Carta de los trabajadores del Centro INAH Morelos. Xochicalco en peligro

Carta de los trabajadores del Centro INAH Morelos al director general del INAH. México, D. F. 28 de febrero de 2013: Etnólogo Sergio Raúl Arroyo. Director General de INAH

Presente.

Ante la inminente apertura de una mina a tajo abierto a tan solo 3km de la Z.A. de Xochicalco, existe la preocupación de un sector de la comunidad académica y de los trabajadores Administrativos, Técnicos y Manuales pertenecientes a la Delegación INAH-Morelos de esta institución, dados los efectos negativos que tendrá hacia el patrimonio arqueológico. Los abajo firmantes, arqueólogos preocupados ante el peligro en que se encuentra este sitio inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, deseamos exponer nuestras observaciones ante este hecho.

1. El proyecto de la mina a tajo abierto presentado por la compañía de origen canadiense Esperanza Silver de México, afectará el sitio arqueológico El Jumil, localizado en el cerro homónimo, área inicial de la probable explotación minera.

2. Destacamos que la zona arqueológica de Xochicalco ha sido decretada por la UNESCO, desde 1999, Patrimonio de la Humanidad.

3. La afectación por los trabajos de extracción de metales preciosos del cerro El Jumil, altera y destruye la vinculación existente entre este sitio y la zona arqueológica de Xochicalco, evitando con ello comprender a futuro su integración, en el entendido de que hasta el momento no está bien estudiado el mencionado sitio.

4. Es importante destacar la pérdida de elementos orográficos y arquitectónicos que en algún momento permitieron realizar observaciones astronómicas que forman parte importante de la cosmovisión xochicalca y mesoamericana.

5. La zona arqueológica está localizada sobre la formación geológica Xochicalco, de características cársticas y por lo tanto inestable, resultando altamente afectada por las vibraciones de las detonaciones causadas durante el proceso de explotación de la mina.

6. Conviene resaltar que el proyecto de la explotación de la mina abarca 15,000 ha. y en la manifestación de impacto ambiental presentada por la compañía minera existe lo que ellos llaman “Etapa 5”, justo en el área de asentamiento de la Z.A. de Xochicalco.

7. Resulta sorprendente e inexplicable que se haya autorizado por una dependencia de nuestra institución, la liberación del área circundante a la zona arqueológica del Jumil y más sorprendente aún, que no se hayan percatado de que futuras áreas de explotación abarquen la propia zona arqueológica de Xochicalco.

No podemos permanecer ajenos a este atentado contra nuestro patrimonio arqueológico, no sólo nacional, sino de orden mundial.

Necesario difundir hallazgos arqueológicos: Manuel Gándara

Por Víctor Martínez

Zacatecas.- Manuel Gándara Vázquez, integrante de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH, consideró que la falta de difusión de los hallazgos arqueológicos es la causa de que la población no se apropie del patrimonio cultural que tiene.

Enfatizó que es necesaria una mayor divulgación de los conocimientos arqueológicos, para que la gente entienda la importancia que tiene el patrimonio.

“En el norte, por ejemplo, como hay una especie de distancia que los grupos normalmente llaman Chichimecas, no se le aprecia mucho. Aunque los lugares como La Quemada, que tienen una arquitectura monumental, la gente se identifica; más no con las aportaciones que dejaron los cazadores-recolectores”, enfatizó.

En el marco de la presentación de su libro El análisis teórico de las ciencias sociales, ejemplificó que una de las cuestiones desconocidas para la población es que las sociedades cazadoras-recolectoras tenían un sistema de convivencia social igualitario, y es “un gran enigma” saber cómo lo lograron.

Gándara Vázquez dijo que si la gente del norte le tomara más aprecio a estas evidencias, algún día podríamos responder la pregunta; pero al no tener claro el lugar dónde se encontraron los restos arqueológicos, se pierde aquello que identifique los rastros culturales.

Respecto de su libro, expuso que es un esfuerzo para mejorar la investigación científica, sobre todo cuando hay dos teorías contrarias sobre un mismo sitio o hallazgo arqueológico; los métodos planteados pudieran aplicarse a las demás ciencias, agregó.

“La idea era desarrollar algunas herramientas que nos permiten saber si alguna teoría es mejor que otra. Una corresponde a algo que cualquier niño de cinco años puede hacer, que consiste en que cuando doy la explicación de algo, me preguntes porqué eso; y cuando yo responda, nuevamente se haga la pregunta”, aclaró.

El caso particular analiza dos teorías contrarias sobre el sitio arqueológico de Teotihuacán, para llegar a una conclusión. Para Gándara Vázquez, si hay muchas preguntas sobre el tema, más fértil será la investigación.

El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) insistió en que la ciencia debe responder más a fondo las preguntas, pues las conclusiones superficiales que algunas investigaciones logran, son la causa de que los jóvenes no se interesen por ella.

Otro de los elementos –dijo- es la elaboración de un marcador general, que contradice la tendencia posmoderna de que todas las versiones son válidas.

Destacó que lograr una interpretación más certera o creíble de lo que sucedió en cierto momento de la historia, permitirá tener mayor control de las consecuencias que tengan los datos en el aprendizaje, pero también en lo político o lo moral.

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Fuente: NTRzacatecas.com Lunes 12 de noviembre de 2012 [http://ntrzacatecas.com/2012/11/12/necesario-difundir-hallazgos-arqueologicos-inah/]

«Más viable» proteger Wirikuta como «patrimonio inmaterial»: Conalmex

Ángel Vargas

De acuerdo con la carta que los wixárikas enviaron a la Unesco, nunca fueron consultados para integrar ni solicitar tal iniciativa, y afirman que la misma se contrapone a su interés de obtener la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial Cultural y NaturalFoto María Meléndrez Parada.

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Lo más importante es contar a la brevedad con un instrumento internacional que ayude a conservar, proteger y defender el patrimonio cultural del pueblo wixárika (huichol).

Así lo sostiene César Guerrero Arellano, secretario adjunto de la Comisión Mexicana de Cooperación (Conalmex) con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Esa instancia, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), fue la que presentó ante dicho organismo internacional, a finales de marzo pasado, la candidatura La Peregrinación a Wirikuta para su inscripción en la Lista de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Tal nominación, propuesta por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), fue impugnada por tres de las cuatro comunidades agrícolas que integran el pueblo huichol, mediante una misiva que la Unesco recibió el pasado 11 de mayo, de lo cual dio primicia La Jornada en su edición del viernes 8 de junio.

