CONVOCATORIA // ARK_MAGAZINE: PANDEMIA & PATRIMONIO

ARK PANDEMIA F-01
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#CONVOCATORIA… //

Con tanto congreso y programas y noticias y cuarentena, seguramente ya no recuerdan que tenemos abierta la convocatoria para nuestro siguiente número de #ARK_MAGAZINE: #PANDEMIAYPATRIMONIO.

Pero no se preocupen, hemos extendido la fecha límite para la recepción de sus artículos al día 30 DE SEPTIEMBRE DE 2020, lo que servirá también para abordar sus trabajos con la perspectiva de la vuelta a la Nueva Normalidad.
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¡Nos subimos al tren y nos subimos con todo! Ya saben de qué se trata. Documentemos los «zoom». Escriban y cuídense. Los queremos.
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Los lineamiento editoriales:
https://arkeopatias.wordpress.com/quiero-escribir/

¿Dudas?: arkeopatias@gmail.com
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ARKEOPATÍAS EN «PLAZA MAYOR» DE RADIO CORA PERÚ.

La semana pasada tuvimos el placer de conocer a los compañeros de #PlazaMayor, un programa de #radio en #Perú, quienes amablemente nos contactaron para solicitarnos una #entrevista, la cual pronto se convirtió en una charla entre amigos.// Este sábado se transmitió el programa donde pueden escuchar una parte de lo que estuvimos platicando bajo una noche lluviosa en la #CiudadDeMéxico./////// Aprovechamos para mandarles un abrazo a todos nuestros contactos de la red de #ArKeópatas en el Perú, especialmente a Rosanna Ramos y su familia por el contacto.//

Radio Cora PLaza Mayor

Aquí abajo pueden escuchar la segunda parte de la entrevista que nos hicieron en Radio Cora Perú con Rosanna Ramos en su programa Plaza Mayor.// Un placer hacer contacto y esperamos que la unión entre los hemisferios siga cada vez con más fuerza.///////

EL SOPA, UN CONGRESO VIAJERO, PROCOMÚN Y POCO COMÚN SOBRE PATRIMONIO RURAL QUE ATERRIZA EN MÉXICO/ ARK.

cartel definitivo SOPA17 con Canicab

La quinta edición del SOPA: Congreso Internacional de  Socialización del Patrimonio en el Medio Rural, se celebrará entre los días 13 y 19 del próximo mes de noviembre en Mérida y Canicab, Yucatán, México.

El SOPA es un encuentro a la vez procomún y no común. Procomún porque es un congreso “de todos y de nadie al mismo tiempo”, o mejor aún, porque se hace “entre todos”. Y no común, porque se escapa de lo conocido, de los congresos repletos de sabios en los que suele operar un sistema vertical de transmisión de conocimiento, y en los que la expertise es terreno de “unos pocos”.

Y es que si hasta hace pocos años la generación de conocimiento, los trabajos, proyectos e intervenciones sobre el patrimonio han surgido desde el ámbito científico, universitario o de la gestión cultural, tanto pública como privada, desde el SOPA, mediante la socialización del patrimonio, se pretende conseguir que la sociedad inicie un proceso de empoderamiento real de su patrimonio cultural, por una parte asumiendo ese conocimiento, y por otra generando un conocimiento propio fruto de la memoria colectiva y del trabajo de los referentes y colectivos locales que en contadas ocasiones ha tenido la oportunidad de compartir discurso con ese mundo científico.

Como en cada edición del congreso, se proponen varias sesiones, que se desarrollarán a lo largo de la semana, y en las que se trabajará sobre distintos aspectos relacionados con el patrimonio rural y la implicación de la ciudadanía en los distintos procesos vinculados con su gestión. En primer lugar, por el compromiso del SOPA de involucrarse en los procesos sociales y culturales de los territorios en los que se celebra, se desarrollará una sesión especial para el debate y la presentación de propuestas y reflexiones sobre la situación del patrimonio rural en Yucatán.

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Ponencia del investigador Antonio Lafuente, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC) en el SOPA14, Celanova, Galicia.
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Ponencia del investigador y comunicador social Ernest Cañada sobre turismo comunitario en el SOPA14. Celanova, Galicia, España.
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Comunicación durante el SOPA13 con la participación del Club de la Tercera Edad “La Paz” de Malpartida de Cáceres, España.
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Taller de cartografía 2D sobre patrimonio arqueológico en el SOPA13. Malpartida de Cáceres, España.

