Etnohistoriador Aldo Armando Guagnelli Núñez
Arqueólogo Jonathan Rosas Peña
Arqueólogo Juan José Guerrero García
Vinculando la historia: Museos teotihuacanos como parte de la estrategia de participación comunitaria en la protección del patrimonio cultural
¿Qué es un museo?
Originalmente la palabra museo se identificó con “el lugar de las musas” el cual generalmente se encontraba en los templos griegos, también tiene su origen en las colecciones de las reliquias de la Edad Media y en las colecciones de los objetos saqueados por Roma, sin embargo el concepto moderno de museo se da a partir de la conformación de los estados nacionales capitalistas, y de su correspondiente ideología cientificista que buscaba vincular los objetos del pasado con la gloria actual (en su momento) o “futura” (lo que pretendían volver a ser) de las jóvenes naciones. Hoy el museo debe pasar de ser un elemento simplemente reivindicativo a un espacio donde se generan y se transmiten ideas; un espacio de exposición pero también de reflexión y en algunos casos desacuerdo de parte del auditorio. Podemos definir al museo como un espacio en el cual se exponen objetos que logran influir en la vida de los visitantes. Ya sean obras de arte que expresan diferentes situaciones de la sociedad o de los individuos, u objetos utilizados en la actualidad o en el pasado que quedan como muestra de las vivencias, relaciones sociales o alcances de la tecnología y la ciencia actual, el museo es un vínculo (entre) quienes tienen algo qué decir con las personas que se interesan por conocer el mensaje.
¿Qué son los museos comunitarios?
A partir de los años ochenta se dio una alternativa a la centralización de la museografía nacional la cual llevaba los objetos arqueológicos recuperados a los museos ubicados en los grandes centros urbanos alejándolos de la gente que vivía en las cercanías de los sitios arqueológicos. Esta práctica si bien conseguía el importante fin de divulgar la información a más personas, también fomentaba el desarraigo de las comunidades con su patrimonio y un creciente resentimiento de las poblaciones con el INAH pues lo veían como saqueador de su riqueza cultural. Los museos comunitarios desde entonces han sido una propuesta de vinculación real en la cual la sociedad se organiza para conservar y difundir su patrimonio. En general la forma en que se manejan estos museos parte de la constitución de una asociación civil compuesta por los integrantes de la comunidad interesados en hacerse cargo del museo, así, con asesoría del INAH se elabora un discurso propio sobre la historia de sus pueblos.
¿Qué son los museos municipales?
Si bien en México no existe una figura jurídica tal como los museos municipales, hay una gran cantidad de museos supuestamente comunitarios que están a resguardo y administración del gobierno municipal. Nuestra opinión al respecto de este tipo de museos es que a pesar de la intención de difundir el patrimonio arqueológico, estos espacios se convierten en presas de los caprichos de los gobiernos en turno, hay quienes los abandonan por completo y quienes desean modernizarlo sin la asesoría adecuada. Si se usaran de manera responsable, estos espacios podrían cumplir con las tareas a las que un museo de arqueología debe avocarse como son: difundir el conocimiento de la historia y de los cambios sociales, promover la identificación crítica de los actuales pobladores con su historia y territorio, y la protección al patrimonio arqueológico e histórico.
¿Es viable la creación de museos externos al INAH en una región en la cual se encuentra una de las mayores zonas arqueológicas del mundo?
En un lugar tan lleno de contenidos históricos y culturales como lo es el Valle de Teotihuacan, donde se ha fijado gran parte de la atención mundial debido a que alberga los vestigios del proceso de desarrollo de uno de los llamados estados primarios. Donde existe una de las zonas arqueológicas más visitadas y con mayores dimensiones en el orbe, que cuenta con tres museos administrados por el INAH, ¿hace falta un museo comunitario?
Éste texto es una respuesta afirmativa a ese cuestionamiento, por supuesto que hacen falta más museos en ésta y cualquier región. Pero no hace falta cualquier museo, hacer museos comunitarios o municipales en una zona como la que ya mencionamos implica proponer una forma distinta en los contenidos y en la museografía. El fin de un museo debe ser reintegrar a las personas que lo visitan al paso de la historia, acercar a los pobladores de las comunidades a su propio patrimonio, para eso se deben de utilizar una serie de técnicas pedagógicas y museográficas que logren el acercamiento e identificación de las personas con los objetos arqueológicos.