En ese documento, los wixárikas exponen que nunca fueron consultados para integrar ni solicitar tal iniciativa, además de que afirman que la misma se contrapone a su interés de obtener la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial Cultural y Natural.

La declaratoria en esta última convención sí ayudaría a proteger sus sitios sagrados y demás territorios, y con ello su cultura y sus tradiciones, según consideran los integrantes de esas comunidades, situación que no ocurrirá con la de Patrimonio Inmaterial.

Aunque es la instancia impulsora de la candidatura para el listado de Patrimonio Inmaterial, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, indicó a este diario que no puede dar a conocer detalles al respecto.

Mediante su área de comunicación, justificó que, por «la veda electoral», no están autorizados a dar entrevistas. Tampoco, indicó, puede proporcionar el expediente de la candidatura, porque éste se «encuentra reservado» por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), «para no interferir» en el proceso iniciado ante la Unesco.

Una no excluye a la otra

Para la Conalmex, en voz de César Guerrero Arellano, el hecho de que el Estado mexicano haya presentado ya la postulación para la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Unesco no impide que más adelante pueda presentar una iniciativa para su inscripción en la de Patrimonio Mundial Cultural y Natural.

«Una candidatura no excluye a la otra», afirmó el funcionario. «Lo que nos interesa es que las comunidades huicholas tengan una protección sobre su patrimonio, sea material o inmaterial; eso está claro. Tan es así, que una parte del gobierno federal se dio a la tarea de integrar un expediente para la convención de Patrimonio Inmaterial».

En entrevista, consideró que la candidatura presentada por el gobierno federal fue la opción más viable para beneficio de la cultura wixárika, pues integrar el expediente para la nominación de sus sitios sagrados en la Lista de Patrimonio Mundial «es muy difícil».

Parte de la complejidad se debe, explicó, a que se encuentran ubicados en diferentes municipios y estados de la República, a lo que se aúnan las diferentes comunidades indígenas, lo cual dificulta lograr un liderazgo institucional claro, con reglas claras.

«En el primer momento en que se nota esa complejidad es cuando se trata de documentar para la Unesco un expediente de nominación: en qué consiste, de qué se trata, quién participa, porqué y quién lo va a administrar y proteger.»

Además de lo anterior, César Guerrero Arellano destacó que todas las nominaciones de Patrimonio Mundial requieren de varios años y muchos recursos humanos y económicos para ser elaboradas.

«En el caso de las de Patrimonio Inmaterial es diferente, porque se trata de otra convención, la cual es mucho más joven, con un grado de complejidad y de detalle todavía no tan desarrollados. Por tanto, integrar las candidaturas no requiere de tanto tiempo, como sí ocurre con los de Patrimonio Mundial», agregó.

El funcionario aseguró que los huicholes sí fueron informados de la mencionada candidatura y de porqué se considera la mejor opción para proteger y conservar su cultura.

Lo anterior se hizo por conducto de tres de sus representantes, dijo, en una reunión sostenida el pasado 13 de marzo, en Zacatecas, quienes a su vez expusieron el interés de que su ruta sagrada sea declarada Patrimonio Mundial.

En ese encuentro, dijo, participaron asimismo Nuria Sanz, jefa de la sección para América Latina y el Caribe del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco; Francisco López Morales y Francisco Vidargas, director y subdirector, respectivamente, de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia; el embajador Mario Chacón, secretario general de la Conalmex, y Humberto Fernández, presidente y director de Conservación Humana, AC, además de él mismo

De acuerdo con el funcionario, proteger la cultura huichola es un tema prioritario, para las propias comunidades indígenas, el gobierno mexicano y la sociedad en general.

«Todos estamos convencidos de la necesidad de proteger, cuidar y preservar ese patrimonio y de que la Unesco pueda ser nuestro instrumento en ello», indicó. «En lo que veo que estamos difiriendo es en la manera. Algunas comunidades piensan que debe ser por Patrimonio Mundial, lo que tiene más dificultades, y la otra opción es por Patrimonio Inmaterial. La idea aquí no es que nos comencemos a dividir y acusarnos unos a otros, sino que vayamos construyendo».

De lograrse la inscripción en la Lista de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, según el secretario adjunto de la Conalmex, eso permitirá «poner en el pedestal internacional» a la cultura huichola, así sea en el ámbito de lo inmaterial.

«Y con esa visibilidad, de alguna manera, se contribuye a preservar lo material, porque entonces ya no es tan fácil que una minera se atreva a hacer una sección, pues un organismo internacional y la propia comunidad internacional señalarán que tal sitio está vinculado a ciertas practicas, tradiciones y rituales», resaltó.

Se trata de poner una primera barrera, así sea de tipo moral, «y por eso no veo conflicto, sino una contribución».

Con la candidatura presentada ante la Unesco «no estamos diciendo que los huicholes estén perdiendo sus prácticas, sus expresiones», rubricó el funcionario.

Lo estamos haciendo por el patrimonio físico, sus lugares sagrados. «Pero ahorita por lo físico es más difícil, porque el instrumento (la convención de Patrimonio Mundial) no fue creado para una cosa como ésta; si no para proteger catedrales y monumentos».

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Fuente: Periódico La Jornada. Lunes 11 de junio de 2012, p. 9 [http://www.jornada.unam.mx/2012/06/11/cultura/a09n1cul]

Nuevo Centro de Visitantes en Cerros Pintados

Por Katerina Gordon

En Cerros Pintados, a poco más de 100 km de Iquique, se encuentran más de 450 figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas que fueron dibujadas hace más de 500 años.

Hoy en día el lugar es foco de visitas de turistas tanto chilenos como extranjeros durante todo el año, quienes proximamente podrán conocer en profundidad este trabajo gracias a un nuevo Museo y Centro de Visitantes que comenzará a funcionar en septiembre de este año.

Con 160 m2 esta nueva estructura se construirá bajo tierra de manera de mimetizarse con su entorno y no transformarse en un foco de distracción, además ésta misma decisión permite optimizar el control de la extrema temperatura del norte chileno.

El proyecto de gestión turística costará $ 250 millones y será financiado por el gobierno regional de Tarapacá y la minera Collahuasi.

A continuación un extracto de la memoria explicativa del proyecto.

