#JuevesDepozole… // Hace unas semanas fuimos a la exposición «Patrimonio Biocultural y la Megaminería: Un Reto Múltiple» que se presenta en la «media luna» de la #ENAH. En esta ocasión les presentamos la primera parte: El Origen // Se recomienda un mezcal de gusano para el mal sabor de boca. ///// #Galería
Carta de los trabajadores del Centro INAH Morelos al director general del INAH. México, D. F. 28 de febrero de 2013: Etnólogo Sergio Raúl Arroyo. Director General de INAH
Presente.
Ante la inminente apertura de una mina a tajo abierto a tan solo 3km de la Z.A. de Xochicalco, existe la preocupación de un sector de la comunidad académica y de los trabajadores Administrativos, Técnicos y Manuales pertenecientes a la Delegación INAH-Morelos de esta institución, dados los efectos negativos que tendrá hacia el patrimonio arqueológico. Los abajo firmantes, arqueólogos preocupados ante el peligro en que se encuentra este sitio inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, deseamos exponer nuestras observaciones ante este hecho.
1. El proyecto de la mina a tajo abierto presentado por la compañía de origen canadiense Esperanza Silver de México, afectará el sitio arqueológico El Jumil, localizado en el cerro homónimo, área inicial de la probable explotación minera.
2. Destacamos que la zona arqueológica de Xochicalco ha sido decretada por la UNESCO, desde 1999, Patrimonio de la Humanidad.
3. La afectación por los trabajos de extracción de metales preciosos del cerro El Jumil, altera y destruye la vinculación existente entre este sitio y la zona arqueológica de Xochicalco, evitando con ello comprender a futuro su integración, en el entendido de que hasta el momento no está bien estudiado el mencionado sitio.
4. Es importante destacar la pérdida de elementos orográficos y arquitectónicos que en algún momento permitieron realizar observaciones astronómicas que forman parte importante de la cosmovisión xochicalca y mesoamericana.
5. La zona arqueológica está localizada sobre la formación geológica Xochicalco, de características cársticas y por lo tanto inestable, resultando altamente afectada por las vibraciones de las detonaciones causadas durante el proceso de explotación de la mina.
6. Conviene resaltar que el proyecto de la explotación de la mina abarca 15,000 ha. y en la manifestación de impacto ambiental presentada por la compañía minera existe lo que ellos llaman “Etapa 5”, justo en el área de asentamiento de la Z.A. de Xochicalco.
7. Resulta sorprendente e inexplicable que se haya autorizado por una dependencia de nuestra institución, la liberación del área circundante a la zona arqueológica del Jumil y más sorprendente aún, que no se hayan percatado de que futuras áreas de explotación abarquen la propia zona arqueológica de Xochicalco.
No podemos permanecer ajenos a este atentado contra nuestro patrimonio arqueológico, no sólo nacional, sino de orden mundial.
Nombre del pueblo también conocido como Huichol. Es uno de los pueblos de México que han heredado y conservan viva y prácticamente intacta la tradición ancestral, la manera de vivir en relación de profundo respeto con la vida, la naturaleza. Actualmente habitan en el oeste central de México, en la Sierra Madre Occidental. Su territorio se encuentra en los Estados de Jalisco y Nayarit principalmente y también en Zacatecas y Durango.
Las rutas de peregrinación que transitan desde tiempos inmemoriales se extienden hacia los cuatro puntos cardinales por otras regiones, llegando por ejemplo, hasta Wirikuta, en el altiplano ubicado en San Luis Potosí y Zacatecas. En el canto ceremonial que los Wixaritari mantienen vivo desde tiempos remotos se nombra y se dialoga con los lugares y energías de los sitios sagrados que visitan y honran con ofrendas, reconociendo la importancia de todos los elementos para la continuidad de la vida.
Los cerros, manantiales, lagos, ríos, cuevas, playas y otros sitios sagrados en donde se depositan ofrendas son muy numerosos, están en las rutas de peregrinación y en el territorio en donde se asientan las comunidades y los centros ceremoniales con gobiernos tradicionales (Tateikie, Tuapurie, Waut+a, Tutsipa, Xatsitsarie).
Wirikuta
Es el templo sagrado a donde se dirige el pueblo Wixarika cuando peregrina para recolectar el hikuri (peyote) y dejar ofrendas. Se encuentra en el altiplano ubicado en San Luis Potosí y Zacatecas. Este territorio tiene una superficie de 140 212 héctareas (1 402.12 km2) y abarca parte de los municipios de Villa de Ramos, Charcas, Villa de Guadalupe, Matehuala, Villa de la Paz y Catorce.