Por otra parte, desde la edición de 2015 en Benito Juárez, Argentina, en el SOPA se plantea cada año la celebración de un seminario sobre un tema específico. Para la edición de 2017 en México, el tema planteado es Mujer rural y memorias comunes. En el seminario se trabajará sobre el papel de la mujer como sustentadora del patrimonio cultural y la memoria colectiva no sólo desde los conocimientos sino también desde los impactos de los discursos dominantes, para buscar formas de reivindicar su posición y su labor dentro del mantenimiento de los bienes comunes. Las mujeres se han responsabilizado a lo largo de la historia de la transmisión de determinados conocimientos que han conformado no sólo un compendio de saberes sino una forma de entender la vida y de afrontar los problemas. Desde el seminario se visibilizarán proyectos y reflexiones que rompan la barrera intergeneracional entre esa herencia cultural y los nuevos procesos de creación y recuperación del papel de las mujeres en proyectos de intervención colaborativa y comunitaria.

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Seminario sobre Patrimonios Rururbanos, en el SOPA15, Benito Juárez, Argentina.
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BIComún. Acción participativa entre los participantes del SOPA y la comunidad de Benito Juárez, Argentina.
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Presentación del proyecto teatral “No Palleiro”, por parte de la actriz Alba Grande. SOPA14. Celanova, Galicia, España.
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Workshop sobre asado tradicional argentino en el SOPA15. Benito Juárez, Argentina.
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Mesa de trabajo durante la edición del Congreso SOPA en 2015. Benito Juárez, Argentina.
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Dinámica participativa sobre la memoria colectiva del poblado de El Docenario durante la edición del Congreso SOPA en 2016. Zalamea de la Serena, España.

Y finalmente, las dos sesiones habituales para la presentación de propuestas teóricas y de proyectos, en las que se tratarán, entre otros, temas como el patrimonio construido y arqueológico, el patrimonio inmaterial, artes y artesanías, turismo comunitario, museología, didáctica, educación, gestión de territorios y de espacios comunes, o dinámicas y acciones de trabajo con la comunidad. El congreso se complementará con otras actividades y dinámicas participativas entre ponentes, asistentes y la ciudadanía de Mérida y Canicab.

Tras estas cuatro ediciones, son muchos los equipos de investigación, universidades, empresas, asociaciones, colectivos, escuelas, municipios y comunidades que, tras pasar por el SOPA, han tejido redes, conexiones e incluso proyectos conjuntos a favor de un patrimonio rural que está despertando y que requiere únicamente de un poco de atención, pero también de compromiso, por parte de aquellas personas vinculadas a esos territorios y de aquellos agentes externos que tienen capacidad de decisión sobre los mismos.

La organización de esta edición está a cargo del colectivo Niquelarte, UNDERGROUND Arqueología Patrimonio & Gente, la UADY (Universidad Autónoma de Yucatán), el CRUPY (Centro Regional Universitario de la Península de Yucatán de la Universidad Autónoma Chapingo), el Casal Català de Yucatán y de la red de la Comunidad SOPA. Colaboran en este congreso distintas asociaciones y colectivos tanto de México como de otros países iberoamericanos, como ArKeopatías, LaFábrikadetodalavida, cAnicca o MiMonaAmedia. A lo largo de los próximos meses se espera que se vayan sumando más entidades y representantes de la comunidad, constituyéndose el propio congreso como un proyecto de socialización por sí mismo.

Información detallada del congreso: Dossier SOPA Congress 2017.//

cartel definitivo SOPA17 con Canicab

¡El plazo para la presentación de propuestas al SOPA17 finalizará el 1 de julio agosto!


Más información en los siguientes enlaces:

WEB SOPA17: https://sopa17yucatan.blogspot.com.es

WEB Comunidad SOPA: http://comunidadsopa.blogspot.com.es

FACEBOOK: https://www.facebook.com/SOPACONGRESO/ 


#Contacto general:

Mail: sopacongress@gmail.com

#Contactos México:

Adela Vázquez_Casal Català de Yucatán/Niquelarte. Tel: 0052 9999 702664

Juan Tónchez_ArKeopatías. Tel: 7475090490

#Contacto España:

Juanjo Pulido_UNDERGROUND Arqueología Patrimonio & Gente. Tel: +34 644 491 319

#LasPrestadas: Empresas Culturalmente Responsables.

