehispánicas, pero ante la inutilidad de la medida optó por reutilizarlas o sustituirlas por católicas. Un ejemplo de trascendencia es la Virgen de Guadalupe, imagen que primero se invocó como remedio contra sequías y epidemias, y siglos después se utilizó como estandarte político. Con el paso del tiempo, dicho blasón cobró la proporción de símbolo de cohesión nacional. En los albores del XXI dicha imagen se convirtió en marca registrada, fue proclamada con sorna Santa Patrona del Internet, fue caricaturizada con frivolidad exitosa y los cánticos en su honor se utilizan como tono de teléfono celular. Su reutilización pasa por fines políticos, religiosos, identitarios y mercantiles. Así trasciende el tiempo.

Tiempo antes de la Independencia de México, la función del discurso de integración nacional fue persuadir a las clases bajas de la necesidad de unirse a la lucha por conseguir la emancipación. Sin embargo, Stanley y Bárbara Stain sostienen que esta convocatoria se tornó “un acto de manipulación utilizado por la elite defensora de lo colonial”, respondiendo al interés del dominio, no al de la soberanía popular. En el México no independiente, otros discursos y símbolos eran los que tendían a la integración comunitaria. Había una necesidad por conciliar la tradición indígena con la peninsular, aunque dicha necesidad a veces se negara.

En un territorio colonizado donde ninguna de las clases sociales tenía las mismas oportunidades de mejorar sus condiciones, el interés dirigido a la igualdad social resultaba retórico y la unión comunitaria un artificio. La invulnerabilidad de la población indígena fue un aspecto que aprovecharon los criollos en los siglos XVIII y XIX sobre todo, para aliarse con las clases populares, basándose en la promoción de una “hispanofobia”. De este modo, el desprecio por lo peninsular se convirtió en un estandarte de lucha y una posibilidad de cohesión.

Sin embargo, la revaloración de la “gloria azteca” no era del todo viable y fue promovida sólo hasta cierto punto porque en verdad, en lo mestizo se entrevieron más posibilidades de cohesión e identificación. Por ejemplo, Francisco González plantea que la reutilización del mito de la aparición de la Virgen de Guadalupe fue un intento por “deshispanizar” lo católico y despreciar lo consagrado por el régimen colonial. Y así, a través de la historia nacional, la Guadalupana ha sido símbolo reutilizado para fines de filiación y, por supuesto, de esperanza.

El gobierno colonial desde los primeros años de conquista censuró el culto hacia las deidades prehispánicas, pero ante la inutilidad de la medida, pues los indígenas seguían adorando a sus dioses, optó por reutilizarlas, sustituyéndolas o identificándolas con católicas. David Brading reflexiona acerca de que la imagen expuesta e invocada como remedio contra la sequía y las epidemias, siglos después del mito de su aparición, sirvió como estandarte político, tanto en la Independencia como en la Revolución mexicanas. Este estandarte es la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Desde su llegada a América, los evangelizadores forzaron la interpretación de mitos prehispánicos para legitimidad del cristianismo. Por su virtud de guía moral a Quetzalcóatl se le identificó con Jesús y en otros casos con Santo Tomás, a Tláloc, por su relación con el agua, con San Juan Bautista. Existen muchas más extrapolaciones iconográficas e ideológicas que ilustran este hecho, pero un ejemplo de relevancia incuestionable se dio con la diosa Tonantzin, Nuestra madrecita, de terminante importancia en el panteón mesoamericano. Sustituida por Guadalupe, a su veneración se unieron con los años tanto indígenas como criollos.

Los rasgos indígenas de Santa María de Guadalupe Tonantzin (nombre completo de la Guadalupana) y el hecho de elegir a un indio como testigo de su aparición, magnificaron su calidad de nativa y americana. No se debe olvidar además su carácter protector, una madre que envuelve al hijo desprotegido. La intención de los evangelizadores, según reflexiona Jaques Lafaye no deja duda, “se trataba de encaminar a los peregrinos hacia Nuestra Señora la Virgen, de sustituir a la diosa-madre de los antiguos por la madre de Cristo, madre de la humanidad”.