Comprende la planicie y la Sierra de Catorce, es un lugar de incalculable riqueza cultural, espiritual y natural que se manifiesta de manera particular en cada zona. Son numerosas las especies animales y vegetales que solo viven en esta región y otras que se encuentran en peligro de extinción, como es el caso del águila real, símbolo de México. No solo son especies que tienen el estatus de protegidas, Wirikuta es parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales (UNESCO 1988) y está en la lista tentativa para ser Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. Es Reserva Ecológica, Área Natural protegida y sujeta a conservación ecológica: Reserva Natural y Cultural de Wirikuta.
En el corazón de Wirikuta está Reuu´nax+, el Cerro Quemado, en donde cuentan los ancianos y Mara´akate que nace el sol. Es solo uno de los numerosos cerros sagrados de la Sierra de Catorce, en donde también hay muchos manantiales que han sido visitados por los peregrinos Wixárika durante siglos de tradición viva.
Conflicto
Las agresiones y abusos en contra de Wirikuta, los habitantes mestizos de la sierra y el altiplano, y el pueblo Wixárika en los pasados cinco siglos han sido numerosos, pero actualmente nos enfrentamos a lo que quizá es la mayor amenaza hacia este lugar sagrado, ya que además de la presencia en la región de las tomateras, el daño que han causado a nivel ambiental y social, la actividad minera que tuvo lugar en la región hasta hace aproximadamente 20 años con el correspondiente saldo de contaminación y deterioro de la salud de los trabajadores de las minas, sus familias y los animales domésticos, y otros desagradables incidentes que se producen año tras año por violencia, abuso de autoridad, destrucción irracional del terreno, la minera First Majestic Silver ha obtenido concesiones para la extracción de plata en la Sierra de Catorce. Esto implica no solo la trasgresión a las leyes y pactos que protegen a Wirikuta y al pueblo Wixarika, al reconocimiento nacional e internacional que tienen, sino también representan una terrible agresión al equilibrio ambiental y a la salud de los habitantes de esta zona.
Las actividades que esta y otras empresas mineras pretenden desempeñar en Wirikuta son, como las que llevan a cabo en tantos otros lugares del mundo fuente de irremediables daños de proporciones excesivas.
La amañada y truculenta campaña que ha causado la división entre los pobladores es solo uno de los aspectos nocivos que se viven ya en la región. Los métodos y sustancias químicas que implican los procedimientos empleados en la minería hoy en día destruyen a todos niveles las regiones en donde se llevan a cabo. La cantidad de agua que esta empresa pretende utilizar para obtener el mineral es irracional, y estamos hablando de un lugar desértico, donde hay poca agua incluso para los habitantes y su modesta forma de vida. La remuneración económica prometida a los habitantes de la región a cambio de laborar para la empresa minera es mísera en comparación a las ganancias que pretende obtener al explotar los recursos naturales de lo que es como bien lo exponen los Wixaritari un lugar sagrado como lo es toda la tierra.
Comentario
Los llamados mestizos que por diferentes motivos se han acercado para unir esfuerzos y evitar este atroz atentado, han reunido la información en la que se basa esta exposición, se están llevando a cabo las acciones para proteger no solo al territorio que llamamos Wirikuta sino a todos los lugares amenazados o violentados de manera similar. Los pueblos originales y los mestizos que se nutren de su enseñanza están trabajando a estos niveles y en el rezo para preservar el invaluable legado que tenemos en nuestras manos y que pertenece a los jóvenes, a los niños y a las futuras generaciones.
Como sucede en tantas otras regiones, esta ha sido desatendida en lo que se refiere a la generación de empleos, o dicho en otras palabras los habitantes no tienen ya la capacidad de producir el sustento para sus familias, ya sea por olvidar el modo de vida de los ancestros, ya sea por la presión que el mal llamado progreso y la mercadotecnia les impone. La migración de los jóvenes para buscar otras maneras de generar dinero ha sido uno de los factores que la minera y otros aprovechan para engañar a los pobladores.
Encontrar fuentes dignas de trabajo que permitan a los pobladores tener agua limpia y tierras productivas así como recuperar el nexo espiritual con el lugar que habitan es una tarea que como mestizos o mejor dicho como habitantes de este planeta debemos tomar en nuestras manos. Encontrar estos caminos, hacer las propuestas y acompañar su desarrollo.
