#LasPrestadas: El INAH en su 80 aniversario: contradicciones e injusticia laboral

Por Roberto E. Galindo Domínguez

El 80 aniversario 80 del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) celebrado este mes de febrero ha sido opacado –a pesar de los elogios y exaltaciones que del Instituto ha hecho su director, el antropólogo Diego Prieto– debido a las protestas de diversos sectores de sus trabajadores, principalmente el de los eventuales. La realidad de la vida interna del INAH se ha visto expuesta por los recientes conflictos laborales que se han suscitado como consecuencia del recorte de personal promovido y avalado por la dirección del Instituto, que tiene que ver con la limpia que en muchas dependencias gubernamentales está haciendo la nueva administración federal morenista.

pastel inah

Los despidos de los trabajadores del INAH no deben tomarse a la ligera. Se debe analizar la pertinencia laboral de los contratados antes de realizar cualquier destitución o simplemente antes de no renovar la contratación de los trabajadores. Y es aquí donde radica el mayor problema laboral de miles de empleados en el INAH, pues desde hace decenios el Instituto se ha servido de la mano de obra de pasantes y licenciados de las diversas áreas pertinentes a la antropología y la historia, sin el mínimo respeto por los derechos laborales de los mismos; esto en las áreas académica y de investigación, pues en el área administrativa el panorama es otro, aunque también hay trabajadores temporales.

En este sentido, en la página del INAH se establece que la institución cuenta con una secretaría técnica, siete coordinaciones nacionales y 31 centros estatales; instancias de investigación responsables de 110 mil monumentos históricos, 29 mil zonas arqueológicas registradas de las cuales sólo 181 están abiertas al público, más de 120 museos de diferentes categorías –aunque Diego Prieto ha declarado que son 192 zonas arqueológicas abiertas y más de 160 museos–, así como bibliotecas y fototecas. Además, la institución realiza trabajo antropológico en diversas comunidades. Es evidente que el INAH requiere para la investigación, conservación y difusión de lo mencionado una gran cantidad de investigadores, aunque sólo cuenta con entre 800 y 900, incluidos los profesores de las tres escuelas del Instituto. En su conjunto, el personal mencionado es insuficiente para las actividades de investigación y académicas requeridas; por eso es que durante décadas se ha contratado a personal eventual, aunque siempre se ha negado la necesidad que se tiene de este, pretexto que usa el INAH para no reconocer los derechos laborales de estos trabajadores.

Esta situación es bien retratada en los pasillos de la institución cuando investigadores eventuales o recién egresados de la universidad buscan una plaza de investigación, que en primer instancia se abre a concurso porque un vetusto y encumbrado científico, después de decenios de ardua labor se ha retirado y por esa causa se abrió la plaza, misma que detenta unos estándares académicos altísimos debido a la longevidad estudiosa del que la ha abandonado. Dicen en el INAH que “una plaza se abre a concurso cada que muere un investigador”, y esa es una expresión que refleja la realidad laboral del instituto: no hay una apertura de plazas de investigación desde hace décadas, salvo contadas excepciones, ya que la mayoría se reciclan como se ha señalado.

El 5 de febrero pasado, en entrevista con Carmen Aristegui, Diego Prieto dijo que hasta antes de los recortes laboraban en el INAH 6 mil 500 trabajadores, de los cuales 5 mil son de base y 1 mil 500 contratados de manera eventual. Desafortunadamente de esos 1 mil 500 un .08 por ciento ya no fue recontratado debido a los recortes mencionados. Cabe señalar que de los 5 mil de base la mayoría son administrativos, técnicos, manuales y de servicios; pues como ya mencioné, los investigadores, en el mejor de los casos, son 900.

Es injustificable que una institución cuyos propósitos fundamentales son la investigación y la enseñanza académica, tenga una plantilla de administrativos tan superior a la de los investigadores y profesores. Esa es una de las grandes contradicciones del INAH, que deriva de una mala planeación y de una burocracia acendrada en sus formas de perpetuación; burocracia administrativa que desde hace décadas tiene el control del Instituto.