Zitlala Jorge

Por Rodrigo Llanes Castro y Boris Berenzon Gorn

“Alfabeto, pan y jabón hay que decir y todo lo demás se os dará por añadidura.” Alfonso Reyes

A manera de presentación:

La cultura, una moneda social no valorada. ¿Por qué y para qué invertir?

México cuenta con una riqueza patrimonial que ha sido motivo de asombro a lo largo de los siglos. Su imponente belleza natural y su vasta diversidad cultural, han constituido un escenario histórico de verdadera excepción. Cuna de civilizaciones, en la lista de patrimonio mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, nuestro país cuenta a la fecha con 33 lugares designados (27 como Patrimonio cultural, cinco como Patrimonio natural y uno, como Patrimonio mixto).

Esto lo convierte en el sexto país con mayor cantidad de sitios inscritos en la lista, sólo por detrás de Italia, España, China, Alemania y Francia, así como primero en el continente americano y de América Latina y Caribe. Además, cuenta con siete tradiciones y festejos como Patrimonio cultural inmaterial. Éste no se limita a los bienes materiales con un significado o valor excepcional, como las zonas arqueológicas, los monumentos, los centros históricos o las obras de arte. También comprende al acervo de conocimientos, valores y expresiones culturales heredadas de nuestros antepasados y que transmitimos a nuestros descendientes.

El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta en la lengua y la tradición oral, tradiciones culinarias, artes del espectáculo, juegos tradicionales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo; en la música y danza tradicionales, en saberes y técnicas vinculados a la artesanía milenaria, en la medicina de los pueblos originales, en modos de vida. Estas son expresiones culturales que cambian con el tiempo adaptándose a las nuevas realidades, pero que contribuyen a darnos un sentimiento de identidad y continuidad al crear un vínculo entre el pasado y el futuro: el vínculo somos nosotros, el presente.

La Conferencia General de la UNESCO aprobó, en el 2003, la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, un acuerdo firmado por 158 países, en el que se comprometen a trabajar en la salvaguardia de estas expresiones culturales.

Un primer paso se realiza mediante su identificación y registro en tres listas:

La Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, en la que se incluyen las expresiones que ilustran la diversidad del patrimonio inmaterial con el fin de contribuir a una mayor consciencia de su importancia.

La Lista del patrimonio cultural inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia: se compone de elementos que las comunidades y los países consideran que necesitan medidas de salvaguardia urgentes para asegurar su trasmisión. Las inscripciones en esta Lista contribuyen a movilizar la cooperación y la asistencia internacionales, para que los actores interesados puedan tomar medidas de salvaguardia adecuadas. Por ejemplo, en México, muchas lenguas indígenas están en peligro de extinción.

El Registro de las mejores prácticas de salvaguardia se compone de programas, proyectos y actividades que mejor reflejen los principios y objetivos de la Convención. Del rico y diverso patrimonio cultural inmaterial de México, la UNESCO ha reconocido a siete expresiones como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y ha seleccionado a un programa para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.

Lo anterior nos habla de un nicho de mercado que privilegia a la cultura como una moneda social que, paradójicamente, ha sido desestimada por parte de la iniciativa privada en México, dejando el desarrollo cultural en manos del Estado. Esta herencia del mecenazgo cultural de los regímenes posrevolucionarios, ha cambiado su papel con el paso de los años, se ha ido reduciendo de la centralización a la dinámica de la administración de los recursos en los procesos la investigación y salvaguardia y en la asignación y ejecución de proyectos de turismo cultural, cultura popular y desarrollo artesanal comunitarios, creación y operación de infraestructura, teatros, centros artísticos; programación y divulgación de las llamadas bellas artes.

Este panorama nos obliga a echar manos de numerosos estudios sobre lo cultural que han realizado los especialistas para entender cuál es el papel de la cultura como pilar de desarrollo social, particularmente en contextos de violencia por los que atraviesa nuestro país, sobre todo si entendemos que la cultura es un proceso y no un evento; por eso genera valores éticos, pues constituye un proceso inherente al desarrollo integral de cualquier país, transmite saberes culturales, estereotipos, prejuicios, ideas, imágenes y sonidos del mundo, formas de representación y sistemas de interpretación. Por ejemplo, sería impensable concebir el modelo de desarrollo económico de los Estados Unidos de Norteamérica sin el papel fundamental que ha significado la lógica del capital y de los modelos de vida que comporta el neoliberalismo, sus dispositivos ideológicos, sus estrategias de posicionamiento y alienación sin la industria cinematográfica de Hollywood.