CONCEPTO ARQUITECTONICO

La decisión arquitectónica que define el proyecto es la mimetización con su entorno y la construcción de las distancias. Esta es la síntesis con la cual se diseña y se define. Otro decisión fundamental es la de no generar protagonismo, siendo un apoyo para la

apreciación y contemplación del Monumento Nacional de los Geoglifos de Pintados.

Los materiales corresponden al sector siendo utilizado en su mayoría el costrón de sal, y toda la gama de piedras y arenas para generar el paisajismo, de tal manera de no provocar un contraste al paisaje.

El concepto arquitectónico del espacio y entorno del centro de visitantes se materializa por mimetizarse con el desierto y la construcción de las distancias, siendo un eje de diseño el concepto del recorrer, para lo cual se definen distancias de recorrido entre baterías de Baños –centro- estacionamientos.

El centro ensimismo es un recorrido, podría considerarse el primer tramo del sendero, la puerta de acceso a este. Este se sumerge a 1.5 mts, para así dar la sensación de enterrado, con el material movido se construye la loma artificial que se funde en el paisaje (no interviendolo) y acoplándose a su escala.

De esta manera este queda contenido por el desierto haciéndose parte de él, no generando protagonismo sino que al contrario mimetizándose en su vastedad. Lo mismo ocurre con los servicios higiénicos.

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Fuente: Plataforma Arquitectura [http://www.plataformaarquitectura.cl/2012/03/03/nuevo-centro-de-visitante-en-cerros-pintados/#more-142949]

Imágenes peregrinas que se negaron a llegar…

Por Héctor Espinosa*

(Estudio Etnoarqueológico del sitio “la vereda de los Exvotos”; un sitio en el camino al santuario de Chalma).

Estudio realizado sobre los cúmulos de objetos dejados por los peregrinos que se dirigen al santuario de Chalma, el sitio se ubica entre el Ahuehuete y el poblado de Chalmita a cuatro kilómetros del santuario. A través de los restos materiales que los peregrinos dejan, se analiza el comportamiento adoptado que forma un registro arqueológico, y estas conductas se corroboran con un estudio etnográfico que nos ayude a comprender por qué las personas que van a Chalma dejan esos objetos en el camino.

El estudio de las peregrinaciones en México se ha realizado desde diferentes ángulos y perspectivas, particularmente las que llegan al santuario de Chalma. Este fenómeno, ha sido tratado por varios autores, entre ellos destacan la tesis doctoral de Gilberto Giménez (1978), titulada: Cultura popular y religión en el Anáhuac; trabajo en el que aborda un enfoque sociológico y fenomenológico de ésta manifestación cultural. Los trabajos de Carlos Garma Narro y Roberto Shadow (1994), expuestos en su libro Las peregrinaciones religiosas: una aproximación, donde se trata el tema de las peregrinaciones que se realizan en diversos lugares de nuestro país desde varios ángulos; otro libro fundamental es el trabajo de Roberto Shadow y María Rodríguez-Shadow (2002), denominado El Pueblo del Señor: las fiestas y peregrinaciones de Chalma; donde se hace un estudio exhaustivo de las peregrinaciones que llegan al santuario y se hace una narración del recorrido en una de estas. Un trabajo que merece una mención especial, es un ensayo de Miguel Othón de Mendizábal (1946), “El Santuario de Chalma”, donde hace una relatoría de la peregrinación en lo que podría considerarse como los inicios de la incursión del trabajo etnográfico y que se ha convertido en un clásico para los investigadores que estudian este fenómeno. El trabajo de Carlos Martínez Marín (1972), Los santuarios y peregrinaciones en el México Prehispánico, donde se hace mención especial a la cueva de Chalma y a la deidad que ahí se adoraba, misma que daría origen al santuario que hoy conocemos, y cuyo origen queda plenamente ilustrado por el fraile agustino Joaquín Sardo (1810) en su obra que se considera como una fuente fundamental para entender la historia del santuario y el mito del Señor de Chalma.

Las peregrinaciones en México han sido objeto de estudio de muchos especialistas, historiadores, sociólogos, etnólogos y otras vertientes de las ciencias sociales; en este caso, estamos analizando el fenómeno de una peregrinación, desde la perspectiva de la arqueología, el punto de partida es hacer el análisis de los restos materiales depositados por los peregrinos que realizan la peregrinación en los “altares”, que se ubican a lo largo del camino que los romeros recorren para llegar al santuario de Chalma, en un lugar denominado por nosotros como la vereda de los exvotos; en estos lugares se depositan objetos, generando con esto un registro arqueológico de materiales contemporáneos.

Cada año el pueblo de Iztacalco realiza una peregrinación al santuario de Chalma, desde 1967 se hace por la ruta del Ajusco, en la feria de la Asunción que se realiza cuarenta días después del domingo de Pascua de la Semana Santa; el sitio de estudio se ubica a cuatro kilómetros del santuario y se extiende por un kilometro a lo largo del camino que corre paralelo a la carretera que comunica el poblado del Ahuehuete al pueblo de Chalma. Los peregrinos han adoptado la costumbre de colocar las imágenes religiosas que se rompen en el camino, como consecuencia de caídas a lo largo de la ruta de la peregrinación, también se ha optado por colocar las prendas de vestido que se rompen por las incidencias del camino, cualquier pieza de vestido que los peregrinos lleven y que en el momento de pasar por el sitio sienten deseos de dejar ahí, a estas prendas y objetos los consideramos como exvotos, entendiendo que un exvoto es una ofrenda que los gentiles hacían a sus dioses; estas ofrendas se depositaban en santuarios o lugares de culto y podían consistir en figurillas representando personas o animales, armas, alimentos, etc. La tradición establece que el peregrino que realiza la peregrinación en una ocasión, está obligado a realizarla dos veces más hasta realizar tres recorridos para saldar su deuda; y aunque no encontramos una justificación para adoptar esta acción, pensamos que se refiere a la emulación de las tres caídas que se menciona en el calvario de Jesús.

Estas conductas, generan un espacio que pasa de ser de uso común como lo es el libre andar por el lugar a un espacio con tintes sacros, en la medida que las intenciones de los peregrinos son de ofrendar las piezas colocadas; en el trabajo etnográfico realizado paralelo al trabajo arqueológico, nos percatamos que los peregrinos sienten el deseo de colocar las piezas religiosas que originalmente estaban destinadas a formar parte de sus altares familiares que tienen en casa, ser dejadas de manera simbólica en los “Altares” que se generan con la acumulación de estas piezas rota; los peregrinos sienten que la pieza rota no es basura, ya que esta, es su imagen protectora y a la cual rinden culto y respeto, por lo tanto no se quieren desprender de estas aun cuando ya estén destrozadas, sienten que este espacio es un buen lugar para que en la próxima ocasión en la que ellos pasen podrán ver su imagen colocada en el lugar que la dejaron.