La otra gran contradicción del INAH tiene que ver con los trabajadores eventuales, los contratados por cortos periodos en una estrategia “de esclavitud laboral”, misma que se emplea para evitar su basificación. Esos trabajadores son llamados “los indocumentados” y, aunque parezca absurdo, son casi el doble de los investigadores con base. Con la contratación eventual el INAH evade las mínimas obligaciones laborales que marca el Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Federal del Trabajo y las Condiciones Generales de Trabajo del mismo Instituto (aunque Diego Prieto asegura que actualmente todos los eventuales reciben servicio médico). Situación que debió ser regulada en los meses recientes, pues se tiene noticia de que hace poco algunos investigadores sólo firmaban una nómina en proyectos en los que sólo interviene el INAH. Además de que en general los investigadores que reciben servicio médico son aquellos que laboran para terceros que mantienen convenios con el INAH; por ejemplo la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex) o las compañías constructoras involucradas en la edificación de ductos, carreteras y tendido de líneas eléctricas e infraestructura de otra índole, esto en el caso de los arqueólogos de salvamento; y son esos terceros los que dan el servicio médico.

Ojalá que todos los eventuales de cualquier área del INAH, los que sobrevivieron al recorte, reciban el servicio médico que Diego Prieto asevera que el instituto les facilita.

Es una burla que el INAH, la entidad encargada de la preservación de la memoria histórica y arqueológica, así como del estudio antropológico de la sociedad –todas materias de las que el hombre es la parte fundamental–, sea una de las instituciones que más socava los derechos laborales del trabajador; de ese “indocumentado” sin prestaciones, que además es contratado a capricho del director de un proyecto; de ese hombre que es sustituido o cesado, sin mayor mediación, después de años de labor; de esa mujer que accidentada debido a la negligencia de su jefa, debió abandonar la práctica de su profesión sin la indemnización adecuada; de ese joven investigador que ya no es contratado porque un aviador planea de lejos la oficina, el archivo o la fototeca, porque el subdirector le debe un favor.

La administración federal tiene que reflexionar sobre los despidos de los trabajadores del INAH, pero sobre todo acerca de la situación laboral del Instituto y, en conjunto con el director del mismo, así como con los trabajadores, revisar los tipos de contratación que se celebran, sobre todo de los investigadores. Las autoridades deben revertir las injustas situaciones laborales que prevalecen en el INAH, ya que es una dependencia gubernamental y sus trabajadores son responsabilidad del Estado mexicano; y éste debe ser garante de los derechos individuales y colectivos de esos trabajadores, que mantienen a una institución que investiga y protege el devenir social en sus múltiples manifestaciones culturales, pero que también carcome la integridad de su componente humano.

____

Roberto Galindo: Maestro en apreciación y creación literaria; literato; arqueólogo; diseñador gráfico. Cursa el doctorado de novela en Casa Lamm. Miembro del taller literario La Serpiente.

____

Fuente: contralínea.com.mx (consultar nota original aquí)

DE LA CASA #134: NO TODOS SOMOS INAH / JT.

Por Juan Tonchez

En estos 80 años del INAH, ¿por qué no nos damos la oportunidad de construir un nuevo paradigma?, el INAH NO es sinónimo de Antropología, y no debería serlo. Una institución es un aparato burocrático, en este caso, del Estado mexicano, creado con un fin y una utilidad específica para este. No es necesario defenderlo, el INAH no existe, no es un ente con vida propia, es un aparato de relaciones de poder donde algunos toman las desiciones y otros obedecen, o sufren las consecuencias. Si lo que se dice es cierto, si el objeto de la Institución es «proteger» el patrimonio, partamos de que el patrimonio es, en primera instancia las personas y luego todo lo demás. Entonces, la defensa se debe centrar entonces en la gente, no en las estructuras de poder que las mantienen (o no) en sus puestos de trabajo. Esas, más bien, habría que desmantelarlas. ‬Lo procedente es derribar esas relaciones de poder (y corrupción dirían algunos más atrevidos) hasta sus cimientos, si después de eso queda algo del pequeño monstruo burocrático, será una circunstancia de su valor, si no, al menos habremos caminado hacia un panorama más libre, porque la libertad de decidir fue la primera que nos quitaron, luego nos quitaron la voz, luego nos quitaron la palabra (hasta en las manifestaciones por «nuestros» derechos hablan otros, los que sí los tienen), después de eso, quitarnos el resultado de nuestra producción académica y la oportunidad de un trabajo digno y justo, fue el paso más sencillo.//

Creo firmemente que sólo mediante la autocrítica y el reconocimiento consiente de las profundas e históricas problemáticas y vicios (los reconocidos y los que no) del Instituto es que se podrá transitar a un panorama más alentador, y no a través de la autocomplacencia, las palmadas en la espalda, la minimización del abuso mediante eufemismos, ni mucho menos del silencio cómplice. Porque hay (y deberá siempre haber) antropología más allá del INAH, porque todos debemos tener el derecho a disentir, el derecho a la crítica sin represión, porque, frente a los hechos, después de ocho décadas, no, #NoTodosSomosINAH. No, no todos somos INAH, y no todos debemos serlo. La principal causa del deterioro laboral de los trabajadores eventuales es el monopolio del ejercicio de la profesión, pues si sólo puedes hacer arqueología dentro del INAH, entonces tienen todas las ventajas sobre ti. El INAH se convierte en un patrón hacendado y su sistema una tienda de raya académica, donde después de la explotación aún debes agradecer “porque tienes trabajo”.//

Continuará…

meme inah 1939 2019

_____

ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías. “Textos de la casa #134″. México 2019. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).

