DE LA CASA #130: PUEBLOS MÁGICOS Y DERECHOS CULTURALES DE LOS RESIDENTES / VEHJ.

Por Víctor Eduardo Hernández Juárez

El turismo es un sector que deja una considerable aportación al producto interno bruto, sin embargo se debe ser crítico con esta práctica, en cuanto al tipo de modelo de desarrollo que pretende aplicar, el uso que se le da al patrimonio cultural y cómo las políticas públicas se relacionan con los derechos culturales de los habitantes de las comunidades que son impactadas de una forma directa o indirecta, en este caso se realizará una crítica al programa de Pueblos mágicos en función de dos aspectos, en primer lugar en cuanto a la población local, y en segundo lugar, al uso de patrimonio cultural.

En el año 2001 nace el Programa Pueblos Mágicos, según el acuerdo por el que se establecen los Lineamientos generales para la incorporación y permanencia al Programa Pueblos Mágicos[1] se constituye como una estrategia para el desarrollo turístico, orientada a estructurar una oferta turística complementaria y diversificada hacia el interior del país, basada fundamentalmente en los atributos históricos y culturales de localidades singulares. Esta noción alude principalmente a una visión de crecimiento económico tomando como motivación para el turista el patrimonio cultural, sin embargo no hace mención sobre los impactos o beneficios para la comunidad o cómo pueden ser aprovechados para la conservación y difusión del patrimonio.

El turismo, antes de la creación del programa, según datos de Talledos, se concentró en el denominado Sea, Sand And Sun y en la promoción de una imagen folklórica de los pueblos originarios, la cual exaltó la vestimenta y la comida de diferentes regiones como una tarjeta postal[2] así como en la creación de centros integralmente planeados que contaban con la infraestructura necesaria para brindar las comodidades al visitante en un solo lugar, este modelo prevalece en la visión del programa pues aunque no pretende construir grandes complejos de hoteles y restaurantes como lo hizo la política sobre el turismo de la década de los ochenta, si busca la creación de comunidades tematizadas y encaminadas en brindar servicios y comodidades al turista. En un inicio, el programa tenía la intención de aprovechar el patrimonio cultural de las comunidades cercanas a destinos de sol y playa ya consolidados para aprovechar los trayectos de carretera y detonar un crecimiento económico en zonas que se ubican en la periferia de grandes destinos turísticos, sin embargo, el aumento desmedido de nombramientos a localidades y el cambio de políticas públicas hicieron que el programa se convirtiera en un pilar para el turismo en los últimos años.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo, en la página oficial menciona que un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin, «magia», que emanan en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico[3], es importante señalar que en esta definición nunca menciona de forma la clara que estos criterios son parte del patrimonio cultural, las comunidades son las que en primer lugar son poseedoras de tal patrimonio, por lo tanto la comunidad es quien a través de su forma de vida y cotidianidad construye los elementos culturales a los que el programa aprovecha con fines turísticos.

El programa ha tenido una serie de cambios desde su creación y actualmente cuenta con 121 denominaciones, siendo las más recientes incorporadas en septiembre de 2018 en el marco de la feria de pueblos mágicos en Monterrey. Al hacerse un análisis sobre la cantidad de nombramientos otorgados desde su creación se puede notar el cambio de criterios para generar dichos nombramientos, debido a que en los primeros años del programa el número de incorporaciones eran limitado, esto sucedió ya que debían cumplir con criterios muy específicos como la cercanía con un destino turístico reconocido, pero al consolidarse el programa a partir del año 2012 se aligeraron los criterios creciendo de una forma desproporcionada a los objetivos del programa, convirtiéndose en una estrategia de gobernanza para los gobiernos municipales, esto trajo un problema en cuanto a la calidad de los servicios ofrecidos por lo que se optó por hacer una revisión del programa y no hacer nuevos nombramientos. No fue hasta el año 2014 cuando se actualizaron los lineamientos de pertenencia y de incorporación y comenzaron a descender el número de nombramientos, causados en gran medida por las quejas de los turistas en cuanto a los servicios ofertados y a las críticas de académicos y defensores del patrimonio cultural que solicitaban clarificar la situación del uso de la cultura.

Incorporación de nombramientos

Año

Número de nombramientos

2001

2

2002

9

2003

2

2004

2

2005

6

2006

6

2007

5

2008

0

2009

1

2010

4

2011

11

2012

35

2013

0

2014

0

2015

28

2016

0

2017

0

2018

10

Fuente: Elaboración propia. Enero 2019.

Barroso Alarcón concibe el programa de Pueblos Mágicos como un producto que responde a las motivaciones y expectativas de viaje de aquellos turistas cuya principal motivación de visita es la cultura[4]. Es entonces que el turista se convierte en el principal actor al que está dedicado el programa y por ende toda la planeación está dirigida en satisfacer sus necesidades dejando a la comunidad local en un segundo plano ignorando la existencia de sus derechos culturales, al respecto debemos entender que los derechos culturales están reconocidos en la constitución en su artículo cuarto, sin embargo, tal reconocimiento se dio en el año 2010 con la reforma sobre derechos humanos[5] que fue posterior a la creación del programa, a pesar de esta situación el reconocimiento de los derechos culturales ya se había dado desde tiempo atrás.

Al respecto, Bolfy Cottom menciona que al hablar sobre derechos culturales se debe contemplar que existen dos supuestos: el primer supuesto menciona que es incorrecto hablar del derecho a la cultura, pues de esta forma se aceptaría la posibilidad de que el ser humano pueda nacer o vivir en una comunidad sin cultura, en este supuesto el Estado tiene la obligación de respetar las diferencias culturales, siendo el principio de toda política pública la garantía y respeto a la libertad de creación y expresión.

El segundo supuesto parte de la idea que todos poseemos y formamos parte de culturas diferentes lo que ha producido una dicción entre las diferentes manifestaciones culturales que han provocado una desigualdad, por lo que se entiende como un reclamo a sus derechos, entre los que se destaca el derecho a la identidad, la libre expresión de las ideas y forma de entender la vida, mostrar sus capacidades creativas y que sean susceptibles de recibir los bienes y servicios que el Estado otorga[6].

Por otra parte Gonzales Castellanos refiere que el término “derechos culturales” viene sirviendo indiscriminadamente a propósitos discursivos carentes muchas veces de rigor en el análisis sobre orígenes y potencialidades, ante todo porqué, hasta expertos en ciencias sociales suelen confundir el término de derechos con el de legislación[7], la confusión en el uso del término que hace referencia el autor dificulta poder hacer un diagnóstico sobre la situación de los derechos culturales en las comunidades que son afectadas por el programa de Pueblos Mágicos, por lo que tomar el catálogo de prerrogativas que son consideradas como derechos culturales será sólo parte de una metodología académica para poder llevar acabo este análisis.

Cuando se menciona el reconocimiento de los derechos culturales se debe tomar en cuenta a qué personas es quien se le están reconociendo este derecho, son los turistas o los habitantes quienes gozan de estas prerrogativas pues dada su característica como parte de los derechos humanos no debe haber distinción alguna. Es cierto, parte de dicho reconocimiento se refiere al libre uso, goce y disfrute de la cultura en cualquiera de sus formas, pero habrá que ser críticos en cuanto a si el turismo funciona como una práctica de reconocimiento a la cultura o si es una herramienta para mercantilizar la cultura.

De los residentes y visitantes

En otro tenor, enfocado al público y las comunidades que residen en los Pueblos Mágicos, se cuenta con un diagnóstico de competitividad y sustentabilidad en el cual los temas que versan están relacionados la demanda turística y poco sobre los ofertantes, por lo que falta un estudio que se enfoque en diagnosticar el desarrollo de los habitantes locales más allá del rubro de la capacitación o los alcances económicos del programa. Se debe considerar la aplicación de una consulta previa sobre cuál es él modelo de desarrollo que la comunidad estime pertinente, así como la forma en que deba de ejecutarse.

Siguiendo esta línea, la diversidad cultural de las comunidades es la fuente de los atractivos que usa el programa para atraer al turista, por lo que atender los derechos culturales de la población debe ser una prioridad para conservar el patrimonio cultural. Es decir, a tomar en cuenta las características de cada población para así entender el impacto social y cultural de tendrá la aplicación del programa.