Con la adoración de Guadalupe había surgido un mito nacional bastante eficaz que envuelve la devoción de las masas indígenas y los criollos, y el entusiasmo del clero. Al paso de los siglos venerar a la Morenita del Tepeyac es honrar a la Reina de México y Emperatriz de América. Reverenciarla es afirmarse como mexicano y, al mismo tiempo, negar la na­cionalidad mientras transcurre el 12 de diciembre a los que no comparten su veneración (la intolerancia hacia los no católi­cos en México es histórica y encaja sus raíces en la profundidad colonial).

El 11 y 12 de diciembre lo católico se oficializa y la Gua­dalupana no sólo es un símbolo religioso, sino de unión y exclu­sión nacional. Los devotos se unen en un grupo que cierra filas y ocupa calles, plazas y espacios donde la fe ampara la ilegalidad. Las peregrinaciones tumultuosas que parten de distintos puntos se desbordan. Son de las únicas manifestaciones públicas que al entorpecer el libre tránsito no encienden el enojo ciudadano ni gubernamental o la crítica de los medios de comunicación. No celebrar el día toma significados de desamparo u orfandad, quien no festeja o no deja festejar “no tiene madre”.

En el país de una mayoría católica, ante la fiesta devocional, se pierden las proporciones y se concibe al día de Guadalupe como fiesta nacional. Y para esa mayoría, los que no comparten dicha veneración, simplemente no están o no son porque, de hecho, en el evento de las Mañanitas a la Virgen en la Basílica que se transmite por televisión, se encuentran “todos”: políticos, cantantes, actores, las clases populares y empresariales. Ante ello, el lazo entre guadalupanos se fortalece, pero entre connacionales (de distinto pensamiento) se debilita. Entonces ¿símbolo de unión o exclusión es la Guadalupana?

La mercantilización, el siglo XXI

En el año 2002 el empresario chino Wu You Lin consiguió ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), un registro de los derechos de la imagen de la Virgen de Guadalupe. A cambio de un pago de 2 mil 400 pesos, el registro le permitía al empresario la comercialización de la imagen en productos como juegos, juguetes, artículos de gimnasia y deportes, así como adornos para árboles de Navidad.

You Lin consiguió los derechos para explotar la imagen por 10 años, incluyendo el derecho a licenciarlo a terceros y la opción de renovación. Después el empresario oriental revendió las prerrogativas. En la primera década de los 2000 salieron al mercado diversos productos con la imagen en cuestión, el tradicional icono se adecuaba al contexto.

En agosto de 2003 el diario La Jornada informó que la Basílica de Guadalupe hizo lo propio, “un contrato cediendo el uso exclusivo de la imagen guadalupana en marzo del mismo año a la empresa transnacional Viotran por 12.5 millones de dólares, válido por cinco años”. En el trato se incluyó a San Juan Diego y se le garantizó a la empresa la «bendición especial» del rector de la Basílica, Diego Monroy, firmante del contrato, o de Norberto Rivera, arzobispo primado de México.

¿Ser o no ser?, esa es la cuestión de la Guadalupana. En el siglo XXI entre algunos sectores esta devoción recobra fuerza y en otros merma. En el tiempo de los dioses electrónicos y las redes omnipresentes, los críticos de lo católico y la fe guadalupana formularon un chascarrillo de proporciones teológicas que trastoca toda fe al lanzar una punzante e histórica crítica. Una pregunta irónica induce el sarcasmo: “¿Sabes por qué la Virgen de Guadalupe es la Santa Patrona del Inter­net?” Con sorpresa el receptor responde: “No, por qué” Entonces el iniciador de la sorna aclara: “Pues porque es virtual”.

El registro a favor de You Lin caducó después de una década, el 29 de febrero de 2012. Analistas del derecho industrial sugirieron a organizaciones católicas registrar la marca para evitar la explotación particular de un símbolo reconocido por la mayoría de los mexicanos. Mientras vencía el registro, se observó la imagen de la Guadalupana en mochilas, cuadernos, playeras, juguetes y adornos.