Vinculación comunitaria del patrimonio cultural y la protección del mismo
Desde hace tiempo se sabe que si no se generan experiencias comunitarias en la conservación investigación y difusión del patrimonio arqueológico, éste está condenado a su desaparición; patrimonio que no se incorpora a la vivencia de las comunidades no solo corre peligro de ser saqueado o destruido sino que de facto pierde su carácter mismo de patrimonio, pues al final terminan siendo objetos o sitios enteros que no representan absolutamente nada para las personas, que no logran difundir la experiencia histórica de la humanidad y por tanto condenan al olvido una gran cantidad de vivencias que podrían sernos de utilidad. Patrimonio, sin una comunidad que se identifique con él, no es patrimonio aunque las leyes digan lo contrario. Es por esta razón que para quienes trabajamos en la conservación e investigación del patrimonio arqueológico de Teotihuacan, la participación de la comunidad es vital, sobre todo por el hecho de que gran parte de la información de la población de la antigua ciudad del clásico, se encuentra bajo las casas de los pobladores actuales quienes en algunos casos ven a la protección de los bienes arqueológicos como un obstáculo para sus propias aspiraciones. Los proyectos de museos que se han realizado en los pueblos buscan generar un vínculo que acerque a la población con la Zona Arqueológica.
Estado actual de los museos de la región que se encuentran fuera del perímetro “A” de protección.
Museo comunitario de San Francisco Mazapa. Este museo está ubicado en la Escuela Secundaria Técnica industrial No.72 “Felipe Carrillo Puerto”. A partir de un salvamento arqueológico realizado en los años noventa por Rubén Cabrera quien registró una habitación en cuyo piso se encontraban dibujados en bajo relieve un par de círculos entrelazados de distinto tamaño, el hallazgo se trataba de un marcador solar, si bien el INAH realizó correctamente los trabajos de investigación, el procedimiento común de su conservación es enterrar de nuevo los monumentos arquitectónicos. Ante tal situación y sabiendo de la importancia de lo hallado, maestros y padres de familia se organizaron para exponer al público y dar una conservación adecuada a este monumento, además de incorporarlo a las actividades docentes del plantel. La inauguración de este museo fue el día 20 de abril de 1999 y funcionó cerca de tres años. El Museo Comunitario de San Francisco Mazapa fue concebido como una verdadera experiencia comunitaria y pedagógica en la cual coadyuvarían distintas instancias tales como el patronato del museo, las autoridades escolares y municipales, y la Zona Arqueológica. Sin embargo la falta de acuerdos y cambios en las administraciones fue deteriorando la organización, si bien el museo ha cumplido con la conservación del monumento, se cerró al público y se desincorporó de las actividades docentes. Nuestro Departamento trata de restaurar los lazos sociales que quedaron diluidos y contribuir a reactivar esta experiencia comunitaria.
Pretensiones de museo “Hacienda de la Cadena, Maquixco”
La “Hacienda de la Cadena” es uno de los pocos vestigios coloniales que quedan en Teotihuacan. Este sitio tuvo gran importancia en la economía de la región y en la vida de sus habitantes hasta tiempos de la Revolución. En los años setenta, pobladores de Maquixco resolvieron ocuparla y fincar dentro de los terrenos del casco destruyendo gran parte de los edificios, aun así la evidencia de las actividades de la hacienda siguen bajo tierra, en algunos casos los muros antiguos fueron reutilizados en las construcciones modernas, además de que una parte de lo que podría ser una troje fue conservada, en este espacio los vecinos de Maquixco tienen la intención de hacer un museo, además de rescatar la mayor parte de la información de lo que ellos hoy reconocen y se arrepienten haber destruido en el pasado.
Museo municipal “Museo Comunitario Quetzalpapalotl”
Fue creado por el Municipio de Teotihuacan a finales de los años noventa, con el fin de que la gente pudiera exponer las piezas que guardaban los pobladores, además de generar un espacio para la exposición de artesanías de producción local. Con el paso del tiempo, este espacio fue olvidado por las autoridades, convirtiéndose en una bodega de piezas y un sitio de oficinas administrativas. Hoy es un espacio desaprovechado que requiere una readecuación que permita cumplir con las funciones de difusión de cultura y desarrollo local para las que fue creado. Como parte de un esfuerzo coordinado entre la Zona Arqueológica de Teotihuacan y gobierno municipal, se plantea rehabilitar el Museo Quetzalpapalotl restaurando el inmueble, realizando inventarios de sus piezas y, sobre todo, actualizando el discurso museográfico.
