Piden investigar “sobornos” de Wal Mart en Teotihuacan

Por Abida Ventura

El INAH sólo responde que está revisando y documentando el caso para emitir su versión oficial.

Arqueólogos y académicos solicitan al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que aclare las acusaciones hechas en contra de los funcionarios que, según un reportaje publicado esta semana por The New York Times, habrían recibido un soborno para establecer en 2004 una tienda Wal Mart en el perímetro C de la zona arqueológica de Teotihuacan, en el estado de México.

“Espero que el INAH y las otras dependencias involucradas, el gobierno federal y estatal, salgan a aclarar todo y den su versión formal”, señala el antropólogo Bolfy Cottom, quien sostiene que quienes acusan a los funcionarios deberían probar con documentos lo dicho.

Teo

“Si fuera verdad que se pagó y se recibió el dinero, que hasta donde sé el cheque no se cobró, es un asunto grave. Los sujetos involucrados existen y si hay suficientes elementos puede denunciarse”, dice.

El especialista en legislación cultural aclara que, contrario a lo que se ha dicho, el INAH no fue quien otorgó los permisos de construcción, ya que “quienes tienen la facultad de otorgar licencias, permisos de construcción o cambios de uso de suelo, estrictamente es el Ayuntamiento o la presidencia municipal de San Juan Teotihuacan. “La intervención del INAH fue en la liberación del predio, estrictamente correspondía a la delegación del INAH en el Estado de México”, dice.

Felipe Echenique, secretario general de la delegación sindical de Académicos del INAH, opina que la dependencia debería realizar una investigación a fondo para deslindar o fincar responsabilidades a quienes resulten responsables.

“Siempre ha habido corrupción, pero cuando la ley se violenta, es que hay algo raro. Si pudieran documentar los nombres, quien fuera, el INAH tendría que iniciar todo un proceso para quitarles hasta el título a quienes se vieron involucrados en ese asunto de corrupción”, dice. “La PGR debería reabrir el caso que se le hizo llegar en su momento, en tiempo y forma, reabrirlo y fincar responsabilidades”, añade el también historiador, quien considera que ante tales acusaciones Wal Mart en Teotihuacan debería ser clausurado.

Lo mismo opina el arqueólogo e investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Carlos Navarrete, quien asegura que desde su departamento jurídico el INAH debería revisar todo el caso. “Fue contra la ley y disposiciones del entorno de Teotihuacan. Lo que debe de venir es demoler la construcción, ya que lo importante no es sólo preservar el sitio arqueológico, sino también sus alrededores”, expresa.

“Tendría que venir un correctivo, que sería un límite para los que en el futuro intenten hacer una cosa semejante; debe aplicarse una buena lección en este caso”, considera.

En investigación

Ante tales acusaciones, hasta ahora, el actual director del INAH, Sergio Raúl Arroyo García, se ha negado a dar declaraciones a la prensa. Ayer, la dirección de Medios de Comunicación del INAH informó que se está revisando y documentando el tema en las diferentes áreas del instituto y que, una vez integrada y analizada la documentación, se informará a los medios.

Consultada por este diario, la arqueóloga Verónica Ortega, quien entonces era Jefa del Departamento de Protección Técnica y Legal y actual subdirectora de esa Zona Arqueológica de Teotihuacan, y quien presuntamente habría sido beneficiada con un cheque expedido por la trasnacional, negó las acusaciones:

“Para empezar digo que no es cierto… Si no hay pruebas documentales, hay que hablar sobre los hechos y no sobre los dichos”, declaró vía telefónica y evitó dar más detalles argumentando que la entrevista debería ser aprobada por la Dirección de Medios del INAH. La entrevista fue solicitada ante la dependencia pero informaron que por ahora no sería posible, ya que el caso está en proceso de documentación.

El lunes pasado, The New York Times reveló que Wal Mart dio sobornos por 200 mil dólares a autoridades mexicanas para que permitieran la construcción de la bodega Aurrerá en Teotihuacan.

Así como la entrega de 52 mil dólares a funcionarios de San Juan Teotihuacán para que cambiaran el uso del suelo del perímetro C de la zona arqueológica.

The New York Times también reveló que la empresa Wal Mart sólo pudo construir en la zona con el permiso del INAH, por lo que ofreció a funcionarios del organismo una “donación” de hasta 45 mil dólares y un regalo personal de 36 mil dólares a cambio de la autorización.

En 2004, contra la oposición de la comunidad académica y de la sociedad en general, el complejo comercial fue construido. En su momento, el propio ICOMOS México, organismo consultor de la UNESCO, emitió un dictamen a favor de la construcción del Wal Mart, ya que el caso “no parecía tan grave”, admitió ayer Olga Orive, presidenta del organismo en el país.

“ICOMOS hizo un dictamen en el que decíamos que esa tienda no causaba un problema tan grave, porque estaba sumida en una especie de terreno bajo. Efectivamente, habían encontrado algunos restos arqueológicos, pero lo que recuerdo es que se dijo que los vestigios que se hallaron en el estacionamiento se consolidarían y se podrían ver”, comentó Orive.

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Fuente: El Universal [http://www.eluniversal.com.mx/cultura/70629.html]

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