Explotación minera en Wirikuta
Resumen
by Admin on Apr 23, 2011 • 23:39
Documento presentado por el Frente en Defensa de Wirikuta – Tamatsima Wahaa
Abril 2011
Resumen ejecutivo
Wirikuta es uno de los sitios sagrados naturales más importantes del pueblo indígena Wixárika (huichol), originario de la Sierra Madre Occidental y reconocido en México y en América Latina por haber conservado en gran medida la naturaleza de su costumbre ancestral y continuar practicando sus tradiciones culturales y religiosas, siendo para la cosmogonía Wixárika, uno de los cinco puntos cardinales de donde emanaron los dioses y al que periódicamente se dirigen las distintas comunidades del pueblo Wixárika para recrear el recorrido que hicieron sus antepasados para dar origen del mundo.
Wirikuta fue declarada en 1994 Área Natural Protegida por el Gobierno de San Luís Potosí. Se encuentra en la región que circunda al poblado de Real de Catorce al norte del Estado, en una zona perteneciente al desierto Chihuahuense, área semidesértica que es reconocida mundialmente por ser una de las más ricas en cuanto a su biodiversidad y en donde se encuentra el Águila Real, símbolo de nuestro país, y que encabeza la lista del programa nacional de conservación de especies prioritarias.
La actividad minera en Catorce inicia en las últimas décadas del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XX, en donde se destaca la participación de españoles, criollos, mestizos e inclusive ingles, explotando las minas de plata que se encuentran en los montes alrededor de Real de Catorce, mismos que son considerados como sagrados por el pueblo Wixárika. Entre el 1970 y el 1990 se realizaron actividades para obtener el remanente de plata en los residuos dejados por la precedente actividad minera.
Actualmente la empresa canadiense First Majestic Silver Corporation ha publicado el plan de ejecución del proyecto minero REAL DE CATORCE, en el Municipio de Catorce, en particular, en el área sagrada de Wirikuta, la cual abarca prácticamente toda la Sierra de Catorce, donde cada piedra, cada árbol y la integridad de las entrañas de esta cadena montañosa tiene una historia relacionada con el nacimiento del mundo, siendo Cerro Grande y el Cerro del Quemado, lo sitios donde se culmina la peregrinación al interior de Wirikuta depositándose las últimas ofrendas para los antepasados.
Para llevar a cabo la ejecución del referido proyecto minero, First Majestic Silver, a través de las empresas Minera Real Bonanza, S.A. de C.V. y Minera Real de Catorce, S.A. de C.V., ha adquirido por lo menos 22 concesiones para la explotación de plata y otros metales, las cuales fueron otorgadas por el Estado Mexicano dentro de Wirikuta a lo largo de los últimos cien años. Sin embargo, aunque algunas de ellas han sido autorizada en años recientes, ninguna concesión fue objeto de consulta con el Pueblo Wixárika, violándose la legislación vigente en México, tal y como ha sido denunciado por las autoridades de las comunidades tradicionales y agrarias del pueblo Wixárika de los Estados de Jalisco, Nayarit y Durango.
La explotación planeada por First Majestic Silver se llevará a cabo mediante procesos químicos de beneficio en los minerales, incluso con el uso de cianuro, según sus propios estudios de exploración hechos por la empresa consultora Micón S.A. de C.V. Hoy en día, la empresa habla de un método de flotación, en donde se usan químicos altamente contaminantes como los Xantatos, afectando los acuíferos existentes que abastecen las comunidades aledañas a Real de Catorce, donde se utilizarán cerca de 10,000 litros de agua por cada tonelada extraída de acuerdo a los estándares de uso de agua de una actividad minera similar. De esa forma, la actividad minera de First Majestic Silver pone en riesgo, tanto los derechos territoriales de los pueblos indígenas reconocidos en diversos convenios internacionales, así como por la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como el derecho a la identidad cultural indígena y la libertad de creencia del Pueblo Wixárika. Asimismo, se perjudicará el derecho al agua, a la salud y al medio ambiente de las poblaciones que viven alrededor de Wirikuta, así como su derecho al desarrollo sustentable. Hasta ahora, la actividad minera es la única opción de desarrollo planteada por las autoridades para la zona de Wirikuta.
Ante estos hechos, solicitamos que:
1. Se respete y se de la protección a Wirikuta de la ONU – UNESCO, como parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales.