En esa misma época, a cambio de un mensaje de texto con un costo de $15 más IVA, se pusieron a disposición de los usuarios de teléfonos celular, tonos con cánticos guadalupanos. Dichos timbres santifican la comunicación vía satélite y afianzan la fe mientras la melodía transcurre; se escucha: “la Guadalupana, la Guadalupana, bajó el Tepeyac…” Y entre devotos que portaban celulares con bluetooth, se registró un intercambio de imágenes y tonos referentes a la Virgen.

La frivolidad y la ternura son cuestión de fe

Las amplias expectativas que trajo el siglo XXI se concentraron en lo material y lo tecnológico. Los huecos espirituales que lo religioso ya no colma, son acaparados por el consumismo que todo trastoca. En los albores de esta centuria, se vio con sorpresa y aprobación que la imagen tradicional de la Virgen de Guadalupe se transformaba, se adecuó a la apariencia “tierna” de las caricaturas. Los colores llamativos y las frases cursis e insulsas hicieron resurgir al ícono, su omnipresencia se logró por el mercantilismo y quizá no por el prodigio mismo de la santidad.

La diseñadora Amparo Serrano, como estudiante de la Universidad Anáhuac, realizó un proyecto de caramelos de chamoy, pero la Secretaría de Salud le negó la licencia porque los dulces destruían la flora intestinal de los niños. Se dedicó entonces a otras cosas. Sin fines empresariales, pues nunca lo pensó, Amparín hizo diseños que regaló a los amigos. Un día se le ocurrió caricaturizar a la Guadalupana y oh, santo éxito. Ahora su firma que abarca las tiendas Distroller es conocida en el mundo y sus productos bastante famosos. La imagen de la Virgen de Guadalupe, “la madrina” de la empresa, sobresale.

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Al principio la iglesia católica condenó la utilización de la imagen, la consideró una mofa. Pero Amparín, que se dice respetuosa de lo religioso, solo pretende que sus dibujos sean divertidos. Así fue como entre adolescentes (y adultos) la imagen recuperó algo del interés perdido en los últimos años. Existen unas mil caricaturas con el concepto “Virgencita plis”, cada una lleva un ruego. Estas peticiones bien las podemos entender como la frivolidad hecha oración, la santificación del ruego del burgués menesteroso o la oración del menesteroso que quiere ser burgués, el rezo del poco hábil que se cree tenaz.

Si a nivel de diseño y mercadotecnia el mérito de Amparín es plausible, en las peticiones que acompañan a sus vírgenes se percibe también la rentabilidad de la transgresión del lenguaje, la confusión de la ternura con la mentecatez, la apoteosis de los aparatos electrónicos, la indistinción entre la espiritualidad y el interés personal superfluo, la mezcla de lo new age con el catolicismo tradicional, el autoelogio disfrazado de humildad y el abandono de las acciones ante la esperanza que viene del cielo o del centro comercial.

Las imágenes se encuentran en estampillas, calendarios, cuadernos, separadores, ropa, artesanías, entre más. Algunos de los ruegos son: «Virgencita, plis mándame un novio”, «Cuida mi lana», “…cuida mucho a todos, pero más a nuestros fans”, “que este año me vaya de diez en mis materias, ya no puedo con más extraordinarios”, “plis cuida mi cel”, “cuida a todos los bomberos de la calor y líbralos de toda llama…”, “…ahí te encargo mucho mi lap, tú bien sabes que te lo pido en buena onda”, “virgencita tú siempre tan bella, buena y bondadosa, plis pásame un poco de esto”, “plis te encargamos al globo terráqueo, llénalo de paz” (sic).

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Imagen de la Guadalupana caricaturizada, copia pirata de los diseños de Distroller, en venta en las calles del centro de la CDMX

En la actualidad, más virtual que antes y masificada en estampillas Made in China (la piratería no respeta ni a la iglesia ni a la marca registrada Distroller), la virgen es caricaturizada para fines más mercantiles que propa­gandísticos. Recobra éxito entre púberos y resignificación entre arribistas. El consumidor de la imagen de la Guadalupana es visto como alguien que habla espanglish (y que ya no es indio como Juan Diego por gracia del mestizaje, la globalización, los medios de información y las nuevas tecnologías) e implora en el tono denominado fresa: “Plis virgencita cuídame mucho en este día, porfis!!!”(sic), pues finalmente se sabe vulnerable, pero no pierde la fe.

