#LasPrestadas: El Edificio H, entre el patrimonio y la educación.

Por Patricio Patiño

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En el círculo universitario, sobre todo el más cercano a la “cultura”, ha surgido una interesante inquietud. Un nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), el edificio H de ocho pisos, parece interferir con la estética proyectada por los realizadores del Espacio Escultórico. La imagen final de este espacio, que pretendía entre otras cosas eliminar los edificios de su paisaje más próximo, no había sido alterada desde que fue concebido en 1979.

Pero hay que recalcar que no se trata de un caso aislado, otros espacios han visto cuestionados sus privilegios estéticos en el pasado; por ejemplo, el corazón del Centro Cultural Universitario, que en 2007 tuvo que plegar su Sala Nezahualcóyotl a un segundo y poco vistoso plano, por la llegada de la enorme edificación que alberga al MUAC, Museo Universitario de Arte Contemporáneo, inaugurado en 2008.

Al margen de que el beneficio de la expansión de espacios en la Universidad es indiscutible, algunos se preguntan si en ambos casos resultaba estrictamente necesaria una intervención tan agresiva.

Podríamos incluso citar un caso más, la construcción del IISUE, Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, situado a un costado de la Biblioteca Nacional, “obstruyendo” así sus posibilidades paisajísticas.

Probablemente la respuesta sea negativa en ciertos casos. No es necesario violentar el patrimonio para conciliar la necesidad de espacios más numerosos y de calidad en la UNAM. Pero el caso del edificio H y el Espacio Escultórico es un tanto distinto.

Primero, el Espacio Escultórico está considerado “Monumento Artístico”, lo que jurídicamente le proporciona una situación especial y protección extra de parte de otras instituciones (por ejemplo, del Instituto Nacional de Bellas Artes y del Patronato Universitario). Por si fuera poco, resulta ser uno de los complejos escultóricos al aire libre más reconocidos a nivel mundial, algunos dirían “único en su tipo”. De ahí que, a raíz de la construcción del mencionado edificio, quienes son capaces de apreciar estos detalles hayan salido en su airada defensa por medio de la presión política. Efectiva en cierta medida, pues hasta ahora ha logrado colectar más de 25 mil firmas de apoyo, valiéndose de información sesgada, por decir lo menos.

Por su parte, el edificio H de la FCPyS ha sido construido bajo dos poderosos argumentos: aumentar el espacio disponible para las numerosas actividades de esta Facultad, y disponer en libertad del ya de por sí limitado espacio que les ha sido asignado. En otras palabras, una causa de que la construcción se extienda hacia arriba es que no puede hacerlo hacia los lados, precisamente porque la FCPyS se encuentra rodeada de zonas protegidas (en específico, reservas ecológicas y la mencionada zona designada “Monumento Artístico”). Asimismo, construir hacia abajo implica un abrumador reto técnico y económico, por la dura piedra volcánica que yace bajo toda la Ciudad Universitaria.

El que comparte estas líneas pudo corroborar, por medio de breves entrevistas de sondeo y consulta en grupos en línea integrados por estudiantes de aquella Facultad (por ejemplo, el grupo de Facebook “No me quiero morir en Polakas”), que se trata de una decisión respaldada por la propia comunidad de la FCPyS, y para ello bastan unas pocas muestras. La más elocuente: la construcción de este edifico tardó aproximadamente dos años, y si bien fue alzado de forma irregular y sin las precauciones debidas (por ejemplo, jamás se acordonó la zona contigua de riesgo durante los trabajos), la gran mayoría de los que ahí desarrollan sus actividades está de acuerdo en que lo prioritario es dar cabida a la mayor cantidad de estudiantes posible. Algo que resulta inviable sin la ampliación de los espacios.

Incluso hay grupos de activistas tradicionalmente críticos de la institución que así lo consideran, y por ende se manifiestan en conformidad. De este sector, sólo los más trasnochados y puristas exigen el derrumbe o modificación estructural del edificio (cuyo costo final se calcula en más de 80mdp, sin hasta ahora disponer de cifras oficiales por parte de la Dirección General de Obras y Conservación de la UNAM), pues a su juicio “no se tomó en cuenta a la comunidad para una decisión de esta magnitud”.