2. Se cancele cualquier actividad minera en Wirikuta y no se concedan los permisos administrativos necesarios para emprenderla.
3. No se otorguen nuevas concesiones alrededor de Wirikuta.
4. Se declare Área Natural Protegida Federal la reserva de Wirikuta.
5. Se decrete toda la Sierra de Catorce como Paisaje Cultural.
6. Sea inscrita la Ruta a Wirikuta en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO.
7. Se realicen las acciones de rehabilitación del medio ambiente de la zona de Wirikuta.
8. Se realicen las acciones de prevención para garantizar la salud de los habitantes de Wirikuta.
9. Se asignen recursos e implementen programas federales y estatales orientados al mejoramiento efectivo de las condiciones de calidad de vida de las poblaciones campesinas que habitan el semidesierto del altiplano potosino.
Real de Catorce, San Luis Potosí, 7 de febrero.- Para contar esto quizá haría falta renombrarlo todo, cambiar los nombres de todas las cosas para hacer que el mundo suceda otra vez y ordenarlo de nuevo, igual que lo hacen los wixaritari cuando peregrinan desde sus comunidades en Jalisco, Durango y Nayarit hasta Wirikuta, el sitio donde nació el Sol, en San Luis Potosí, para renovar las velas de la vida. Y sería necesario hacerlo porque lo sucedido entre la noche del lunes y la madrugada del martes en este centro ceremonial representa por muchos motivos un hecho histórico y quizá irrepetible para la nación wixárika, que ayer declaró que todas las comunidades que la integran han dejado de lado sus diferencias políticas para continuar la defensa de este lugar sagrado contra la minera canadiense First Majestic, que ya cuenta con 22 concesiones que abarcan seis mil 326 hectáreas de Wirikuta.
Tras un año de trabajo se determinó la fecha en la que arribarían las autoridades tradicionales y agrarias de todo el pueblo wixárika para iniciar con uno de los que podrían ser los pasos más importantes en la defensa legal contra la empresa minera: realizar un peritaje tradicional en el que sus dioses darían su opinión en el caso. El asunto no es menor, pues cada comunidad determina sus propios tiempos y sitios para la peregrinación.
Para Johannes Neurath, etnólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) este peritaje tradicional, como decidieron llamarlo los wixaritari, implica llevar el asunto al terreno donde se debe discutir realmente: el de los derechos humanos. En su opinión, si el pueblo huichol decide presentar la voz de los dioses a los que invocó ayer como prueba en la defensa legal, ésta debería admitirse y tener un peso muy fuerte si se respetan las recientes modificaciones a la Constitución en materia de derechos humanos. “Se les estaría negando su derecho a tener una cultura”, afirma.
El investigador asegura que quienes estuvimos ahí debemos considerarnos afortunados por más de una razón: primero, el haber podido presenciar una ceremonia tan íntima de este pueblo que es sumamente celoso de sus rituales más sagrados. Además –señala– fue una ceremonia única en su tipo, inédita hasta ahora, pues estuvieron presentes la mayoría de las autoridades agrarias y tradicionales de todas las comunidades, por lo que tuvieron que ser creativos para llevar a cabo un rito en el que participaran todos.
“Es una muestra de lo hábiles que son los huicholes en los temas políticos, nunca se han dejado manipular y esta vez lograron consensuar el abrir la ceremonia a los mestizos como una forma de acción, pero no creo que eso signifique que lo vuelvan a hacer”. Es un hecho sin precedentes, asegura.
Lo que dijeron los dioses
Cayó el sol del lunes e inició la ceremonia, la temperatura rondó el cero durante varias horas y el Sol volvió a nacer por el oriente, tras el Cerro del Quemado, cuando la ceremonia aún no concluía. Cerca del mediodía, uno de los maraka’ates, Eusebio de la Cruz González, hizo públicas para los mestizos (o teiwariri) invitados las palabras de los Kaka+yarixi (las deidades de Wirikuta): solicitaron la unidad de todo el pueblo wixárika, se sintieron orgullosos de verlos ahí reunidos y les pidieron continuar así en la defensa de este territorio, que es mucho más que una geografía concreta (“aquí habitan nuestros maestros, el corazón del pueblo wixaritari y del universo, si esto se acaba, moriremos todos”, dice convencido Santos de la Cruz, comisariado de Bienes Comunales de Bancos de San Hipólito, en Durango). Pero los dioses también confesaron estar tristes porque hay quienes intentan sacar el corazón y la sangre de este sitio donde nace el pensamiento y la vida, por lo que demandan su defensa. El abuelo fuego, señaló el mara’akate, se sintió orgulloso de ver a los wixaritari y a los teiwariri unidos por esta causa.