Por otro lado, la arqueología tiene como pilar fundamental entender las culturas a través de sus restos materiales, los cuales permiten reconocer diferentes aspectos de la vida de las sociedades que los crearon. Es posible identificar conductas adoptadas por los grupos culturales con la lectura de sus restos materiales, las actividades de cada sociedad son parte de una red compleja que se establece por el movimiento de personas y objetos. Los proceso causales de los cambios conductuales comienzan y terminan en esta matriz conformada por las personas y sus artefactos (Schiffer, 1992). Esta manera de considerar la conducta humana, permite a los arqueólogos formular nuevas preguntas que permiten hacer aportaciones a la teoría social que ni la antropología, ni la historia pueden producir; para un arqueólogo, esta interacción sucede en un lugar y un tiempo dados, puesto que en una actividad se relacionan personas especificas y artefactos determinados para obrar recíprocamente de una manera también determinada;

Y es justamente al hablar de cultura material y conductas asociadas a estos restos, que el marco teórico de la Arqueología Conductual elaborado por Michael Schiffer, nos proporciona la herramienta adecuada para hacer esta investigación (Schiffer, 1976). La Arqueología Conductual está inmersa dentro del marco teórico de la Arqueología Procesal o Nueva Arqueología, que surgió en la década de los 70, como una respuesta a las necesidades de dar una mejor explicación en las técnicas de los arqueólogos. El paradigma procesal incluye perspectivas funcionalistas (Binford: 1962, 1972) y sistémicas (Schiffer, 1976). Desde esta perspectiva se define a la cultura como: Un conjunto de mecanismos extrasomáticos propios del género humano el cual es empleado en la integración de las sociedades con su medio ambiente y con otros sistemas socioculturales (Binford: 1972). Este carácter adaptativo confiere a la cultura un aspecto dinámico y la convierte en un proceso, puesto que para la arqueología Conductual:

La arqueología debe conceptualizarse como la principal ciencia que describe y emplea una amplia gama de leyes sobre las relaciones entre conducta humana y los artefactos. Todas las ciencia sociales a excepción de la arqueología, carecen de la capacidad de crear teorías sobre la conducta humana, en especial teorías referentes al proceso de cambio; los artefactos no son solo el corazón de la arqueología sino que también son el núcleo de la conducta humana. Los artefactos intervienen virtualmente en todas las actividades de cualquier sociedad” (Schiffer, 1991a).

La hipótesis principal que se plantea en este trabajo es la de hacer una asociación entre los restos materiales depositados en los “altares” ubicados en el sitio “La vereda de los exvotos”, con las conductas adoptadas por las personas que realizan la peregrinación. Para lograr esta asociación entre cultura material y conducta humana de un grupo especifico de personas, tomaremos como marco conceptual el referente a la Arqueología Conductual, que como veremos en el desarrollo de este estudio, hace uso de la etnoarqueología, como una de las estrategias fundamentales de esta forma de investigación.

El presente estudio tiene como objetivos fundamentales los siguientes:

  • Realizar una investigación arqueológica desde la postura teórica de la Arqueología Conductual y la etnoarqueología, aplicándola a una peregrinación.
  • Realizar trabajo etnográfico para poder contrastar con el trabajo arqueológico.
  • Identificar los procesos de formación del contexto arqueológico que se produce, aplicando métodos etnográficos para entender las conductas de la gente que generan este contexto.

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La metodología empleada para llevar a cabo este trabajo es fundamentalmente hacer uso de la historia, antropología, etnografía y arqueología, para así conformar una visión más amplia del fenómeno estudiado. Para esto realizamos una pesquisa histórica que nos permitió conocer y ubicar el contexto temporal y geográfico de los dos lugares de estudio; para tratar de encontrar la génesis de la peregrinación, y su trascendencia en las personas que la realizan. La revisión de fuentes historiográficas, códices, historia oral y registro arqueológico, sirvió para explicar el fenómeno de este evento. La presente investigación se realizo en dos puntos geográficos; el primero es en la Ciudad de México, en el pueblo de Iztacalco, en la delegación política del mismo nombre, donde reside la mayoría de los participantes de la peregrinación y punto de partida de este estudio. En este lugar se realizo parte de la investigación etnográfica y la parte complementaria se realizo a lo largo del camino que siguen los peregrinaos. El otro punto geográfico se ubica en la afueras del pueblo de Chalma, ubicado en el municipio de Malinalco, Estado de México. En este lugar se encuentra el santuario que los peregrinos visitan. A cuatro kilómetros de distancia del santuario, se ubica la vereda del camino que alberga los altares improvisados, al que hemos denominado “la vereda de los Exvotos” motivo central de nuestro trabajo arqueológico.

La figura I ilustra el modelo conceptual de nuestro trabajo, mostrando los cinco rubros más importantes para el planteamiento teórico de nuestro estudio; en este diagrama se esquematiza cómo están enlazados la etnoarqueología que constituye una de las estrategias de la arqueología conductual y el trabajo etnográfico; mismo que se integra para el estudio de fenómenos culturales, aportando información fundamental para entender los usos y costumbres de un grupo social, que permiten ver la conexión entre la conducta humana y los restos materiales; enlace que podemos hacer a través de un análisis de estos depósitos, procesos sociales y conductas específicas de grupos humanos que dieron origen a los restos materiales.

Figura I. Modelo conceptual de la Arqueología de una peregrinación.

Una vez estudiado el fenómeno de la peregrinación y las conductas que esté conlleva, analizaremos los depósitos de materiales que los peregrinos dejan a su paso, en el sitio denominado “la vereda de los Exvotos”; para poder corroborar los datos que obtuvimos etnográficamente y verlos plasmados en el registro arqueológico, como se muestra en el modelo conceptual de la figura II, este análisis estará enfocado en las unidades de estudio que hemos denominado “Altar” y es donde los peregrinos han tomado como tradición dejar un sin número de objetos relacionados con la peregrinación, pero que principalmente se compone de fragmentos de imágenes religiosas que se han quebrado o roto en el camino, la clasificación y descripción de los materiales dejado se estos altares se verá más adelante.

Figura II. Estudio del proceso de formación del registro arqueológico en una peregrinación.