El turista ha sido visto como la prioridad en el programa y ha creado una segmentación en los modelos de la política turística, debido a que es el interés mercantil el motor para la creación de políticas públicas,  la segmentación turística crea imaginarios simplistas sobre los lugares a ser visitados y sobre sus habitantes, los cuales terminan siendo reducidos a una visión servicial y al turista como una élite a la que se le debe de complacer. Dicha división crea tensiones sociales entre los visitantes y los residentes debido a la desigualdad socioeconómica que se genera y a los cambios en los procesos culturales que son forzados por cumplir con este imaginario, es entonces cuando la fiesta del pueblo deja de ser para el pueblo y se convierte en un espectáculo para el visitante perdiendo el contexto y el valor para los habitantes. Esto provoca la pérdida de la memoria histórica y del patrimonio cultural e intangible.

En este mismo tenor, los habitantes de los pueblos con el nombramiento no han tenido una voz real dentro de la aplicación del programa, pues la toma de desiciones recae en el comité y el ayuntamiento, dejando sin mecanismos de participación a la comunidad. Al respecto Suárez Monsalve profesora e investigadora de la Universidad de Medellín menciona que la tradición electoral en Latinoamérica ha mostrado que los gobiernos municipales promueven proyectos que obedecen más bien a compromisos con las élites económicas y políticas y no son producto de consensos ciudadanos[8]. Por lo que las comunidades que se han convertido en destinos turísticos consolidados tienen que buscar métodos para crear diálogos y que su voz pueda ser tomada en cuenta para que se respete su identidad cultural.

En este sentido y a manera de propuesta la investigadora Aline Carvalho propone la necesidad de crear discursos más complejos que valoricen la diversidad local para permitir no sólo una mayor implicación de las múltiples comunidades locales en la actividad turística, sino un concepto valorizado de diversidad[9]. Esta diversidad debe ser atendida no sólo en cuanto al patrimonio cultural, visto como la noción de lo monumental, si no a la relación directa y cerca de la identidad con los habitantes, en manifestaciones como el idioma, las cosmovisión y las formas de organización de aquellas que cuentan con un gran número de habitantes de pueblos originarios como es el caso de Cuetzalan del Progreso o San Cristobal de las Casas. Es entonces, en estos casos donde se debe tener más cuidado en cómo se plantea la implementación de las actividades turísticas y cómo se crean las relaciones de convivencia y comunalidad. Cabe resaltar que en ambos ejemplos no se cuentan con los reglamentos, ni indicaciones de qué es el programa y cómo funciona en el idioma de las comunidades de pueblos originarios, por lo tanto, se deja fuera de la toma de decisiones a la población y el pueblo se convierte en una imagen folclórica que atrae visitantes y aprovecha sus conocimientos y diversidad cultural, los invisibiliza en cuanto a los recursos y desiciones sobre el territorio.

Otro de los problemas que tiene el programa es la incoherencia de los discursos, por un lado hace referencia al valor de la diversidad cultural y reconoce las identidades y cosmovisiones, por el otro mantiene en su estructura normativa una teoría jurídica rígida propia del derecho positivo mexicano. De acuerdo con el antropólogo Esteban Krots la normatividad unitaria era el proyecto identitario de la burguesía en proceso de consolidación, resultando una idea uniforme de nación. Así se combinaban y reforzaban mutuamente la acción de los mecanismos creados para reducir la diversidad sociocultural[10], es decir que bajo un criterio de homogeneidad el Estado pretende que se utilicen las mismas reglas de operación en todas las comunidades como si todas tuvieran las mismas características y se tratara de una sola identidad, por lo que la identidad de la población termina convirtiéndose en un discurso para mercantilizar la cultura, por lo tanto es indispensable que se creen mecanismos de exigibilidad de los derechos culturales e ir más allá de un solo reconocimiento.

En atención a esto Vélez Rivas propone la necesidad de un modelo de construcción de alteridades desde una concepción que rompa con los paradigmas excluyentes y de poder. Esto sin duda constituye otro reto para las imágenes construidas del turismo desde las guías y las imágenes de marca de los destinos; seguramente estos influirán en las maneras en que los turistas perciben ellos mismos a los nativos, lugareños y pobladores locales[11]. Siguiendo con esta propuesta se debe hacer una reflexión en cuanto a los papeles que han jugado en los procesos de la modernidad y la visión de la otredad, separar las divisiones entre residentes y visitantes y construir diálogos para respetar las desiciones y los caminos al desarrollo que la propia comunidad decida fuera de la voluntad de las políticas estatales.

Por lo tanto, la participación ciudadana es vital para el ejercicio de los derechos culturales y la integración de mecanismos donde la comunidad intervenga de forma directa sobre la toma decisiones y el uso del programa debe ser una prioridad en la elaboración de los reglamentos en cada comunidad atendiendo a la diversidad de la población contemplando en todo momento la consulta previa libre e informada y en caso de pueblos originarios debe elaborarse con respeto a su forma de organización, cosmovisión y en su idioma natal.

Del patrimonio cultural

De acuerdo con la Declaración de Friburgo en su artículo tercero[12] el patrimonio cultural es parte de los derechos culturales, entendiéndose como el derecho que tiene cualquier persona individual o colectiva de elegir y que se respete su identidad cultural, en la diversidad de sus modos de expresión así como de conocer y a que se respete su propia cultura, como también las culturas que, en su diversidad, constituyen el patrimonio común de la humanidad. En este contexto podemos concluir que el patrimonio cultural está relacionado con la identidad y su definición está alejada de la noción legal que encontramos en la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos en la cual encontramos que el patrimonio cultural mantiene una visión monumental, Al respecto Edna Rozó menciona que los espacios para el turismo emulan el sentido de lo monumental espacial buscando sobrevivir al tiempo, sin darse cuenta que con esa unicidad de lo estático-patrimonializado se genera una mirada reduccionista de la historia[13], esta mirada está relacionada con la forma de protección de aquellos bienes que representen una imagen para fortalecer una identidad nacional, uniforme plana y hegemónica.

En este contexto la identidad nacional ha servido para fortalecer la industria turística, pues los monumentos históricos, arqueológicos y artísticos son los que atraen mayor cantidad de visitantes ya sea en destinos consolidados o en los emergentes, es entonces que se mercantiliza la cultura y su valor se mide con base en cuántos visitantes puede atraer y la derrama económica que significa para el Estado y los particulares a través de empresas relacionadas a la prestación de servicios turísticos.

Sobre la mercantilización de la cultura Suárez Monsalve menciona que desde el turismo se aprovecha este mecanismo para la acumulación de ganancia y se hace uso de las transacciones sobre el ocio, la recreación, los productos artísticos, las tradiciones e incluso los saberes populares[14], la autora advierte que en estas transacciones mercantiles se encuentran también las expresiones culturales del patrimonio inmaterial, siendo estas las que le otorgan el valor monetario y el contexto al patrimonio material cultural, por lo tanto el turismo es considerado como una industria cultural que asume una función de acumulación de capital; por eso se utiliza como generador de estrategias de desarrollo en ciudades que desean insertarse en las redes globales de producción, de servicios y de comercialización con el uso de productos y simbología cultural[15] reduciendo al patrimonio cultural a un producto mercantil que solo está disponible para quien pueda pagar por su disfrute, atentando así contra los principios de los derechos humanos.

Al respecto, Allen Cordero menciona que la privatización turística se expresa, inicialmente, en la compra del espacio bello y su consiguiente cierre a los libres desplazamientos si no mediante un pago. Paralelamente, al turismo internacional le interesa canalizar algunas expresiones de la cultura turística autóctona, como pueden ser las comidas y bebidas, actividades recreativas y culturales corrientes como los deportes y actividades al aire libre, los bailes y otras expresiones socio-recreativas[16], estas expresiones que menciona el autor es lo que el programa denomina como la “magia” y queda reducida a un privilegio que sólo aquellos que pueden pagar por vivir o conocer estas experiencias tienen acceso.

Siguiendo esta idea debemos analizar lo que el programa de Pueblos Mágicos entiende por “Magia”, pues aunque menciona que son los elementos que hacen un lugar singular y de gran importancia para el turismo, se puede considerar que el término alude a un proceso teatral y de embellecimiento como si se tratara de un cuento que narra el interés por un imaginario, por ello es que la profesora Edna Rozó menciona que el lugar turístico opera como un teatro, como una metáfora de aparente socialización entre residentes y visitantes, donde lo efímero de la experiencia turística, sus itinerarios previamente demarcados, los ritos de entrada, estadía y salida hacen que las experiencias de los viajeros sean una ficción en la que se resignifica de manera permanente el lugar[17]. Alejándose de lo auténtico, peculiar u original que el programa pretende vender.