_____

Nota del editor: Las opiniones vertidas en los artículos son responsabilidad de los autores y no representan necesariamente la postura o ideología del Proyecto ArKeopatías (o tal vez sí). Se publican responsablemente bajo los criterios de libertad expresión y apertura del debate sobre los temas que giran en torno al patrimonio cultural.

DE LA CASA #132: CONSTRUYEN BAÑOS EN CONVENTO DEL SIGLO XVI EN MICHOACÁN, MÉXICO / A.

Por «Profesionistas de Ucareo«

El Templo Ex Convento de San Agustín que data del siglo XVI, en la población de Ucareo, Michoacán se verá afectado por la construcción de unos sanitarios que tendrán acceso por el muro sur de la barda atrial, construcción que estará edificada en plena calle que colinda con la pintoresca plaza de la población, además estarán exactamente frente al Portal Allende, tapando el acceso de una de las casas del mismo, rompiendo con los artículos 6º, 7º, 8º, 9º, 12º, 13º y 14º de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que prohíben este tipo de alteraciones y también la Carta de Venecia adoptada por ICOMOS, en base a los artículos 1º, 21 y 31, por lo que no puede proceder este tipo de proyectos que alteran, afectan y atentan contra nuestro legado histórico.

20190118_131648

fb_img_1547838901151

20190118_131637

Se verá afectada una parte del muro del Atrio, para colocar el acceso a los sanitarios y por si fuera poco, el tinaco quedará en la parte superior de la estructura, rompiendo con todo el entorno de la Plaza de Ucareo y el Ex Convento Agustino, pues sobresale por los tejados a dos aguas con vigas de madera cubiertos por tejas de barro, los adobes y las piedras, vista que es menester admirar y contemplar, legado arquitectónico, artístico e histórico de nuestros antepasados. Cabe mencionar que el Atrio de Ucareo ostenta una de las cruces atriales más bellas que se efectuaron en la Nueva España, y en el año de 1602, es sabido que aquí se separó la Provincia Agustiniana de la Ciudad de México y se creó la Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán.

La idea de una red de sanitarios surgió en mayo de 2017, en donde un dictamen del Centro INAH Michoacán con número de oficio 401.3S.2.2017/DAN/664 emitido el 28 de julio del 2017, dice claramente que es “improcedente un proyecto de construcción de sanitarios públicos dentro del atrio junto con su barda perimetral”, desconociendo el por qué la aprobación de este proyecto en agosto de 2018 por parte del Delegado del Centro INAH Michoacán, Jasinto Robles, quien además mintió en uno de sus comunicados al decir que “varias personas de Ucareo habían ido a decirle que preferían los baños dentro del Atrio” y que “se les había pedido la autorización a los vecinos que viven en el Portal Allende”, cuando todo eso no es verídico. 

img-20190107-wa0033

Los sanitarios comenzaron a construirse los primeros días de enero del presente año, pese a que varios ucarenses nos opusimos a tal obra, donde hemos insistido sin cansancio en que ese proyecto se haga, pero dentro del edificio que alberga la Jefatura de Tenencia, o que sean rehabilitados los numerosos sanitarios que se encuentran dentro del Ex Convento, siendo ya un capricho por parte del Pbro. David Hernández Cruz, quien está a cargo del recinto religioso y de los miembros del Consejo Parroquial, Gabriel Guerrero Soto, Ignacio Castro, Verónica Morales, Gema Heredia Guzmán, por mencionar algunos, quienes no están conscientes del gran valor que ostenta tanto el Templo Ex Convento del siglo XVI como la Plaza de Ucareo del siglo XIX, y que el propio Centro INAH Michoacán ha apoyado, dejando en estas manos la responsabilidad de todo el peso del patrimonio histórico edificado y que nosotros como profesionistas y vecinos de Ucareo, damos a conocer esta situación vergonzosa, solicitando de su ayuda a los defensores del patrimonio histórico, para que esta obra atroz sea detenida, porque hemos preservado por años lo que nos heredaron nuestros ancestros.

