DE LA CASA #128: FOTOGRAMETRÍA 2.0: SUS POSIBILIDADES DE ESTUDIO IN SITU EN UNA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA CON LA APP LIBRE FYUSE© / DPV.

Por Dario Pérez Vidal

Las nuevas técnicas de documentación aplicadas al patrimonio evolucionan a pasos agigantados y de una manera frenética. De hecho, hace unos años atrás era impensable recrear modelados e impresiones 3D de objetos arqueológicos y disponerlos con realidad virtual para experimentarlos.

Apenas con la aparición de la fotografía digital, fueron evolucionando nuevos programas y aplicaciones auxiliares que permitían complementar esta técnica buscando nuevos objetivos, y con ello, utilizando nuevos conceptos.

Con esto llegamos a presentar la fotogrametría digital, pero, ¿qué es la fotogrametría digital? A grandes rasgos, es un conjunto de técnicas que, mediante una cámara fotográfica, permiten deducir una proyección cónica de la imagen, sus dimensiones y la ubicación de una zona.

Ésta tiene su origen en el mundo de la fotografía aérea en donde se utilizaba para representar la geografía de una forma estereoscópica. Con la aparición de la fotografía digital la información pudo ser obtenida de forma masiva y gracias a la potencia de los ordenadores actuales fue posible, mediante algoritmos fotogramétricos, obtener modelos 3D muy fiables tanto de elementos muebles como inmuebles. En la actualidad es una herramienta básica en el patrimonio para su documentación y en Arqueología para la obtención de modelos digitales del terreno (MDT) o levantamientos 3D.

A este respecto, venimos a presentar la aplicación (app) Fyuse[1]. Esta es la carta de presentación propia de la aplicación: “Fyuse es una aplicación de fotografía espacial que permite capturar el espacio, no el tiempo, en imágenes 3D interactivas. Solo tienes que inclinar tu teléfono o deslizar las imágenes para crear “fyuses” y ver tus momentos desde distintos ángulos […]”.

El caso es que dicha aplicación, y en relación con lo que decíamos anteriormente, utiliza un mecanismo muy similar al de la fotogrametría digital que se aplica en el patrimonio, aunque muchísimo más simplificado. Genera y lanza nubes de puntos (Figura 1), cuyos algoritmos matemáticos dibujan y sitúan la pieza fotografiada en un espacio 3D simulado. Una vez hecho esto, el modelado se queda guardado en tu móvil, y permite el visionado 3D con el simple giro de muñeca, haciendo una simulación del giro orbital natural que se haría para contemplarlo.

Figura1

Figura 1.- Proceso del renderizado de las nubes de puntos para la creación del modelo 3D en Fyuse.

Haciendo un ejercicio de abstracción entenderemos esta secuencia (Figura 2) como una fotografía 3D tomada con Fyuse. Con voltear o ladear ligeramente el móvil se activa la tercera dimensión y la imagen cobra vida por si sola. Después del renderizado de la malla tridimensional o nube de puntos puedes observar plenamente el objeto desde todas las perspectivas que hayas tomado (aunque esta vez hemos tomado un recorrido de solo 180° por estar restringidos materialmente).

Figura 2
Figura 2.- Simulación del visionado final del modelo 3D generado por la aplicación Fyuse.

¿Qué nos puede aportar una aplicación así? De entre las posibilidades que nos facilita ponemos en relieve el entendimiento rápido e in situ del objeto, con la facilidad y velocidad de exportación casi al momento de su extracción en campo. Esta mejor inteligibilidad proporciona un conocimiento más completo a priori del objeto o estructura fotografiada, sin la necesidad de hacer un proceso fotogramétrico completo. Además la posibilidad de recreación de estas aplicaciones proporciona un visionado en 3D consultable en cualquier momento mediante la vista en tu teléfono móvil personal, con todas las posibilidades difusivas que entraña, fuera de tener que encontrarse frente a frente con la pieza.

La resolución y detalle son bastante decentes, se puede revisar la fotografía desde todos los puntos de vista observando su totalidad volumétrica, aunque claro está que al tratarse de una técnica aparentemente auxiliar y de inmediata ejecución en el entorno de excavación, dista mucho de acercarse a los grandes resultados de la técnica fotogramétrica completa.