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Fuentes

Brading, David. Los orígenes del nacionalismo mexicano. Era, México, 1980.

González,Francisco. “Problemas de la constitución de la nación en México” en Nación, estado e ideología, 1989.

Lafaye,Jaques. Quetzalcóatl y Guadalupe, FCE, México, 1977.

Marketing.wordpress. Amparín, la historia detrás de Distroller, disponible en:  http://www.marketiin.wordpress.com/2013/12/09/amparinla-historia-detras-de-distroller/ , consulta: 25 de mayo del 2016

Stain, Stanley y Bárbara Stanley. La herencia colonial de América latina, Siglo XXI, México, 1987.

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Imagenhttps://thinkcreativeidea.wordpress.com/2013/11/15/amparin-un-ingenio-muy-distroller/

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Sobre el autor: (Ciudad de México, México – 1983) Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UNAM, especializado en prensa escrita y en temas culturales e históricos. Colaborador de distintas publicaciones. Desde 2005 trabaja lo concerniente a la investigación, protección y difusión del patrimonio cultural y natural. Ha participado en distintos proyectos de investigación del Instituto Nacional de Antropología Historia, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma Metropolitana. En colaboración con distintos especialistas, ha realizado videos documentales referentes al patrimonio cultural y natural, los museos comunitarios y la diversidad marina./

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ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías./ “Textos de la casa #103″. México 2016. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).

DE LA CASA #35: COSAS QUE NO… COSAS QUE TAMPOCO: BREVE LISTADO DE IDEAS ERRÓNEAS SOBRE LA ARQUEOLOGÍA / HAQP.

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Por Adolfo Quintanar

Es casi imposible evitar escuchar la palabra “Arqueología” y no asociarlos con algunas cosas como lo son: personajes de películas que portan látigos y sombreros de cuero, así como grandes perdidos tesoros que se encuentran en la espesura de la selva negra y que son custodiados por bravas tribus de nativos. Bien, la cultura popular nos ha pintado el quehacer arqueológico atribuyéndole unos colores que nada tienen que ver con la percepción objetiva y científica que la ocupa. Es cierto que la noción romántica nos remite hacia lo exótico de los paisajes egipcios, donde ocultos sarcófagos guardan maldiciones mortales para los incautos, pero es necesario advertir que todas estas percepciones no sólo son erróneas, si no que pueden resultar contraproducentes e incluso peligrosas para la realización del estudio del ser humano a través de los vestigios.

A continuación, hemos de mostrar algunas visualizaciones o asociaciones erróneas de la arqueología que todos debemos conocer antes de adentrarnos a las atrayentes aguas del mar de ideas que configuran la ciencia arqueológica.

1.- La arqueología no estudia piedras. Las obras talladas conforman sólo una mínima parte de todo el corpus material del que la arqueología se ocupa. No olvidemos que el objeto de estudio es el ser humano, no los minerales donde tallaron formas de animales, dioses… e incluso genitales.

2.- Arqueología no es buscar tesoros. El estudio arqueológico tiene una metodología. No buscamos el eslabón perdido ni la piedra filosofal.

3.- La arqueología no es lo mismo que tu opinión sobre las obras que fabricaron los humanos que habitaron antes que tú. El estudio científico es objetivo, No está basado en prejuicios u opiniones sentimentales. Hay un largo trecho entre decir: La fabricación de cabezas colosales es aún una interrogante para los estudiosos, y : Yo creo que esta cabeza olmeca la hicieron seres alienígenas porque un vagabundo me lo dijo.

4.- La arqueología no es una ciencia exacta. Todos los días surgen nuevas interrogantes y debates sobre las investigaciones del gremio. En esta comunidad no hay una verdad que dure más de 10 años.

5.- La arqueología no es religión. Las sociedades antiguas tuvieron sus sistemas de creencias propios y compartidos, y es muy válido que te sientas identificado con alguno de ellos. Pero no hay que confundir, la ciencia necesita postulados basados en la lógica, la coherencia y sistematización, Lo que menos queremos es que salgan herederos o hijos de Quetzalcóatl que crean que pueden interpretar un contexto arqueológico basado en danzas en el zócalo o en algún ritual peyotero dedicado a:_______Anote la deidad de su preferencia________. Puedes creer en Alá, Buda, Maradonna, Dios Eolo o en la Diosa de la Cumbia mientras esto no afecte tu juicio y ética profesional.