El sector empresarial mexicano tiene una deuda en materia de inversión cultural. No ha desarrollado esquemas de participación, sociedad, alianza, manejo y gestión del patrimonio cultural y los contenidos que otorga a diversos escenarios naturales, culturales e históricos en términos de las listas de patrimonio y la gran cantidad de posibilidades que existen para el desarrollo de la llamada industrias blanca, industria creativa y que Adorno llamó industrias culturales. México es una potencia económica en ciernes. La mayor aportación de una cultura, es que su pueblo, este país, disfrute y usufructué su riqueza y que de ella derive el alimento para el espíritu y para el cuerpo.

El estado de lo cultural, luego de las últimas reformas, requiere de un diagnóstico que nos permita hacernos de un panorama general sobre las posibilidades que guarda cada uno de nuestros estados desde sus regiones y procesos culturales, que a la vez redimensione el peso social de la cultura en el desarrollo económico de México, sin chovinismos, etnocentrismos, regionalismos o esencialismos históricos.

El Estado no ha podido democratizar los bienes y servicios culturales, entonces queda abierto el espacio de intervención del sector privado para el rediseño de legislaciones que flexibilicen y fomenten la inversión privada en el manejo y gestión de recursos culturales, en el rediseño de instituciones y políticas públicas a través de programas y acciones que abran un sector de oportunidad para una coyuntura reclinada en una crisis social severa a consecuencia de la corrupción y la impunidad radicalizadas en el narcotráfico.

El sector empresarial puede estimular a través de la producción de bienes y servicios culturales, la dinámica misma de los derechos culturales y de la participación ciudadana, incorporándose a procesos locales de financiamiento a través de agencias de proyectos que se planteen metas regionales, a partir de la organización del mismo sector cultural: corredores de teatro; locaciones, circuitos y festivales de cine y televisión por cable o Internet. La crisis de contenidos y financiera por la que atraviesan las dos grandes cadenas privadas, TV Azteca y Televisa, impone un análisis de mercado sobre cuáles son los gustos que hoy modelan no la personalidad del público ni del mexicano, sino la diversidad de públicos consumidores de contenidos innovadores.

Actualmente los proyectos gubernamentales en materia de desarrollo cultural encuentran oposición entre el sector cultural precisamente por la ausencia de transversalidad y legitimidad. Se piensa en hacer, pero desde el escritorio, sin tomar en cuenta los gusto, las preferencias, las necesidades de consumo de los públicos, de los actores sociales en donde se implantan esquemas de intervención cultural sin consulta: un ejemplo es la categoría de Pueblos mágicos, programa que no es malo en sí mismo, sino que muchas veces las instituciones estatales no atienden criterios serios de conservación, sino a la producción de escenografías que homogenizan la identidad de los pueblos, de las ciudades y/o centros históricos, contraponiendo legítimos valores comerciales contra auténticas expresiones en defensa del territorio.

1. Economía y cultura

1.1 ¿Por qué invertir en cultura?

Hay mercados, como la cultura, que normalmente son asociados con el gobierno. Se asume que el Estado es el único que debe invertir en la cultura, pues se trata de un bien público. Así, se deja a la voluntad del gobernante la construcción de espacios y proyectos culturales.

Los bienes públicos, como se sabe, son aquellos servicios que, por su naturaleza, no generan grandes beneficios económicos. Dentro de esta categoría podríamos incluir a los parques, el alumbrado público, la policía y el ejército.

Ningún empresario se atrevería a invertir en la policía de los mexicanos, pues sabe que su beneficio económico será muy pequeño. El Estado invierte en la capacitación y el mantenimiento de la policía porque no busca un beneficio económico. El Estado sabe que incluso perderá dinero con la policía. Sin embargo, decide invertir en ésta para garantizar un bien mayor: la seguridad de todos nosotros.

De la misma manera, existe la idea errónea de que la cultura es un mercado similar al mercado policiaco. Sólo un empresario inocente o frívolo se atrevería a invertir en museos, libros, música, pintura. Se cree, de manera equivocada, que la cultura no puede generar beneficios económicos. Sólo el gobierno debe invertir en cultura. Y esta idea es completamente falsa, pues la cultura no es un bien público.

1.2 ¿Cuál es el mercado?