De modo que en esta ocasión no se trata, en general, de una pugna más que proviene de sectores “radicales”. Una estructura que estuvo abierta a la crítica por más de setecientos días (y contando), no puede ser rechazada razonablemente a su término por la comunidad que la vio consolidarse. ¿De dónde viene entonces esta pugna? Como dije, de las élites universitarias, de los estetas que ponen por encima de las necesidades de los mexicanos la supuesta preservación de un espacio artístico. De un puñado de egoístas privilegiados.

Una prueba al respecto: el rector se manifestó “abierto” a escuchar las inquietudes relacionadas y para ello abrió un canal de diálogo, cosa rara si se tratase de una inconformidad multitudinaria. ¿Cometemos un exceso con nuestra sospecha?, otra prueba: este canal de diálogo se cristaliza en la reciente creación de un “Comité” para la discusión y solución de este asunto, integrado por afamados arquitectos, artistas y estetas emanados de las élites de la cultura que ejercen al interior de la UNAM, bien como funcionarios o bien como beneficiados del control fáctico de los espacios.

Desde aquí nos lamentamos por la voluntad de dar voz únicamente a quienes tienen privilegios, y de que estos a su vez sólo la alcen para conservarlos. Creemos que en el fondo se trata, para ellos, de una victoria política y oportunista que les permite seguir agenciándose espacios universitarios a discreción. Creemos también que su lucha debilita los esfuerzos de la Universidad por el cumplimiento de su deber primordial: hacer accesibles las luces del conocimiento a los mexicanos. Y en sintonía, también sostenemos que estos esfuerzos implican una actitud dolosa por pretender imponerse sobre las necesidades de la comunidad estudiantil, mostrando su total desconocimiento e interés por la misma.

¿Por qué quejarse hasta ahora que la inversión y los trabajos han concluido? ¿Por qué darse el lujo de exigir el derrumbe parcial a estas alturas? ¿Qué hicieron con su preocupación estética durante estos dos años?

Por último, creemos que esta coyuntura constituye una oportunidad inmejorable para abrir el debate sobre el asunto que reposa al fondo, por demás escabroso y que por ello casi nunca se aborda; y del que además, casi nunca podemos apreciar sus contradicciones con tanta claridad como ahora: la institución del “patrimonio” y las funciones de la Universidad.

¿Tiene la UNAM obligación de preservar intactas sus estructuras, en función de los intereses de otras instituciones?, ¿es necesario plegar las necesidades universitarias por el estatus de museo que se le imponen a algunos de sus inmuebles?, ¿la función primordial de la UNAM es servir a los mexicanos o ser un bastión de la alta cultura?, ¿en qué medida resulta regresivo considerar la petrificación de los espacios por ser “patrimonio”?; en suma, ¿qué es más importante, el patrimonio o la educación? Esta última pregunta puede considerarse maniquea, pero debemos mencionar un hecho contundente: buena parte del campus central funciona mal, en sobrepoblación y de forma excluyente por la imposibilidad de expandirlo, porque es Patrimonio de la Humanidad.

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Fuente: Metrópoli Digital 

 

#LasPrestadas: Luces y sombras sobre el espacio escultórico.

Por José Guerra

En el mundo del arte se tiende demasiado a querer clasificar y poner en aparador todas aquellas obras producidas por culturas o artistas del pasado. Sin embargo, existen ejemplos de arte más allá de esos espacios de conservación, estudio o exposición que llamamos museos. El Espacio Escultórico en la Ciudad Universitaria de México es una de las mejores muestras a nivel mundial de lo que se conoce como “land art” ya que involucra un trabajo colectivo entre las artes plásticas, la intervención paisajística y la construcción arquitectónica. Se trata de un espacio único, irrepetible e imposible de meter en una vitrina porque su valor artístico no se limita a lo tangible sino que es un lugar rodeado por el excepcional paisaje del Pedregal de San Ángel que es apreciable únicamente mediante la experiencia de visitarlo.

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Un recuento de tragedias y acontecimientos: breve historia del Pedregal de San Ángel.