Este fenómeno de lo mágico Dean MacCannell lo llama el efecto de “disneyficación” el cual presenta a través de la creación de algunas atracciones turísticas que emulan el pasado o el presente, los hitos históricos, sociales y culturales, tradicionales o contemporáneos, re-creando lugares desde la mistificación, la escenificación o la ficción, cuya consecuencia es que lo que resulta atractivo es aquello que niega la autenticidad y que se valora desde los artificios, identificándolos como “seudoatracciones”[18], por lo que la tematización y re creación artificial de los lugares turísticos y la búsqueda de lo auténtico e identitario se han convertido en la práctica común de los pueblos con el nombramiento de mágicos, es entonces que surge la interrogante si el programa de pueblos mágicos aprovecha o crea los atractivos culturales.

Lo anterior hace pensar en la necesidad de nombrar a una expresión cultural como patrimonio, pues para quienes viven estas manifestaciones como parte de su identidad no necesitan la aprobación o reconocimiento del Estado o de alguna institución para llevarlas acabo, difundirlas o modificarlas según el contexto sociocultural de la misma población, en otras palabras son los miembros de la comunidad quienes deben definir cómo llevar su vida cultural ya sea en forma colectiva o individual, así como el aprovechamiento de su diversidad cultural.

En relación a lo anterior García Canclini menciona que los patrimonios reafirman algo propio, sobrestimándolo en comparación con los bienes del otro, y por eso mismo dividiendo. Si acaso tuviera sentido nombrarlos «patrimonios de la humanidad» no sería tanto porque todos podamos enorgullecernos de centenares de sitios lejanos que nunca vamos a conocer, sino por que algunos de ellos, gracias al turismo intercontinental, fueron asociados con acontecimientos mundiales como las olimpiadas y son difundidos como parte de un imaginario globalizado[19]. Es entonces que los patrimonios sólo son visibles y valorados cuando tiene un respaldo social basado en la aprobación de las masas, pues los criterios que llevan a un sitio a tener una declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad están relacionados con la cantidad de visitantes e información que sale de su región y logran convertirlo en un sitio de interés internacional.

En relación con las multitudes Renato Ortiz habla sobre su carácter como legitimados, al respecto menciona que una multitud es una conglomeración de personas en un determinado punto y pose la característica de la visibilidad, la multitud está compuesta por elementos heterogéneos donde no los une ningún vínculo social, por lo tanto, es transitoria, la multitud presupone la disolución de las individualidades, estas se encuentran anuladas por la coerción del todo[20], estas multitudes son lo que el Estado y la industria turística ha usado para evaluar cómo un caso de éxito el programa de Pueblos Mágicos, aún cuando no existen diagnósticos completos que permitan medir el impacto de estas multitudes en los poblados que generalmente antes de la aplicación del programa tenían una población mucho menor y con actividades económicas ajenas al turismo, generándose procesos de gentrificación y extractivismo.

El patrimonio es una herramienta que permite definir o “re-definir” una identidad generada por los contextos históricos, sociales y culturales de una región, entendiéndose como un complejo sistema de valores y símbolos cambiantes que le otorgan a un sitio su diversidad cultural, por lo tanto estos procesos no deben ser forzados a mantenerse estáticos a fin de conservar rasgos folclóricos que sirvan para el turismo, como una especie de burbuja cultural donde las políticas estatales tratan de mantener aquellos elementos que pueden utilizar como productos culturales, tampoco deben ser manipulados para que el modelo de desarrollo basado en la infraestructura modifique el entorno o que actividades económicas obliguen a cambiar una forma de vida para que el lugar tenga una “magia” y pueda ser considerado como beneficiario del programa.

Casos

Muestra de lo anterior se realizará una breve revisión del caso de San Cristobal de las Casas atendiendo a sus especificados, no sin antes aclarar que en cada uno de los pueblos con el nombramiento se den tomar consideraciones diferentes para su análisis en materia de derechos culturales, pues cada población es diferentes atendiendo sus contextos, por lo que el siguiente ejemplo es enunciativo, no limitativo e intenta mostrar violaciones a los derechos culturales en sus habitantes causadas por la ejecución del programa.

San Cristobal de Las Casas

Esta población en Chiapas fue incorporada al programa en el año 2003 en medio del conflicto zapatista y con una población en su mayoría compuesta por miembros de pueblos originarios tzotziles y tzetzales. Es indispensable para hacer el análisis que la historia de la región de los altos de Chiapas es la que ha marcado la identidad de San Cristobal y está estrechamente vinculada con otras poblaciones aledañas como es Zinacantan, San Juan Chamula o San Andrés Larraiza, las cuales también son afectadas de forma directa por el turismo.

Siendo tres los elementos principales los que atraen al turismo, en primer lugar está la arquitectura colonial, en segundo, la cultura de los pueblos originarios, y en tercero, la identidad revolucionaria causada por el movimiento zapatista.

En cuanto a la arquitectura colonial se debe entender que la mayor parte de inmuebles con estas características son las iglesias y museos, sin embargo la casa del los habitantes sufrieron modificaciones debido al desplazamiento de los pobladores por la venta de inmuebles a extranjeros, está situación se dio por el reconocimiento que en el año 2010 se le otorgó por ser “El pueblo más mágico de los pueblos mágicos”, dicho reconocimiento se dio por la recuperación de la imagen urbana, el rescate del centro histórico y el crecimiento de inversiones por parte de extranjeros en la compra de inmuebles para crear una fuerte estructura hotelera y restaurantera. En este punto es donde se hace la primera crítica ya que estos logros en los modelos de desarrollo no representan un beneficio económico para los habitantes, pues la inversión en los hoteles y restaurantes es en su mayoría extranjera, obligando a los pobladores a vender sus inmuebles ya que su modo de vida no coincidía con los modelos planteados por el programa. Actualmente la población coleta[21] ha sido excluida por los extranjeros.

Por otro lado, la cultura de los miembros de pueblos originarios que habitan en San Cristobal de Las Casas y sus alrededores, tienen una relación de tensión entre los habitantes originarios, los extranjeros y los visitantes debido a la discriminación,  desigualdad social y la explotación laboral que viven los primeros, para los miembros de pueblos originarios San Cristobal es un centro de comercio que les permite tener un sustento a través de la venta de productos y artesanías, pero que han sido desplazados a la afueras del cuadro denominado como “mágico”. Mientras que en el cuadro principal existen galerías de arte propiedad de extranjeros, los miembros de comunidades originarias tienen que recurrir al mercado informal. Es evidente la segregación causada por el imaginario colectivo que se ha creado pues el orgullo de lo indígena se valora cuando está en sus poblaciones[22] y no cuando venden artesanías a pie de piso. La explotación de la imagen de lo indígena es uno de los atractivos turísticos que más atrae turistas en San Cristobal, siendo caricaturizados en su cultura. Otra crítica que se hace sobre las comunidades es la falta de información en su idioma natal, no existen documentos que respeten sus derechos lingüísticos, que hablen de las reglas de operación del programa o que puedan facilitar la comunicación con los visitantes.

Finalmente se tiene también la identidad revolucionaria pues la explotación de elementos que aluden al ejército zapatista como una forma de atraer visitantes se ha convertido en una práctica común, se pueden encontrar desde productos o servicios relacionados con el movimiento zapatista que invita a vivir la experiencia de la revolución, creando un tercer imaginario turístico al servicio de la venta de la cultura y la identidad.

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Foto 1. Vida cotidiana fuera del cuadro principal. Lugar: Mercado municipal “José Castillo Tielemans”, San Cristobal de las casas, Chiapas, México. Autor: Víctor Eduardo Hernández Juárez. 

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Foto 2. Mercado de artesanías donde se concentra la mayor parte de la población de pueblo originario. Lugar: Iglesia de Santo Domingo, San Cristobal de las casas, Chiapas, México. Autor: Víctor Eduardo Hernández Juárez.

