Después de cincuenta años del despojo de su famoso monolito “Tláloc” para el pueblo de San Miguel Coatlinchan municipio de Texcoco; el tema todavía sigue generando controversia sobre si deben o no retirar la pieza de la entrada del museo de antropología de la ciudad de México para regresarla a su espacio original.
Foto 1. Portada del filme. La piedra Ausente dirigido por Jesse Lerner y Sandra Rozental.
El documental dirigido por Jesse Lerner y Sandra Rozental: “La piedra ausente”, es una producción original que relata entre el cómic y la investigación de campo, el sentimiento más profundo de los comuneros de Coatlinchan con respecto a esta pieza monumental, pero deja en el espacio de la reflexión muchas preguntas abiertas.
Por ejemplo:
¿Qué significa este monolito?: Chalchiuhtlicue, Tláloc o la piedra de los tecomates.
¿Que hubiera pasado si el gobierno no se lleva esta escultura de ahí?… Ya que cuando fue extraída, la estructura presentaba deterioro y “grafitis” en sus costados.
Y si regresa la piedra: ¿A dónde regresaría?… Si Coatlinchan no cuenta con un museo arqueológico.
En fin, Sandra Rozental nos habla simplemente de un rescate en la memoria colectiva de la zona, de una investigación de tesis de doctorado que terminó con la inmersión social de su vida dentro de este pueblo y que significó el destape de varios archivos fílmicos escondidos entre los museos comunitarios, las universidades, las televisoras y las colecciones privadas de los hombres tanto intelectuales como campesinos que fueron parte de dicho acontecimiento.
Foto 2. Sandra Rozental. Fotografía cortesía: Gira de documentales ambulante.
El cine documental en México tiene una historia de casi doce años de vida y siempre ha sido una gran ventana para revelar todo aquello que se muestra vivo en el paisaje popular y narrar desde la óptica del lugar de origen todo aquello que provoque comentario, es por ello que el filme de la piedra ausente, también es considerado desde mi punto de vista: como un modelo claro en la conformación de un periodismo moderno en materia de contenido y pluralidad.
La investigación documental acartonada, politizada, panfletaria o ideológica, siempre ha sido cuestionada, porque en muchos casos, el documentalista ha tratado de emular a la televisión privada en materia de contenidos y no en todos los casos es la mejor opción, es por ello que en esta ocasión, yo resalto el trabajo de animación inscrito de manera coherente en el trabajo de Jesse y Sandra, pues han creado un “programa” de entretenimiento formativo a partir de un binomio interesante entre lo lúdico y lo experimental.
Esta comicidad inmersa en el largometraje, no puede ser vista desde otra perspectiva más que la del lenguaje popular de la zona, Coatlinchan es una comunidad que enfrenta muchos problemas de organización, pero que se expresa con humor de su vida y retrata a manera de broma su pasado arqueológico, ya que este mismo despojo de la piedra les dio identidad como comunidad dentro de la geografía del área.
Foto 3. Comuneros de Coatlinchan. Catálogo de investigación del filme la piedra ausente de Sandra Rozental.
A nosotros como sociedad nos debe de quedar claro que en un espacio de dos horas u hora y media de duración en un documental: no se educa a un niño o no se forma una opinión clara para debatir un tema, se presenta un esbozo solamente y es tarea de: los padres de familia, los educadores y el periodista en conjunto, instruir para generar conciencia histórica que propicie un criterio de opinión mejor sustentado.
Coatlinchan es un ejemplo claro de abuso de autoridad, pero en el filme no se muestra propiamente al gobierno federal como el malo de la historia, la película también retrata las deficiencias de una sociedad mexicana poco crítica de su pasado y la desvalorización moderna de una pieza que parece triste y abandonada en el paisaje urbano de la zona de Chapultepec.