La civilización de Cuicuilco habitó la región del actual Pedregal de San Ángel pero sus asentamientos urbanos quedaron para siempre enterrados bajo una gruesa capa de lava petrificada que brotó de la única erupción del Volcán Xitle hace aproximadamente 2,000 años, tras este fenómeno la zona se volvió inhabitable tanto para la civilización mexica como para la sociedad de la época colonial; su condición inhóspita permitió que con el transcurso de los siglos surgiera un ecosistema de características únicas a nivel mundial porque es una reserva natural rodeada por una enorme urbe. Fue hasta el siglo XX que el auge económico nacional permitió expandir la ciudad y habitar el extenso e inhóspito Pedregal dándole diversos usos. En la década de los 50 se trasladó a la población estudiantil universitaria hacia la magna obra arquitectónica del “Milagro Mexicano”, es decir, el Campus principal de la UNAM (con el consecuente deterioro del Centro Histórico de la ciudad que perdió a la educación como una de sus funciones principales y se orientó más hacia el comercio formal e informal). En esa misma década otro sector del Pedregal sirvió para desarrollar viviendas de lujo (la actual colonia Jardines del Pedregal) en la que varios arquitectos  del “star system” de la época consolidaron el Movimiento Moderno en México desarrollando casas bajo este estilo y apoyados con la gran holgura de terreno y presupuesto que les proporcionaron sus clientes (muy pocas de estas casas se conservan hasta la actualidad pero son reconocidas por el Instituto Nacional de Bellas Artes que las cataloga por su valor histórico y artístico). En 1968 se hizo pasar por la zona el “Anillo Periférico” como parte de la infraestructura de los Juegos Olímpicos destinada a competiciones ciclistas así como para establecer un “límite” para la ciudad que fracasó ya que en lugar de frenar el crecimiento de la mancha urbana propició la invasión de zonas como el Pedregal de San Nicolás. El proyecto artístico más destacable de ésta época fue sin duda el corredor artístico “Ruta de la Amistad” en la que el gobierno mexicano invitó a artistas plásticos de diversas nacionalidades a construir una serie de esculturas abstractas monumentales; hasta 2010 dicho corredor se podía apreciar viajando en automóvil por el Periférico pero actualmente la mayoría de las obras se concentran en el cruce de este anillo con Insurgentes Sur. A principios de los 70 sucedió la mayor devastación ecológica a causa de la más extensa invasión urbana en América Latina, es decir, el conjunto de las actuales colonias Pedregal de Sto. Domingo, Ajusco y Sta. Úrsula que son ejemplo de un urbanismo voraz y descontrolado porque gran parte de su suelo se destina únicamente a vivienda aunado a una carencia de servicios, fuentes de trabajo así como de áreas verdes y de esparcimiento. Finalmente, entre 1976 y 1980 se construyó el complejo al que pertenece el Espacio Escultórico: el Centro Cultural Universitario, concebido como un espacio en donde confluyen la mayoría de expresiones artísticas. En el CCU podemos encontrar una gran oferta  cultural como la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, la Biblioteca Nacional, salas de teatro, danza y cine, un museo, librerías, restaurantes además de la mejor estación de metrobús en la ciudad de acuerdo al gremio de arquitectura. Parte importante del conjunto es también el Recorrido Escultórico: un muro de piedra que serpentea por la reserva Ecológica del Pedregal y que a su paso va presentando obras individuales de distintos artistas plásticos como Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Mathias Goeritz, Hersúa, Sebastián, Roberto Acuña y Federico Silva; estos mismos artistas culminaron el Paseo de las Esculturas con una obra colectiva (el Espacio Escultórico) que hoy ve dañado su valor paisajístico por la irrupción del Edificio H de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales aledaña al recinto. Justo al oriente del conjunto de prismas desde el cual se aprecia la silueta de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl se interpone ahora en primer plano la arquitectura común y típica de un edificio destinado a la academia.

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LUCES (Guía para el visitante propio y extraño)

La obra es conceptualmente un homenaje al paisaje virgen que debió dominar el entorno de las civilizaciones prehispánicas así como una conjunción de ecología y arte que revalora un ecosistema agreste e inhóspito pero que no por eso carece de cualidades estéticas: los contrastes de luz y sombra así como la ausencia de ruido citadino logran introducir al visitante en un ambiente pacífico. Para decidir la ubicación del Espacio Escultórico se trazó un eje en dirección norte desde la Pirámide circular de Cuicuilco hasta la Reserva Ecológica del Pedregal; en el centro de dicha reserva y con un diámetro idéntico a los vestigios de la estructura arqueológica principal (pirámide = montículo = lleno = positivo) se trazó el círculo sobre el que se encuentran la serie de prismas que conforman el conjunto (prismas = cráter = vacío = negativo) es así como el Espacio Escultórico pretende establecer una relación con el paisaje y la historia del sitio. A través de un sendero que se adentra en la irregularidad del pedregal se hace un recorrido que finaliza con un “happening” o acontecimiento dentro del paisaje, una especie de cráter que emerge del terreno; al aproximarse se descubre una enorme plataforma circular sobre la que se disponen varios prismas y que delimitan el espacio interrumpiendo la visibilidad hacia el exterior. Si se logra llegar al centro del conjunto se podrá apreciar la bóveda celeste (siempre cambiante y en continuo movimiento) y la roca volcánica (testigo de un movimiento en el pasado de las capas de lava, ahora petrificadas). El factor tiempo también está presente en la obra ya que a cada época del año y a determinada hora del día siempre corresponderá un juego de luz, sombra y color distinto. Se trata de un proyecto ecléctico porque combina la intervención en el paisaje con la composición arquitectónica basada en  elementos simples y escultóricos. Es una obra que nos revela la estrecha relación que puede existir entre diversas disciplinas y que nos conecta con las experiencias sensoriales por las que percibimos el lenguaje universal del arte. Es una intervención sutil en el entorno pero cargada de alusiones, relaciones y símbolos que debe ser experimentada para ser comprendida.