Adjuntamos varias fotografías para mostrar dicha problemática.

fb_img_1547225104259

img-20190113-wa0020

img-20190113-wa0019

obra baños 1

obra baños 2

ucareo barda atrial 3

ucareo barda atrial 1

ucareo barda atrial 2

_____

ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías./ “Textos de la casa #132″. México 2019. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).

_____

Nota del editor: Las opiniones vertidas en los artículos son responsabilidad de los autores y no representan necesariamente la postura o ideología del Proyecto ArKeopatías (o tal vez sí). Se publican responsablemente bajo los criterios de libertad expresión y apertura del debate sobre los temas que giran en torno al patrimonio cultural.

#LasPrestadas: Los vicios del INAH

InstagramCapture_ac6fca25-d202-419f-a632-9556fe89dd2d (2)

Por Anónimo

Carta a Alejandra Frausto Guerrero,

Licenciada Alejandra, el que su nombre se haya manejado desde diciembre pasado debió ser motivo de gran alegría por el reconocimiento de sus capacidades y de su trayectoria profesional, pero sin duda encara una gran responsabilidad.

El domingo 15 de julio al consultar los medios de comunicación observé con gran asombro el nombre de los próximos posibles nombramientos de la Secretaria de Cultura, destacando entre ellos el de Diego Prieto para el INAH.

Para la ratificación del puesto de Prieto, seguramente se valió de la evaluación del actual desempeño.

Un servidor desde hace más de 7 años laboro en el INAH, mediante un régimen de Servicio Profesional de Carrera, procedimiento de contratación que fue un intento de democratizar y profesionalizar la Administración Pública Federal.

Sin embargo, el ánimo teórico se topó con los métodos arcaicos del INAH, por lo que un servidor tiene un diagnóstico de esta Institución, que aunque ha sido noble y generosa con parte de su personal, le debe mucho a la sociedad y está en deuda con las funciones rectoras.

Más allá del debilitamiento institucional por los embates neoliberales es indispensable mencionar la crisis interna que se vive en el INAH:

En una situación no convencional, en el Instituto se cuenta con personal de primera, segunda y tercera categoría; los de base sindicalizada, los mandos medios o confianza, y los compactados y de proyecto (muy abajo y dispar en cuanto prestaciones y estabilidad laboral) respectivamente. Y que sin duda, estos desequilibrios se traducen en deficiente operación institucional.

Alejandra, ¿sabía usted de los jugosos negocios de los boleteros y de las agencias turísticas? Así es, es un lucro recurrente y descarado con los acceso a zonas arqueológicas y museos. De esto constan denuncias de las que en esta y anteriores administraciones no ha pasado nada.

¿Sabía Usted de que sindicalizar la seguridad es un impedimento para la protección del patrimonio cultural? Así es, la falta de personal y las condiciones laborales cada vez merman la función.

¿Sabía Usted que miembros de la base ATM (administrativos, técnicos y manuales, hoy llamados Sindicato Nacional Democrático de los Trabajadores de la Secretaría de Cultura) han sido denunciados penal y administrativamente por los abusos y excesos para con el visitantes) Así es y esta y las anteriores administraciones han optado por reubicarlos sin sancionarlos o de plano ser omisos ante las faltas.

¿Sabía Usted de los reiterados malos tratos de servidores públicos sindicalizados hacia los visitantes de los espacios que resguarda el INAH, y que son la cara de la Institución? Así es, sin que haya Órgano Interno de Control o Función Pública que se atreva a tocarlos.

¿Sabía Usted de la falta de personal profesionista en las ramas de arquitectura y restauración para la atención de los miles de monumentos históricos del país? Así es, sin que esta o las anteriores administraciones hayan generado una plantilla laboral que afrente (sic) la urgencia.

¿Sabía Usted que hay un muy buen número de Profesores Investigadores que no asisten a laborar y que en años no han producido nada?

¿Sabía Usted del apoderamiento por parte de algunos arqueólogos de las Zonas Arqueológicas, donde se han posicionado como amos y señores de todos los recursos y que por cierto son ejercidos discrecionalmente?

¿Sabía Usted del uso totalmente discrecional del recurso público que ejercen las comisiones y órganos sindicales?

¿Sabía Usted del tráfico de influencias y el nepotismo en la contratación de personal de base?

¿Sabía Usted, y en contraste con lo anterior, que hay compañeros profesionistas que han durado hasta 6 meses o más para recibir su sueldo? ¿Sabía también de las condiciones laborales del personal compactado y de proyecto (hoy eventuales) y de las abismales diferencias en los esquemas de contratación?

Quizás sí sabia o conocía acerca de la respuesta de los anteriores cuestionamientos, ahora ¿cree Usted que Diego Prieto ahora sí podrá?