Conclusiones

El programa de Pueblos Mágicos se ha enfocado por ver a la cultura como un producto mercantil, creando o manteniendo imaginarios que intentan ser atractivos para el visitante, por medio del discurso de preservar lo auténtico y lo singular, sin embargo es a través de ese mismo discurso que ha tenido una serie de deficiencias en cuanto a la originalidad del producto que oferta y al respeto de los derechos culturales, pues en su aplicación se limita a crear las condiciones de comodidad para un grupo de visitantes con cierto nivel de elitismo, dejando de lado a los habitantes de los pueblos con el nombramiento. El programa no prevé mecanismos de participación ciudadana e intenta estandarizar la diversidad cultural, por lo que los responsables de la creación de políticas turísticas deberían abrir espacios de diálogos interculturales a fin de que las prácticas turísticas no afecten a la población local y puedan tener accesos a los beneficios económicos de forma directa si esta es la voluntad de la población. La Secretaria de Turismo debe crear diálogos con otras instituciones a fin de crear programas interinstitucionales de turismo con organizamos de cultura, pueblos originarios y la sociedad civil para que los proyectos estén validados por la población mediante una consulta previa y sobre todo que estos proyectos surjan por iniciativa de la propia comunidad. Por su parte la población debe de integrarse y crear propuestas para defender sus derechos culturales.

Con la desaparición del presupuesto federal al programa de Pueblos Mágicos vendrán nuevos retos en la forma de administración y organización a lo cual las comunidades estarán en un momento clave en el que tendrán que abrir diálogos para tomar desiciones sobre el uso y aprovechamiento de su riqueza cultural, pues algunos poblados ya se han consolidado como destinos turísticos por excelencia y al no ser estática la cultura, está actividad  tendrá un efecto transformador en aquellas comunidades que decidan continuar con él modelo turístico como actividad principal.

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Notas:

[1] Acuerdo por el que se establecen los Lineamientos generales para la incorporación y permanencia al Programa Pueblos Mágicos publicado en el diario oficial de la federación el 26 de septiembre del 2014 consultado en https://bit.ly/1qDmNvd 

[2] Talledos Sánchez Edgar,  Megaproyectos turísticos en México El caso de los centros integralmente planeados en Megaproyectos en México: Una lectura crítica, p. 94.

[3] Consultado en https://bit.ly/293Kgcy

[4] Barroso Alarcón en MADRID Flores Francisco (coord.) Pueblos mágicos, aciertos  y retos de una iniciativa de política pública en turismo. Limusa, México, 2016,p 24.

[5] Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. Artículo 4 constitucional consultado en https://bit.ly/2MDSvjw

[6] Cottom Bolfy, Legislación cultural temas y tendencias, MAPorrua, México, 2015, 24 p.

[7] Gonzales Castellanos V. , Patrimonio cultural integración y desarrollo en América Latina.p 27.

[8] Suárez Monsalve Ana María, Políticas de recuperación de ciudad, una mirada crítica a las estrategias de comunicación e imagen turística de Medellín y Río de Janeiro en Turismo y cultura 46 p.

[9] Carvalho  Aline, Políticas públicas del turismo en el litoral Norte de São Paulo (Brasil):turismo de naturaleza versus turismo cultural en Turismo y cultura: retos y perspectivas en América Latina,.  129 p.

[10] Esteban Krotz, Antropología jurídica: perspectivas socioculturales  en el estudio del derecho p. 17.

[11] Vélez Rivas,Marta Lucia. Las alteridades en los viajes y el turismo: propuesta de un horizonte de investigación, 316 p.

[12] Declaración de Friburgo consultada en https://bit.ly/V0ShmD

[13] Edna Rozo, El lugar y las dinámicas del turismo, 176 p.

[14] Suárez Monsalve Ana María, Políticas de recuperación de ciudad, una mirada crítica a las estrategias de comunicación e imagen turística de Medellín y Río de Janeiro en Turismo y cultura: retos y perspectivas en América Latina, 58 p.

[15] Ídem 49 p.

[16] Allen Cordero Ulate, Nuevos ejes de acumulación y naturaleza el caso del turismo, p 124.

[17] Edna Rozo, El lugar y las dinámicas del turismo, 176 p.

[18] Dean MacCannell , El turista, p 20.

[19] García Canclini Néstor, La sociedad sin relato Antropología y estética de la inminencia, 81 p.

[20] Renato Ortiz, Otro Territorio, convenio Andrés bello, p 75-76.

[21] Nombre que se le da a los habitantes originarios de San Cristobal de las casa.que remiten su historia a la fundación de la ciudad.

[22] Se ofertan tour por comunidades de pueblos originarios cercanas a San Cristobal De Las Casas, siendo estos de gran aceptación por los turistas.

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Bibliografía

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GARCÍA Canclini Néstor, La sociedad sin relato: antropología y estética de la inminencia, Katz Editores, Argentina, 2010, 264 pp.

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IBARRA García María Verónica y Talledos Sánchez Edgar (coords), Megaproyectos en México: Una lectura crítica, Facultad de filosofía y letras, UNAM / Editorial Itaca, México, 2016. 286 pp. ISBN 978-607-02-7876-1

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LOPEZ Levi Liliana, Valverde Valverde Carmen, Fernández Poncela Anna María  y Figueroa Díaz María Elena (coords). Pueblos mágicos una visión interdisciplinaria I. UAM Xochimilco, UNAM, México, 2015, 462 pp.

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MADRID Flores Francisco (coord.) Pueblos mágicos, aciertos  y retos de una iniciativa de política pública en turismo. Limusa, México, 2016, 304 pp.

MACCANNELL Dean, El turista: una nueva teoría de la clase ociosa, Melusina, España, 2003, 291 pp.

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OSORIO Julián, Rozó Edna editores, Turismo y cultura: retos y perspectivas en América Latina, Universidad Externado De Colombia, Bogotá, Colombia, 2013, 512 pp.

Hemerografía

Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. Trapecio amazónico: turismo e imaginarios sociales sobre un territorio exotizado. Volumen 26, Número 2, p. 113-131, 2017. Martha Lucía Vélez Rivas. [https://doi.org/10.15446/rcdg.v26n2.59229]

Legisgrafía

  • Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos
  • Declaración de Friburgo
  • Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos

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Sobre el autor: (Ciudad de México – 1988) Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, con especialidad de Políticas Culturales y Gestión Cultural de la UAM Iztapalapa, actualmente se encuentra terminando la maestría en Derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM, cuenta con cursos de actualización en materia de legislación del patrimonio cultural, derechos de autor, pluralismo jurídico y gestión cultural. Es coordinador del Seminario Derechos Culturales Un Reconocimiento Impostergable en la UACM, plantel Cuautepec. Como consultor independiente en materia de derechos de autor, ha colaborando con empresas, asociaciones civiles, en proyectos culturales y con artesanos de diversas comunidades de pueblos originarios. En el área laboral se ha desempeñado como docente y tallerista en diversas instituciones, entre las que destaca su participación como profesor de asignatura en la materia de Legislación del patrimonio cultural y artístico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, plantel San Lorenzo Tezonco, y colaborador en el Grupo de Investigación sobre Derechos Colectivos y Ambientales en la Universidad Nacional De Colombia sede Bogotá./

Contacto: abogadoculturalvictor@gmail.com

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DE LA CASA #129: SI HAY MAGIA… HAY TRUCO / SV.

Por Selene Velázquez

Si hay magia, hay truco” me dijo en alguna ocasión un buen amigo en Guanajuato capital, mientras hablábamos de los llamados Pueblos Mágicos…

Pero, querido lector, querida lectora, si usted nunca antes había escuchado hablar sobre los Pueblos Trágicos Mágicos, deje le cuento un poquito de ellos.

En el año 2001 se creó un programa para beneficiar a municipios que tuviesen atractivos únicos y diferentes, dignos de ser visitados para incrementar el turismo en la localidad y que la derrama económica llegara a todos, cito directamente de la guía para la incorporación y permanencia de los Pueblos Mágicos, desde la página de SECTUR:

Los Pueblos Mágicos, son localidades que requieren orientarse para fortalecer y optimizar el aprovechamiento racional de recursos y atractivos naturales y culturales, fortalecer su infraestructura, la calidad de los servicios, la innovación y desarrollo de sus productos turísticos, el marketing y la tecnificación, en suma, acciones que contribuirán a detonar el crecimiento del mercado turístico.