Guión museográfico
En general las exposiciones tanto temporales como permanentes de este museo, se insertan en el tema de la producción histórico cultural del pueblo teotihuacano a través del tiempo. Con la utilización de objetos arqueológicos, dioramas de distintos tamaños e información visual bidimensional, los cambios que vivió la sociedad teotihuacana, en su organización social, su forma de producir y comerciar, además de su religión, sugiriendo las posibles implicaciones sociales y causas de este cambio Este museo cuenta con un acervo de piezas arqueológicas el cual es el eje principal de la exposición permanente. Sin embargo, no puede ser un espacio únicamente abierto para la arqueología; es un museo de los habitantes de la región a través del tiempo, eso incluye no solo el tiempo prehispánico, sino también el periodo colonial, los siglos XIX y XX, hasta la actualidad.
Los objetivos del museo son: señalar que fue el trabajo de muchísimas personas el que logró construir, transformar y mantener a la ciudad prehispánica más importante del clásico. Ejemplificar de manera visual la forma en que se utilizaban algunos objetos con los que cuenta el museo. Aclarar que es debajo de los pueblos que hoy ocupan las áreas B y C de protección donde hoy se encuentra la mayor cantidad de información sobre la forma de vida de los antiguos pobladores y por eso es importante investigar y conservar los sitios arqueológicos que existen hoy debajo de la actual Teotihuacan. Que está ciudad no se hizo ni se deshizo en un día, quedando claro que el valle de Teotihuacan ha sido escenario de muy diferentes tipos de organización social, dándosele valor a todas las ocupaciones prehispánicas no solo a las del clásico. Crear una sala específica para la última parte del posclásico, la Conquista, el virreinato, tratar de ser lo más claros y sintéticos en la museografía. Esta sala tiene como objetivo que el visitante logre ver que el origen de los pueblos actuales se da justamente a partir del periodo de conquista; que observe que el Valle de Teotihuacan vivió cambios y procesos durante el virreinato que hoy en día son observables; que el Valle de Teotihuacan fue de gran importancia en la formación del México independiente, primero por su ubicación estratégica hacia el Golfo de México, razón por la cual fue ruta de las vías del ferrocarril y segundo por la Zona Arqueológica que desde los últimos siglos de la Colonia fue de gran importancia para la ideología del criollismo y la concepción del Estado Moderno Mexicano. Que durante los procesos dichos anteriormente los habitantes de los pueblos del Valle fueron actores fundamentales. Destinar un espacio para las exposiciones temporales las cuales lograran mantener visitas continuas y exponer las creaciones culturales de la actualidad de los pueblos.
Conclusiones
Pese al diagnóstico de una disociación entre el pasado y el presente de las comunidades del Valle de Teotihuacan, que impacta negativamente en las labores de protección del patrimonio arqueológico e histórico con que cuentan; existe una reutilización y resignificación del mismo. Es posible entonces identificar a las comunidades actuales como pueblos originarios; como parte de una continuidad histórica y cultural viva.
Bajo un planteamiento teórico aún no desarrollado, es posible abordar la problemática social en torno a la preservación del patrimonio cultural desde la etnohistoria, contribuyendo a la resolución de problemas planteados originalmente en los campos de la arqueología y del derecho, ampliando las posibilidades de protección integral patrimonial.
El trabajo de protección de los bienes muebles e inmuebles históricos y arqueológicos ubicados dentro de los perímetros B y C de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Teotihuacan, requiere de la coordinación del INAH con los diferentes actores sociales de la región, los museos comunitarios son sólo una de las formas en las que esto puede realizarse. Si bien falta muchísimo trabajo para concretar estos proyectos, el esfuerzo realizado y por realizarse puede traer grandes beneficios tanto a las comunidades como al patrimonio cultural.
Bibliografía
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Nolasco Armas, Margarita.
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Mora, Teresa. (Coordinadora)
2008, Los pueblos originarios de la ciudad de México, Atlas Etnográfico, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D.F.
Decreto por el que se declara Zona de monumentos Arqueológicos el área conocida como Teotihuacan.
Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de agosto de 1988.
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Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 6 de mayo de 1972. Última reforma publicada el 13 de enero de 1986 en el mismo órgano informativo.
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La Planeación y Gestión del Patrimonio Cultural de la Nación
2006, Guía Técnica, INAH, México.
Estarían planteando que con la puesta en marcha -bajo estos criterios- del museo comunitario-municipal, la incidencia de destrucción, perdón, construcción irregular o sin un dictamen y/o salvamento previo, disminuirá? Tiene el Departamento de Protección Técnica y Legal un estimado de la tendencia y velocidad del crecimiento de la mancha urbana?, para que en algún momento, después de los años podamos medir la efectividad de estas acciones.
Pues a mi parecer, siempre hemos planteado, desde las suposiciones, que tal o cual programa, plan, estrategia, etc, nos servirá para «proteger» el patrimonio, pero pocas veces veo un seguimiento de los resultados alcanzados.
Saludos y de nuevo gracias por su aportación al blog.