VIDEO reseña del Mtro. Arq. Carlos Mijares Bracho para el proyecto Recorridos Arquitectónicos de México

SOMBRAS (Tome sus precauciones)

Cabe recordar al visitante que dadas las condiciones del sitio se puede encontrar toda clase de flora y fauna en su estado natural por lo que conviene tomar ciertas precauciones ante la presencia de cactáceas y arbustos así como arácnidos, insectos, culebras, víboras y otros pequeños reptiles y mamíferos que se desplazan a zonas como el Espacio Escultórico cuando ocurren incendios forestales dentro de la Reserva; además la zona se ha convertido en uno de los puntos favoritos en la ciudad para abandonar fauna doméstica como perros y gatos que al adaptarse a vivir en el Pedregal se agrupan en pequeñas jaurías o manadas. La zona es también hogar de vagabundos o “homeless” que habitan las pequeñas cavernas y oquedades típicas del entorno. Por otra parte, medios periodísticos como VICE México han dado a conocer la popularidad de la Reserva Ecológica en foros, páginas y aplicaciones de internet destinadas a personas que practican el “cruising” o sexo al aire libre, en público o grupal. Finalmente, el Espacio Escultórico y sus zonas aledañas son generalmente inaccesibles al personal de vigilancia por lo que se ha convertido en un sitio de consumo de alcohol, drogas o estupefacientes tanto por parte de miembros de la comunidad universitaria como de personas ajenas. Lo anterior se confirma porque se pueden hallar vestigios de todo lo descrito cuando se visita la zona.

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Lo que nos queda: vestigios de historia, arte y paisaje. ¿Patrimonio o educación?

En cuanto al Pedregal como paisaje y ecosistema nos queda cada vez menos; actualmente se puede apreciar el grosor de la capa de lava y el suelo original que pisaron los cuicuilcas en la llamada “Cantera Puma” cerca del Metro Universidad. Este enorme agujero es el resultado de la explotación de roca para usarla como materia prima del asfalto que cubre calles y avenidas en la Ciudad de México. La Cantera pertenece hoy al club de futbol PUMAS y a la red de Institutos de investigación científica de la UNAM que ha generado un lago artificial recreando así el paisaje del antiguo Valle de Anáhuac.

Sobre la controversia del Espacio Escultórico y el Edificio H ya se ha creado un comité especializado encabezado por el Dr. Arquitecto Xavier Cortés Rocha (rector interino de la UNAM en 1999) y otros expertos en arquitectura de paisaje y arte que determinarán las acciones a emprender para rescatar el paisaje que rodea a la obra. Es poco probable que se ordene la demolición total del Edificio H y más aún que la administración de José Narro asuma responsabilidades por el daño causado al paisaje. Entre las acciones viables para el rescate de esta obra se pueden esperar ajustes en la fachada, la altura o la cromática del Edificio H.

En conclusión; la historia del Pedregal de San Ángel y el Espacio Escultórico da cuenta de la constante devastación de aquello que dota de identidad a un lugar y lo hace único: el paisaje. Si la dinámica de expansión tanto de la Ciudad de México como de la Ciudad Universitaria continúa con esa pérdida de sensibilidad ante este patrimonio intangible, pronto no quedarán más que vestigios o recreaciones históricas. El reconocimiento y la defensa del patrimonio son muestras del nivel de educación que tiene una sociedad; cuando el nivel educativo es bajo, incluso los vestigios de patrimonio terminan por desaparecer.