Para nosotros es de suma importancia poder reconocer la relevancia de la etnografía en el trabajo arqueológico, esta herramienta se convierte en un elemento esencial para la interpretación del contexto arqueológico, en tanto es posible identificar las conductas adoptadas por un grupo social que desembocan en los restos materiales que producen esas conductas; ahora tenemos una mejor visión del proceso de formación de un contexto arqueológico, pues podemos identificar plenamente la transición de los materiales de un contexto sistémico a un contexto arqueológico, con algunas variantes como los son el ciclaje lateral, el reclamo, el reciclaje, debido a la naturaleza de este fenómeno cultural, el estudio nos permitió la observación directa de esta formación.

La Etnoarqueología.

La Etnoarqueología surge de la intersección de dos disciplinas antropológicas la etnografía, encargada de describir y analizar a las culturas contemporáneas (en este caso prácticas religiosas), y la arqueología que se encarga del estudio de culturas del pasado. Hablar de etnoarqueología es hablar de la otredad, es entender al “otro” a través de su cultura material, es poder conocer la cultura en función de sus conductas y respuestas a las influencias culturales, para el arqueólogo las técnicas empleadas en la etnoarqueología deberán proporcionar un detonador de su imaginación para poder rescatar la relevancia social del mundo de lo tangible. Manuel Gándara escribe sobre la importancia de la etnoarqueología:

La etnoarqueología es sin duda uno de los desarrollos más interesantes en nuestra disciplina en los últimos años… La etnoarqueología debe ser vista no como una ciencia diferente de la arqueología, sino como una de las técnicas heurísticas que intentan facilitar la producción y evaluación de inferencias sobre el pasado… La analogía etnografía… es… un procedimiento para facilitar la producción de conocimiento… No es sustituto… para el trabajo empírico, sino una ayuda en la investigación… La analogía etnográfica no es opcional en la arqueología: es constitutiva de la teoría arqueológica … en el pasado como en el presente, existe una relación significativa entre la actividad del hombre y los contextos materiales que esta actividad produce … la analogía es indispensable para la inferencia arqueológica en su nivel más profundo (Gándara 1990:45 – 46, 76).

Realizar el trabajo de campo, nos permite conocer el punto de vista de las personas que intervienen en nuestro estudio. Así mismo, la etnoarqueología ha sido entendida y definida de varias maneras y se han propuesto también otros vocablos como sinónimos tales como «arqueología viva», «arqueoetnografía», o «etnografía arqueológica». Las primeras definiciones consideraban a la etnoarqueología como la comparación entre los datos arqueológicos y etnográficos (Gould, 1978). Para Stanislawsky (1977), la etnoarqueología es la colección de información etnográfica original para ayudar interpretar a la información arqueológica y para Steensberg (1980) es el uso controlado de la información etnográfica para explicar el registro arqueológico. La etnoarqueología surge de una nueva forma de ver las cosas, en resumen son investigaciones realizadas en el campo por arqueólogos, con el propósito de resolver problemas de interpretación arqueológica, ligando los restos materiales con el comportamiento del cual son resultado.

En general, la Etnoarqueología es entendida hoy en día como una subdisciplina de la arqueología (David; Kramer, 2001), y también de la antropología sociocultural. Pero también es vista como una combinación de enfoques arqueológicos y etnográficos, que puede involucrar el estudio sistemático ya sea de un solo aspecto de la cultura material, el estudio a fondo de partes significativas de una cultura viviente, o bien una cultura en su totalidad. En su uso corriente es considerada como una metodología de obtención de datos de sociedades vivas, pero desde una perspectiva arqueológica y sobre todo, prestando especial atención a los materiales derivados de las conductas humanas, por lo tanto, esta estrategia de investigación implica trabajo de campo, fundamentalmente apoyándose de las técnicas de investigación etnográfica como lo son: la observación participante, la entrevista, y el registro fotográfico.

Por otra parte, Susan Kent (1987, citada en David y Kramer 2001: 9) define los conceptos centrales para la investigación etnoarqueología, donde reconoce cuatro categorías analíticas distintas entre sí:

1. Arqueología Antropológica: es un enfoque que utiliza varias subáreas de la antropología para obtenerla descripción más completa posible de un grupo arqueológico: sus objetivos suelen ser de naturaleza histórico-cultural.

2. Etnografía Arqueológica: la utilización del material etnográfico potencialmente útil como ayuda en la analogía para realizar descripciones arqueológicas.

3. Etnoarqueología: formulación y sometimiento a prueba de métodos, hipótesis modelos y teorías con orientación arqueológica, con base en datos etnográficos.

4. Analogía Etnográfica: observaciones de grupos históricos que se usan para identificar patrones dentro del registro arqueológico, ya sea con la base de datos arqueológicos, etnográficos o de otro tipo.

La analogía etnográfica es constitutiva de la teoría arqueológica (Gándara 1990:51). Patty Jo Watson argumenta al respecto del uso de las analogías etnográficas:

La utilización de estas analogías y de experimentos imitativos implica una opinión uniformista en cuanto al comportamiento de las materias primas y de los seres humanos. Equivale a creer que las materias primas y la conducta humana en el pasado son directamente comparables a las del presente más específicamente, con respecto al comportamiento humano, significa que los tipos de procesos actuantes dentro y entre sociedades humanas son hoy iguales a los que operaban en el pasado. Por consiguiente, se puede observar el comportamiento actual y descubrir y confirmar leyes generales que describen esas relaciones (Watson; LeBlanc; Redman, 1971:69).

Se distinguen dos géneros de analogías: las de enfoque histórico directo y la orientación comparativa general; el primero aplica para áreas geográficas como Mesoamérica que presentan una continuidad cultural notable, en el segundo caso toda fuente de información etnográfica o histórica se puede emplear como ayuda en la interpretación arqueológica. El marco lógico para la aplicación de ambas clases de analogía es exactamente el mismo.