Entonces, si ustedes viven en un municipio cuyas características los hacen especiales, digamos, que conserve en buenas o medianas condiciones su arquitectura, alguna fiesta tradicional excepcional o un lago de aguas cristalinas (ya ven que casi no abundan) o todas las anteriores juntas, arma un proyecto de mínimo 4 cuartillas para contar porqué debería estar en el programa de Pueblos Mágicos, además de conformar un patronato para la declaratoria, se compromete a que el estado y el municipio, junto con la IP invierta en la infraestructura turística, lo inscribe para su consideración anual, la valoran y, listo, si ven viable la declaratoria se la dan y a partir de ahí, le entregan un documento de inscripción al programa, tipo diploma, comienzan las asesorías, los recursos para la mejora de la imagen urbana e infraestructura, y puede utilizar el logotipo y en sí, la marca de Pueblo Mágico para su municipio.

En Nuevo León, (ese bonito estado del noreste mexicano), contamos con tres Pueblos Mágicos: Villa de Santiago, Linares, y recientemente, Bustamante. Santiago, se encuentra a casi 34km al sur del centro de la ciudad de Monterrey, y es uno de los sitios turísticos por antonomasia desde mucho antes de la declaratoria, cuando uno suele “agarrar carretera” como decimos acá, Linares un poquito más lejos, se encuentra a 127km, el cual, junto con Bustamante al norte, a 111 km están aproximadamente a 1:45 horas del centro de la capital. En los tres municipios, el contexto natural es riquísimo, abunda el agua, las montañas e incluso los sembradíos, en su traza urbana, aún conservan grandes ejemplos de arquitectura norestense, ya sea de tierra, adobe, caliche o ladrillos cocidos, la variedad en su gastronomía es exquisita y están repletos de hechos que han conformado la historia de Nuevo León.

Hasta aquí, todo parece perfecto, ¿no?

Sin embargo, no todo es como parece.

El programa, desde un inicio, ha presentado fallas de las cuales se ha escrito, hablado y discutido muchísimo, en lo particular en la que me concentraré es en la unificación visual de las poblaciones, principalmente en su arquitectura de mediano o pequeño formato, y es que, si bien, no podemos unificar por sus dimensiones al Templo del Apóstol Santiago en el municipio del mismo nombre, con el Templo del Señor de La Misericordia en Linares, o el de San Miguel Arcángel, en donde se encuentra el veneradísimo Señor de Tlaxcala en Bustamante, las pequeñas o grandes casonas de los pueblos, son tratadas como si fuesen parte de una mera escenografía colorida, en donde se les trata de manera homogénea sin tener un plan de acción para su conservación, restauración y permanencia , ¿cómo es esto?

En el caso de Santiago y Linares, las casonas de tierra, en donde ya fuera que sus muros sean de adobe o de sillar de caliche (bloques labrados por sus cuatro caras de tierra compuesta por grava, limo, arcillas y sobre todo: caliza), fueron aplanadas con un mortero a base de cemento y arena, y, en algunos casos sobre malla de gallinero y pintadas con pintura vinílica, lo que impide que el muro de la construcción pueda transpirar correctamente, le provoca humedades, disgregación en la fábrica del muro, y por ende, deterioros. Está documentado cómo se perdieron detalles de esgrafiados o molduras para al final, solo recuperar las formas abstractas, perdiendo la decoración de las casonas norestenses.

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Santiago 1: Estado de conservación de una casona norestense, antes de «la mejora urbana» del Pueblo Mágico de Santiago, en donde podemos apreciar aún el detalle de los alto relieves en el acceso de medio punto y las ventanas, aplanados con cal y arena de río. también es posible ver enmarcado el inmueble con pintura a la cal.

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Santiago 2: La escenografía: aplanado de cemento y vinílica sobre el mismo inmueble.

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Santiago 3: ¿En dónde quedaron las molduras? ¿Cómo está por dentro?

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Santiago 4: Estado de conservación del interior de la casona norestense. Claramente se observa una «»mejora estética»» (las dobles comillas son adrede) del bien inmueble solo al exterior. Fachadismo puro.

En alguna ocasión, registrando las intervenciones en estos poblados, me tocó acercarme con uno de los maestros albañiles que estaba trabajando los inmuebles, “Maestro, ¿con qué está enjarrando? Le pregunté. “Con cemento y arena”, hasta la fecha, no sé qué cara habré hecho que, inmediatamente después me respondió: “yo sé que esto no se debe de hacer, pero son órdenes que me dan, yo mi casa la enjarro con cal y arena, esto nomás va a desgraciar la casita, pero eso me ordenó la constructora”.

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Linares 1: Bultos de cemento para el aplanado sobre muros de sillar de caliche.LINARES 2

Linares 2: Además del aplanado de cemento sobre la arquitectura de tierra, se utilizaron pinturas vinílicas, que, por ser plásticos, encapsulan a la fábrica del inmueble, en la imagen superior, aún es posible ver pintura a la cal en la moldura.

En Linares, por ejemplo, el mosaico antiguo, anti derrapante, de la Plaza Juárez fue cubierto en su totalidad por un piso de concreto rectangular, cuando en realidad, el mosaico bicolor, típico de una época en la región, se encontraba en perfecto estado de conservación. Cuando, quien les escribe por acá, fue a documentar el proceso de transformación del pueblo, al platicar con los boleros del jardín, me comentaban que no estaban de acuerdo con que se cambiara el piso, porque además de ser resbaloso, le quitaba “lo bonito, lo antiguo” a la plaza. Además, al igual que en Santiago, las fachadas de los inmuebles se recubrieron con cemento y sin pensarlo se recubrió, de nuevo, con pintura vinílica, incluso los inmuebles que pertenecen a la Universidad Autónoma de Nuevo León o al estado, como el Templo del Sagrado Corazón de Jesús.  Y sí. Lo que se busca con el programa, es la intervención rápida de los espacios, las apariencias, la escenografía perfecta para la selfie o en sí, para la foto. No importa que el inmueble esté, por así decir, con una enfermedad terminal, sÍ, por el exterior se ve recién pintadito de colores chillantes, si se ve pulcro, mágico.

linares 3Linares 3: Piso de la Plaza Juárez, losetas hidráulicas de mosaico anti derrapante en buen estado de conservación siendo cubierto completamente.

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Linares 4: Inmueble de sillar de caliche de la UANL, detalle de los aplanados con cemento.

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Linares 5: Inmueble de sillar e caliche de la UANL, acabado final pintado con vinílicas.

La denominación llega sin consultar a los habitantes, se impone como una visión vertical en donde se les dice que el turismo llegará a borbotones, la derrama económica será en abundancia y además ¿cómo es que te vas a negar que tu propiedad se vea como nueva? Claro, en el entendido que, tengas la suerte de que no hayan llegado ya a comprarte tu inmueble a un precio baratísimo para que, al final, el dueño de todo el centro sea solo uno o unas cuantas personas. Porque, no neguemos el hecho, de que, en la mayoría de los Pueblos Mágicos, los propietarios de los inmuebles ubicados en la poligonal beneficiada son siempre tan solo unos cuantos, los que al final del día, administran la “riqueza” generada. Aunado a ello, en muchas ocasiones las poblaciones se ven gentrificadas (claro, no sólo se gentrifica a las colonias de las grandes ciudades), la comunidad que ha habitado por muchísimo tiempo ve encarecido su estilo de vida, y es expulsada hacia otros sitios. La gordita de maíz o el dulce de leche se hace “gourmet”, aumenta su valor y se hace inaccesible para quienes ahí habitaban.

Los escritos, estudios e investigaciones sobre los Pueblos Mágicos y sus consecuencias negativas en los entornos son amplísimas, por muchos años se ha pedido la reconsideración del programa, hasta que un buen día de diciembre de 2018, se dio la noticia: el presupuesto designado para los Pueblos Mágicos en el 2019 sería de 0 pesos, e incluso, se consideraba la eliminación de la marca[1].

Pero es que, entonces, ¿nuestros ruegos y súplicas fueron escuchadas?

Y la respuesta es: no, no nos engañemos. El programa desaparece ante la nueva política de austeridad encabezada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. No tiene que ver con una política cultural real en cuanto a la protección y conservación del patrimonio cultural de los pueblos, sino más bien, a la reducción del presupuesto. El turismo en estos sitios no desaparecerá, el apoyo económico, sí.