Según datos del INEGI, en 2012, la cultura, en México, generó beneficios económicos enormes. Se dice que en ese año 2.8% del PIB nacional provino de diversos proyectos culturales a lo largo y ancho del país.

Es complicado comparar la relevancia de la cultura en el PIB nacional con años anteriores. Tristemente, el INEGI sólo tiene datos desagregados del sector cultural desde 2008. Lo interesante, en ese sentido, es notar que la producción cultural se ha mantenido constante desde 2008 hasta la fecha, a pesar de la crisis económica que comenzó en ese año y afectó de manera significativa a otras industrias como la de la vivienda y la automotriz.

1.3 ¿Y la demanda?

En 2012, el INEGI, en colaboración con Conaculta, realizó la Encuesta Nacional de Consumo Cultural de los Hogares. Este tipo de encuesta fue la primera que se realizó en nuestro país. Esto significa que, tristemente, no tenemos datos para comparar la evolución de la demanda agregada de cultura a lo largo de muchos años. Sólo hay datos para 2012.

Según la encuesta de 2012 del INEGI, 3.8 de cada 100 pesos gastados por un mexicano van al sector cultural. Parece poco dinero, pero si tomamos en cuenta el tamaño de la población mexicana, nos podemos dar cuenta que significa alrededor de 123 mil millones de pesos anuales.

La pregunta importante, en este sentido, tiene que ver con los motivos por los que la cultura, actualmente, genera tanto dinero. Es necesario profundizar en los estudios sobre este tema para determinar si realmente ha habido un aumento significativo en la demanda cultural en los últimos años.

Lo que sí se puede afirmar, sin lugar a dudas, es que el mercado cultural es sumamente importante en nuestro país. Invertir en cultura, a pesar de lo que se cree, no es invertir en vano. Hay una demanda importante de bienes y servicios culturales. En otras palabras, los mexicanos demandan teatro, pintura y arte con regularidad.

1.4 Mercados complementarios a la cultura

Es evidente que hay mercados complementarios a la cultura, que otros sectores económicos se benefician de los proyectos culturales. En general, se puede decir que las industrias hoteleras, alimenticia, de transporte (aéreo y terrestre), de publicidad, editorial y televisiva son mercados complementarios de la cultura.

Así, por ejemplo, la construcción de un museo en un municipio no sólo generará utilidades para quien lo construye: gracias al turismo, incrementará las ganancias del hotelero, el restaurantero y el vendedor de souvenirs. También obtendrá un beneficio económico quien tiene inversiones en el transporte o cuenta con una agencia de publicidad, comunicación o diseño.

Se puede decir, entonces, que muchos sectores económicos son beneficiados con los proyectos culturales. Éstos permiten la preservación de una identidad que resulta atractiva para el extranjero o el foráneo. México es un destino turístico importante porque se trata de un país con una amplia diversidad cultural. Aquí tenemos los tacos, los tamales, el pozole, los bordados a mano y el mariachi. Aquellos extranjeros que deciden visitar nuestro país buscan una experiencia novedosa, extraña, atípica para ellos.

Es importante fomentar proyectos culturales para mantener esa identidad nacional. No debemos permitir que México pierda sus muy originales raíces, pues esto puede ir en detrimento de la industria turística. No dejemos que el mariachi pierda terreno frente a la bachata o el pop en inglés.

2. Sociedad y cultura

La cultura no sólo genera beneficios económicos en distintos mercados. Además, a diferencia de otros mercados, la cultura es un concepto que debe ser entendido desde la sociología, las clases sociales, los grupos de referencia y pertenencia.

Supongamos, en principio, que la sociedad está dividida en tres grandes clases sociales: la clase alta, la clase media y la clase baja. En este sentido, durante siglos, la cultura fue un espacio reservado para la clase alta. Las clases más favorecidas eran los que asistían a los conciertos de música clásica, las obras de teatro. Lo menos favorecidos tenían otros medios de entretenimiento que no necesariamente eran considerados cultura.

Sin embargo, con el desarrollo de la Internet y la globalización, los actos y proyectos culturales comenzaron a masificarse. Actualmente, en las zonas urbanas, no sólo los ricos van al teatro. También la clase media se ha incorporado a muchas actividades culturales que antes sólo eran frecuentados por los ricos.