Podemos entender como una sociedad desarrolla sus usos y costumbres a través del tiempo, pues como observamos en la peregrinación, las personas del pueblo de Iztacalco han perdido los motivos y razones que dieron origen a esta costumbre, pero ahora la realizan como parte de una forma de vida inscrita en el continuo de su sociedad, las futuras ediciones de la peregrinación están aseguradas en tanto las personas siguen solicitando ser parte de las mayordomías que cada año organizan este evento, y cada año las personas reinterpretan y dan su toque particular en la manera de hacer la peregrinación, pero conservando la columna vertebral de la tradición de hacer la caminata. Esto lo podemos observar en la adopción de los nuevos medios de comunicación como son el desarrollo de una página en internet para publicar la organización de la peregrinación y también para dar a conocer el programa de actividades, ahora también colocan lonas de vinil para colocar los anuncios del evento, este material les permita mayor duración y tiempo de difusión. Algo que nos llamo fuertemente la atención es ver como las personas del pueblo de Iztacalco preparan a los niños para la peregrinación, por medio de otra peregrinación, nos referimos a la peregrinación que el pueblo realiza a la basílica de Guadalupe, en ella pudimos observar como a los niños se les motiva para que hagan el recorrido a la basílica como premisa de lo que es el recorrido a Chalma, los niños lo hacen con gusto y esto los prepara de alguna manera para hacer a muy corta edad (ocho o nueve años) la peregrinación a Chalma.

Vemos también que en cada edición, los peregrinos adoptan cada vez más la costumbre de mandar a hacer playeras alusivas al evento, pero con sus diseños particulares. Observamos también que cada vez los romeros optan por llevar prendas de ropa que sean más adecuadas para la marcha, una de las opciones más arraigadas es hacer uso de ropa militar, como pantalones y casacas que permiten un uso más rudo; lo mismo sucede con el tipo de calzado que utilizan en el recorrido. Todos estos tipos en la variedad de las prendas de ropa usada, se pueden ver reflejados en los depósitos de materiales en la vereda de los Exvotos, ahí podemos identificar casi toda la variedad de ropa que se utiliza y también podemos encontrar toda la variedad de imágenes religiosas que los peregrinos llevan en su recorrido, encontramos una gran variedad en los objetos que son depositados como exvotos en las altares que se ubican en las afueras de Chalma. Ahora podemos responder a nuestras dudas de porque las personas dejan todo tipo de artefactos en “la vereda de los exvotos”, donde sobresalen las figuras religiosas rotas, entendiendo la razón y motivos de depositar estos materiales, así como la revaloración del espacio que los peregrinos hacen de ese lugar.

Descripción de cultura material.

El análisis de los depósitos de materiales nos lleva a realizar una clasificación de los mismos, para ello hemos propuesto realizar la separación de los elementos en los siguientes grupos: Material religioso. Material para vestido. Material de utensilio. Material diverso. En la tabla A de la figura III, mostramos la clasificación que realizamos para poder hacer el estudio de los materiales encontrados en los diferentes altares.

Clasificación de materiales encontrados en los altares.

Material religioso

Material para vestido

Material de utensilio

Material diverso

cruces de madera

sudaderas

botellas de pet fotografías

cruces de metal

playeras

pilas copia fotostática de boleta de calificaciones
cruces de piedra

pantalones

vasos desechables mechón de cabello

imágenes de santos

calcetas

bolsas de plástico envoltura de galletas

imágenes de crucifijos

chamarras

botellas de vidrio papas fritas

figuras de crucifijo de pasta

gorras

cubre bocas otras botanas

mantas conmemorativas

guantes

ramo de flores artificiales papel aluminio

listones de peregrinación

pañal desechable

gafetes de peregrinación servilletas de papel

listones conmemorativos

latas de aluminio bolsas de pan

distintivos de peregrinación

botas de trabajo

botella de vidrio letrero denominación de calle

rosarios

tenis

tapa roscas de botellas

 

escapularios

zapatos

filtros de cigarros
veladoras de cera

zapatos de bebe tejidos

vasos de vidrio de veladora

 

estandarte

latas de bebida hidratante

 corona de flores

 

botellas de bebida hidratante

 

 

 

botella de vidrio de cerveza

 

 

 

botella de vidrio de bebidas alcohólicas

 

Figura III. Tabla A de los diferentes grupos de materiales encontrados en los altares.

El grupo de Material religioso, lo conforman todos los elementos que tienen que ver con un acto devocional, ya sea imagen religiosa, cruz de cualquier material, así como otros elementos relacionados con el culto religioso, como escapularios, rosarios, veladoras. El grupo de material de vestido se refiere a todas las prendas de ropa que los peregrinos usan y portan y que son depositadas en los diferentes altares, la gran característica de esta ropa es que ha sido utilizada como parte del vestuario que los peregrinos usaron a lo largo del camino, algunas en su mayoría son prendas que están rotas, como los pantalones y algunas playeras, así como la gran cantidad de calzado que se deja en los altares; por otro lado están las playeras conmemorativas alusivas a la peregrinación y que siempre tienen grabado el lugar de origen y el año y la edición de la peregrinación. Estas playeras siempre están grabadas con imágenes religiosas en su gran mayoría la imagen del señor de Chalma. El grupo de los materiales de utensilio lo conforman todos los elementos que los peregrinos usan en su recorrido, la gran mayoría de estos son botellas de todo tipo donde se porta agua, bebidas de sabor, jugos, bebidas hidratantes, cerveza y bebidas alcohólicas; pero también se integran aquí elementos como lo son pilas, lámparas, bolsas. El último grupo denominado material diverso, lo componen todos los elementos encontrados que no encajaban en los grupos anteriores, son tan variados que van desde fotocopias y mechones de cabello, hasta envolturas diversas de alimentos.

Concentración de materiales en el sitio.

Sitio

material de utensilio

material religiosos

material para vestir

material diverso

La vereda de los Exvotos

 El material de utensilio que se encuentra en este sitio disminuye, siendo más significativo los envases de pet.

En este sitio es donde se encuentra toda la variedad de elementos de este grupo mencionados en la tabla A.

Este sitio es el lugar elegido por los peregrinos para depositar todo tipo de elementos de este grupo, aquí existe la mayor concentración de estos materiales.

En este sitio se observa que existe muy poco material diverso, conformado solo por envolturas de alimento

Figura IV. Tabla B de concentración de materiales en el sitio de estudio.

Estadísticas e Interpretación de los datos.

Al realizar el recorrido de superficie e identificar los sitios para su estudio, procedimos a la clasificación y cuantificación de los elementos de cada uno de los “altares” seleccionados para su estudio, la figura III nos muestra esta clasificación, ahora procederemos a estudiar cada uno de los grupos y veremos de qué manera este análisis refleja una de las hipótesis de este trabajo la cual es: Hacer una asociación entre los restos materiales depositados en los Altares, con las conductas adoptadas por las personas que realizan la peregrinación. Para lo cual nos planteamos el siguiente objetivo: Identificar los procesos de formación del contexto arqueológico, que este fenómeno cultural en particular produce, aplicando métodos etnográficos para entender las conductas de la gente que generan este contexto. La fotografía 1 muestra una vista general del sitio, la fotografía 2 y 3 muestran los altares 6 y 7 respectivamente, estos constituyen nuestra unidad de estudio para el análisis de la cultura material.