Esta producción propone poco en materia de conservación del bien patrimonial, pero si genera una especie de auto-representación moral que sitúa al espectador en el modo de vida del pueblo de Coatlinchan de los años sesentas, dejando para ellos a manera de análisis, una pregunta más por resolver:
¿Qué hubieras hecho tú ante un caso de saqueo arqueológico por parte del ejército?
Es por todo esto, que el tema del famoso “Tláloc” seguirá siendo un referente memorial de análisis profundo, la coyuntura del hecho está presente y hay muchos grupos de salvaguarda de patrimonio que están trabajando para que la piedra regrese a su lugar de origen, pero también hay varios organismos y sociedades completas que ni siquiera conocen el pueblo de San Miguel Coatlinchan y les resultaría muy complicado visitar el monolito: (Esa fue la primera condición que impuso el gobierno para llevarse la pieza que alude al Dios de la lluvia).
Foto 4. Imagen de Tláloc de los años sesentas. Familia de Coatlinchan. Catálogo de investigación del filme la piedra ausente de Sandra Rozental.
Es gracias a esta nueva discusión histórica que dedico mi columna de esta semana a la famosa “Piedra de los tecomates” como es conocida originalmente la escultura entre los habitantes de Coatlinchan, dejando abierta una brecha amplia para la charla de café y los foros académicos, invitando de manera humilde a la inversión económica por parte del INAH para el rescate arqueológico de la zona y la cooperación voluntaria de una sociedad consiente que respete y valore nuestros monumentos históricos.
Nota: El documental es parte de la gira “Ambulante” y estará recorriendo varias ciudades de la república mexicana. Consultar cartelera en: http://ambulante.com.mx/es.
Se presenta los días 16, 23 y 30 de abril en punto de las 19 hrs. En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo de antropología de la Cd. De México.
También se estará proyectando en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario de Texcoco. Carretera federal México-Texcoco kilómetro 33.5, esquina Manuel González en San Miguel Coatlinchán, Texcoco, Estado de México. Funciones: Jueves 17 de abril / 12:00 hrs. Sábado 19 de abril / 12:00 y 16:00 hrs. Domingo 20 de abril / 13:30 hrs. y Martes 22 de abril / 11:00 hrs.
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visita la pagina histórica de Koatchiz
http://koatlinchan.jimdo.com
Saludos, gracias por comentar y compartirlos su sitio web.
¿Y tú?… si ¿tú? que haz sembrado en tus hijos?
Recuerda que lo que hayas sembrado… es lo que cosecharas en el futuro. Todo esta intimamente relacionado con nuestra forma de pensar, de hablar o de hacer. a veces es mejor callar y es mejor hacer.
Las acciones que se hacen hablan de como hemos sido educados, es verdad que se ha perdido algo muy valioso, y eso es el respeto y el amor por el lugar. Pero Recuerda … pon tu granito de arena y tarde que temprano se veran los resultados.
Retomemos nuestra identidad perdida. Tlaxohkamati.
con la desorganizacion como bien dijeron de mi pueblo si la piedra se hubiera quedado en coatlinchan ya estaria semi destruida te lo aseguro solo ay que darse una vuet por el lugar donde, estaba lleno de basura hoy en dia y muy deteriorado por los talamontes.
Es una pena Agustín, es cierto y defendemos en este proyecto que las comunidades sean beneficiarias en más de un sentido, no sólo el económico, del patrimonio cultural que custodian o producen, sin embargo, también es cierto, que muchas veces los reclamos de propiedad sobre los vestigios prehispánicos responden a intereses diversos, no sólo culturales, estos pueden ser por ejemplo políticos, más de una vez, algún líder se ha puesto la bandera de la defensa del patrimonio o por la «repatriación» de cierta pieza o escultura, como una forma de legitimación frente a su comunidad, no estoy estoy diciendo que este sea el caso, pero sabemos que pasa en muchas partes del país.
Excelente tu columna, soy de la comunidad de Coatlinchan. Me gusto mucho tus comentarios, gracias.
Muchas gracias por escribirnos Mary, nos da mucho gusto que la gente de Coatlinchan nos lean.