El momento es el ideal para ahora sí, buscar la protección y el disfrute real del patrimonio cultural, es el momento perfecto para que los municipios volteen a ver a sus artesanos, a sus maestros albañiles, a sus cocineras tradicionales, y se rescaten los oficios, se rescaten no solo las antiguas recetas de cocina, sino también, los antiguos sistemas constructivos de las regiones, que se creen talleres de conservación en las poblaciones, que se haga comunidad.

Estamos en un punto clave: la búsqueda real de la permanencia de nuestro patrimonio cultural por sí solo, y no por medio de una marca mágica. Dejemos de pintar el deterioro, mejor, busquemos la solución, y sobre todo, aprendamos a conocer nuestras diferencias y a partir de ahí, la riqueza que tenemos.   Digamos adiós a la magia y trabajemos para recuperar la realidad y lo tradicional de nuestros pueblos.

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Sobre la autora: (Monterrey, Nuevo León – 1982) Maestra en restauración de sitios y monumentos por la Universidad de Guanajuato y arquiterca por la Universidad Autónoma de Nuevo León, ama a la arquitectura norestense y a su tierra. Es fundadora de Restáurika, empresa que se dedica a la arquitectura contemporánea y a la restauración de bienes muebles e inmuebles. No le gusta quedarse callada cuando ve que le tiran el patrimonio de su ciudad./

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Notas: [1] https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/dejan-sin-recursos-121-pueblos-magicos-de-mexico

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ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías./ “Textos de la casa #129″. México 2019. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).

DE LA CASA #98: EXPERIENCIA NOCTURNA. LUCES QUE APAGAN LA RAZÓN / HEV.

Por Héctor Manuel Espinosa Vázquez

Experiencia Nocturna Teotihuacan

Antecedentes

El espectáculo de luz y sonido en Teotihuacán es un proyecto que ha trascendido sexenios, instituciones, personajes de la vida política y científica del país. Tiene antecedentes en la década de los 60 del siglo XX; cuando México había obtenido la sede de la olimpiada de 1968.[1]

Los preparativos incluirían una “olimpiada cultural” que se extendió a las ruinas de Teotihuacán con un espectáculo denominado Teotihuacán Luz y Sonido, que incluía textos de Salvador Novo que eran leídos por los artistas de cine Charlton Heston y Claudio Brook en versiones en inglés y español respectivamente, con la iluminación de los principales edificios del lugar, mientras se amenizaba con música de fondo. Espectáculo que fue cancelado a principios de los años 80 por los conflictos generados entre vendedores ambulantes de la zona y el público que se quedaba a pernoctar en el sitio.

En 2009, se llevó a cabo el último intento por establecer dicho espectáculo, bajo el nombre de Resplandor Teotihuacano, impulsado por Enrique Peña Nieto quien fungía como gobernador del Estado de México en esos momentos; el espectáculo fue suspendido por las miles de perforaciones que se hicieron en la estructuras piramidales para la colocación de más de 2500 luminarias. Esto se logró gracias a un fuerte movimiento de activistas, encabezados principalmente por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y alumnos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Para ese año, la Zona Arqueológica de Teotihuacán ya formaba parte de los sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, categoría que le fue otorgada desde 1987.

http://www.unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/world-heritage/

Aquí dejamos algunas ligas para revisar algunos videos del movimiento y acciones que se tomaron en 2009, que influyeron para detener el proyecto Resplandor Teotihuacano:

https://www.youtube.com/watch?v=apKzs8PB86M

Arqueólogos opinan sobre el proyecto de luz y sonido llevado a cabo en Teotihuacán y su daño al patrimonio cultural.

https://www.youtube.com/watch?v=WNa1fGX5OyU

https://www.youtube.com/watch?v=oyDJB03v8I8

El espectáculo de luz y sonido en Teotihuacán destruye el patrimonio y viola la ley.

https://www.youtube.com/watch?v=cgLA4uNyeJE

El Universal. Juego de luces y sonido en Teotihuacán. (13 de enero de 2009)

https://www.youtube.com/watch?v=ucm7Pf6ygWw

Pirámides de Teotihuacán, visita de la representación popular.

https://www.youtube.com/watch?v=7qMdZOsJYTI

Destrucción al patrimonio histórico de Teotihuacán  (2009)

El proyecto Experiencia Nocturna en Teotihuacán

Actualmente bajo condiciones políticas y estructurales muy diferentes a las de 2009, se llevará a cabo dicho espectáculo, ahora denominado Experiencia Nocturna en Teotihuacán, con el aval del Gobierno del Estado de México, la recién creada Secretaria de Cultura, un INAH que cada vez pierde más valor moral ante la opinión pública en lo que defensa del patrimonio concierne y un pueblo de Teotihuacán, ahora convertido en Pueblo Mágico, como promesa de un progreso para las comunidades así denominadas, que el proyecto de pueblos mágicos a nivel nacional no ha demostrado.

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Fotos publicadas en la página de la Presidencia de la República en Facebook

Este espectáculo es el producto de una serie de intentos por parte del gobierno del Estado de México por imponer un espectáculo de luz y sonido en la zona arqueológica, aún con el rechazo y críticas de gran parte de investigadores del INAH, que tienen el antecedente del proyecto, que fue suspendido en 2009.

El viernes 18 de marzo se presentó a las autoridades el proyecto Experiencia Nocturna en Teotihuacán, proyecto cultural que tiene como principal atractivo ofrecer un espectáculo de Video Mapping sobre la cara poniente de la pirámide del Sol en la Zona Arqueológica de Teotihuacán en un horario nocturno. Así quedó constatado en la Ceremonia oficial del espectáculo Experiencia Nocturna en Teotihuacán. Los organizadores argumentan que el evento se hace sin realizar afectaciones a los inmuebles arqueológicos, que las luces que inciden sobre la pirámide no afectan ni deterioran ninguna estructura, por lo que no se afecta al patrimonio arqueológico[2].

La reacción a esta acción por parte de un gran sector de la población es de expectativa por ver el espectáculo, pero también ha sido de rechazo por parte de otros sectores, especialmente el académico y profesionistas dedicados a la arqueología y al patrimonio de México, siendo su principal vía de manifestación los medios de comunicación como televisión y periódicos de circulación nacional y redes sociales; en esta ocasión nos enfocamos específicamente en las que se dieron a conocer en Facebook; donde desde inicio del año se han venido publicando por parte de algunos diarios las notas periodísticas relacionadas con el evento:

Artículo de Excélsior, 11 de enero 2016.

Rechazan luz y sonido en Teotihuacán. Con autorización del INAH, en abril se planea lanzar el proyecto turístico de ‘video mapping’, que es cuestionado por arqueólogos de la zona. 11/01/2016 05:24  Luis Carlos Sánchez.

http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2016/01/11/1068053#imagen-1

Artículo de La Jornada, lunes 7 marzo 2016.

Refutan venia del INAH para montar shows en Teotihuacán

http://www.jornada.unam.mx/2016/03/07/cultura/a07n1cul

Las razones económicas sobre cualquier argumento

No es nada nuevo que los sitios arqueológicos sean usados como medio para obtener dinero, más aún, la política económica del país está apostando a que sea el turismo el medio para generar divisas, en un momento en el que la explotación y comercialización del petróleo se ha venido abajo, los sustentos del país quedan en manos de las remesas que mandan los co-nacionales como fruto de su trabajo en el país vecino, Estados Unidos.

Desde el sexenio de Felipe Calderón se ha impulsado el turismo para que en esté recaiga la captación de dinero, el proyecto de Pueblos Mágicos ha tomado un impulso para la creación de lugares donde el visitante nacional y extranjero creen las fuentes de trabajo que los gobiernos estatales y federales no han sabido o no han querido realizar.

El titular de la Secretaria de Turismo, anuncio a principios de año que se impulsaría el turismo en México como nunca antes, pues el objetivo de la actual administración es posicionar al país como uno de los principales destinos turísticos del planeta. Los estados que tienen destino de playa pueden cumplir este objetivo de manera más natural, pero ¿qué pasa con las entidades que carecen de este recurso?, pues en estos estados se planea impulsar la creación de pueblos mágicos y turismo cultural y de aventura para lograr los objetivos. Empresa por demás difícil, si tomamos en cuenta los niveles de violencia que se despliegan  a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.