Fotografía 1. Se muestra una panorámica de la Vereda de los Exvotos, cuando los peregrinos pasan por este lugar, dejan diferentes objetos, destacan las prendas de ropa que se han roto en el camino, así como las imágenes religiosas que se rompieron en el trayecto.

Fotografía 2. Altar 6 sitio “La vereda de los Exvotos” Camino a Chalma.

Fotografía 3. Altar 7 sitio “La vereda de los Exvotos” Camino a Chalma.

Material religioso (Por motivos de espacio, solo mostraremos información relacionada con el material religioso.)

Empezaremos por el análisis del grupo de Material religioso. En la figura V se muestran los resultados del conteo de los diferentes elementos que se encontraron en los altares, como podemos ver los elementos más significativos son las imágenes de crucifijo de pasta y las cruces de madera, de alguna manera este era el resultado esperado ya que como vimos en el transcurso de la caminata, una gran mayoría de romeros lleva a cuestas una imagen del señor de Chalma, cabe mencionar que estos crucifijos son vendidos en las inmediaciones del santuario y es casi obligado que cada peregrino tenga su imagen, después, estas serán colocadas en los altares familiares de cada hogar.

La gráfica de la figura VI nos muestra la cuantificación de elementos registrados en los altares para el material religioso, los elementos cruz de madera, imágenes de crucifijo son las más representativas en este conteo.

Clasificación de Material religioso encontrados en los altares.

Material religioso

altar 1

altar 2

altar 3

altar 4

altar 5

altar 6

altar 7

altar 8

altar 9

altar 10

Total

cruces de madera

16

 

4

2

5

4

5

3

2

6

47

cruces de metal

3

 

4

2

1

15

5

3

3

3

39

cruces de piedra

 

 

 

 

 

 

1

4

5

1

11

imágenes de santos

4

1

 

2

1

 

 

 

 

4

12

imágenes de crucifijos

4

1

2

2

2

3

1

 

1

 

16

figuras de crucifijo de pasta

1

16

 

2

1

3

5

5

8

12

53

mantas conmemorativas

2

 

 

5

 

1

1

 

 

1

10

listones de peregrinación

 

 

 

4

1

1

 

 

2

 

8

listones conmemorativos

 

 

 

 

1

1

 

2

 

 

4

distintivos de peregrinación

4

 

 

 

 

 

 

 

2

3

9

rosarios

5

 

7

1

1

 

1

1

 

1

17

escapularios

3

 

1

1

1

1

3

1

 

 

11

veladoras de cera

 

 

 

 

 

 

1

1

1

2

5

estandarte

 

 

 

 

1

 

 

 

 

 

1

corona de flores

5

1

9

 

7

 

1

3

2

5

33

Figura V. Tabla C, clasificación del grupo Material religioso.

Cuantificación de Material religioso encontrados en los altares.

Figura VI. Gráfica, cuantificación de elementos del grupo Material religioso.

La figura VII es un diagrama que muestra nuestra interpretación del camino que recorre un crucifijo, de acuerdo a nuestros análisis y observación en este estudio. Crucifijos de cruz de madera con imagen de pasta del grupo Material religioso; los peregrinos tienen por tradición portar crucifijos de madera con imagen de pasta que compran en las inmediaciones del santuario, este crucifijo deberá ser llevado en tres ocasiones en peregrinación, algunas veces la imagen se rompe como consecuencia de las caídas y tropiezos del peregrino que la porta a lo largo del camino, cuando esto sucede, los peregrinos no tiran las imágenes, las depositan en sitios que se han elegido especialmente para esto, uno de ellos es la vereda de los exvotos.

Figura VII. Diagrama que muestra el camino que un crucifijo puede seguir para pasar del contexto sistémico al contexto arqueológico de acuerdo a nuestros análisis y observación en este estudio. Crucifijos de cruz de madera con imagen de pasta del grupo Material religioso.

Los lugares principales donde los peregrinos compran las imágenes religiosas así como los crucifijos de madera con imagen de pasta son dos: los puestos de imágenes ubicados en el Ahuehuete y el mercado que circunda el santuario de Chalma, en ambos sitios hemos localizados un sin número de puestos donde se ofrecen las imágenes religiosas, así como todo tipos de objetos religiosos, como escapularios y estampas, las fotografías 4 y 5 muestran un ejemplo de estos puestos; la fotografía 4 es un puesto ubicado en el Ahuehuete y la fotografía 5 muestra un puesto del tianguis que se ubica alrededor del santuario.

Fotografía 4. Puesto de imágenes religiosas en las inmediaciones del Ahuehuete en el camino a Chalma, los crucifijos son los elementos que más se venden, sobre otras imágenes religiosas.

Fotografía 5. Puesto de imágenes religiosas ubicado dentro del mercado que rodea el santuario de Chalma, aquí podemos observar como el elemento más representativo es el crucifijo con imagen de pasta de 90 cm, este es el que los peregrinos prefieren como imagen representativa del santuario, y es el que hemos encontrado en los altares ubicados en el sitio de la vereda de los exvotos.

Conclusiones:

La peregrinación que el pueblo de Iztacalco hace al santuario de Chalma es a su vez parte de otra peregrinación más grande, los peregrinos se reúnen en el pueblo de Santo Tomas Ajusco, donde se mezclan con otros romeros que se reúnen en ese lugar para empezar la marcha a través de la sierra del Ajusco, aquí se juntan personas de otros rumbos de la ciudad (Xochimilco e Iztapalapa) e incluso de otros estados (Puebla, Hidalgo), esto nos permite observar que el santuario de Chalma es un sitio de peregrinaje muy importante, y esto lo constatan las diferentes peregrinaciones masivas que arriban al lugar durante todo el año.

Con el desarrollo de esta investigación, podemos dar una respuesta aceptable a las preguntas que se plantearon al realizar la peregrinación por primera vez, preguntas tales como ¿Por qué hay grandes cúmulos de botellas de pet en medio de la sierra, si no existen poblados cercanos? ¿Por qué las personas dejan imágenes religiosas rotas en partes del camino? ¿Qué motiva a los peregrinos a dejar todo tipo de cruces en la cima del camino, formando un cementerio con miles de cruces?; ahora entendemos que estos cúmulos de material son consecuencia del paso de peregrinos por ese lugar que dejan esos desechos como resultado de un gran consumo de agua por la fatiga del camino, estas son conductas que dan inicio a la formación de un deposito de materiales que aunado a los efectos de la naturaleza, generan un contexto arqueológico.