Felipe Bautista Medina, coordinador de jicareros de Santa Catarina, lo explica así. “Le preguntamos al Sol, a la Tierra, al peyote y a los otros dioses qué tienen que decir al respecto y ellos respondieron”. Y para hacer esas preguntas, durante toda la noche los wixaritari cantaron, danzaron azotando la tierra con los pies, tocaron el violín y la guitarrita, hicieron ofrendas a los dioses, sacrificaron una vaquilla para alimentarlos y escucharon lo que tenían que decir.
La oposición, los apoyos y el tiempo que viene
Es cierto que la gente que habita el desierto de San Luis Potosí y en la zona de Wirikuta demanda empleos para sobrevivir, el último año la sequía fue larga y cada vez es más difícil vivir de cultivar la tierra; entonces hay que explotarla, proponen las mineras y bajo el argumento de generar empleos buscan adeptos entre la gente. Así, en el camino que va de Real de Catorce a la zona del Cerro del Quemado (poco más de dos kilómetros) alguien se encargó de colocar mantas en las que se da la bienvenida a los huicholes, a los turistas y a la minería; mensajes conciliadores que no revelan los daños ambientales en la zona natural protegida ni el conflicto cultural que se genera con el pueblo wixárika.
En opinión de muchos peregrinos, esos carteles los colocó la misma minera especialmente para esta ocasión, a sabiendas de que vendrían medios y personas de todo el mundo. Los mismos peregrinos aseguran que la defensa de este sitio no tiene que ver sólo con ellos, sino con todo el mundo y especialmente con los que viven en la región de Wirikuta, pues si se altera el equilibrio del “corazón del universo”, no sólo desaparecerá el pueblo huichol, sino todo lo que existe.
De pronto la explicación abstracta encuentra un sustento concreto: “la gente de aquí está preocupada porque no ha llovido y fue un año muy difícil, por eso en esta peregrinación también venimos pidiendo a los dioses que traigan las lluvias a esta zona, porque nos interesa ayudarles a los que viven aquí”, relata Santos de la Cruz, que ha andado tres días desde Durango para llegar aquí. Y llovió en la región, lluvias atípicas para el mes de febrero tras un año de fuerte sequía, según dicen por estos rumbos.
En las Margaritas, un ejido en el valle de Wirikuta, se negaron a aceptar la presencia de la minera Las Golondrinas, que forma parte del llamado Proyecto Universo, que abarca 350 mil hectáreas, de las cuales más de 59 mil están dentro del área natural protegida de Wirikuta. Un representante de ese poblado estuvo ayer en la ceremonia de los wixaritari para agradecerles su apoyo y mostrar reciprocidad. Pero la pregunta fue directa: ¿cómo pueden ayudarnos ustedes?
Ante el hecho, Santos de la Cruz señaló que ya se trabaja junto con la UNAM y otras organizaciones en propuestas de proyectos productivos y autosustentables para la región, pues además de la minería, la industria agroalimentaria está causando estragos en la zona y señaló puntualmente a la empresa Poca Luz, que tiene en el poblado de Estación Catorce una tomatera de 300 hectáreas y –dijo– bombardea las nubes para evitar la lluvia y que su producto se dañe.
Felipe Bautista es muy claro cuando se le pregunta qué piensa que viene tras la comparecencia de los dioses: “vienen tiempos difíciles”.
Ya habíamos ‘posteado’ hace tiempo aquí y aquí una entrada sobre la concesión que se le otorgó a una empresa canadiense, para explotar una mina de plata en la zona de Real de Catorce, San Luis Potosí. Retomamos una nota del periódico La Jornada, para recordar que las presiones económicas sobre el patrimonio intangible de los pueblos de México también existen. Así como un video filmado en la zona arqueológica de Cuicuilco, donde se realizó una ceremonia en el marco de estas protestas, también otros dos con la participación del pueblo Wixárika en el Prodh y Ciudad Universitaria, lo que abre además un debate acerca del uso y ‘disfrute’ de los sitios arqueológicos en el país por parte de diversos grupos sociales, recordemos el caso similar en Monte Albán hace unas semanas con el movimiento de Javier Sicilia, que publicamos aquí mismo. Foto: Subversiones Aac
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Centro ceremonial huichol de la Isla del Rey, en la mira de empresas turísticas
Playa de la Isla del Rey, santuario indígena concesionado a dos empresas turísticas a pesar de un decreto presidencial. Al fondo se observa la Piedra Blanca, en cuya cima hay una imagen de la VirgenFoto Myriam Navarro
Myriam Navarro
Periódico La Jornada
Martes 1º de noviembre de 2011, p. 32
San Blas, Nay., 29 de octubre. El centro sagrado huichol Tatei Haramara se halla en medio de la exuberante Isla del Rey, que empresas turísticas buscan explotar, a pesar de que los huicholes tienen un permiso otorgado durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982) para utilizar la ínsula sin ser molestados.