Proyectos como el de Teotihuacán serán cada vez más comunes en nuestro tiempo, ya es palpable la tendencia de esto, basta revisar la oferta que el Equinoccio de Primavera 2016 ofrece a los visitantes en diferentes sitios arqueológicos, de varios estados del país, prácticamente cada zona abierta al público, está asociada a un festival. Volviendo al caso de Teotihuacán, el artículo de La Jornada, lunes 7 de marzo 2016, menciona:

El gobierno del estado de México invertirá al menos 112 millones 435 mil 227 pesos en la contratación de servicios informáticos para el suministro, implementación y puesta a punto de un sistema multimedia automatizado que incluye hardware y software para el manejo de tecnologías e integración de audio, videoseñal y redes, con el equipamiento necesario para poder llevar a cabo los recorridos nocturnos de la zona arqueológica de Teotihuacán, según indica la licitación otorgada a Abel Aké en junio del año pasado…

… De acuerdo con lo dispuesto en la Ley Federal de Derechos, el costo de acceso a Teotihuacán después del horario normal de operación es de 190.55 pesos. El gobierno del estado de México no ha informado si habrá un pago adicional para el recorrido nocturno.

En la publicación del día 20 de marzo, La Jornada publica sobre el costo del acceso al espectáculo:

http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/20/acceso-al-show-multimedia-en-teotihuacan-costara-390-5528.html

Acceso al show multimedia en Teotihuacán costará $390

La secretaria de Turismo del gobierno del estado de México, Rosalinda Benítez informó cada función tendrá un cupo para 270 personas y serán los días viernes, sábado y lunes que podrá proyectarse el show multimedia.

En entrevista, explicó que de los 390 pesos del costo, 220 pesos irán directamente a la federación, a través de la Ley Federal de Derechos, «que es una contribución federal que no tiene excepciones y los cuales irán directamente al Instituto Nacional de Antropología e Historia para proyectos de conservación e investigación de la misma zona arqueológica de Teotihuacán”.

Abundó que el resto de los recursos, es decir 170 pesos será para el pago de la contratación de 25 personas que operan el espectáculo y la contratación de la expedición de los boletos.

En la página web de la empresa encargada de vender los boletos se ofrecen los boletos por 471 pesos, 390 del costo anunciado + 81 pesos de cargos por servicio ¿Dónde y para quién es esta diferencia? ¿Cómo se asignó a Ticket Master la venta de boletos? ¿Puede el 60% de la población económicamente activa, con un sueldo menor de 80 pesos por día o con menos de 6000 pesos mensuales de ingreso acceder a estos eventos?

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Con el inicio del espectáculo de luces el viernes 25 de marzo, un gran número de visitantes expresó su molestia ya que los boletos de acceso, contrario a lo que se había anunciado, sólo pudieron adquirirlos directamente en las oficinas regionales de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de México, ubicadas en el municipio de San Martín de las Pirámides y no estuvieron al alcance del público en general; aspecto que no pasó desapercibido por los medios. El día del evento, el público se aglutinó en la puerta número 2 de la zona arqueológica y desde ahí observó el espectáculo, aunque como lo menciona la nota de La Jornada, no escucharon nada. http://www.jornada.unam.mx/2016/03/28/cultura/a06n1cul

Las empresas promotoras en Teotihuacán acapararon los boletos del espectáculo para ofrecer paquetes que incluyen traslado o cena, con costos que van de mil a 2 mil pesos. La Jornada 28 de marzo.

El espectáculo se realizará los días viernes, sábados y lunes, NO en domingo por que ese día el ingreso a las zonas arqueológicas es gratuito, lo que obligaría a los organizadores a dar el servicio gratis a los asistentes.

Si tomamos en cuenta este costo del boleto y lo multiplicamos por los 270 asistentes por evento, multiplicado por 3 días a la semana, y esto se multiplica por cuatro fines de semana tenemos un monto de 1,296,000 por un mes, lo que al año nos arroja la cantidad de 15,552,000.

Esta cantidad apenas rebasa el 10% de monto invertido lo que nos indica que el espectáculo deberá tener 8 años o más para recuperar lo invertido. Pero como sólo se deben considerar los 220 pesos que marca la ley, entonces recuperar la inversión tardará más de 13 años. Con estos simples cálculos podemos ver que el proyecto tiene intenciones de quedarse por mucho tiempo.

¿Y los proyectos de investigación científica dónde quedan?

Por lo anterior es preciso preguntarse ¿en dónde terminarán los ingresos recaudados por el espectáculo de luces? Si el gobierno estatal invirtió más de 112 millones de pesos, como lo menciona el artículo de La Jornada ¿cómo y cuándo piensa recuperarlos? ¿cuánto de esta inversión se destinará a la investigación de la zona arqueológica? ¿cuánto al cuidado, conservación y mantenimiento de la misma? De acuerdo a la titular de la Secretaria de Turismo del estado, 220 pesos del costo de los 390 ingresaran directamente al Instituto Nacional de Antropología e Historia para proyectos de conservación e investigación.

Surgen otras interrogantes ¿Se asignará dinero al municipio? ¿Se incluirá a los habitantes de Teotihuacán como beneficiarios de esta derrama económica?, una respuesta a esta última cuestión se puede ver en el artículo de la Jornada publicado el 20 de marzo donde se escribe lo siguiente:

Rosalinda Benítez había informado que durante este fin de semana se ofrecería el espectáculo gratuito para los pobladores de la región, sin embargo, la noche del sábado, decenas de vecinos acudieron a la puerta 2 de la zona arqueológica de Teotihuacán, pero estas fueron canceladas sin previo aviso.

Teotihuacán se convirtió en Pueblo Mágico, pero no se han resuelto los problemas que afectan a la comunidad, uno de ellos es posiblemente el principal factor para ahuyentar a los visitantes, nos referimos al constante asalto de camiones que llegan al lugar, casi a diario los transportes públicos que se desplazan desde Ciudad de México a Teotihuacán son víctimas de la delincuencia, esto es un problema que no han podido resolver las autoridades.

Si esto pasa a la luz del día que sucederá con los visitantes nocturnos, esto hace que los únicos en poder acceder al espectáculo sean las personas que lleguen en auto propio o que las empresas que ofrecen el servicio se queden con las ganancias, ya que estos paquetes ofrecen servicio de ingreso al espectáculo que incluye transporte de ida y vuelta a la Ciudad de México.

Aún con los problemas no resueltos el espectáculo debe continuar y ya se pueden encontrar en la red opciones de paquetes de servicios para para visitar Teotihuacán http://somoscdmx.wix.com/inicio#!blank/k5xbb; podemos observar que la visita es de entrada por salida, no contempla un paseo, ni mucho menos una estancia por el pueblo de San Juan Teotihuacán, ni por San Martín de las Pirámides, pueblos vecinos de la zona arqueológica; con lo que nuevamente los pobladores de estos lugares no se verán beneficiados por las visitas nocturnas a la zona arqueológica.

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Lo que predice un aglutinamiento de vendedores ambulantes en la puerta 2 de la zona arqueológica para ofrecer sus productos a los visitantes. Con lo que NO se cumpliría la expectativa anunciada por el jefe del ejecutivo:

La noche del pasado viernes fue inaugurado el espectáculo multimedia de luz y sonido ‘Experiencia nocturna en Teotihuacán’, por el presidente Enrique Peña Nieto, quien afirmó que este proyecto, además de brindar una nueva experiencia a los visitantes, “contribuirá al desarrollo turístico, económico y social de la región, de manera sustentable y con absoluto respeto y cuidado para nuestro patrimonio”. La Jornada 20 de marzo.

El futuro que estamos viviendo

Al parecer esta será la línea que los gobiernos estatales seguirán en pro del progreso, bajo el argumento de que lo que la sociedad necesita es la creación de empleos; se seguirán creando festivales y eventos nocivos alrededor o dentro de los sitios y zonas arqueológicas, este futuro ya está en construcción, pues en este equinoccio podemos detectar a través de redes sociales, un incremento de publicidad de eventos en sitios y zonas arqueológicos como el caso de Tajín en Veracruz; Chalcatzingo en Morelos; Tula en Hidalgo; Uxmal y Chiche Itzá en Yucatán y la lista continúa.

Cada vez se ofertan más festivales cuyas ofertas culturales están muy alejadas del significado de los sitios y la promoción del cuidado del patrimonio, donde el visitante poco o nada podrá rescatar como acervo de su capital cultural personal.