6.- Arqueología no es lo que TÚ pienses que es la arqueología. Desgraciadamente a veces caemos en la egolatría de pensar que tenemos razón en todo lo que pensamos. Esto puede llevarnos a una idea equivocada. La definición de arqueología aún está a debate, pero tradicionalmente se define como la ciencia o disciplina que estudia al ser humano, su forma de relacionarse, su economía, sus expresiones artísticas, símbolos, política etc.. a través de los vestigios materiales. Esto es diferente a pensar que la arqueología estudia “ruinas”, “Tesoros” o en el más exótico de los casos “A nuestras gloriosas culturas indígenas”.

7.-Arqueología no es fanatismo. Existe una línea bastante delgada entre sentirse identificado con las culturas que habitaron tu lugar de origen y el sentirse poseedor de las grandes verdades que sólo conocían nuestros antepasados indígenas. Así mismo es aberrante pensarse con la obligación de vengar las almas de los guerreros caídos en Tenochtitlan. (En el caso de México) por el simple hecho de que “nuestra cultura sería más avanzada si los europeos no hubieran llegado”. (¿Nuestra cultura? ¿Estábamos ahí?, ¿Nuestros antepasados? ¿Mi tatarabuela peleó contra Cortés?). Como debería de ser obvio, estudiamos hechos que ya sucedieron y no hay razón para precipitar la objetividad y dejarse llevar por ideas vengativas o nacionalistas extremas.

8.- Arqueología no es identidad ni nacionalidad. No importa tu lugar de origen, si a ti te place puedes estudiar arqueológicamente la cultura que más te guste. Eso no te hará un “malinchista” o un “vendepatrias”. De hecho es necesaria esa abertura para ampliar el panorama de investigación. Tú decides con qué o quienes identificarte, eso es independiente a la hora de ejercer, sin embargo, tu identidad no tiene por qué influir en tus juicios o interpretaciones profesionales.

9.- Arqueología es algo bastante complejo y gratificante… debemos seguir compartiéndola, admirándola y viviéndola. Pero recordemos que es una disciplina científica, por lo tanto hay que mantener un pensamiento coherente, objetivo y lógico para seguir construyéndola día con día.

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Foto: «Conclusiones»; Autor: Adolfo Quintanar Pérez; Modelo: Alondra Quintanar Pérez./

Parteras y Protestantismo. Tesis de Mariam Salazar Hernández

I COLOQUIO. Estudios Arqueológicos, Antropológicos e Históricos sobre la guerra en Mesoamérica

Facebook: Coloquio sobre la guerra en Mesoamérica

Twitter:  @ENAH_GUERRA

E-mail:  coloquio_eaah_enah@hotmail.com

Recepción de abstracts hasta el 7 de septiembre de 2012

Se entregará constancia con valor curricular

El coloquio será transmitido por ENAHTV en internet

Patrimonio Intangible en riesgo

Ya habíamos ‘posteado’ hace tiempo aquí y aquí una entrada sobre la concesión que se le otorgó a una empresa canadiense, para explotar una mina de plata en la zona de Real de Catorce, San Luis Potosí. Retomamos una nota del periódico La Jornada, para recordar que las presiones económicas sobre el patrimonio intangible de los pueblos de México también existen. Así como un video filmado en la zona arqueológica de Cuicuilco, donde se realizó una ceremonia en el marco de estas protestas, también otros dos con la participación del pueblo Wixárika en el Prodh y Ciudad Universitaria, lo que abre además un debate acerca del uso y ‘disfrute’ de los sitios arqueológicos en el país por parte de diversos grupos sociales, recordemos el caso similar en Monte Albán hace unas semanas con el movimiento de Javier Sicilia, que publicamos aquí mismo. Foto: Subversiones Aac

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Centro ceremonial huichol de la Isla del Rey, en la mira de empresas turísticas

Playa de la Isla del Rey, santuario indígena concesionado a dos empresas turísticas a pesar de un decreto presidencial. Al fondo se observa la Piedra Blanca, en cuya cima hay una imagen de la VirgenFoto Myriam Navarro

Myriam Navarro

Periódico La Jornada
Martes 1º de noviembre de 2011, p. 32

San Blas, Nay., 29 de octubre. El centro sagrado huichol Tatei Haramara se halla en medio de la exuberante Isla del Rey, que empresas turísticas buscan explotar, a pesar de que los huicholes tienen un permiso otorgado durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982) para utilizar la ínsula sin ser molestados.