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Fuente y fotos: Metrópoli Digital.

DE LA CASA #85: DOCUMENTO EN DEFENSA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES DE LA UNAM / JAB.

Por Julio Amador Bech

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Un grupo de personas que dicen proteger la estética del Espacio Escultórico, pretenden demoler el recién construido Edificio “H”, el cual, gracias a un gran esfuerzo de gestión de recursos, de diseño y construcción acaba de ser concluido en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estas nuevas instalaciones académicas, destinadas a ser aulas, cubículos para profesores y oficinas del Posgrado, alivian los graves problemas de falta de espacios educativos que ha padecido nuestra Facultad, debido a su crecimiento en los años recientes, en función del éxito que sus actividades académicas han tenido. Los profesores, estudiantes y miembros del personal administrativo de la FCPyS hacemos del conocimiento público nuestro punto de vista al respecto.

La construcción del Edificio “H” responde a la misión principal de la Universidad Nacional Autónoma de México que es la de la docencia, la investigación, la producción de nuevos conocimientos, científicos y humanísticos, y la difusión de los mismos. Quienes pretenden la demolición del edificio ignoran por completo este hecho irrefutable. La misión de la UNAM no es la de constituirse en un espacio para la producción de Land Art. Me pregunto si esas personas saben lo difícil que es obtener recursos para la educación pública en estos tiempos. Me pregunto si les importa que los jóvenes mexicanos que asisten a la UNAM se formen adecuadamente, en instalaciones idóneas para tales fines.

En vez de pensar razonablemente, anteponen sus criterios de fundamentalismo estético, carentes de fundamento, a los intereses de los universitarios, para pretender demoler unas instalaciones educativas que son indispensables para el buen funcionamiento de las actividades académicas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. ¿Por qué no hicieron público su punto de vista antes del proceso de construcción del Edificio “H” o durante el mismo? ¿Por qué han esperado hasta ahora? Su actitud es totalmente arbitraria, pues también la Torre de Rectoría y el Centro Cultural Universitario, particularmente la Biblioteca Nacional, que se encuentra a 300 m, afecta la visual del Espacio Escultórico. ¿Debemos también demoler esos edificios para mejorar la estética del Espacio Escultórico? Me pregunto si esas distinguidas personas del medio artístico mexicano no obedecen, sin saberlo, a intereses ajenos a la Universidad que intentan causar un grave problema a nuestra máxima casa de estudios y enfrentar a las autoridades universitarias a un dilema sumamente difícil de resolver. No será la primera vez que algo así ocurra.

La posición de esas personas vulnera los derechos que tenemos los miembros de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM de construir las instalaciones idóneas que permitan el desempeño de nuestras labores académicas. Además, esas personas mienten pues es falso que el Edificio “H” esté construido sobre el Área Protegida de la UNAM. Los miembros de la Facultad sabemos que nos asiste la razón y defenderemos nuestros derechos mayoritarios contra las pretensiones de un grupo minoritario que intenta privarnos de nuestro derecho a decidir sobre nuestras propias actividades académicas y nuestras instalaciones. Los universitarios tenemos una larga experiencia de organización y movilización y agotaremos todas las instancias que sean necesarias para defender nuestros derechos y, si es necesario, impediremos por la vía de la movilización la demolición de nuestras instalaciones.

No queremos ser parte del problema, sino, parte de la solución, por lo cual proponemos que es posible un acuerdo negociado: realizar una intervención artística sobre la fachada del Edificio “H” que lo integre al paisaje. De hecho, varios de los edificios de la Facultad han sido pintados con murales y ese tipo de intervención ha sido promovida por la misma Facultad. Estamos abiertos a resolver este asunto de la mejor manera posible.

Petición en change.org: Salvemos el Espacio Escultórico

[Transcripción de la petición en change.org y la lista de los primeros 100 firmantes solicitando la demolición del Edificio H en Ciudad Universitaria]

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Sr. Dr. Enrique Graue Wiechers – Rector de la UNAM
Lic. Rafael Tovar y de Teresa – Srio. de Cultura del Gobierno Federal
Dr. Francisco López Morales – Director de Patrimonio Mundial del INAH
Dra. Nuria Sanz – Directora y Representante de la Oficina de la UNESCO en México

A la comunidad artística y cultural, a todos los ciudadanos:

El Espacio Escultórico, inaugurado en la Ciudad Universitaria de la UNAM en 1979 y realizado en conjunto por Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Mathias Goeritz, Hersúa, Sebastián y Federico Silva, con la asistencia de Roberto Acuña, es sin duda, una de las obras más importantes de Land Art en el mundo y, junto con las Torres de Satélite, la escultura monumental más importante del país. Es un lugar en la Ciudad de México, donde sin ver edificios e inscrito en un círculo de 120 metros de diámetro marcado por los 64 prismas que lo delimitan, se revela el paisaje y la topografía originales del sur de la ciudad. Su forma circular alude a la pirámide de Cuicuilco, primera en Mesoamérica, integrando así, la arquitectura prehispánica con el arte moderno y contemporáneo.

Al interior del área de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel y de la Zona de Amortiguamiento de la Zona Núcleo declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, es una obra que debe ser valorada y protegida como un bien cultural de la UNAM, del país y del mundo entero. Lamentablemente eso no ha sucedido. Debido al escaso mantenimiento, por no decir deterioro y al hecho de permanecer cerrado los fines de semana, días en los que puede ser visitado por múltiples interesados y personas ajenas a la Universidad, se ha sumado ahora la construcción del edificio “H” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que albergará aulas, cubículos de investigadores y oficinas y que se diseñó sin prever su desastroso efecto en el paisaje del Espacio Escultórico. Es sabida la necesidad que tienen las Facultades para ampliar su oferta académica y por ende su infraestructura, a ello sería absurdo oponerse. Lo que resulta un aberrante descuido fue el emplazar un edificio vertical en el eje oriente del Espacio Escultórico – uno de los puntos más atractivos del mismo, ya que desde ahí se observan los volcanes-, sobre todo considerando que existen terrenos en el campus y soluciones arquitectónicas que no hubieran resultado en la destrucción del paisaje.

Los habitantes de esta ciudad hemos padecido la construcción de edificios y obras que, sin planeación ni apego a reglamentos y estudios pertinentes, han generado graves daños en su paisaje, natural y urbano. En este caso resulta aun más grave que la propia Universidad Nacional a través de sus instancias responsables relativas al Patrimonio y a Obras, así como de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que, entre otros, ofrece estudios de antropología y de arqueología, hayan incurrido en este grave daño a su propio patrimonio, que es de los mexicanos y del mundo. Quien debiera sentar precedente y ejemplo sobre la mejor manera de respetar y conservar nuestros bienes artísticos y culturales, en este caso ha hecho exactamente lo contrario.

No queremos ni podemos permitirnos que se siga atentando contra nuestro patrimonio cultural, artístico, urbano y natural. Por lo mismo exigimos que se restaure de manera integral el Espacio Escultórico, que se encuentre abierto los fines de semana para que un público más amplio pueda conocerlo y, sobre todo, que se respeten los lineamientos establecidos para obras de este tipo. Exigimos desde luego la demolición de los cuatro niveles superiores del nuevo edificio, una solución que aunque pueda parecer radical es la única manera de restaurar la integridad de la obra artística, en la que el paisaje, como ya se dijo, es parte integral. Si tenemos que poner en una balanza un edificio mediocre y relativamente pequeño, contra la escultura pública más importante de nuestro país, resulta una obligación de la UNAM salvar su propio patrimonio y el compromiso que tiene hacia la nación y el mundo por conservarlo y darlo a conocer, ya que es de todos.

Lista de los primeros 100 firmantes:

Eduardo Abaroa, Artista Plástico
Miquel Adrià, Arquitecto
Luz Emilia Aguilar Zínser, Investigadora y Ambientalista
Gonzalo Aguilar Zinzer, Abogado
Carlos Aguirre, Artista Plástico
Francisco Alanis, Sopitas.com
José Alberto Aldrete Haas, Arquitecto Paisajista
Sheika Hoor Al-Qasimi, Presidenta de Sharjah Art Foundation
Francis Alÿs, Artista Plástico
Carlos Amorales, Artista Plástico
Magali Arriola, Curadora
Irene Azuela, Actriz
Óscar Benassini, Editor y Crítico de Arte
Tatiana Bilbao, Arquitecta
Isaac Broid, Arquitecto
Tania Bruguera, Artista y activista
Miguel Calderón, Artista Plástico
Salvador Camarena, Periodista
Fernanda Canales, Arquitecta
José Castillo, Arquitecto
Mariana Castillo Deball, Artista Plástica
César Cervantes, Coleccionista
Ana María Cetto, Física
Patrick Charpenel, Curador
Ramiro Chaves, Artista Plástico
Carolina Coppel, Promotora Cultural
Catalina Corcuera, Directora Casa Estudio Barragán
José Luis Cortés, Arquitecto
Moisés Cosio, Coleccionista
Abraham Cruzvillegas, Artista Plástico
Minerva Cuevas, Artista Plástica
Rulo David, Locutor
Magnolia de la Garza, Curadora
Luis Javier de la Torre, Patronato Ruta de la Amistad
Christian del Castillo, Curador
Derek Dellekamp, Arquitecto
Margarita de Orellana, Editora
Pamela Echeverría, Galería Labor
Frida Escobedo, Arquitecta
Héctor Esrawe, Diseñador Industrial
Carla Fernández, Diseñadora de Moda
Mario García Torres, Artista Plástico
Daniel Garza Usabiaga, Curador
Teodoro González de León, Arquitecto
Terence Gower, Artista Plástico
Ely Guerra, Cantante
Jerónimo Hagerman, Arquitecto del paisaje
Oscar Hagerman, Arquitecto
Pablo Helguera, Artista Plástico
Alejandro Hernández, Arquitecto
Graciela Iturbide, Fotógrafa
Alberto Kalach, Arquitecto
Gabriel Kuri, Artista Plástico
Andrés Lajous, Politólogo
Magali Lara, Pintora
Mario Lavista, Compositor
Pablo León de la Barra, Curador
Pablo López Luz, Fotógrafo
Rafael Lozano-Hemmer, Artista Plástico
Alejandro Luna, Escenógrafo
Ana Elena Mallet, Curadora
Mónica Manzutto, Galería Kurimanzutto
Teresa Margolles, Artista Plástica
Patricia Martin, Curadora
Rozana Montiel, Arquitecta
Mariana Munguía, Promotora Cultural
Enrique Norten, Arquitecto
James Oles, Crítico de Arte
Yoko Ono, Artista Plástica
Gabriel Orozco, Artista Plástico
Fernando Ortega, Artista Plástico
Carmen Parra, Pintora
Rodrigo Peñafiel, Promotor Cultural
Emmanuel Picault, Anticuario
Taiyana Pimentel, Directora de Sala de Arte Público Siqueiros
Nestor Quiñones, Pintor
Sandra Racotta, Promotora Cultural
Gabriela Rangel, Curadora
Christian Rattemeyer, Curador Museum of Modern Art (MOMA)
Pedro Reyes, Escultor
Carlos Reygadas, Cineasta
Elena Reygadas, Chef
Carla Rippey, Artista y Directora de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda”
Mauricio Rocha, Arquitecto
Jesusa Rodriguez, Dramaturga
Michel Rojkind, Arquitecto
Alberto Ruy Sánchez, Escritor
Osvaldo Sánchez, Curador
Guillermo Santamarina, Curador
Jorge Satorre, Artista Plástico
Santiago Sierra, Artista Plástico
Doris Sommer, Agentes Culturales de Harvard University
Eduardo Terrazas, Arquitecto y Pintor
Nato Thompson, Curador de Creative Time
Hilda Trujillo, Directora del Museo Frida Kahlo
Hans Ulrich Obrist, Curador Seprentine Gallery
Pablo Vargas Lugo, Artista Plástico
Jorge Vázquez del Mercado, Arquitecto
Antonio Vega Macotela, Artista Plástico
Anton Vidockle, Artista y Fundador de e-flux
Jorge Yázpik, Escultor
Héctor Zamora, Artista Plástico