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En lo que se refiere a la creación de empleos, tampoco se cumple con el objetivo, cada vez es más notorio como las poblaciones y comunidades locales son desplazadas por las empresas prestadoras de servicios turísticos y las ganancias económicas de los eventos quedan en manos de unos pocos. Esto último es lo que está sucediendo en Teotihuacán.

Para finalizar hacemos la siguiente recomendación: Si decides asistir al espectáculo Experiencia Nocturna en Teotihuacán, te pedimos ser respetuoso con los edificios, caminar sólo por las áreas que han sido asignadas para el evento, no dejar basura dentro del sitio y seguir todas las indicaciones. Así mismo te invitamos a leer más sobre la cultura teotihuacana, donde seguramente, en la amplia bibliografía que existe del lugar, encontraras más argumentos que los mostrados en el espectáculo de luces, inclusive te darás cuenta de algunos errores y carencias que en él existen.

No es aceptable que los monumentos arqueológicos, se utilicen para la proyección de luces o cualquier actividad que atente contra su categoría de bien inalienable (Capitulo III, De los Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Art. 27 y 28 de La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos). De no encontrar la justa medida para este tipo de proyectos, veremos la paulatina transformación de las zonas arqueológicas de México para convertirse en simples patios para la exhibición de espectáculos que poco o nada tienen que ver con la historia de los sitios, donde el deterioro se verá cada vez más acentuado.

Ante los embates del mercantilismo voraz y con el cada vez más acentuado desinterés por la conservación del patrimonio arqueológico, histórico, natural o artístico, tal vez se debería cambiar el significado de Teotihuacán: lugar donde los hombres se convierten en dioses a lugar donde las piedras y las lucecitas se convierten en dinero.

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Anexo 1: Noticias donde los vestigios arqueológicos son destruidos para dar cabida a proyectos inmobiliarios, ya sea comerciales o habitacionales son lo común en nuestros días.

Valle de Bravo

Aristegui noticias

http://aristeguinoticias.com/0803/mexico/inah-destruye-bastion-arqueologico-de-valle-de-bravo-para-abrir-centro-comercial/

Pie de Página

http://piedepagina.mx/Valle-de-Bravo-pueblo-magico-construido-sobre-vestigios.php#.VuGobyXBoNw.facebook

En Puebla, Proyecto Cholula

Ecocidio al destruir el manglar en el Malecón Tajamar Cancún, Quintana Roo, para la construcción de un complejo turístico

Excélsior TV

El caso de Tlaltizapán en Morelos

En Puente de Ixtla

Todos los videos son signos de esta política gubernamental. Para redondear, dejamos la liga de una entrevista realizada a la titular del INAH donde expone los problemas y la posición de la política de la Secretaria de Cultura para el cuidado del patrimonio.

Finalmente, el periódico Reforma publicó el día sábado 26 de marzo un comunicado firmado por los Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH, que resume todo lo expresado en este trabajo.

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Experiencia Nocturna Teotihuacan

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Notas del autor: Toda la información ha sido recabada de las páginas electrónicas de los diferentes diarios y empresas que se mencionan en el trabajo y que fueron publicadas en Facebook desde el inicio de 2016.

[1] https://www.clubensayos.com/Acontecimientos-Sociales/Gustavo-Diaz-Ordaz/1332124.html

[2] Ceremonia Inaugural del Espectáculo Experiencia Nocturna en Teotihuacán. https://www.youtube.com/watch?v=7YzRyPX2ENg&feature=youtu.be&app=desktop.

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Sobre el autor: Licenciado en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Maestro en Antropología con especialidad en Arqueología por la Universidad Nacional Autónoma de México (FFyL – IIA – UNAM).

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Versión para imprimir y descargar aquí //

ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías./ “Textos de la casa #98″. México 2015. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta). // Foto de portada: Vive Teotihuacan

#LasPrestadas: Qué son los “Pueblos Mágicos” de México y por qué todos quieren serlo.

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Por Alberto Nájar

Es un círculo al que muchos quieren pertenecer. Pero sólo unos cuantos lo han logrado. Se trata de la categoría de «Pueblos Mágicos», un grupo de comunidades mexicanas que han conservado su arquitectura original, tradiciones, historia y cultura. En principio se trata de una etiqueta para promover el turismo en esos lugares. Pero no es sólo eso. Pertenecer a este exclusivo club permite acceder a presupuesto para obras públicas y seguridad, por ejemplo. Eso es algo que muchos municipios necesitan en el país. Y por eso la designación causa polémica.

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Actualmente existen 111 Pueblos Mágicos. La mayoría fueron elegidos en el gobierno pasado (2006-2012). Especialistas dicen que no todos merecen seguir en esa lista, y que otros nunca debieron incluirse. Ya se trabaja en eso, le dice a BBC Mundo Alberto Colorado, director adjunto de Gestión de Destinos de la Secretaría de Turismo (Sectur). «Estamos evaluando. Va a haber pueblos que dejen de estar y otros serán amonestados», explica.

Ganancias

De acuerdo con la Sectur, un Pueblo Mágico es una localidad que «a través del tiempo y ante la modernidad, ha conservado su valor y herencia histórica cultural». El programa inició en 2001, y durante los primeros años de operación fueron pocas las comunidades designadas. Originalmente la idea era que los visitantes a algún centro turístico conocieran los pueblos cercanos, que generalmente se encontraban en condiciones económicas difíciles. Fue una manera de generar recursos para esas comunidades, y también de aumentar la oferta turística. Al principio las condiciones para alcanzar esa categoría eran contar con algún atractivo histórico o religioso, accesos carreteros y encontrarse cerca de otro destino más importante. También se solicitaba la cooperación de pobladores y comerciantes locales para dar un buen trato a los turistas. Hasta 2009 sólo 32 comunidades habían cumplido los requisitos. Pero después la cantidad aumentó hasta llegar a 83 en 2012. Otros 28 recibieron el nombramiento el pasado 26 de septiembre.

«No hubo mano negra»

Cuando un pueblo es designado como «mágico» los gobiernos estatal y federal se encargan de las obras que incrementen su atractivo, las que no tienen costo para la autoridad local. Por ejemplo, se pintan las fachadas de las casas, se da mantenimiento a los monumentos patrimoniales, mejora la red eléctrica y de drenaje.

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Algunos especialistas calculan que el turismo aumenta sustancialmente tras la designación. Por ejemplo algunos casos como el pueblo minero Real de Catorce en San Luis Potosí el incremento fue de 1.300%. En este escenario algunos ven otras razones para otorgar los nombramientos. «Se ha vuelto un tema político», le dice a BBC Mundo Jorge Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Femar). Pero Colorado, el director de la Sectur, lo niega. El nombramiento, dice, es resultado de cuatro procesos de análisis, que en el caso de las últimas 28 designaciones incluyó una convocatoria abierta en la que participaron 150 localidades. Estas comunidades debieron cumplir 10 requisitos –el doble solicitado a los primeros pueblos designados–, que incluyen manejo de residuos sólidos y planes de seguridad, por ejemplo. Luego se realizaron visitas a las comunidades. Y tras esta evaluación se aplicó una proyección económica para determinar el potencial a futuro de los pueblos aspirantes. «No hubo mano negra, todo fue transparente. Se privilegiaron las cuestiones técnicas sobre las políticas», afirma el funcionario.

Privilegios

Sin embargo, algunos cuestionan el énfasis que se ha dado a los Pueblos Mágicos en los últimos años, por encima de otros atractivos. «En México tenemos 10 ciudades que son Patrimonio de la Humanidad y no se hace una promoción más fuerte», recuerda el presidente de Femar. «Finalmente ofrecen más atractivos que un Pueblo Mágico».

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Según Jorge Hernández, algunas de estas localidades no tienen instalaciones de hospedaje, lo cual limita la posible derrama económica que puedan obtener. Es parte de un proceso en marcha, insiste el funcionario de Sectur. Hasta hace poco el mayor atractivo de México eran los destinos de sol y playa, algo que ahora se pretende modificar. «Lo que hacemos es diversificar la oferta turística poniendo valor nuestrosatractivos gastronómicos, de naturaleza y de cultura», explica. «Todo eso ofrecen los Pueblos Mágicos. Es cultura viva».

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Fuente: BBC Mundo, Ciudad de México. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151016_mexico_pueblos_magicos_cultura_turismo_an?ocid=socialflow_facebook