Ejemplo de esta apertura cultural es el desarrollo de ciertas tribus urbanas como los “hípsters”   o los “bon vivant”.   Se trata de nuevos sectores de mercado que consumen bienes culturales como una forma de pertenecer a un cierto grupo social. El hípster, por ejemplo, no siempre asiste al teatro porque éste le apasione; más bien, va al teatro para pertenecer a un cierto grupo social, para encajar con sus amigos.

Así, la cultura se ha vuelto un medio para ganar cierto estatus. Anteriormente, sólo los ricos veían en la cultura un mecanismo para preservar su nivel socioeconómico. Desde siempre, la clase media se ha percatado de la importancia de la cultura como una forma de pertenecer o integrarse a ciertos sectores de la población, como una forma de destacar.

3. Cultura y política

La cultura promueve conceptos. Las personas que hacen cultura quieren expresar ideas, sentimientos o preocupaciones de su realidad social. Y lo más importante: buscan (o pretenden) transformar esa realidad. Así, por ejemplo, quien pinta un cuadro sobre el nazismo no sólo pretende denunciar las atrocidades que se cometieron en el régimen totalitario de Hitler; el pintor busca que el nazismo no vuelva a ocurrir. El pintor quiere influir en el pensamiento de los demás. El pintor busca que todo aquel que vea su cuadro se percate de lo terrible que fue el nazismo.

La cultura, así, debe ser entendida como una forma de expresar ideas, valores, o principios. Y también como un mecanismo para influir en los demás. La cultura es una de las formas mediante las que se busca una alternativa a de pensar o actuar, de cambiar la realidad

Entonces, podemos decir que toda cultura, al promover valores, ideas y sentimientos, tiene una carga ideológica. Se hace cultura porque se pretende influir en el pensamiento de los demás. Así, los nazis desarrollaron sus instrumentos culturales. Lo mismo puede decirse de los soviéticos o de los mexicanos en el régimen postrevolucionario.

Todo régimen político ha promovido su propia cultura. Los soviéticos, por ejemplo, promovían la cultura de la igualdad. Para la URSS, inspirada en las ideas marxistas, era muy importante que la población entendiera la necesidad de acabar con las clases sociales. Así, la idea de la igualdad fue un principio promovido por los gobiernos soviéticos.

Por el contrario, el régimen nazi de Hitler promovió, mediante la cultura, los valores o ideas de la diferencia. Para el régimen nazi, era muy importante que los alemanes se sintieran diferentes de los demás. Por ello, promovieron los ideales de la “supremacía de la raza aria”. Así, la población comenzó a hacer distinciones entre los alemanes cristianos y los alemanes judíos. El régimen nazi promovió la cultura de la diferencia, pues necesitaba justificar la existencia de los campos de concentración.

Es fundamental comprender que toda cultura promueve una cierta ideología. Más allá de los beneficios económicos, la cultura es un mecanismo para alcanzar el poder o para defenderse de éste; para expresar descontento, para proponer.

Por este motivo, la cultura no puede ser solamente promovida por el gobierno. Como es evidente, el gobierno promoverá aquella cultura que le convenga, que le favorezca. Y hay muchas ocasiones en las que los intereses del Estado son distintos a los intereses de los empresarios y de la población en general.

Por ello, los empresarios también deben promover su propia cultura. Es un mecanismo alternativo para defenderse de los abusos estatales y de otro tipo. En México, cuando los empresarios dejaron de hacer cultura, el gobierno se aprovechó y promovió un discurso nacionalista y autoritario que dejó sin margen de acción a los empresarios y a mucha gente más.

En el régimen postrevolucionario, todo se hacía por el “bien de la nación”. Así, cuando se expropió la banca en 1982, por ejemplo, los empresarios no tuvieron el apoyo de la sociedad. Todo el mundo se creyó el discurso del “bien de la nación” y no escuchó a los empresarios.

Es fundamental que los empresarios entiendan a la cultura como un mecanismo para evitar el abuso estatal. Los empresarios no deben permitir que el Estado abuse de su poder o influencia. La cultura es el mecanismo de defensa para los empresarios.

Así, cuando un empresario se disponga a financiar cultura, éste debe tomar en cuenta los valores, ideas o principios que subyacen en esa cultura. Sería un error, por ejemplo, que un empresario promoviera libros, cuadros u obras teatrales que fomenten el autoritarismo estatal. Podría decirse que el empresario cometería un error, pues favorecería un discurso que, a la larga, puede jugarle en contra.