Firmar: https://www.change.org/p/salvemos-el-espacio-escult%C3%B3rico

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Acá les transcribimos la opinión del Grupo de Estudios URBANTHECTURA | CC ATH respecto a la petición promovida en change.org que solicita la demolición del Edificio H en Ciudad Universitaria.// Al respecto, creemos que la pretendida aclaración de este Grupo de Estudios resulta de la suma de una mala lectura del texto presentado en change.org, una velada disputa en contra del grupo de arquitectos promoventes de esta petición y un crítica que se centra en la Forma y no en el Fondo del tema./ Finalmente, el argumento de «el de adelante también se pasó el alto oficial» resulta chocante a estas alturas./ Defender lo indefendible con base en la falta de recursos en la UNAM para construir en otros espacios o de otra forma, terminará por hacernos perder lo más por lo menos./ Finalmente, la demolición de este edificio (en todo caso de los niveles superiores según se solicita) sería una lección ejemplar para este tipo de obras y podría posicionar a la Universidad nuevamente en la vanguardia moral de este país, que bastante falta hace ante esta crisis de las instituciones encargadas de proteger el patrimonio cultural en México.// Lean y comenten:
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1. Las Torres de Satélite no están en la Ciudad de México, están en el Municipio de Naucalpan en el Edo de México, y en su momento cuando el actual Presidente de México era Gobernador del Estado de México, en conjunto con la Empresa OHL planearon el trayecto de su «Viaducto Bicentenario» junto a las mismas torres, alterando su «landart». Desconocemos si esos arquitectos tienen consciencia moral sobre ese asunto, y si en su momento hicieron algo al respecto. (https://flic.kr/p/7ZgpN5)

2. La declaración sobre «Patrimonio de la Humanidad» otorgada por la UNESCO a la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, sólo esta concedido al CAMPUS CENTRAL, desconocemos si estos «intelectuales» saben lo que esto significa, es decir, no toda la Ciudad Universitaria esta declarada como Patrimonio, sólo el Campus Central. (http://www.patrimoniomundial.unam.mx/)

3. ¿Por qué en la petición de Change.org se encuentra el Sr. Srio. de Cultura del Gobierno Federal o el Director de Patrimonio del INAH? O alguno de estos inminentes intelectuales tiene un vínculo directo con el PRIATO en el PODER, o nunca se han preguntado que significa la palabra «AUTONOMÍA» inscrita en el nombre de nuestra Universidad. Dicha petición tendría que ser enviada al «Consejo Universitario» o en su caso al «Tribunal Universitario», ya que a parte de las instancias educativas, involucra un tema interno de la UNIVERSIDAD. (http://xenix.dgsca.unam.mx/oag/abogen/documento.html…)

4. El Edificio «H» de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) responde a la necesidad de crecimiento de la propia facultad, el terreno donde (lamentablemente) se levanta el edificio, no corresponde a la Reserva Ecológica de la UNAM, sino a un terreno de dicha facultad, y que en la necesidad de crecimiento, debido a una mala planeación en la administración escolar, al realizarse la (Nueva) Unidad de Posgrado de la UNAM al Sur de la Ciudad Universitaria, en dicho espacio no se cuenta con los requerimientos para crecer. Por lo tanto la FCPyS de la Universidad genero ese edificio con sus propios recursos y en su propio espacio conjunto; posiblemente los arquitectos responsables no midieron el hecho, pero al parecer tampoco los personajes firmantes conocen la situación al interior de la UNIVERSIDAD.
Las carrera de Antropología con cuatro especialidades, en la que se incluye Arqueología, es de reciente creación y dichos espacios responden a esa necesidad.

5. Señores Arquitectos, Arquitectas, y demás que firman esta petición… «DEMOLER», de seguro como a la UNAM le sobran recursos para aventar al cielo, y nuestro país está en una alta esfera puede hacer eso. Muchos de los recursos realizados por la UNAM, y por sus Facultades y demás, se hace con sus recursos propios, así como el Posgrado de Economía genero su propio Edificio en la Zona Sur de Ciudad Universitaria, lo mismo ha pasado con la «Cafeteria Contemporánea» desarrollada en la Faculta de Medicina en el Campus Central. Si se requiere un linchamiento social, pues hablen con las autoridades competentes en su momento, es decir los responsables en la Dirección General de Obras y Conservación en la Rectoría del Dr. Narro cuando estaban al frente. Pero si se va a demoler, entonces den propuestas de crecimiento.

6. La Universidad como tal, dejo de tener un Plan Estratégico de Desarrollo Urbano al interior de la Ciudad Universitaria, es necesario recuperar o rehacer dichos planes, porque más allá del espacio escultórico, la Reserva Ecológica del Pedregal de la UNAM es la que esta resintiendo el crecimiento interior de la UNAM. (http://132.248.22.76/…/plan_rector/disposiciones_generales)

7. Si alguien se ve en la necesidad de discutir los puntos anteriores, la puerta esta abierta, los martes de 16:30 a 18:00 en el Seminario de Problemas Críticos de la Ciudad de México en la Maestría en Arquitectura, Campo de Conocimiento en Análisis Teoría Historia

Atte.
Grupo de Estudios URBANTHECTURA | CC ATH