De igual manera podemos responder a la pregunta ¿por qué las personas dejan todo tipo de artefactos en “la vereda de los exvotos”? Las personas dejan los fragmentos de las imágenes en estos lugares porque no los pueden tirar, son las imágenes que cada peregrino tiene en su altar familiar; la tradición dice que si se compra una imagen durante la peregrinación, esta deberá ser llevada tres veces al santuario, es por eso que cuando una de estas imágenes se rompe las personas tienen mucho apego y no quieren tirarlas, así empezó la conducta de dejar las imágenes en los altares de la vereda de los exvotos.

Para dar respuesta a la pregunta ¿Qué motiva a los peregrinos a dejar todo tipo de cruces en la cima del camino, formando un cementerio con miles de cruces? Ahora podemos afirmar que se trata de una tradición que consiste en depositar una cruz con el nombre de la persona a la que se le está recordando, pues generalmente se trata de un difunto, pero que tenía la costumbre de ir a Chalma, los deudos dejan la cruz como un homenaje; también puede ser como parte de una ofrenda y entonces la cruz tendrá los apellidos de la familia que la deja como parte de una manda realizada por recibir un favor por parte del santo, sea cual sea la razón este punto del camino que tiene la característica de ser el punto de mayor elevación del camino, casi 4000 metros sobre el nivel del mar. En la actualidad existen miles de cruces en este lugar, de todos los tamaños y materiales posibles, y todo indica que el número seguirá en aumento (ver fotografía 6).

Las conductas adoptadas por las personas que realizan este fenómeno, nos permite ver el proceso de formación de un registro arqueológico, que es dinámico y actual, conformado de materiales industriales; para poder evaluar las conductas, recurrimos al método etnográfico, esta herramienta de investigación nos proporciono una mejor visión del fenómeno romero, así como también nos permitió entender y convivir con las personas que realizan esta caminata; a través de la etnografía pudimos entender por qué tantas personas realizan la peregrinación, entendemos ahora que este acto es una forma de enseñanza a las nuevas generaciones que forman la comunidad del pueblo de Iztacalco lo que convierte a esta, en una tradición familiar, a su vez que el acto de peregrinar es un elemento de cohesión y de identidad para las personas del pueblo y en el caso de los miembros de las mayordomías, las peregrinaciones son una forma de acceder al reconocimiento, prestigio y respeto del grupo social al que pertenecen. Por otro lado la peregrinación obedece a una tradición cultural que se puede rastrear hasta los tiempos de las culturas mesoamericanas. En este trabajo tomamos los principios teóricos de Michael B. Schiffer (Schiffer, 1987) referentes al proceso de formación del contexto arqueológico y lo conjugamos con los resultados obtenidos en el trabajo etnográfico.

Podemos entender como una sociedad desarrolla sus usos y costumbres a través del tiempo, pues como observamos en la peregrinación, las personas del pueblo de Iztacalco han perdido los motivos y razones que dieron origen a esta costumbre, pero ahora la realizan como parte de una forma de vida inscrita en el continuo de su sociedad, las futuras ediciones de la peregrinación están aseguradas en tanto las personas siguen solicitando ser parte de las mayordomías que cada año organizan este evento, y cada año las personas reinterpretan y dan su toque particular en su manera de realizar la peregrinación, pero conservando la columna vertebral de la tradición de hacer la caminata. Esto lo podemos observar en la adopción de los nuevos medios de comunicación como son el desarrollo de una página en internet para publicar la organización de la peregrinación y también para dar a conocer el programa de actividades; ahora también colocan lonas de vinil para mostrar los anuncios del evento, este material les permita mayor duración y tiempo de difusión, antaño hacían la difusión del evento a través de carteles de papel que colocaban en los postes de luz y teléfonos de la comunidad los cuales pegaban con engrudo. Algo que nos llamo fuertemente la atención es ver como las personas del pueblo de Iztacalco preparan a los niños para la peregrinación, por medio de otra peregrinación, nos referimos a la peregrinación que el pueblo realiza a la basílica de Guadalupe, en ella pudimos observar como a los niños se les motiva para que hagan el recorrido a la basílica como premisa de lo que es el recorrido a Chalma, los niños lo hacen con gusto y esto los prepara de alguna manera para hacer a muy corta edad (ocho, nueve años) la peregrinación a Chalma.

Vemos también que en cada edición, los peregrinos adoptan cada vez más la costumbre de mandar a hacer playeras alusivas al evento, pero con sus diseños particulares. Observamos también que cada vez los romeros optan por llevar prendas de ropa que sean más adecuadas para la marcha, una de las opciones más arraigadas es hacer uso de ropa militar, como pantalones y casacas que permiten un uso más rudo; lo mismo sucede con el tipo de calzado que utilizan en el recorrido. Todos estos tipos en la variedad de las prendas de ropa usada, se pueden ver reflejados en los depósitos de materiales en la vereda de los Exvotos, ahí podemos identificar casi toda la variedad de ropa que se utiliza y también podemos encontrar toda la variedad de imágenes religiosas que los peregrinos llevan en su recorrido; encontramos una gran variedad en los objetos que son depositados como exvotos en las altares que se ubican en las afueras de Chalma. Ahora podemos responder a la pregunta planteada ¿Porqué las personas dejan todo tipo de artefactos en “la vereda de los exvotos”? donde sobresalen las figuras religiosas rotas, entendiendo la razón y motivos de depositar estos materiales, así como la revaloración del espacio físico que los peregrinos hacen de ese lugar.

Estamos ante un fenómeno cultural que tiene muchas aristas, es por eso que para poder tener un acercamiento a dicho suceso, teníamos que verlo desde varios ángulos, para poder tener una mejor perspectiva de este proceso cultural, tratar de entender las conductas de una comunidad a través de los restos materiales que generan, asociando a los usos y costumbres que modelan su vida social.

Fotografía 6. Vista del sitio las Cruces, los peregrinos dejan todo tipo de cruces en la cima del camino a Chalma.

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Héctor Manuel Espinosa Vázquez. Pasante de la licenciatura de Arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.