La Isla del Rey, ubicada frente a la cabecera municipal de San Blas, es una zona virgen a la cual se llega en lancha. En las veredas se observan venados cola blanca y grandes iguanas.

Tras 10 minutos de caminata en medio del verdor se divisa una construcción rústica hecha de piedra y cemento, circundada por una malla de alambre cubierta por enredaderas. El centro ceremonial no tiene techo, pero sí piedras con inscripciones antiguas.

En una esquina de la iglesia hay un letrero, hecho al parecer con un clavo sobre cemento fresco, en 1992: El templo para los grupos Jicarero, Ind. de la Sierra, Santa Catarina, San Andrés, C. Las Igueras y San Sebastián Teponahustlán, Mpio. de Mezquitic, Xalisco y su anexo Tuxpan de Bolaños, feb-4-92.

En el interior del templo, las ofrendas huicholas están en una especie de altar. Hay velas a punto de derretirse por el intenso sol, cruces de palma y varas con listones multicolores; en la parte superior, una piedra que parece ser un antiguo reloj solar. Enfrente, una cueva al pie de un cerro que también se usa en las ceremonias de los huicholes, pues en su interior hay ofrendas similares.

Una vez que los huicholes concluyen sus ritos en el templo, caminan hasta una majestuosa playa desierta. Algunos dejan sus ofrendas entre la arena. Enfrente se yergue la Piedra Blanca, en cuya cúspide hay una imagen de la Virgen María.

La isla se encuentra en peligro de ser privatizada. El presidente municipal de San Blas, el priísta Porfirio López Lugo, dijo que luego de rendir protesta, el 17 de septiembre, supo que la zona fue concesionada a tres empresas turísticas que dijo no conocer. Aseguró que el problema ya está en manos de los diputados federales por Nayarit.

El edil añadió que coras de Jalisco, Durango y Nayarit están preocupados por esta situación. El terreno fue otorgado hace muchos años. Desde (el gobierno de) López Portillo el decreto marca que ése sería el uso. Añadió que concesionar la isla constituiría una invasión ilegal.

Tatei Haramara es tierra sagrada para huicholes de Durango, Jalisco y Nayarit, quienes celebran aquí matrimonios y bautizos, piden por conservar la salud, hacen ofrendas a sus dioses y lo consideran centro de energía espiritual.

El joven líder wixaritari Cilaunime Rafael Candelario Valadez pidió el 17 de octubre al gobernador Roberto Sandoval Castañeda respetar el centro ceremonial y solicitó audiencia.

Habitantes del puerto turístico de San Blas temen que no sólo se privatice la Isla del Rey, sino también las playas, que aún son de libre acceso.

Divulgaron una carta en la cual dan a conocer que el 8 de junio, en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó el acuerdo para desincorporar del régimen del dominio público de la Federación 645 mil 275 metros cuadrados en favor de Desarrollos Turísticos Paraísos del Rey SA de CV, y 354 mil 364 metros cuadrados en favor de Desarrollos Turísticos Aramara.

Cecilio Torres, habitante y lanchero de San Blas, señaló que el anterior presidente municipal panista, Hilario Ramírez, buscó entregar la isla a manos privadas. Eso nos jodería. La privatización no es buena para nosotros, dijo. Las visitas de huicholes son casi diarias; muchos llegan ya cayendo el sol, vienen de lejos, a pie, cansados, los cruzo a la isla y los espero. Ya cuando regresan, vienen hasta sonrientes, relata.

Los indígenas también manifestaron su preocupación en una marcha efectuada el 3 de octubre, vestidos con sus trajes típicos y con una pancarta en la cual exigieron respeto a los wirikuta y a sus tradiciones.