Cerramos abogando que la difusión del patrimonio a través de las nuevas tecnologías proporciona un recurso de valor añadido, sobre todo en lo referente a modelos 3D, tanto a los profesionales, docentes, estudiantes y visitantes. Por una parte porque, a través de modelos 3D, se pueden observar detalles espaciales que no se alcanzan a ver en fotografías y, por otro, ya que pueden servir de base a reconstrucciones de los mismos. Así, el patrimonio, si bien inicialmente fue promocionado en Internet usando fotografía e información textual, cada vez más es complementado por elementos virtuales basados en reconstrucciones 3D. Además, los avances en lo referente a la potencia gráfica en ordenadores, móviles y tabletas ha hecho realidad la implementación de herramientas y aplicaciones 3D en dispositivos a los que gran cantidad de usuarios tienen acceso. A estudiantes, científicos e incluso turistas o excursionistas se les puede ofrecer de una forma más comprensible y abierta la interpretación de los restos arqueológicos.

El enorme abanico de posibilidades que nos disponen las nuevas tecnologías, ya se ponen a nuestro alcance de una manera más directa y personal, gracias a las aplicaciones descargables y gratuitas que encontramos en las plataformas de Google Play o App Store. Todo un surtido de app’s, con una infinidad de características que en este caso concreto, nos permiten una digitalización más que útil de nuestros propósitos de documentar el patrimonio de una manera sencilla y casi inmediata. Parece que los tiempos de trabajo póstumo en laboratorios y despachos se alejan cada vez más de este ámbito, por lo que entre otras cosas, la excusa típica de “no sé dibujar” cada vez pierde más sentido. La tecnología evoluciona, existe, y está a nuestro alcance sin coste; hay que tener voluntad de experimentar con las nuevas herramientas de las que disponemos.

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Sobre el autor: (Valencia, España – 1996). Egresado en el Grado de Historia por la Universitat de València (España). Actualmente estudiante del Grado de Historia del Arte en la misma universidad. Se encuentra cursando estudios en la Universidad Autónoma del Estado de México mediante la beca Programa Internacional en la Licenciatura de Arqueología. Su principal línea de investigación es la arqueológica y patrimonial, en especial de las sociedades prerromanas de la Península Ibérica. En la Comunidad Valenciana (España) ha formado parte de varios equipos de excavación en distintos sitios arqueológicos de los que destacamos La Pobla d’Ifach (Calpe), El Tossal de la Malladeta (Vilajoyosa) y El Pico de los Ajos (Yátova).// Contacto: dario_yyy@hotmail.com

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Notas: [1] Para más información consultar la web del program: https://fyu.se

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ArKeopatías opera bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – Compartir Igual 4.0 Internacional License, por lo que agradecemos citar la fuente de este artículo como: Proyecto ArKeopatías./ “Textos De La Casa #128″. México 2019. https://arkeopatias.wordpress.com/ en línea (fecha de consulta).

El negocio de la historia tiene futuro

historia

M. J. ALBERT

De la misma forma que las eras geológicas cocinaron bajo tierra los principales recursos energéticos que propiciaron la revolución industrial —el carbón, el petróleo— la historia de los humanos y su patrimonio es un recurso sin fin para la generación de riqueza, no solo científica, sino también empresarial. Los mineros y prospectores de esas fuentes de riqueza han sido, en primer término, los arqueólogos. Su actividad original se ha visto profundamente afectada por la crisis. La debacle ha provocado el reciclaje de muchos de estos profesionales, que adaptan sus conocimientos y experiencia en iniciativas privadas y autónomas, basadas casi siempre en las nuevas tecnologías y ligadas a la gestión, investigación, formación y divulgación del patrimonio histórico.

La historia tiene futuro. Córdoba es solo un ejemplo de algo que ha ocurrido en toda Andalucía. A la sombra del boom inmobiliario, se multiplicaron las excavaciones arqueológicas y las oportunidades de trabajo tanto en el sector público como en el privado. Pero todo eso se acabó. Y llegó la hora de cambiar. En los últimos años, se han multiplicado en esta provincia los ejemplos de iniciativas privadas ligadas a los estudios y a las técnicas arqueológicas: estudios de yacimientos con helicópteros teledirigidos, formación especializada de dibujo arqueológico digital a través de Internet, reproducción y comercialización fiel de piezas patrimoniales exclusivas o la promoción turística con visitas alternativas a los conjuntos históricos.