Los empresarios deben promover aquellas expresiones culturales que protejan a los individuos de la intervención estatal. Los empresarios necesitan fomentar el liberalismo político, es decir, aquella corriente que privilegia la existencia de los derechos humanos. Hasta el momento, el liberalismo es la única corriente política que le ha impuesto una serie de límites al poder. En virtud de los autores liberales, el Estado ya no puede hacer lo que quiera.

Ahora, gracias a los derechos humanos, los individuos y sus empresas, están protegidos de la intervención estatal. El gobierno ya no puede expropiar la banca sin respetar los derechos humanos. Ahora, el empresario tiene mayores elementos para defenderse legal y políticamente.

Si bien el liberalismo político ya es una realidad, es fundamental que se sigan promoviendo proyectos culturales que se opongan al estatismo recalcitrante. No debemos permitir que fenómenos autoritarios o anárquicos y escépticos se vuelvan a repetir.

Además, tomando en cuenta lo violento que se ha vuelto nuestro país, el empresario debe favorecer proyectos culturales enfocados hacia la paz. Es importante, desde la empresa, encontrar los mecanismos para reducir la violencia en México, pues ésta tiene costos económicos y sociales muy elevados para los empresarios y para el país

A los empresarios les conviene acabar con la violencia en México, pues día a día pierden millones de pesos como consecuencia de este fenómeno. Además, el empresario también debe promover la cultura del estado de derecho y la no corrupción, pues un país corrupto significa mayores gastos y mayor incertidumbre para la inversión.

Por último, el empresario debe promover aquella cultura que incentive a las personas a superarse profesionalmente, a emprender proyectos de negocios y esforzarse día con día. Los empresarios necesitan que los mexicanos aumenten considerablemente su productividad, sus ganancias y su consumo. Por ello, es fundamental instaurar la cultura del esfuerzo y el trabajo en la conciencia de todos los mexicanos.

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Fuente: Revista Siempre. Parte 1: http://www.siempre.mx/2016/07/empresas-culturalmente-responsables/ Parte 2: http://www.siempre.com.mx/2016/09/empresas-culturalmente-responsables-2/

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Fotografía: Máscara de Tigre, Zitlala, Guerrero. Autor: Jorge Cervantes Martínez

#LasPrestadas: ¿Aprender arqueología en el colegio? ¿y por qué no?

Por Adrián Carretón

En el colegio no me gustaban las ciencias naturales. Ni Física y Química. El latín tampoco es que se me diera muy bien, la verdad. A lo largo de toda mi etapa dentro del sistema educativo me encontré algunos años con asignaturas que me generaban gran rechazo. De hecho muchas veces me preguntaba la verdadera utilidad que esas temáticas podrían tener en mi futuro profesional.

«¿Para qué estudiar filosofía si no voy a ser filósofo?»

«¡Ya ves tú lo que me puede aportar a mí saber los compuestos químicos de la sal, el agua o cualquier otro material!»

«¿Acaso me va a salvar la vida saber calcular funciones derivadas?»

Estas y otras preguntas seguro que son habituales en muchos adolescentes que se encuentran cursando el instituto.

No es lo que te aportan para tu profesión futura sino lo que significa para tu formación y aprendizaje.

Sin embargo, la importancia de las asignaturas que menciono y otras, no está en lo que te aportarán para tu profesión sino en lo que te ayudarán en el proceso de aprendizaje y desarrollo personal.

También es cierto que sería mejor enseñar o hacer las asignaturas más atractivas desde un punto de vista didáctico. Y a todo el mundo no le puede gustar lo mismo. Por eso, quizás se podría plantear el estudio o la realización de actividades diferentes a las habituales con un mismo cometido: aprender y adquirir los conocimientos indispensables de la etapa educativa.

Y con la Arqueología se podría abordar numerosos objetivos educativos de una forma muy atractiva y permitiría desarrollar una serie de habilidades y aptitudes para la vida. Aprender Arqueología en el colegio es posible ¿Que no me crees?

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Las Ciencias Sociales y el estudio de la Arqueología

Desde la disciplina y sus tareas cotidianas, se puede adquirir y desarrollar las competencias básicas  (o claves) como elemento de desarrollo personal.

Las Ciencias Sociales tienen gran carga lectiva durante la etapa de Primaria y Secundaria. Asignaturas como Conocimiento del medio, Geografía, Historia, Sociales son materias de perspectiva generalista del tiempo y el espacio porque acerca el conocimiento del pasado y del espacio habitado por los seres humanos que sirve para entender el presente.