La Isla del Rey, ubicada frente a la cabecera municipal de San Blas, es una zona virgen a la cual se llega en lancha. En las veredas se observan venados cola blanca y grandes iguanas.
Tras 10 minutos de caminata en medio del verdor se divisa una construcción rústica hecha de piedra y cemento, circundada por una malla de alambre cubierta por enredaderas. El centro ceremonial no tiene techo, pero sí piedras con inscripciones antiguas.
En una esquina de la iglesia hay un letrero, hecho al parecer con un clavo sobre cemento fresco, en 1992: El templo para los grupos Jicarero, Ind. de la Sierra, Santa Catarina, San Andrés, C. Las Igueras y San Sebastián Teponahustlán, Mpio. de Mezquitic, Xalisco y su anexo Tuxpan de Bolaños, feb-4-92.
En el interior del templo, las ofrendas huicholas están en una especie de altar. Hay velas a punto de derretirse por el intenso sol, cruces de palma y varas con listones multicolores; en la parte superior, una piedra que parece ser un antiguo reloj solar. Enfrente, una cueva al pie de un cerro que también se usa en las ceremonias de los huicholes, pues en su interior hay ofrendas similares.
Una vez que los huicholes concluyen sus ritos en el templo, caminan hasta una majestuosa playa desierta. Algunos dejan sus ofrendas entre la arena. Enfrente se yergue la Piedra Blanca, en cuya cúspide hay una imagen de la Virgen María.
La isla se encuentra en peligro de ser privatizada. El presidente municipal de San Blas, el priísta Porfirio López Lugo, dijo que luego de rendir protesta, el 17 de septiembre, supo que la zona fue concesionada a tres empresas turísticas que dijo no conocer. Aseguró que el problema ya está en manos de los diputados federales por Nayarit.
El edil añadió que coras de Jalisco, Durango y Nayarit están preocupados por esta situación. El terreno fue otorgado hace muchos años. Desde (el gobierno de) López Portillo el decreto marca que ése sería el uso. Añadió que concesionar la isla constituiría una invasión ilegal.
Tatei Haramara es tierra sagrada para huicholes de Durango, Jalisco y Nayarit, quienes celebran aquí matrimonios y bautizos, piden por conservar la salud, hacen ofrendas a sus dioses y lo consideran centro de energía espiritual.
El joven líder wixaritari Cilaunime Rafael Candelario Valadez pidió el 17 de octubre al gobernador Roberto Sandoval Castañeda respetar el centro ceremonial y solicitó audiencia.
Habitantes del puerto turístico de San Blas temen que no sólo se privatice la Isla del Rey, sino también las playas, que aún son de libre acceso.
Divulgaron una carta en la cual dan a conocer que el 8 de junio, en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó el acuerdo para desincorporar del régimen del dominio público de la Federación 645 mil 275 metros cuadrados en favor de Desarrollos Turísticos Paraísos del Rey SA de CV, y 354 mil 364 metros cuadrados en favor de Desarrollos Turísticos Aramara.
Cecilio Torres, habitante y lanchero de San Blas, señaló que el anterior presidente municipal panista, Hilario Ramírez, buscó entregar la isla a manos privadas. Eso nos jodería. La privatización no es buena para nosotros, dijo. Las visitas de huicholes son casi diarias; muchos llegan ya cayendo el sol, vienen de lejos, a pie, cansados, los cruzo a la isla y los espero. Ya cuando regresan, vienen hasta sonrientes, relata.
Los indígenas también manifestaron su preocupación en una marcha efectuada el 3 de octubre, vestidos con sus trajes típicos y con una pancarta en la cual exigieron respeto a los wirikuta y a sus tradiciones.