La ciudad que fuese capital de la Bética romana y epicentro del califato omeya posee alguno de los mayores y más importantes yacimientos históricos y arqueológicos de España. En ellos se han formado generaciones enteras de especialistas en Historia del Arte, Arqueología y Gestión del Patrimonio. Uno de ellos fue Diego Gaspar quien montó, con otros socios —antropólogos, geólogos, geofísicos, arqueólogos…—, la empresa Investigaciones Para el Patrimonio Histórico (IPPH). “Ofrecemos servicios de bioarqueología, geofísica, fotografía y vídeos aéreos, escáner láser, estudios de policromía antigua e imágenes termográficas”, cuenta.

Una de las herramientas más espectaculares de esta empresa —y que ejemplifica las perfectas sinergias entre las nuevas tecnologías y el estudio de la historia y el patrimonio— es un helicóptero teledirigido armado con cámaras que, además de obtener imágenes aéreas, es capaz de acercarse a rincones inaccesibles para estudiar el estado y las características de los materiales. “Lo hemos usado también en espacios cerrados como en iglesias, para estudiar retablos o en el yacimiento romano de Almedinilla [en la provincia de Córdoba], techado por una estructura metálica”, prosigue la explicación Diego Gaspar.

IPPH es, como muchas de las empresas surgidas estos últimos años, hija de la crisis. “Cuando todo se hundió, empezamos a comernos la cabeza para ver qué podíamos hacer. Vimos que la aplicación de las nuevas tecnologías al patrimonio histórico podía ser una buena salida para trabajar y seguir innovando, aportando nuestros conocimientos y adaptándonos a otras tecnologías nuevas”, explica.

No fueron los únicos que se devanaron los sesos tratando de encontrar una salida al paro. Mayte del Pino, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba, fue una de las afectadas por los recortes en las Administraciones públicas para las que trabajaba. En situación de desempleo, también optó por apoyarse en las nuevas tecnologías, especialmente Internet, para fundar Almagre, una oficina técnica de patrimonio y formación, que oferta cursos especializados basados en el software libre. Enseñanzas para postgraduado que, este curso, están ligadas al dibujo arqueológico en 2D y 3D, desarrollos de redes sociales para el ámbito cultural y adaptación en accesibilidad para personas con discapacidad física e intelectual para exposiciones. “Esto último, por ejemplo, es un aspecto que se escapa a la formación de las universidades y que hemos aprovechado para impartir con la ayuda de diversos especialistas”, explica Del Pino.

Otra salida que no suele contemplarse en los currículos universitarios es la estrictamente comercial. Pero esta fue la que escogió la arqueóloga Ana Valdivieso, gestora de El Collar de la Paloma, un negocio que compagina la venta de exactas reproducciones arqueológicas (mosaicos, cerámica, joyería, bronces, esculturas y relieves de todas las culturas que han pasado por Córdoba) con los cursos especializados en su propio taller de artesanía. “Yo había visto este tipo de tiendas en otras ciudades de Italia y Grecia. Algo que no existía en Córdoba, donde la oferta para turistas se centraba en los clásicos souvenirs”, destaca Valdivieso.

Ubicada en pleno centro de la ciudad y en una de las principales calles más transitadas por los turistas, El Collar de la Paloma se nutre del trabajo de artistas locales —que siguen estrictas normas para obtener reproducciones fieles— y de las producciones de su propio taller.

“Así aplico mi formación al negocio. Tengo el ojo ya educado para seleccionar las piezas”, destaca. Algunas son reproducciones de obras del Museo Arqueológico de Córdoba, otras son piezas más genéricas que ilustran las culturas griegas, romanas, visigodas y árabes.

Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/21/andalucia/1379783056_512454.html

INAH y Google México lanzan nuevo proyecto para recorrer virtualmente treinta zonas arqueológicas

Redacción Canal Patrimonio

Millones de cibernautas de todo el mundo ya pueden recorrer de manera virtual por 30 zonas arqueológicas de México gracias a los recorridos virtuales en 360° que han sido incorporados en la plataforma Street View. Se trata de un fruto más de la colaboración establecida hace cuatro años entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y Google México, que permite conocer desde cualquier parte del orbe, los rincones de una treintena de sitios prehispánicos del país, entre ellos Teotihuacan, Xochicalco, Monte Albán, Chichén Itzá, Tulum, Palenque, Tula y Paquimé, entre otros.

El proyecto “Special Collections Street View” es una aplicación para navegar en Internet, que permite hacer recorridos virtuales a través de fotografías panorámicas de las inmediaciones de cada sitio arqueológico, y que mediante el uso de las plataformas Google Earth y Maps, facilita el desplazamiento horizontal y vertical, permitiendo ver el interior de las ciudades prehispánicas y sus áreas.

Todas las zonas y museos

Esta iniciativa pretende difundir la riqueza cultural de México en todo el orbe, entre los más de 10 millones de personas que hacen uso de tales herramientas digitales. En la ceremonia de lanzamiento, Alfonso de María y Campos, director general de INAH, ha indicado que por ahora hay incorporados 30 sitios prehispánicos y que se pretende que al culminar el año estén disponibles 81 zonas. “El objetivo es seguir alimentando este proyecto para que puedan visitarse virtualmente las 189 zonas arqueológicas que el Instituto tiene bajo su custodia”, destaca.

De María y Campos adelanta que los museos del INAH también se sumarán al Google Art Project, iniciativa que consiste en la digitalización de las colecciones y el empleo de la tecnología Street View para ingresar de forma virtual a los recintos museísticos más importantes del mundo.

Por su parte, Miguel Ángel Alva, director de Marketing de Google México, ha manifestado que este lanzamiento es de gran trascendencia porque es la primera vez que se hace un proyecto dedicado a zonas arqueológicas en las colecciones de Street View. “Es un tema de interés cultural que trata de abrir una ventana de México al mundo, a fin de incentivar la visita física a los sitios prehispánicos y así beneficiar a su vez el turismo cultural en el país”.

Bicicleta y Alta Definición

El levantamiento fotográfico de las zonas arqueológicas comenzó en 2010, y tras casi dos años de trabajo se han realizado registros de 68 sitios de este tipo en 17 estados de la República Mexicana, de los cuales 30 ya fueron incorporados a la plataforma Google Street View. Entre los sitios arqueológicos que ya se pueden recorrer virtualmente destacan: Teotihuacan y sus cuatro barrios (Estado de México), Xochicalco (Morelos), Monte Albán (Oaxaca), Chichén Itzá y Dzibilchaltún (Yucatán), Tulum (Quintana Roo), Tula (Hidalgo), Cholula (Puebla), El Tajín (Veracruz), Palenque y Bonampak (Chiapas), Paquimé (Chihuahua) y Cuicuilco (Ciudad de México), entre otros.

Para ello se empleó un vehículo parecido a una bicicleta, con una cámara fotográfica 360° de alta definición, de manera que no dañan las estructuras arqueológicas, los senderos y las áreas verdes. El levantamiento de las imágenes es realizado por un operador de Google, bajo la supervisión de personal del INAH. En la primera etapa se utilizó solo una bicicleta, sin embargo, lo que resta de este año se empleará un dispositivo más, a fin de trabajar en dos sitios simultáneamente.

Una vez tomadas las fotografías, personal de Google se encarga de unir las imágenes y subirlas a Street View. A partir de este día están disponibles 30 sitios prehispánicos de México, y los restantes se incorporarán a la plataforma de manera paulatina.

Imágenes: Presentación de esta nueva iniciativa del INAH y Google México. / INAH

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Fuente: http://www.canalpatrimonio.com/content/inah-y-google-m%C3%A9xico-lanzan-nuevo-proyecto-para-recorrer-virtualmente-treinta-zonas-arqueol%C3%B3

VII Jornadas Permanentes de Arqueología

Restauración del Juego de Pelota de Chichén Itzá