Por cierto, sabía Usted que Diego Prieto es juez y parte en cuanto a la dirección del personal y el otorgamiento de prestaciones y concesiones a los sindicatos. Así es, Diego Prieto es sindicalizado y hasta hoy pareciera que ha velado por sus intereses particulares en la Institución.

El primero de julio la ciudadanía fue tajante: ¡Cambio de Gobierno!

Andrés Manuel López Obrador dispuso: ¡No más Corrupción!

Entonces, y a sabiendas de todo lo anterior, por qué no fortalecer la Institución pilar de la Identidad Nacional.

Usted es inteligente y tendrá sus particulares razones para sus propuestas de nombramientos; sólo considere la oportunidad histórica de que ahora sí se hagan las cosas bien en el INAH.

¡Deseándole lo mejor para su gestión!

Un empleado consiente y preocupado por nuestra Institución, nuestro País y nuestro porvenir.

DENUNCIAN CORRUPCIÓN EN EL INAH//

Gastos extra por al menos 375 millones de pesos ha realizado el INAH al arrendar equipos de cómputo, vehículos e inmuebles, de acuerdo con un análisis que sindicatos del Instituto entregarán a la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para la elaboración del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.

«El indiscriminado dispendio de dinero de los funcionarios del INAH por concepto de arrendamiento de computadoras, vehículos y su edificio sede en un lapso de cuatro años, que puede calcularse en 375 millones de pesos extra a los realmente necesarios para cubrir esas necesidades, implica, desde cualquier punto de vista, un acto de corrupción», afirman.

En el documento, hecho público durante una conferencia de prensa en el Museo Nacional de Antropología, informan que la institución dirigida por el antropólogo Diego Prieto ha pagado más de 68 mil pesos por cada computadora rentada del 2015 al 2018, es decir, 17 mil por año.

Así, el costo total por arrendar 2 mil 697 computadoras en cuatro años supera los 198 millones 386 mil pesos, incluidos casi 15 millones pagados por servicios de informática.

El precio promedio al menudeo de cada computadora es de 12 mil 500 pesos, contrastan.

«Si se compraran, la erogación total por 2 mil 697 equipos sería solamente de 33 millones 712 mil pesos, que implica un ahorro de casi 150 millones de pesos», detallan.

Tal monto, exponen, podría ser invertido en la creación de 500 plazas de investigadores.

De igual modo informaron que en el reciente cuatrienio se arrendaron vehículos por 224 millones 900 mil pesos —desconocen el número de autos— «cantidad suficiente para adquirir al menos 450 vehículos con un precio al menudeo de 50 mil pesos cada uno, y cuya vida útil puede ser de hasta 10 años».

Según las cifras de los trabajadores del INAH, la dependencia pudo haber ahorrado unos 750 millones en una década si compraran los vehículos en lugar de arrendarlos; el dinero podría haberse invertido en la creación de 2 mil 500 plazas de investigación

Calculan que el parque vehicular para la óptima operación del Instituto es de 300, cuyo costo conjunto sería de 150 millones de pesos, un ahorro de 75 millones de pesos por año.

Durante la conferencia, en la que expresaron también su demanda de renovar instancias como el Consejo de Arqueología, cuestionaron que el organismo dispendie recursos mientras mantiene en condiciones precarias a trabajadores eventuales que desempeñan tareas sustantivas.

También criticaron que el INAH destine 410 millones de pesos para salarios del aparato burocrático administrativo y 320.5 millones de pesos para la remuneración de los investigadores, dedicados a tareas sustantivas.

«La principal preocupación de los funcionarios del INAH debiera ser la de propiciar las mejores condiciones materiales, laborales y administrativas para el óptimo desarrollo de la investigación científica. Si embargo, lejos de eso, se ha relegado esta actividad a la más mínima y frágil subsistencia», acusan.

Indican que el Instituto erogó en el cuatrienio referido 203 millones 753 mil 207 pesos por el arrendamiento del Edificio Aristos, en la Hipódromo Condesa, que ocupó como sede hasta septiembre pasado, con lo que pudo haberse construido un inmueble propio que permitiera ahorrar 50 millones de pesos anuales, suficientes para crear unas 160 plazas de investigación.

Refutan que el Instituto deba arrendar por instrucciones de la Secretaría de Hacienda, pues, en su carácter de organismo descentralizado, puede adquirir bienes.

INAH

____

Fuente: http://www.zocalo.com.mx/reforma/detail/denuncian-corrupcion-en-el-inah / Fotografía: Paulina Pezzat.