Por eso, la Arqueología no es en absoluto una materia rara o extraña en el programa educativo actual. Es una ciencia integrada dentro de las Ciencias Sociales  con la peculiaridad de que estudia el pasado de la humanidad a partir de sus restos materiales.

Esta disciplina ayuda a que el alumnado entienda la realidad que le rodea a partir de la asimilación intelectual de los hechos históricos y geográficos estudiados a través de la Arqueología.

La Arqueología de campo permite aprender por descubrimiento, a través de la propia experiencia: ver, tocar, sentir, compartir la experiencia personal…. Son cuestiones que se dan en un yacimiento arqueológico.

Ya hay algunos proyectos a través de los arqueódromos destinados a introducir los beneficios educativos de aprender Arqueología en los colegios. ¿Qué es un arqueódromo? Un arqueódromo  es un espacio de simulación de una excavación de arqueología donde se pude excavar y desenterrar objetos, con herramientas arqueológicas y siguiendo los métodos de recopilación de información propios de la Arqueología.

¿Qué aporta la Arqueología al desarrollo educativo?

La Arqueología permite aprender por descubrimiento, consiste en plantearse preguntas y tratar de buscar respuestas. Establecer hipótesis e intentar encontrar soluciones a partir de un método científico.

Algunos de las habilidades o competencias que se podrían trabajar con la Arqueología y que estarían estrechamente relacionados con los objetivos de las diferentes etapas educativas son los siguientes:

Al ser una disciplina tan sistemática, la práctica de la Arqueología desarrolla y consolida hábitos de disciplina, estudio y trabajo, tanto individual como en equipo. En una excavación hay tareas que se realizan de forma individual, físicas e intelectuales, pero otras muchas se hacen en equipo y contrastando información con los compañeros.

En un ambiente al aire libre y de entretenimiento, se promueve la convivencia y la integración de las personas del aula, fomentando la cooperación. Algunos proyectos de arqueódromos en la provincia de Murcia o Granada se comprobó cómo las actividades de Arqueología generaban un vínculo entre el trabajo a realizar y el alumnado, que adquiría gran compromiso en la elaboración de tareas. No cabe duda que el interés por las actividades era mucho mayor que en otras asignaturas llevadas a cabo en el aula.

La actividad arqueológica, cualquiera que sea, aunque simulada, genera gran cantidad de información que debe ser procesada. Es lo que se conoce como trabajo de laboratorio y del que te hablamos aquí. Manejar diferentes fuentes de información y en gran cantidad permite desarrollar destrezas en el uso de fuentes en el desarrollo del conocimiento, competencia imprescindible en los objetivos educativos tanto de primaria como de secundaria.

Estas actividades de Arqueología fomentan además la iniciativa y la confianza en uno mismo, la participación y el sentido crítico para aprender a aprender, planificar, tomar decisiones y asumir responsabilidades.

Que decir tiene que trabajar la Arqueología fomenta en el alumnado el respeto por el Patrimonio Cultural y la diversidad. Ofrece conocimiento de la Historia y la cultura, pilares fundamentales para la formación educativa de cualquier persona. Conociendo es posible comprender. Y a través de la comprensión se trabaja en el respeto a los demás.

Algunos temas recurrentes de Arqueología para el aula

¿Y qué temáticas podríamos trabajar dentro de una clase de Arqueología? Se me ocurren muchos. Y todos ellos se podrían abordar tanto en el aula como en el exterior.

  • Qué es la Arqueología.
  • Las herramientas principales de la Arqueología.
  • El diario del/de la arqueólog@.
  • Materiales y usos de herramientas del pasado.
  • El contexto arqueológico.
  • El método estratigráfico.
  • Las etapas de la historia.
  • Construyendo hipótesis. El método científico.
  • La cuadrícula de un yacimiento.
  • Prospección en el patio.
  • ¿Cómo tratamos un objeto descubierto en el yacimiento?
  • Las etiquetas. Una bolsa para cada objeto.
  • Rellenando fichas.
  • Catalogar las piezas.

Claro está que estas actividades tendrían que estar bien planificadas, basadas en los objetivos de etapa y con recursos para elaborar actividades con las que adquirir el conocimiento. Pero creo sinceramente que aprender Arqueología puede servir para formar personas y adquirir conocimientos además de servir como alternativa profesional para el gremio.

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Fuente: Patrimonio Inteligente.